Miu: Ya deja de llorar, te verás más fea de lo que ya eres.

Kaito: Eso no ayuda mucho, Miu.

Kaede: Me trató como una basura... Él y ese estúpido ciego.

Miu: Significa que mi plan fue arruinado gracias a ti.

Kaito: Tampoco la culpes, está claro que Shuichi prefiere a su lo que sea que a nosotros.

Maki: Si no trataran tan mal al chico Saihara seguiría siendo su amigo, en vez de ver mal a Ouma deberían verse ustedes.

Kaito: Como él no puede vernos.

Maki: Me riendo. —Les dio la espalda y se alejó. —

Kokichi: Y veinte.

Shuichi: Muy bien, recuerda, veinte del salón al baño.

Kokkchi: Y setenta pasos del salón a la escuela.

Shuichi: ¡Perfecto!—Abrazó al más bajo. —

Kokkchi: Quiero que ya sea sea sábado, sentir la arena y el agua contigo será maravilloso.

Shuichi: Sólo dos días más y estaremos en la playa.

Terminaron las clases, al fin las vacaciones por Navidad estarían. Ouma tomó la mano de Saihara, este le sonrió, acto un poco tonto por obvias razones.

Entraron a la casa y Ouma empezó a saltar dejando su mochila en el suelo.

Saihara: ¡C-cuidado! Te puedes caer...

Ouma: No importa, tú vendrías por mi ayuda.

Saihara: En eso tienes razón.

Saihara se acercó a Ouma para tomarlo con algo de vergüenza de la cintura, Ouma sintió sus mejillas calentarse, disfrutaba de sentir objetos pero sentir a Saihara de cualquier manera era lo que más le gustaba, sentir como sus manos acarician su espalda era algo que hacía al pequeño temblar, al parecer al perder la vista sus otros sentidos mejoraron y el tacto era uno de ellos, Saihara lo cargó, Ouma sabía lo que significaba.

Saihara recostó a su amado a la cama para empezar a besar su cuello, la sensación era bastante buena, podía sentir el temblar de las manos de Saihara tratando de desabrochar su uniforme, tocar su mejilla y sentirla cálida, sentir como poco a poco el único calor que sentía era el de Saihara abrazándolo ya estando desnudo, Ouma exploraba la piel suave de Saihara, sentía como sus labios se juntaban mientras Saihara separaba las piernas de Ouma, después de separarse del beso ambos rieron, realmente se enfocaban más en los besos que en lo sexual, pero a veces les gustaba hacerlo ya que Ouma amaba sentir esas sanaciones y Saihara amaba ver las expresiones de Ouma.

Ouma: Me encantaría ver... Tu rostro...

Saihara: Un día lo verás, te lo prometo, quiero ser la primera persona que veas. —Besó la frente del más bajo. —

Ouma realmente quería ver, jamás le hubiera tomado tanta importancia si Saihara no estuviera ahí, lo que más anhelaba era ver la cara de quien se enamoró. Ouma sonrió y dejó que Saihara entrara dentro de él sintiendo las sensaciones que más le gustaba sentir al estar con Saihara, al ya no ser virgen solamente sentía el placer y el amor de cómo Saihara lo hacía, moviéndose algo rápido mientras besaba el cuello de su amado, este abrazaba el cuello de Saihara y cruzaba las piernas en la cintura de Saihara.

Saihara: O-ouma-kun... Tu cara es hermosa. ~

Ouma: T-tu piel es tan suave... ~

Ambos volvieron a besarse mientras sentían que acababan al mismo tiempo, Saihara salió y se puso al lado de Ouma, su parte favorita era dormir juntos después de todo, el sentirse cansados hacía que disfrutaran más la compañía del otro para dormir, aparte ya no habrían clases por muchos días, podían dormir juntos lo que quisieran. En un corto beso en los labios ambos quedaron dormidos.