Al otro lado del cielo gris | Yolanda F. H.

ESTA OBRA Y NO SE PUEDE LEER EN WATTPAD. LA AUTORA LA HA RETIRADO DE LA PLATAFORMA.

Inauguro esta obra de reseñas y recomendaciones con una de las primeras historias de Wattpad que leí y me gustó de verdad. Llegué a ella porque la plataforma me lo vendió como romance y yo estaba intentando conseguir algo de ese género que no diera asco. Me aventuré y descubrí para mi gozo que lo último que aborda la historia es el amor juvenil.

Al otro lado del cielo gris, de Madame_Miau es una obra a la que no le hacen justicia o al menos no toda la que se merece. ¿Por qué? Pues porque me da la impresión y no creo estar desencaminada de que los lectores aún siguen creyendo que trata en exclusiva sobre el acoso escolar, lo que implica que de forma automática se la encasille como obra juvenil e ipso facto crean que tiene que enseñar algo o terminar con una moraleja.

Pues no, señores, no. Al otro lado del cielo gris va mucho más lejos. Permitidme que os diga que sí, es juvenil. Juvenil bien hecho, eso que ha desaparecido hace años, obligando a crear el género newadult para separar de alguna forma la basura comercial de la Literatura, lo que implica que en Wattpad se la desvirtúe, porque creen que juvenil significa leer sobre mafiosas embarazadas o novios violadores.

Aunque no os lo creáis, el género juvenil no es solo para niños de doce años, también lo pueden disfrutar personas adultas que se sienten nostálgicos o quieren leer algo ligero. Por eso mismo, es necesario que a pesar de estar dirigido a un target más "infantil", tengan cierta calidad y profundidad sobre la que reflexionar. De hecho, una obra puede ser juvenil sin falta de que los personajes tengan edad cronológica de trece años y mental de cinco.

Digo esto porque es la explicación de la defensa que haré más adelante sobre el final y los temas que toca la autora, procedo a decir que me da bastante pena que no entiendan todo lo maravilloso que es este libro que no va de acoso. ¿Cuántas escenas hay en el instituto? Por favor: Al otro lado del cielo gris es una historia de maduración. 

***

En este caso, la protagonista se llama Bierley y aunque siempre había sido una chica normal, con sus dramas familiares como los de cualquiera, todo empieza a torcerse cuando su novio se suicida y el resto de personas a su alrededor, entre los que se incluyen sus amigos y compañeros de clase, deciden echarle la culpa y hacerla responsable, comenzando una época de acoso continuo que desborda a la protagonista hasta obligarla a lidiar con problemas a los que no se iba a imaginar que ella iba a tener que enfrentarse.

Sí. Bierley es una adolescente Y SUS PADRES NO ESTÁN MUERTOS. Wow. Increíble ¿verdad? ¿Cuántos adolescentes huérfanos conocéis? Yo muy pocos, la verdad. Porque que tus padres estén separados o uno de ellos te haya abandonado no es sinónimo de que seas huérfano. Pues para mí, ese ha sido uno de los muchos aciertos de esta historia, que sin falta que de que sea algo tremendamente complicado, cuenta con sencillez un periodo de tiempo de una persona que podrías ser tú de forma muy bonita.

Es muy realista, sin falta de hacer un esperpento. Quiero decir que no derrocha todos sus esfuerzos en crear un hiperrealismo descarnado pero sí es totalmente consciente de los elementos que tiene que añadir para que el lector pueda introducirse en la diégesis y esas decisiones para mí no son más que muchos aciertos, entre el que se encuentra, por supuesto, el tema de que sus padres estén vivos y no sean un espantapájaros de cartón-piedra ahí en el fondo. Porque Harry Potter es bueno, pero es que Harry Potter solo hay uno y además, la muerte de sus padres era algo necesario para el avance de su trama.

Acierto es que su padre se preocupe, como habría hecho cualquiera; igual que su madre se atormente por el pasado e intente acercarse a ella. También me ha parecido una buena elección que el acoso no fuera el eje central pero sí el elemento con el que llamar la atención, porque crea muchísima profundidad. Con esto quiero decir que está bien hacer un drama similar al coreano/japonés Life, pero ahora mismo, eso quedaría relegado a la clase de Ciudadanía (¿se sigue impartiendo esa clase?) o Ética. El acoso no es solo soportar todas las humillaciones y los insultos. Hay mucho más y eso es solo el primer nivel. Su autora ha sido consciente de ello.

Tiene que haber una causa del acoso, que es el fantasma que persigue a los personajes continuamente, al estilo Rebecca de Hitchcock, para que me entendáis. Por supuesto, tiene que haber materialización de esos abusos para que se pueda empatizar con la víctima y por último, hay que ser consciente de que la historia no se acaba después de terminar con la situación. Que hay un proceso, un antes y un después, unas consecuencias ya no solo a nivel social, sino también personal.

Antes de seguir, me gustaría aclarar una cosa: sí. Tal y como hablo parece que estoy valorando la hermana pequeña de 13 Reasons Why pero no. Además de que esto fue ideado mucho antes (tampoco es algo tan original como para acusar de plagio a todas las personas que han creado algo relacionado con un suicidio, porque vamos a ver ¿cuántos adolescentes han pensado en suicidarse?) , ya quisiera esa serie de Netflox, gemelo malvado de Netflix, acercarse si quiera un poco a esta historia. En un libro solo hay fábula, en una serie hay fábula y estética y 13 Reasons Why no sería nada sin la segunda, porque en papel es basura. Si habéis flipado con la serie, este libro os encantaría.

Dicho pues, continúo, porque lo que hay que tener en cuenta que la vida es complicada y Yolanda F. H. cuenta la vida, así que hay muchos elementos que influyen en una persona que ha tenido que seleccionar el hilvanar para demostrarle a sus lectores que cosas como estas ocurren todos los días. Y ya no es solo el acoso, o las relaciones con los padres, que de eso hay mucho; también es el tema de las drogas, otro acierto ¿por qué? Porque es una buena explicación plausible pero no ha tomado el suficiente protagonismo como para volverse cuestionable.

El éxtasis estaba ahí, siempre, como una sombra amenazadora, pero la pluma de la chica se ha encargado de que solo asomara las orejas y enseñara los dientes, lo suficiente como para crear solidez pero no demasiado como para que empezara a haber lagunas o escapes. Yo siempre lo digo: meter el tema drogas es muy complicado, porque es un mundo que creemos que conocemos por las películas y no sabemos cuánto nos equivocamos. Y no, no hablo desde el desconocimiento. Es muy atractivo añadir un drama así pero hay que tener mucho cuidado y creo de verdad, que en este caso sí se ha tenido, igual que puedo decir que en otras historias que he leído no.

Por último, otro de los aciertos que me han satisfecho muchísimo es la personalidad y las circunstancias de la chica, que se puede enlazar con lo próximo de lo que voy a hablar. No, Bierley no es una pobrecita, tampoco de clase baja, fea, poco talentosa o introvertida. Es una persona que pertenece al enorme grueso de la normalidad. Sin problemas económicos, con amigos, con una salud mental buena (antes de que empiece a narrarse la historia, se entiende) y en general, una estabilidad en todos los ámbitos notable que hace más ruido cuando se desmorona. Además, también es una cretina. Bierley sería el tipo de compañera de clase que me aborrecería al extremo y eso por otro lado, le aporta calidad, porque se sale de los clichés a mi ver y además, le añade muchísimos claroscuros.

Su autora ya lo avisa antes de empezar a leer: ella no es ningún ejemplo a seguir. Y no lo es. Es alguien tremendamente injusta con las personas de su alrededor y sobre todo, vengativa, algo entendible pero no justificable. Todos los elementos se juntan para añadir numerosos matices de personalidad y giros en las situaciones menos típicos que hacen que la historia se aleje poco a poco de la mediocridad. En general he visto muchas vueltas de tuerca con lo "típico" aquí y eso me ha gustado.

El personaje de Carrie es donde más lo he notado. Porque Carrie es la madre de Bierley y no tiene problema en admitir que ella quería abortar y considera a su hija como un error. Porque sí, porque en una matrimonio fallido no siempre es mamá la buena y papá el desalmado que deja a todos tirados. Porque no todas las mujeres tienen un don innato para el cuidado de los hijos y puede que quizás ni siquiera tuvieran en sus planes el ser madres, porque en la vida actual, tal y como están las cosas, ser madre implica renunciar a un montón de cosas que por lo general van ligadas a la autorrealización personal y eso está muy bien explicado en Carrie.

Pero si Carrie rompe con ese estereotipo, Jeremy lo hace con el tema de que todos los adolescentes estén peleados con sus padres. El adulto que se ocupa de Bierley es él y nunca cambia, siempre es el pilar que la sostiene cuando más lo necesita, porque él es un adulto formado que ha sufrido sus propios dramas, es un personaje "plano" muy bien hecho.

Cuando digo plano me refiero a que no presenta ninguna evolución notable más que los altibajos a los que le somete la historia. Con frecuencia se cae en el error de querer contar el cambio de todos y cada uno de los personajes que aparecen en nuestras obras y se nos olvida que en más ocasiones de las que parece, nuestros protagonistas necesitan un catalizador para avanzar o estarían andando el círculos todo el tiempo, sin dar por finalizado el libro a menos que echáramos mano de un deus ex machina.

Si Christian no hubiera convencido a Bierley de que le contara su situación a sus padres, la historia no habría empezado, pero si Jeremy no hubiera estado siempre firme ante las situaciones que a su hija, como persona más joven e inexperta que él, no habría terminado. Él es quien empuja e insta a Bierley a seguir adelante con todo y tomar las decisiones importantes de la trama principal. Si Jeremy cambiara de alguna forma, Bierley habría estado sola y no es el tipo de chica que alcanza a ver el haz de luz de la razón y cambia de opinión. Parte de su encanto.

El romper estereotipos y abordar temas que pasan desapercibidos pero que a mí me revientan cada vez que los leo es algo también remarcable aquí. Bierley rompió con su novio porque se había obligado a quererle pero en realidad no estaba segura de nada, porque los adolescentes son un manojo de contradicciones, por lo general, bastante inmaduros y pedirles que se embarquen a una relación sana y seria digna de personas en la treintena es imposible, porque están en edad de experimentar y sobre todo, de entender lo que es el amor desde la amistad. Aquí llegamos al eterno tema de la friendzone.

Pues la protagonista no estaba segura de si quería seguir con el chico o no y tomó una decisión. Entonces, todo el mundo la culpó y la convirtió en la malvada bruja, la zorra, la puta, la guarra...Muy parecido a la realidad de muchas, por cierto, más de lo que creéis. Sin embargo, ella no vuelve con él y sigue con su vida, echando mano de quien tiene que echar: su padre, el adulto. Visibilizar esto me ha parecido maravilloso, aunque no fuera como declaración de intenciones.

Solo con esa sutil ilustración es suficiente para ver desde la perspectiva de esa "bruja" que en realidad la víctima no es el hombre rechazado, sino la mujer presionada socialmente. Es una historia que no es machista y eso me ha resultado un alivio, porque estoy harta de ver machismos encubiertos en las historias centradas en romances o cuestiones de esta índole.

Al otro lado del cielo gris es muy fácil de leer pero no es básica. Hay muchas reflexiones adaptadas a un estilo de escritura bueno, sin falta de que sea todo un derroche de técnicas que distraigan de lo que de verdad importa. Su estructura, como ya he adelantado, está muy bien, porque aunque el detonante es el suicidio del novio de la protagonista y el comienzo del acoso, todo evoluciona a la par que evolucionan los seres humanos. Aunque sí voy a decir que lo más fácil en una historia es escribir el principio y el final, porque partes de cero. Lo que es complicado es el nudo y en especial el segundo punto de giro que nos precipita al clímax y ahí voy a decir la verdad: me ha parecido demasiado forzado.

En algún momento he leído que la autora pretendía cambiar el detonante, porque pensaba que no era verosímil una coincidencia tan oportuna. Sin embargo, creo que la gente que le ha dicho eso no tiene en cuenta de que se trata de una ficción, no de un documental y que si hay una ficción que genera una historia, es porque hay algo interesante que contar y eso algo es una chica que gracias a una casualidad como la de equivocarse de número de teléfono, decidió enfrentarse a los obstáculos de su adolescencia. Se llama tener una licencia que te otorga el escribir ficción. Si no hubiera ninguna casualidad, no habría una historia digna de contar. Vamos a recordar a Aristóteles: vale más lo falso verosímil que lo verdadero inverosímil. Bueno, pues entonces, claro que puede ser falso, pero sí verosímil y más si eso es lo que origina toda la historia. Me parecen críticas, a mi nivel personal, muy infundadas.

Me ha parecido curioso, sin embargo, que se quejaran de eso pero no les pareciera sospechoso que Bierley encontrara la habitación de Harry después de que este se hubiera mudado a otro lugar, intacta. Eso sí me parece un deus ex machina tremendo y muy poco creíble ¿quién se cambia de casa y no se lleva sus cosas? O al menos las más importantes, como la caja donde tienes la droga y sus recuerdos más preciados. Por supuesto, era necesario que Bierley encontrara eso e inviable que se la diera su dueño por las buenas. Ahí había un camino difícil pero no puede venir el demiurgo a echarte una mano para salir del atolladero porque le resta calidad. No estaría de más que en algún momento se explicara el motivo por el que su dueño no se fue con ello encima.

Por suerte, ocurre en un momento bastante avanzado de la historia y a esas alturas, el lector está tan inmerso en la diégesis y al lado de la protagonista, odiando al dueño de esa habitación, que en ningún momento se imagina que ahí falla algo. El punto de partida es que es el mundo en el que vivimos, sin ningún tipo de magia o ciencia ficción. Pues hay que adaptarse. Y me parece relevante porque el hecho de que Bierley encuentre esa caja en la casa de su madre es una peripecia muy importante que obliga a la historia a dar un gran paso adelante para que lleguen al segundo punto de giro y además, es importante en la subtrama de Harry, uno de los dos antagonistas. Lo he visto un poco descolgado.

Y siguiente con el tema de los antagonistas, otra de las cosas que tampoco me ha terminado por convencer igual que el resto es lo que llamo yo el síndrome del malo malísimo:

Vale, en una película de Disney de las de antes Maléfica es malvada y odia a la princesa. Hay brujas y ladrones. Son películas para niños. Tiene que haber un malo retorcido que saque a flote todas las virtudes de los héroes. ¿Alguien recuerda a Syndrome de Los Increíbles? Joder, ese tipo sí que es malo. Tiene una base secreta, engaña a su novia para manipularla e intenta matar a unos niños. Pues hasta en esa película se habla del motivo por el que se convirtió en un malo malísimo: Mr. Increíble le despreció sin querer y él se lo tomó fatal. Incluso en una película tan básica, con un guion tan cuadrado, sin una sola sorpresa, hay un poquito de profundidad en el antagonista.

Sarah y Harry son los dos antagonistas de esta historia y claro que nos dan respuestas al motivo por el que odian a la protagonista: una estaba enamorada y el otro era su mejor amigo pero esto es una escala de intensidad. Si empieza con una muerte, sigue con una paliza gravísima y termina con otra muerte... Creo que se necesitan muchos más motivos de peso y sobre todo, no ya eso que seguro que los hay, enseñárselos al lector para que sea consciente, porque se puede convertir en un error de raccord.

Las escenas en las que aparecen Sarah son escasísimas y solo para hacer de mala malísima y némesis de Bierley. Harry empieza a cobrar más protagonismo, pero porque es necesario para avanzar con Christian y con lo principal, pero si uno se mueve a sus arcos argumentales propios, solo hay vacío y sucesos un tanto desordenados, escritos en la historia, se entiende.

Para que una persona decida seguir los pasos de su mejor amigo y yo me crea que es así, necesito ver que de verdad ese amigo era el motivo por el que seguía en pie. Más drama que justifique las decisiones. Necesito ver la frustración de Sarah y el sufrimiento que la ha convertido en una persona que amenaza a Bierley siempre que puede, que confabula con sus compañeros y los intimida, que le puede dar una paliza a la chica. Ni siquiera hace falta que haya que saltar al punto de vista de los chicos, basta con una escena que presencie la protagonista, una conversación, una confesión. Es ficción, tenemos licencia.

***

Es todo lo previsible que necesita para que sea satisfactoria, pero no cae en el aburrimiento, con muchas cosas y despuntes que hace que sobresalga para ser los suficientemente compleja como para salirse de la media, pero no tan densa como para que espante a más de la mitad de sus lectores. Está en el equilibrio perfecto.

Esto se puede observar tanto en la relación entre Bierley y Christian que era predecible desde el momento en el que sonó el teléfono de vuelta en los primeros capítulos. Aunque era obvio lo que iba a suceder, hilándose con el final, hay una dosis de realidad. En la vida más allá de la diégesis ninguna historia se termina a menos que te mueras, así que me ha parecido un acierto que quedara abierto, sobre todo si son adolescentes, porque tienen muchos años por delante para retomar las cosas y recordar los años pasados. Dichos recuerdos pueden provocar una secuela. Si ella ha querido darnos una bofetada de realismo, está en todo su derecho. Además, haber cerrado  el final habría convertido todo en algo demasiado obvio que se incluiría en la mediocridad.

En general, quien está detrás de esta historia tiene una muy buena habilidad para leer a las personas, además de sensibilidad. Se le dan bien este tipo de temas y supongo que lo sabrá. Para quien quiera huir de dramas demasiado lacrimógenos o tormentosos pero tampoco recaer en lo fácil, esta es una buena opción. Así es como deberían ser todas las historias de adolescentes.

Lo mejor: las personalidades de los personajes tan bien construidas.
Lo peor: falta de información para conocer a los antagonistas.

***

No es la primera reseña que hice pero me ha parecido una buena opción para empezar porque creo que muchos lo habéis leído y me sirve para que entendáis cómo escribo yo, si os convence o no. En el blog hay más, incluyendo de escritores más consagrados, aunque quien dice consagrados, dice Murakami (hay algunas de clásicos como Valle-Inclán o Caballero Bonald, desde una perspectiva diferente si os sirve...).

Es cierto que esta me ha quedado bastante larga pero no todas lo son. Escribo según tenga de qué hablar. Hay reseñas de menos de 1.000 palabras porque me han parecido tan buenas las historias que no podía decir de más maneras que son maravillosas. 

Si la habéis leído, sentiros libres de rebatir lo que queráis, no seré yo quien os lo impida (a excepción del tema número de teléfono, por favor). Y si no, pues espero que después de esta reseña os haya quedado claro que es un must de Wattpad, en el buenísimo sentido.

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