Capítulo 12

Nota: Escuchar la canción en el corte de escena. Me inspiró a escribirla.

-Me dices que volvió y quiso disculparse- Menciona Mason, el papá de Eileen. Había decidido contarle lo sucedido con mis papás hace unos días. Después del pequeño momento con Eileen quedé en shock unos segundos y luego me decidí a entrar, había venido para eso y no para terminar confesándome con Eileen.

-Exacto y estoy planteándome la idea de irme antes de tiempo para así poder instalarme en Londres- Le digo y apoyo mis codos en mis rodillas, sabía que era una decisión precipitada , pero tenía que empezar a ver mi vida desde otra perspectiva, en otra ciudad.

Londres era perfecto para mí y hace tiempo que deseaba ir, conocerlo era uno de mis sueños desde niño y el haber tenido la oportunidad de conocerlo ahora me hacía pensar que la vida no es tan mierda como se cree. Además de esto sabía que después de tomar definitivamente la decisión Eileen debía ser la primera en saberlo, esta vez haría bien las cosas por el bien de los dos.

-Nada de secretos esta vez Emmanuel- Me reprende y yo asiento con la cabeza. Estuvimos varios minutos más hablando hasta que por fin decidí volver a casa.

Eran aproximadamente las siete de la noche y si no volvía ahora mi mamá se pondría paranoica, las cosas entre los dos volvieron a ser normales, después de todo el problema no era con ella. Al llegar a casa la encuentro viendo la televisión de la sala, lleva una pijama de lana color crema que la hace lucir tierna e infantil a la vez.

Carraspeo un poco para darle a entender a mi mamá que llegué, ella me recibe con una sonrisa de labios cerrados para luego continuar viendo la tele, le doy un beso en la mejilla y luego voy a mi cuarto para dormir. Ganas de comer no tenía, pero sí un mal sabor en la boca al notar que no besé a Eileen cuando tuve la oportunidad.

A la mañana siguiente desperté alegre, me sentía a gusto conmigo mismo y antes de dormirme por completo pude tomar una decisión definitiva respecto a mi viaje a Londres.

-Buenos días hijo- Me saluda animadamente mi mamá y planta un beso en mi mejilla, yo le respondo el saludo y luego me siento en el comedor a esperar el desayuno.

-Mamá, tengo que contarte dos cosas que son verdaderamente importantes para mí- Digo con firmeza y apoyo mis codos en la mesa. Si, un mal hábito de mi parte.

-Desembucha- Suelta y río por la palabra.

Esta era muy normal del lugar del que ella provenía, era Latina, más específicamente Colombiana. Mi mamá había nacido y se había criado ahí, hasta que conoció a mi papá, un Mexicano que había ido al país para explorarlo. Se conocieron, enamoraron y decidieron formar una vida junta fuera de sus países natales, emprendiendo camino hacia Estados Unidos, donde nací yo.

A pesar de eso mi mamá siempre conservó las palabras provenientes de su país, en especial las jergas y no era raro que en ocasiones yo las usara, provocando que todo esto se convirtiera en un pequeño ciclo repetitivo.

-Decidí irme antes de tiempo a Londres para poder instalarme y conocer un poco más el campus y...- Tomo una bocanada de aire antes de continuar-. Quería saber si contaba contigo para que Aiala se quedara un tiempo aquí en nuestra casa. Las cosas en la suya están un poco tensas y no puede volver hasta que se calmen las aguas- Frunzo mis labios después de continuar y espero una respuesta por parte de mi mamá, aunque esta demora en llegar a lo que me planteo seguir hablando, pero ella habla por fin.

- ¿Estás seguro de eso Emmanuel? Sé que estás emocionado por viajar a Londres pero esto es un poco precipitado- Me interroga y yo sonrío en respuesta dándole a entender que la decisión ya está tomada.

-Vale, acepto tu decisión aunque no te niego que me molesta un poco. Respecto a lo de Aiala sería un placer tenerla aquí, ya sabes que de vez en cuando es buena la compañía de una mujer- Se anima y me pasa el desayuno para luego empezar a comer en total silencio.

¡Me lleva la madrecita linda que me parió! Llevaba todo el día intentando encontrar el momento para hablar con Eileen de lo sucedido ayer en la noche y para contarle de mi decisión, pero a duras penas este se dio. Estuvimos todo el día con Alessandro y Aiala hablando de temas sin relevancia y justo cuando Eileen estaba sola sucedía algo y tenía que irse.

La jornada escolar había acabado y yo estaba cabreadisimo, necesitaba hablar con Eileen lo antes posible. Me abro paso entre montón de estudiantes que están en el pasillo, unos dirigiéndose a la salida y otros a hacer quién sabe qué.

Sonrió al ver a una pequeña castaña abriéndose paso rápidamente entre las personas, como si aquello no se le dificultara ni un poco, me acerco lo más pronto a ella dispuesto a hablarle sabiendo que Aiala ni Alessandro aparecerían ya que se habían ido juntos a casa. Podría decir que los dos formarían una linda pareja, pero eso ya era imposible.
- Eileen, diablos si que eres buena para escabullirte entre las personas- Menciono agitado y noto como la castaña se sobresalta un poco.

-Ya lo sabes, ser pequeña tiene sus ventajas- Bromea y comienza a sacar las cosas de su casillero, mientras yo mantengo mi mirada fija en ella, prestando atención a cada uno de sus movimientos.

Su cabellera esta recogida en una coleta un poco desprolija, lleva puesta una camiseta negra con un pequeño escote en la parte de atrás, un jean que se ajusta en las partes adecuadas y unos converse color blanco.

Diablos, era hermosa.

- Alessandro se fue con Aiala y vine a proponerte llevarte a tu casa- Le propongo y meto las manos en los bolsillos de mi pantalón intentando fingir desinterés. Era estúpida esta actitud mía, pero ahora que le había confesado mis sentimientos a Eileen todo era extraño para mí.

-En realidad planeaba irme sola, ya sabes, para pensar y eso- Miente, Eileen no era buena para sacar excusas.

Empiezo a vacilar buscando una manera de que acepte mi propuesta para así poder hablar con ella del todo, no quería que me evitara como hace días. Noto como me mira con extrañeza y luego comienza a alejarse de mí emprendiendo camino hacia la salida.

-Espera, hoy no te me escapas Calwell- Digo con firmeza mientras la tomo del codo y luego sin pensarlo dos veces planto un beso en sus labios.

Ella se queda aturdida unos segundos y luego comienza a mover sus labios al igual que yo, me permito guardar la calidez de sus labios y la ternura con la que me besa. Esto era la mismísima gloria.

¡Maldita sea! De haber sabido que el cielo sabía tan bien, lo habría probado antes.

Nos separamos unos segundos después, rompiendo la pequeña burbuja que se había formado, mantenemos la mirada fija en el otro mientras nuestras respiraciones un poco agitadas nos acompañan. La comisura de los labios de Eileen se eleva, dándome a entender que había disfrutado esto tanto como yo.

Nos quedamos así unos segundos más hasta que recuerdo que debía hablar con Eileen y me maldigo internamente por tener que arruinar el momento.

-Eileen, debo decirte algo muy importante- Rompo el silencio y luego ella se aleja un poco para poner un poco de distancia entre los dos.

-Dime- Dice casi en un hilo de voz y luego se aclara la garganta, yo río un poco y me dispongo a hablar.

Allí vamos Emmanuel, ella lo entenderá y te apoyará, ella es comprensiva, no es mala persona.

-He decidido...- Murmuro y luego me callo, ella me mira impaciente esperando a que continúe hablando.

¿Por qué era tan difícil hablar con ella sobre esto? Estaba nervioso, no quería que me odiara o se resintiera nuevamente. La quería y si se enojaba nuevamente me dolería demasiado, no quería mandar a la mierda ese algo que comenzábamos a tener. Todo sería más sencillo si no hubieran sentimientos de por medio, necesitaba ser el Emmanuel que no tenía pelos en la lengua para decir cualquier cosa pero, con Eileen me resultaba complicado.

Su mirada me insistía que hablara y a la vez me amenazaba por arruinar el pequeño momento, de pronto noto como frunce su ceño y me mira preocupada. Empieza a imaginarse lo peor, tenía que hablar antes de empeorar su estado de ánimo. Es ahora o nunca Emmanuel.

-Decidí irme a Londres antes de tiempo para instalarme. Me voy dos semana- Listo, lo solté. Eileen no me odies por esto por favor.

Su mirada se pierde, sus ojos ya no me miran y no niego que me duele un poco que no lo hagan. Está analizando la situación y me asusta un poco que reaccione mal y se vaya. Cuando creo que ya todo está perdido me mira nuevamente, con ojos comprensivos y sonríe. Gracias al cielo.

-Entonces disfrutemos el poco tiempo que nos queda juntos Jhasil- Pronuncia suave y lento, odiaba mi segundo nombre, pero escucharlo de los labios de Eileen lo hacía tolerable.

Sonrío ampliamente y la abrazo, ella comienza a reír animadamente y yo me uno a ella. Ahora sí podía decir que me encontraba en el cielo.

-Te quiero así de patética Eileen Calwell- Susurro y luego poso una de mis manos en su mejilla con dulzura y la beso nuevamente.

Odiaba el cliché tanto como Eileen, pero viviendo momentos así, llegaba a adorarlo y más ahora. Porque mi cliché tenía nombre y apellido y este era Eileen Calwell.

Nota de autora:

¡Holaa! Primero quiero disculparme porque debí actualizar el sábado, pero hubieron problemas entonces ajá.

Segundo quería agradecer porque ya hay mas de 400 lecturas y casi 130 votos, estoy que lloro de la emoción. Creo que nunca será suficiente para mostrar todo el agradecimiento que siento, sé que es poco, pero yo me emocionó con las cosas pequeñas, sorry XD

En fin. ¿Qué les pareció el capítulo? Aman a Emmanuel, porque yo si (Re pendeja lo sé). No olviden votar y comentar si les gustó la historia.

Mucho love para ustedes.

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