Graduación- Alois Trancy +18
Dedicado PukyMartinez
Espero que te guste :)
Graduación- Alois Trancy +18
- ¡Señor Trancy!- gritó por décima vez la maestra de cálculo diferencial -¿Podría por lo menos mostrar algo de respeto por la clase, por mi y sus compañeros?
- Déjeme pensarlo – medité un momento para darle algo de dramatismo a la respuesta –Nah – seguí caminando sobre los pupitres, esquivando los cuadernos y cabezas de mis compañeros.
- ¡Estoy hasta la re puta madre! – la maestra recogió las cosas que tenía sobre el escritorio y salió casi volando.
- Eres grande Trancy – me crucé de brazos y continué saltando entre pupitres
- Ya van quince esta semana, Trancy – me encogí de hombros y saqué la lengua
- No me agradezcan pequeñas y feas polillas – me bajé del último pupitre que era el mío – No creo que vayan a encontrar una suplente para esta...
- Buenas tardes chicos – eso fue rápido. En la puerta estaba apoyada una mujer de cabello ________ y largo hasta la cintura. Traía una falda suelta hasta la mitad de la pierna y una blusa blanca casi transparente.- Soy la nueva maestra de cálculo diferencial- su mirada se posaba en cada uno de mis compañeros, para luego posarse en mi. Sentí como en cualquier momento mis mejillas se incendiarían y...- Siéntese, Alois Trancy, por favor – y así hice- Soy _______ Martínez, espero llevarme bien con todos ustedes – y comenzó a dar clase.
No creo ser el único que empezaba a sentirse nervioso. Algunos de los chicos tomaban fotografías sin que la maestra se diera cuenta, debo pedírselas luego.
- ¿Alguna duda o inquietud acerca del tema? – se escuchó como si se reventara una burbuja y todos negamos al mismo tiempo – no tengan miedo a preguntar si no entienden un tema – ligeramente sus labios se curvaban hacia arriba- no muerdo – y sonrió. Fue algo muy extraño, pero a todos nos salía un hilillo de sangre por la nariz-¿s-se encuentran bien?- un gesto de genuina preocupación se extendía por su rostro.-Muy bien, mañana retomaremos este mismo tema, así que preparen las preguntas y dudas que tengan al respecto, las resolveré todas mañana – una sonrisa se volvió a extender por sus labios y un botón voló de su blusa al suelo. Ella no pareció percatarse, tomó sus cosas y se fue.
- E-ella... es increíble – dijo uno de los que se sentaban al frente
- ¡Maldito! ¡dame tu puto puesto mañana! – dijo otro mientras sacudía al de cabello rojo
- ¡Ni mierda! No pienso hacerlo – rodé los ojos y tomé el botón que se había zafado de la blusa de _______.
- Oye Trancy – alcé la vista y todos los hombres del salón me miraban de forma escalofriante
- Que miedo – dije con sarcasmo
- Si haces que ella se vaya de la escuela – tronaron sus nudillos –te mataremos a sangre fría – rodé los ojos, fui por mi mochila y salí del salón. Debo entregarle el botón a la profesora.
_________POV
- ¿A quién podría salírsele volando un botón por simplemente sonreír? – rodé los ojos ante el reclamo-pregunta que me hacía Claude
- La respuesta está frente a tus ojos, Claude- solté un suspiro- creí que eras más inteligente – él se acomodó los lentes y me miró
- Hay dos respuestas que me llaman mucho más la atención - bajé mi vista y mis pechos aún estaban a la vista
- Se supone que me ayudarías a cerrar la blusa- me crucé de brazos, haciendo que mis pechos resaltasen aún más y logrando desconcentrar por una milésima de segundo a Claude.
- Si tan solo no me desconcentraras – sonreí, y comenzamos a acercarnos más y más... pero.
- Profesora... - Alois Trancy estaba en la entrada del salón de profesores, yo estaba sentada en uno de los escritorios de la sala, Claude entre mis piernas y a pocos centímetros de comenzar algo mucho más interesante que el mocoso de ojos azules. - ¿qué iban a hacer? – piensa ______, Wattpad debió enseñarte algo
- Twister – dije mientras trataba de organizarme lo más que podía - ¿tienes alguna duda acerca del tema de hoy, Alois? – mantente profesional, sé profesional.
- S-si - ¿acaso estoy salvada? – la anterior suplemente me dijo que necesitaba tutorías urgentes. Me preguntaba si usted podría darme aquellas tutorías. – el trabajo de mis sueño, poco a poco se va haciendo realidad.
- Claro que si, Alois. ¿Cuándo quieres iniciar las tutorías? – su gesto de falsa inocencia se desvaneció
- Hoy y ahora – tragué saliva y sonreí – en su casa preferiblemente
- Muy bien – tomé mi maleta y me volví hacia Claude – hasta mañana profesor Faustus.
- Hasta mañana profesora Martínez – sonreí y me encaminé junto a Alois hacia mi casa.
Tomamos el tren.
- Pudimos tomar un taxi – dije mientras veía a Alois de reojo
- Odio los taxis – fruncí el ceño
- Eso no tienen sentido – dije sin ningún toque de delicadeza
- Tampoco su relación con el profesor Claude - ¿creyó que me comería la historia del Twister? – soltó una carcajada amarga –No me haga reír profesora – su mirada me escaneó –Aunque usted actúa inteligentemente
- ¿a qué te refieres? – el se estiró y parecía más relajado
- A lo que me refiero con inteligente es que usa esas curvas a favor para seducir al profesor Claude ¿no es así?
- Te equivocas, pequeño Watson – sonreí y alcé el dedo índice – nosotros no tenemos ningún tipo de relación. Solo nos divertimos. – Alois me miraba fijamente
- Entonces quiero divertirme igual – se puso de pie, abrió mis piernas y se puso entre ellas. Para estar en movimiento en el tren, tenía buen equilibrio.
- ¿Qué estás haciendo? – alcé mi mirada y su rostro estaba completamente sonrojado
- N-no me mire desde ese maldito ángulo con esa maldita expresión –corrió su mirada y se tapó la boca – ¿a-a-a-a-acaso no era así como estaba con el profesor Claude?- solté una risilla -¿q-q-qué es tan gracioso? – negué.
- Eres aún un niño para entender Alois – el tren por fin llegó a la estación donde debíamos bajarnos –vamos, te lo explicaré.
Lamía y chupaba lentamente el pene de Alois.
- M-mierda – saqué su miembro de mi boca y el líquido salió disparado justo en mi cara.
- Si que eres un chico pervertido – dije mientras me limpiaba el rostro.
- ¡Es su maldita culpa! – se subió el pantalón y me miró -¿No vamos a continuar?- negué
- Gradúate y tendrás mucho más de donde vino eso, Alois – el frunció el ceño y gruñó
- ¡es una jodida tramposa! – me encogí de hombros. –si esto va a ser así, entonces hagamos una clase de trato
- No hagas tratos con profesores, es como hacer una trato con demonios – él se encogió de hombros y se sentó en el sofá
- Si me gradúo, usted será mía completamente – alcé una ceja con cierto desdén.
- Te recuerdo que soy siete años mayor que tu Alois - me tomó por los hombros y fijó sus ojos en los míos.
- No me interesa, usted es y será mía, quiéralo o no – me tomó por sorpresa, sería una mentira sino dijera que no lo estoy. –Dentro de tres años seré mayor de edad y usted será mía.
- Si te gradúas – el tomó su mochila
- Me voy a graduar y con honores – se dirigió a la salida –y otra cosa...- sus ojos perdieron el brillo - aléjese de Claude Faustus, usted es mía – me despedí con la mano y Alois se fue.
Alois POV
Pasaron seis meses. _______ seguía dándonos clases de Cálculo diferencial. Me volví el mejor en su clase, y todos los malditos babosos de la clase, estaban locos por ella.
- Muy bien – dijo poniéndose de pie, dejándonos ver su figura perfecta –quiero decirles que estos últimos seis meses han sido muy fructíferos para mi carrera como maestra – todos la miraban embelesados –pero temo decir que hoy es la última clase que tendré en este colegio – todos gritaron menos yo. ¿qué quiere decir con última clase?
- ¿E-e-e-está bromeando con nosotros verdad? – dijo uno de los chicos que se sentaban al frente. Ella negó suavemente con la cabeza
- Ya pasé mi carta de renuncia esta mañana, chicos. Lamento no habérselos contado antes – todos quedamos en silencio- Hago parte de un grupo elite de profesores para niños problema. Aunque con ustedes se equivocaron – sonrió dulcemente – ustedes no son chicos problemas, solo les faltaba algo de motivación.
- ¡No nos venga con esta mierda! – gritó uno de los que se sentaba en la segunda fila
- U-usted no se puede ir, n-no puede dejarnos – ella esbozó una sonrisa fabricada.
- Ya es hora _______- dijo el profesor Faustus
- Un minuto por favor – pidió _______. Faustus asintió y se fue. - ¿me podrían dar un abrazo?- todos se levantaron, excepto yo. La rodearon con sus brazos y el con una sonrisa les respondió el abrazo- nos volveremos a ver, niños – y su mirada viajó hasta la mía. Sonrió en forma de disculpa y se fue.
Muchos lloraban, otros golpeaban los pupitres y yo, simplemente mantenía fija la mirada por la puerta por la cual salió la que pudo ser el amor de mi vida.
_______-POV
Nunca creí que despedirse hubiera sido tan doloroso.
- ¿estás bien? – asentí a la pregunta de Claude
- No te preocupes, he estado peor – y sonreí. En estos momentos me costaba hacerlo.
- Hay algo que he querido decirte desde que te conocí – mordí el interior de la mejilla e hice un ademán para que continuara -¿quieres...?
- ¡Profesora! – la voz de Alois nos interrumpió –n-no pude despedirme – dijo jadeante, tanto por la carrera que debió pegar hasta aquí, como por la situación en la que nos encontramos Claude y yo.
Me alejé de Claude, caminé hasta Alois y lo abracé.
- No te preocupes pequeño- le dije al oído. Me tocaba agacharme un poco para poder susurrarle – cumpliré nuestra promesa – y lo besé. Sus labios permanecieron sellados durante unos segundos. – lo prometo – y me alejé de los dulces labios de Alois.
Tres años después.
Alois POV
Estábamos en la entrega de los diplomas. La graduación ya casi culminada y como estudiante de honor debía dar el último discurso.
- Recibamos con un fuerte abrazo al estudiante de honor Alois Trancy – me levanté entre aplausos y miradas penetrantes. Estaba feliz, pero dicha felicidad no llegaba a mis ojos. Me faltaba alguien, alguien que espero poderla ver antes de que estos momentos tan importantes en mi vida acaben.
- No voy a empezar saludando, estamos cansados de los clichés – tomé aire – hemos pasado por etapas importantes en nuestra vida que nos ha hecho madurar y crecer como hombres – alcé mi mirada y en la entrada estaba __________ con un vestido rojo largo y un ramo de rosas, se veía preciosa. – hemos tenido nuestros tropiezos y nos hemos levantado de ellos – nuestras miradas se encontraron y la dulce sonrisa de ________ me desconectó del mundo real – t-también... digo nosotros – ella soltó una risilla. – Púdranse todos de una putísima vez – lancé el micrófono, me quité la toga quedando en traje de gala y corrí al encuentro de _______ -p-profesora – me entregó el ramo y acarició mi cabello
- Vaya que has crecido, Alois – sonrió – eres ya todo un hombrecito, y estudiante de honor – apreté el ramo de rosas – estoy muy orgullosa de... - y junté nuestros labios de una jodida vez. Al inicio la tomé por sorpresa y el hecho de que estábamos frente a todo el colegio no era un muy buen lugar para no llevar a cabo lo siguiente. Pero ¿a quién putas le importa?
La tomé por la cintura y la pegué aún más a mí. Antes, ella era un poco más alta que yo, ahora yo era más alto como por diez centímetros. Ella mordió mi labio inferior, provocando que soltara un gemido. Nuestros labios seguían jugando mientras que mis manos ansiaban tocar su piel desnuda.
Nos separamos por la falta de aire, y dejamos que nuestros ojos se fundieran entre ellos.
- ¿tanto me extrañaste? – asentí, tratando de evitar las ganas de llorar de la felicidad.
- ¡Profesora! – todos mis compañeros corrieron a abrazarla y con lágrimas de felicidad ella les devolvía el abrazo.
_______POV
Paseé mis manos por el torso desnudo de Alois.
- Tuviste bastante tiempo libre para entrenar ¿no es así? – el asintió orgulloso, mientras que jugaba con un mechón de mi cabello
- Quería crecer lo suficiente para poder ser más alto que tú – sonreí y me acosté en su pecho desnudo. A pesar de estar completamente sin ropa, no lo habíamos hecho.
- Has madurado bastante, Alois – le dije mientras me acurrucaba aún más en su pecho- para tener 19 años, eres un chico bastante maduro. Estoy tan orgullosa de ti – Alois soltó una risilla.
- Te mostraré en que otros aspectos he madurado – y juntó nuestros labios.
Sus manos lentamente se fueron deslizando por mi cintura, para luego masajear mi vagina y hacer que me humedeciera aún más.
- A-Alois – gemí, para luego empujar su cabeza y dejar sus labios a pocos centímetros de los míos –hazlo –ordené y obedientemente lo hizo. Su lengua jugaba con mi vagina e introducía sus dedos. Aumento la velocidad de sus dedos entrando y saliendo de mi vagina y comenzó a introducir su lengua, para luego separarse, dándome así tiempo para tomar el lubricante en aerosol, esparcirlo por su cuerpo y el mío.
- ¿Cereza? – asentí y comencé a masturbar su pene –m-maldición- mientras que con una mano me ocupaba de su pene con la otra masajeaba sus testículos con la otra. –m-mierda, a-abre la boca – obedecí y Alois eyaculó dentro. Tragué el líquido espeso y me limpié la comisura de la boca. El me miraba fijamente, para luego abrazarme. – te extrañé demasiado – su cuerpo temblaba. Rodeé su cadera con mis brazos y le respondí al abrazo
- Pero ya estoy aquí contigo, Alois – y dejó de temblar. Tomé su rostro entre mis manos y lo besé. Lentamente me fui posicionando a gatas, dejándole la vía libre para que me hiciera lo que él quisiera.
Sus dedos recorrieron la línea de mi columna, desde la cervical hasta mis glúteos. Los cuales, no tardó en apretar. Sentí como su pene entraba lentamente por mi vagina, para luego con una fuerte embestida tener todo adentro. Ambos gemimos y Alois tomó mi cabello.
- No te atrevas a cortarte el cabello, en tu vida – asentí y comenzó a penetrarme lentamente –bien, c-creo que ya no soy virgen – solté una risilla y comenzó nuevamente a moverse lentamente, pero pronto dejó de embestirme, para luego tomar su corbata y usarla como mordaza.- se buena chica – me la colocó en la boca y ató mis manos en la espalda – no te preocupes, lo vi en una revista - ¿qué clase de revistas lee este niño? Y comenzó nuevamente a embestirme mucho más fuerte. Mordía la corbata con desespero y al mismo tiempo Alois jalaba de mi cabello. Sus caderas se movían en círculos y con fuerza. la profundidad de cada penetración era como el mismo éxtasis. Nuestros cuerpos estaban resbalosos y eso hacía que todo roce, tacto, sensación, se duplicase. Trataba de gesticular su nombre, pero la mordaza me lo impedía. Alois sacó su pene, para luego alzar mi pierna y comenzar a penetrarme con más fuerza y profundidad. Esto me enloquecía. Mi clímax se aproximaba y no pensaba retenerlo. Sentí una explosión de placer y satisfacción al momento de haberme corrido, pero Alois aún no lo había hecho, seguía penetrándome y eso me provocaba un segundo clímax.- ¿p-puedo? – asentí con desespero. Podía sentir mi segundo clímax aproximarse. Alois eyaculó dentro de mí y unos segundos después fue mi segundo clímax. Ambos líquidos se salían de mi interior, o al menos el excedente que no podía contener.
Alois zafó su corbata y mis jadeos inundaron la habitación.
- Eso fue increíble – dije dejándome caer en la cama
- Sí que lo fue – y se acostó a mi lado, para luego acurrucarnos los dos y dormir.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top