Don't cut yoursefl anymore- Finnian y tu +18
Dedicado Phantomhive_Cecilia
DannaPhantomhive espero que les guste :'3 ( no me maten por haberme tardado por fa)
Cuando menos te lo esperas, una persona puede cambiarte la vida de tal forma que todo a tu alrededor cambia de color... aún sabiendo, lo muerta que está esa persona por dentro.
No sabría decir con exactitud en que momento comencé a experimentar estos sentimientos tan confusos para mí.
Como todos los jodidos días, había peleado con mi hermanastra. Mi padre murió, por ende, mi madre decidió rehacer su vida, y ese no es el problema, y mucho menos que se haya casado con una mujer, la apoyé con todo el amor que sentía en esos momentos, pero... lo peor del caso no es ese. Mi... "madrastra" tenía una hija, esa hija es una perra. Todo lo que yo tengo me lo quita, si mi madre me compra ropa nueva, ella quiere mi jodida ropa de mierda. Estoy cansada. Así que... en secreto estuve estudiando para aplicar a una universidad fuera de la ciudad, en donde estudiaría botánica, afortunadamente me gané la beca completa, e incluso me darían trabajo y una cuota para la manutención durante los años que dure la carrera.
Estaba tan feliz por ese logro, en esos momentos podría aparecer la mocosa, porque aparte de todo, la caraja es menor que yo, y podría darle un puñetazo suave. Mis madres, no tenían ni idea, planeaba comentárselos el día que tuviera que partir hacia la universidad... pero el engendro endemoniado...
- ¡Mami, Mami! – su voz chillona rechinaba en mis oídos - ¡__________ se va a ir de la casa! ¿Me puedo quedar con su habitación? - mis ojos estuvieron a punto de salirse de sus orbitas, claramente planeaba desmentirla, pero tenía la carta bajo sus asquerosas manos
- ¿De qué hablas, cariño? – mi madre se acercó y la niña le entregó la carta de aceptación y citación de la universidad - ¿Te dieron una beca completa? – mi madre parecía sorprendida, solo me limité a asentir
- ¿Una beca? – el pedazo de mierda andante sonrió con malicia – hermanita, rechaza la beca y dámela a mi – eso fue lo que hizo rebosar el vaso lleno de sangre
- Y una mierda mocosa del demonio – y como buena persona que soy... le di la reprimenda que en sus quince años nunca le habían dado. – ¡esa puta beca, la conseguí con mis malditos méritos, mocosa! ¡Y no se la voy a entregar a una putita en crecimiento! Tomaste todo lo que me importaba, mi vida, a mi madre y mi espacio, no voy a permitir que...- la bofetada de mi madre hizo que mi modo sanguinario se desprendiera de mi ser
- Dale esa maldita beca a tu hermana – alcé la vista. Jennifer y Valery, mi madre, me veían con gesto de desaprobación, enojo y frustración
- ¿Por qué mejor no dan su culo al mismo demonio, hijas de puta? - corrí a mi habitación sin dar tiempo de que me reprochasen, tomé mis maletas, que por fortuna había empacado desde hace dos noches, todos mis productos personales, el dinero ahorrado y mi celular. Bajé las escaleras, miré la escena de Valery y su esposa malcriando a la mierda andante. No quería despedirme, y así fue. Me largué de la casa, así sin más. De todas maneras, yo ya no tenía un maldito hogar de mierda.
Fui a la estación del tren. Aún faltaban por lo menos unas diez horas para que mi tren hacía mi nuevo futuro llegase, es decir, al día siguiente. No había ningún hostal cercano, y mucho menos un restaurante. Solo una maquina expendedora que seguramente estaba estropeada. Me dejé caer en la banca, tomé aire y dejé fluir las lágrimas. Mi vida había empeorado desde que papá murió. Todo esto es una mierda. Solo dejaba que los sollozos silenciosos ahogasen mis penas, pero no funcionó. Tomé mi cúter, era lo único que me daba paz y tranquilidad. Comencé con un corte pequeño, pero no me era suficiente. Pasé el cúter con fuerza sobre una de mis tantas cicatrices y comenzó a sangrar de forma profusa.
- Mierda – murmuré ya calmada, o al menos es lo que creía. Me levanté, tomé mis maletas y fui al baño. A pesar de ser un baño público, mantenía impecable, agradecí, por lo menos de una enfermedad mortal no iba a morir. Me lavé las heridas, ardían hasta la madre, pero logré hacerlo sin soltar un solo grito de dolor. Salí del baño junto a mis maletas y me volví a sentar en la misma banca. Alcé la vista y pude ver que habían hecho un pequeño jardín cerca de la estación. Amo las flores, son lo único que han evitado que acabe con mi vida. Agarré mis maletas y me acerqué al jardín improvisado. Las flores estaban en excelente condición, olían delicioso, el color era perfecto.
- ¿Verdad que son hermosas? – asentí
- Definitivamente – estaba embobada viendo las flores que no percaté que alguien me había dirigido la palabra -D-disculpa... ¿nos conocemos? - dije mientras que al mismo tiempo me incorporaba y frente a mi vi a un chico rubio de unos preciosos ojos verdes
- E-eh no, pero...y-yo... yo cuido las flores de este lugar- parecía nervioso
- Haces un excelente trabajo – dije casi si pensar, los ojos de ese chico hicieron que mi mente quedase en blanco
- Temiblemente empiezo la Universidad y ... - su mirada bajó hasta mi muñeca, la cual no tardé en esconder. – O-Oye...- mierda, mierda, mierda- dudo que lo que te hiciste en la muñeca sea la solución a los problemas- tomó mi mano con delicadeza y a pesar de que sus manos no son mucho más grandes que las mías tienen ese toque fuerte y delicado que volvería loca a cualquier chica -No te cortes, por favor... hasta las flores más hermosas sufren, pero no por ello van a lastimarse – lentamente llevó mi muñeca hasta sus labios y ligeramente besó la cortada más profunda. Sino fuera por lo ocurrido a continuación...hubiese sido lo más tierno y puro que en mi vida pudiese haber presenciado. De un momento a otro su lengua comenzó a repasar los bordes de mi herida, haciendo que el ardor fuera intenso. De un momento a otro, tomó mi barbilla y acercó sus labios...- ¡Lo siento! – dijo al mismo tiempo que salía corriendo.
Me dejé caer en el suelo... ¿Qué rayos?
El día por fin había llegado, era tiempo de comenzar una nueva etapa en mi vida y estaba más que preparada.
El tren había llegado antes de lo previsto a la estación, lo cual agradecí eternamente, debido a que si continuaba más tiempo allí... seguiría pensando en "eso y en el"
Fui a mi cabina y me encerré, por un precio exequible había encontrado una cabina para una sola persona, Sin embargo, al momento de dejar mis maletas, una mujer de cierta edad avanzada por su apariencia se acercó a mí.
- ¿deseas que tus flores sean las más preciosas? – una vendedora de abono, lo que me faltaba
- Señora, le agradezco su interés, pero... ¿Cómo sabe que me gustan las flores? – en el puto tiquete no decía que la jodida cabina venía con una anciana loca incluida.
- Tu sangre tiene un olor especial, un olor que solo le es otorgado a aquellas personas con el don de hacer las hermosas flores, aún más hermosas – esta vieja da mal rollo.
- Señora, si usted está perdida, le puedo ayudar a encontrar su cabina y...- colocó su índice huesudo sobre mis labios
- Calla niña, calla. Escucha con atención. Una gotita de tu sangre convertirá cualquier flor marchita en la más hermosa de todo el invernadero, dos gotitas convertirán un ramo de rosas blancas, en el ramo carmesí más codiciado por las parejas, tres gotitas de sangre harán que, hasta la flor más común, sea un misterio para la ciencia botánica. Te deseo suerte mi niña – lo que hace las drogas. La señora salió y desapareció. Hoy duermo con la luz encendida.
El viaje fue tortuosamente calmado, y eso solo hizo que tuviera tiempo para pensar en toda mi vida. Desde que era pequeña, hasta mi adolescencia y todos aquellos problemas. Pero lo que resaltó, sobre todo, supongo que, por ser el acontecimiento más reciente, fue lo que ocurrió con el chico. Cada vez que pienso en ello no puedo evitar sonreír estúpidamente y colocarme roja. Mierda, espero que sea por el calor.
Me dejé caer en la cama, y me dispuse a dormir un poco. Lo único con lo que soñé fueron con aquellos ojos verdes.
Fueron unas cinco horas de viaje, o eso creo, al llegar, había alguien de la universidad esperando junto a un automóvil. Sonreí, esto me emociona, saber que gracias a mis méritos estoy aquí, en la universidad de mis sueños.
Bajé del tren junto con mis maletas y me choqué con alguien.
- L-Lo siento– me disculpé
- L-lo siento, fue mi culpa yo...- alcé la vista y aquellos ojos verdes que me habían arrebatado mis sueños estaban frente a mí. El simplemente se ruborizó
- O-oye, eres el chico de la estación – el simplemente se limitó a asentir – si no recuerdo mal, mencionaste algo acerca de poder cuidar el jardín de la estación más porque vas a entrar a la universidad ¿cierto?
- S-sí, la verdad me da mucha pena dejarlas descuidadas – terminamos de bajarnos del tren, ya que estábamos obstaculizando – voy a estudiar Botánica en la universidad cerca de aquí – sonreí
- Igual yo – ambos sonreímos, era como si nade más estuviese en aquella estación, era como una burbuja en donde solo nosotros estábamos. De un momento a otro, el chico se acercó y acarició mi mejilla, cerré los ojos ante el contacto, tragué saliva y sonreí – me llamo________
- F-Finnian - una última sonrisa y nos encaminamos hacía el tipo del automóvil
- Bienvenidos, chicos – ambos sonreímos – es un gusto recibir a nuestros prodigios en esta universidad, ¿me podrían mostrar la carta de aceptación? – tragué saliva
- C-creo que, la dejé en la casa de mi madre – exclamé, Finnian me miraba algo confundido
- ¿Hay algún problema en que tu madre te lo envíe por correo? – asentí
- Hui de casa para estudiar en esta universidad, mi madre no apoyaba la idea de que estudiase – estaba entrando en estado de shock, empezaba a hiperventilar y tener que volver a ese lugar, no estaba entre mis planes
- No te preocupes – escuché decir a Finnian – c-creo que también me olvidé de la mía – alcé la vista con cierto aire de esperanza
- Bien, supongo que deben ir por aquellas cartas – el hombre miró su reloj – bien, les compraré tiquete de ida y vuelta, espero que logren encontrarlas – asentí
- Disculpe por este percance- el negó con amabilidad ante mi disculpa
- Suele suceder, para ser sincero, también me ocurrió lo mismo – nos reímos ligeramente y esperamos a que el tren que me llevaría de vuelta al lugar donde todo empezó, llegase.
Esta vez no fueron tantas horas, más bien fueron al menos unas tres horas.
- Ve por tu carta y yo iré por la mía- le dije a Finnian
- La verdad es que no me la olvidé, solo no quería que vinieras sola – me ruboricé
- ¿P-por qué? - ¿es lo único que puede pasar por tu cabeza, ______? Agradece pendeja del demonio – e-es decir, agradezco el gesto, pero...
- Porque tengo un muy mal presentimiento – respondió mientras se rascaba la nuca
Sonreí
- Muchas gracias, Finnian. Gracias – volví a sonreír
- Es con el mayor de los gustos – nos encaminamos hacía mi casa. Tragué saliva, tenía miedo.
Estaba temblando, mis manos se sacudían fuertemente, Finnian tomó mi mano y tocamos la puerta.
La mocosa fue la que abrió la puerta.
- ¡Mami, volvió el demonio! – mordí el interior de mi mejilla
- Yo no veo que te hayas ido a ninguna parte, mocosa de mierda – Finni trató de no sonreír
- ¿_______? – cerré los ojos con fuerza - ¿quién es...?
- ¡Que chico más adorable! – Finni se sonrojó. La niñita separó nuestras manos y abrazó a Finnian como una puta garrapata – se mi novio ¿sí? No soy como la frígida de mi hermanita
- No soy tu maldita "hermanita" pedazo de mierda parlante – entré a la casa y pude ver la carta sobre la mesa, pero Jennifer no me permitió tomarla – dame la carta Jennifer
- No hasta que te disculpes con tu hermana – gruñí
- ¿debería? Le hice un favor, le arreglé la puta cara a puños, no necesitas pagar cirugía plástica, Jennifer- estaba comenzando a enojarme de sobremanera
- Señora, solo dele la carta...- la expresión de Finni cambió por completo, sus ojos se oscurecieron y estaba temblando – u-usted – Jennifer parecía también reconocerlo -entregue la maldita carta – el amable y dulce Finni había empezado a desvanecerse- usted debería estar en la maldita cárcel – sus nudillos comenzaban a tornarse de un color casi carmesí
- Y tu debiste haber muerto – Finni se acercaba a Jennifer de manera amenazante, mierda, puede que yo odie a esa perra, pero tampoco para asesinarla. Tomé del brazo a Finnian.
- Finni, tomemos la carta y nos iremos, recuerda... el tren, la universidad, tus planes... no los tires por la borda – sus ojos empezaban ligeramente a tornarse de su color normal... sin embargo
- ¿Quieres la carta, hermanita? – la niñita tenía la carta cerca de la chimenea
- ¡aleja la maldita carta de ahí! – y la soltó, corrí lo más rápido que pude, así tuviera que meter mis manos al fuego por mi futuro, lo haría sin durar.
Sentía en mis manos una clase de dolor y ardor, pero había logrado rescatar la carta antes de que se consumiera por completo.
- ¡___________! – Finni tomó mi mano entre las suyas
- Alcancé a rescatarla Finni, ya nos podemos ir – el negó fuertemente con la cabeza, creí que se iba a desnucar
- Primero debemos tratar esa quemadura, necesitamos Aloe vera y caléndula y, y, y... - ni yo misma sabría explicar lo qué sucedió a continuación
- Calla – y junté nuestros labios, el beso era casto e inocente, sin ningún tinte de lujuria – vámonos de aquí – dije mientras me separaba de los labios de Finni.
Típico, conoces a un chico de hace menos de un día y ya lo andas besuqueando, puntos para mí.
Salimos de mi casa, teníamos al menos diez minutos para que el otro tren llegase.
- Iremos a una tienda naturista que queda cerca de la estación – dijo Finnian sin mirarme a los ojos
- O-oye, acerca del beso, es que... lo vi en una película y pues creí... en serio, lo siento – el negó
- ¿Cuál es tu nombre completo? P-porque siento que te conozco y... - sus ojos tenían un brillo especial
- ___________ Schmidt- se limitó a sonreír, me tomó por la cintura y me alzó por los aires
- Te encontré – una sonrisa dulce y unas cuantas lagrimas resbalaron por sus mejillas.
Después de haber comprado el Aloe Vera, fuimos a la estación del tren y esperamos. En ese lapso de espera, Finnian me contó todo. Nosotros ya nos conocíamos de antes, es más... yo era parte del experimento al que el fue vilmente sometido.
Solo nosotros dos sobrevivimos. Si les soy sincera, me es imposible recordar cada detalle de ese día.
Después de ese viaje, y un cambio radical en la personalidad de Finnian, quiero decir, su forma de ser inocente, amable y jovial, aún lo conservaba... pero había una faceta que poco a poco fue saliendo a la luz pública. Y nunca mejor utilizada esa expresión.
Dos años después
La vida universitaria es la mejor, eso lo puedo asegurar, y más cuando compartes bellos momentos con una personita especial. Sin embargo, no todo es color de rosa.
He tenido sueños recurrentes con la anciana de aquel día hace dos años. Siempre toca el tema de mi sangre y las flores, no quiero cortarme, sobre todo porque le hice la promesa a Finni.
Dejando eso a un lado, salí de mi habitación y me dispuse a ver mi jardín personal, el cual es mi proyecto de grado. Y lo que más temía se volvió realidad
La anciana estaba de pie frente a mis hermosas plantas, para ser precisa frente a mis gardenias.
- Lo sabía, no me había equivocado contigo, tienes ese don excepcional – una sonrisa torcida se expandía por su arrugado rostro – pero también te persigue una maldición, todo aquel destinado a conocerte...será castigado con la muerte
- Anciana, ¿ya se tomó las píldoras? – la vieja me miraba con gesto de enojo – vea, no soy para nada supersticiosa y la verdad, me está empezando a enojar, la veo hasta en la sopa. No quiero ser una perra con usted, pero...- de un momento a otro me mostro a Finni, estaba completamente fuera de si- usted debe estar jugando- Finni se veía completamente perdido, estaba bañado en sangre. -Si llegas a hacerle daño a Finnian
- Shhhh, querida. Yo no soy la que le está haciendo daño en realidad – en la imagen aparecí yo peleando contra Finni, lo estaba lastimando
- ¡Para de una buena vez! - la imagen se desvaneció – esa no soy yo, yo nunca le haría daño a Finnian – la vieja soltó una carcajada estruendosa
- Claro que sí, eres tú la principal fuente que le causa dolor a tu querido Finni – me acerqué de forma agresiva, estaba comenzando a perder la cordura que me quedaba
- Nunca menciones el nombre de Finnian con tu sucia, repulsiva y asquerosa boca – la sonrisa de la anciana no desaparecía y eso solamente me hacía enojar más y más
- Tu sangre es lo único que podría salvarle- ¿mi sangre?
- Y vamos de nuevo con la sangre, pedazo de...
- ¿acaso quieres perder a tu ser querido una vez más? – mierda – tu padre murió y tu ni siquiera pudiste hacer nada por el – cállate – a pesar de no compartir la misma sangre, te amó como si fueras su verdadera hija y tu no fuiste capaz de salvarle la vida – no más por favor – y aquí y ahora tienes la oportunidad de salvar a tu ser amado ...y solo te acobardas. Si te cortas y me ofreces tu sangre en forma de protección hacia el... no significa que estás quebrantado ese pacto
- M-mientes
- Ya viste lo que le pasaría a Finnian, si rechazas mi oferta, el morirá cual rata
- ¡Que te calles! – lancé un golpe, pero la anciana se desvaneció en el aire. Estaba temblando, mi piel estaba erizada y fría. Entré a mi habitación y me encontré con Finni
Su sonrisa llena de inocencia y aquellos ojos verdes que me traían loca, me dieron la bienvenida.
- ¿Cómo está nuestro proyecto de grado? - ¿acaso todo volvió a la normalidad?
- E-está bien- Finnian había cambiado bastante en estos dos años, ahora era muchísimo más alto, y sin contar que su cabello había crecido bastante.
- ¿s-sucede algo? – negué, me acerqué a el y lo besé. Necesita a Finnian, así fuera que me odiase por lo que iba a hacer.
Finnian no demoró en entender mi mensaje, rápidamente me pegó aún más a su cuerpo, haciendo que el espacio entre nosotros fuese nulo. Lentamente fui quitando su camisa y el copió mi acción.
Finni me llevó hasta la cama y me posó con cuidado, seguidamente sus manos recorrieron mi cintura desnuda, para luego desabrochar mi sostén. Sentí su mano algo vacilante y temblorosa.
- Finni, si no quieres hacer esto. Lo entenderé – el negó con fuerza
- ¡Claro que si quiero hacerlo! – su rostro se tornó rojo – es solo que no puedo evitar sentir este sentimiento de soledad y nostalgia. Aún así quiero que seas mía. Porque simplemente no puedo evitar sentir esto en mi pecho. Siento que voy a explotar si... - lo besé, podría morir de felicidad en estos momentos.
Finnian desabrochó por completo mi sostén, dejó mis labios para luego comenzar a besar mis pechos y repasarlos con su lengua.
- F-Finni- lentamente bajó su mano hasta mi ropa interior y comenzó a acariciar suavemente mi clítoris. El simple hecho de besarlo me hacía ver las estrellas.
Sus labios volvieron a los míos, aumentando aún más las ganas de llevar más lejos lo que estábamos haciendo.
Finni bajó mis pantalones y seguidamente los suyos.
- S-si duele me dices para detenerme ¿Okey? Seré lo más gentil posible – asentí. Finnian se posó entre mis piernas y empezó a introducirse poco a poco. Dolía ligeramente, pero no era como si me estuvieran apuñalando - ¿te lastimé? – su rostro lleno de pánico hizo que me percatase de que una que otra lágrima se escapaba de mis ojos.
- S-si un poco, pero sé que no lo haces para lastimarme – sonreí y el soltó una risilla y colocó su cabeza en el hueco de mi clavícula.
- Es inevitable – me extrañé – el hecho de que cualquier cosa que digas hace que mi corazón palpité rápidamente – sonreí y junté nuestros labios. Finni continuó introduciéndose y una suave estocada, fue lo que me hizo sentir que ya todo estaba dentro. - v-voy a empezar a moverme, ¿Vale? – asentí. Suavemente, Finnian salía y entraba, traté de reprimir mis gemidos, pero era casi imposible
- S-se siente tan bien – gemí lo más bajo posible – Más fuerte Finni, más – rogué, Finnian sonrió y aumento la fuerza de las penetraciones. Sin quererlo enterré mis uñas en su espalda, y de sus labios brotó un gemido casi gutural. – l-lo siento, ¿te lastimé? – el negó y se acercó a mi oído.
- Debo decirte que... soy ligeramente masoquista – miré a Finnian a los ojos y podría decir que se había vuelto un carnívoro completo – vas a olvidar como caminar – y mordió el lóbulo de mi oreja.
Empezó a penetrarme de forma más fuerte y rápida. Maldita sea, espero no volverme adicta a esto. Sentí como algo salía de mi zona baja y mojaba toda mi pierna, ese liquido solo hizo que el miembro de Finni entrase con más facilidad.
- ¡F-Finni! – enterré mis uñas en su espalda
- Te quiero, ________- un líquido cálido inundó mi interior y un poco, al parecer del mismo, salía de mi zona
- Yo también te quiero, Finnian – y posé mis labios sobre los suyos.
- ¡No me mires! – se tapó su rostro sonrojado y se acostó a mi lado – fui demasiado rudo contigo y – reí – no te rías, es vergonzoso – negué
- Fuiste y serás la persona más gentil que jamás haya conocido- lo abracé transmitiéndole todo el amor que puedo llegar a sentir por el en esos momentos.
Nos quedamos dormidos, o al menos el. Yo no pude pegar el ojo una sola vez en toda la noche, a pesar de lo cansada que estaba.
Me levanté de la cama, tomé algo de ropa y salí al invernadero.
¿debería hacerlo? ¿Debería cortarme para salvar a la persona que amo?
- ¿Ya lo pensaste? – la vieja volvió. Estaba con una expresión burlesca.
- No hay nada que pensar. Si quiero a alguien, no me importaría sacrificar mi vida misma con tal de salvarle- tomé la cuchilla de podar, que por fortuna estaba limpia, e hice un corte vertical en mi muñeca izquierda. La sangre brotaba de forma profusa y la anciana parecía regocijarse
- Al fin, alguien lo suficientemente estúpido para obedecer las ordenes de un demonio – su forma había cambiado por completo, ahora era una mujer de cabellos plateados y joven -el amor, el amor es solo una vil mentira inventado por los humanos para justificar emociones ridículas y estúpidas- me estaba mareando, no era capaz de responderle – y tú, amiga mía, tu... eres el reflejo perfecto de lo que las personas enamoradas sien... - dejó de hablar, alcé la vista como pude y la mujer ya no tenía cabeza.
- Cállate – la voz de Finnian retumbó en mis oídos y de ahí... no recuerdo nada más.
Todo era brillante y me era casi imposible abrir mis ojos. Me removí un poco y mi mano estaba sujetando algo. Abrí lentamente mis ojos y vi a Finnian sostener mi mano. Parpadeé durante dos segundos y pude apreciar que se veía agotado.
- F-Finni – traté de gesticular, pero me fue imposible.
- Vuelve, ______, vuelve. Hazlo por nosotros, por nuestro bebé- e-esperen... un ¿bebé? Moví mi mano, Finnian alzó su rostro y se abalanzó cuidadosamente sobre mi- ¡_______! ¡_________! ¡___________! – sus lagrimas empapaban mi camisón, supongo. – al fin despertaste, después de un mes. - seguía sollozando- y aparte de eso estamos esperando un bebé – tragué saliva – espera, llamaré al médico.
El medico llegó y me explicó. Había sido difícil suturar mi herida, era muy profunda y por poco me había tocado un tendón. Fui una estúpida. También me dijo que tenía un mes de embarazo. Creo que es lo más difícil de asimilar de todo esto.
- E-es mi culpa – murmuré apenas el doctor se fue – y-yo no debí...- las lágrimas brotaron – creí, le creí a la anciana de que, si no lo hacía, no te podría salvar – Finni pellizcó mis mejillas - ¡Auch!
- ¿acaso enloqueciste? – me tomó el rostro entre sus manos – lo que dijo la loca esa es mentira, el amor puede contra todo pronóstico y... l-lo que sentimos el uno por el otro, es más fuerte de lo que crees, y ahora hay una tercera persona en nuestra vida y...deseo protegerlas a ambas, tanto a esa criatura como a ti, porque te amo. Y no quiero que pasemos por esto nuevamente- sus brazos me rodearon cuidadosamente y unas cuantas lágrimas de alegría...se desbordaron de mis ojos.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lo sientooooo!!!!!!!!! De verdad que, esta vez me he tomado demasiado tiempo y no tengo perdón.
Aparte de rogar por mi vida, quería decirles que esta de Finnian fue un reto muy grande, ya que, bueno, estos Oneshots, la mayoría son lemon (por no decir que todos) y hacer a un personaje tan inocente y tierno, pasarlo a ser uno pervertido :'D fue divertido.
Nos leemos luego bye :3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top