❌ Capitulo 5❌
Al finalizar la jornada laboral, ambos hermanos gemelos regresaron a su hogar. El menor, con entusiasmo, se dejó caer en el sofá, relajándose con una amplia sonrisa.
Larry: ¡Por fin llegó el fin de semana! – exclamó con alegría. –
Lawrie: Aja.
Larry: Ahora podré descansar, hacer algunas cosas, jugar o ver algunas películas. ¿Qué dices, hermano?
Lawrie: ¿Estás consciente de lo que has hecho? – lo miró seriamente. –
Larry: ¿Eh? – expresó confusión. – ¿De qué hablas, Lawrie?
Lawrie: Te vi hablando con esa humana acróbata. Se supone que deberías saber que en el libro de reglas está prohibido entablar conversaciones con las personas del parque. No estamos aquí para hacer amistades, hermano.
Larry: ¿Qué? No, no, hermano, estás equivocado. Me sé todo el libro de reglas; eso no está prohibido... – se puso un poco pensativo. – Creo...
Lawrie: Estoy pensando seriamente en llevarte al mantenimiento.
Larry: ¡No! – se apresuró a decir. – ¿Es que acaso no puedo hacer nada?
Lawrie: ¡Las amistades solo provocan distracción! – molesto gritó. – Está claramente dicho en el libro de reglas, hermanito.
Larry: Oh, ya me acordé...
Lawrie: Tenemos una tarea muy estricta que cumplir, y siempre lo hemos hecho así. Ahora no entiendo qué es lo que te ocurre, pero si sigues así, solo harás que R-T se moleste y le comunique al jefe.
Larry: P-pero Janet es una buena chica. – sonríe nervioso. – Solo quería un simple autógrafo...
Lawrie: Ojalá R-T no te haya descubierto. Ahora simplemente mantente bajo las reglas que nos otorgaron, si no quieres terminar en un...
Tras unos momentos de silencio revelador, Lawrie pareció a punto de revelar algo, pero su expresión se cerró, dejando a Larry con la incertidumbre en el aire.
Larry: ¿Terminar en un qué?
Lawrie: Nada. Estoy demasiado cansado; me desconectaré. Y tú, no te duermas tan tarde.
Con esas palabras, el hermano mayor se retiró a su habitación, dejando a Larry con la intriga de lo que no dijo. El hermano menor, siguiendo su ejemplo, se retiró a su propio cuarto.
Una vez allí, Larry se dirigió a sus cajones y sacó el imponente libro de reglas. Era voluminoso, con un aspecto cuidado y páginas incontables.
Larry: Vamos a revisar esa regla...
Hojeó rápidamente cada página hasta encontrar lo que buscaba.
Regla número 99: No tener conexión con las personas de Star Park; es una distracción y perjudica el trabajo laboral.
Larry: Oh, qué mal... - cerró el libro, mostrando cierta melancolía.
Reflexionó sobre las estrictas reglas de Star Park y su deber como guardia de seguridad. A pesar de querer simplemente tener un amigo, comprendió que las reglas existían por una razón.
Larry: Yo simplemente quise un amigo, aparte de mi hermano, claro... Sin embargo, si las reglas están ahí, ¿será por algo, no?
Miró el libro como si planteara una conversación con él.
Larry: Bueno, ahora en adelante seguiré tus reglas. ¡Lo prometo! - afirmó con determinación.
Larry tomó el libro, le dio un pequeño beso como muestra de respeto, lo guardó con cuidado en su cajón y se acostó a dormir.
7:00am.
Al despertar al día siguiente, Larry se levantó temprano con energía para cumplir con sus deberes. Comenzó ordenando meticulosamente su habitación, demostrando su afición por la higiene y el orden.
Larry: ¡Ahora haré limpieza por toda la casa! - expresó entusiasmado.
Armado con una escoba, barrió cada rincón, trapeó y pulió con optimismo, tarareando una canción mientras realizaba sus quehaceres.
Larry: ¡Listo, terminé! - sonrió satisfecho. - ¿Qué hora es?
Consultó la hora en el reloj de pared de su habitación.
Larry: Vaya, no pasó mucho, son las 7:10...
Entonces, Larry decidió sorprender a su hermano con un delicioso desayuno. En pocos minutos, preparó huevos revueltos y café.
Larry: ¡Listo! Ahora solo queda esperar a que mi hermano despierte.
Lawrie: Hola, hermano. Buenos días.
Al escuchar la voz de Lawrie, Larry volteó con una sonrisa.
Larry: ¡Buenos días, Lawrie!
Lawrie: ¿Cómo amaneciste?
Larry: Pues bien, hermano. Estuve pensando mucho y la verdad es que tienes toda la razón.
Ambos hermanos se sentaron a la mesa, uno al frente al otro.
Lawrie: Hasta que por fin.
Larry: ¡Sí! Ya no quiero ocasionarte más problemas. Así que olvidemos todo lo ocurrido y disfrutemos de nuestro fin de semana, ¿sí?
Lawrie: Como gustes, hermanito. - dio un sorbo a su taza de café.
Larry: ¡Excelente! - sonrió entusiasmado. - Porque tengo una pequeña lista de cosas que me gustaría hacer contigo.
Entonces, Larry sacó su "pequeña" lista, que resultó ser bastante extensa. Mencionó cada actividad en orden, dejando a Lawrie confundido y cansado solo al escucharlo.
Lawrie: Hermano, un momento...
Larry: ¡Sí, dime! - sonrió.
Lawrie: No, nada, prosigue.
A pesar de su confusión, Lawrie no quiso hacer sentir mal a su hermano y aceptó las propuestas para pasar el fin de semana juntos en casa. Lo hizo principalmente porque sentía un gran cariño por Larry y quería evitar que buscara distracciones que pudieran romper las reglas del parque.
Ambos compartieron su tiempo jugando ajedrez, viendo películas y horneando galletas, una rutina que solían tener juntos.
Al llegar la noche, Larry se retiró a su habitación. Sintió que el fin de semana había pasado rápidamente y experimentó un vacío en su interior. Algo le faltaba...
Larry: ¿Qué será? Bueno, no importa. - se encogió de hombros. - Al menos, releer el libro de reglas es lo único que me entretiene aquí.
9:00am.
Star Park estaba abierto, recibiendo a sus clientes con entusiasmo. Larry, como de costumbre, estaba en su puesto con buen ánimo para dar la bienvenida a los visitantes.
Entre la multitud, visualizó a la chica peli-rosa con su peculiar casco, acompañada de otra chica. Por alguna razón, se quedó observándola por un momento antes de volver su atención a su puesto.
Mientras tanto, Janet y Bibi caminaban juntas, aparentemente discutiendo sobre los grafitis que aparecieron en los muros ese día.
Janet: Me dejaste sola ahí a mi suerte. Qué gran amiga. - dijo con sarcasmo.
Bibi: Ay, no seas rencorosa. Olvidemos lo ocurrido, ¿sí?
Janet: No importa, más bien estoy pensando en otra cosa...
Bibi: ¿Estás pensando en él, verdad?
Janet: Uh... Pues sí, la verdad... - suspiró. - Es que no entiendo por qué no fue a mi show. Si lo invité y me dijo que sí iría...
Bibi: Ugh, no sé qué le has visto a ese chico. - rodó los ojos fastidiada.
Janet: Hasta la máquina de seguridad de este parque fue a mi función y me felicitó. ¿Puedes creerlo?
Bibi: Sí, me estoy dando cuenta de que eres muy tonta. Estás detrás de un chico que te ve como un cero a la izquierda.
Janet: Nuevamente, gracias amiga. - dijo sarcástica.
Bibi: Oye, oye, acabas de decir que una de esas máquinas fue a verte.
Janet: Sí, de hecho, es la misma máquina que casi me lleva detenida por culpa de tus grafitis. Lo bueno es que fue comprensivo y me dejó ir para mi función.
Bibi: ¿En serio? - curiosa le interrogó. - ¿Qué máquina fue?. Sabes que hay dos robots en este parque que se encargan de la seguridad.
Janet: Uh, pues fue ese mismo. - señaló.
La peli-rosa comenzó a señalar a Larry, quien estaba ocupado repartiendo tickets a los clientes. Ambos chocaron miradas, y Larry, lleno de alegría, le saludó con la mano. Janet, algo nerviosa, le respondió tímidamente.
Bibi: ¡Ja!. Vaya, se nota mucho que esa máquina te admira.
Janet: Se podría decir que sí. Me dijo que soy increíble y me pidió un autógrafo...
Bibi: ¡Excelente! – sonrió con malicia – Janet, escúchame bien lo que te voy a decir. Estamos planeando una fiesta ilegal... – susurró. –
Janet: ¿Qué? ¡¿Fiesta ilegal?!.
Bibi: ¡Shh! Cállate... – mascullaba. – Déjame explicarte. Simplemente queremos sacar provecho de las personas que irán, o sea, su dinero, habrá todo tipo de consumo ilegal. Ya sabes...
Janet: ¿Por qué me cuentas eso? Yo no pienso ir a ese tipo de fiestas. – molesta, le mira. –
Bibi: ¿Ah no? Pues déjame informarte que también estará Fang ahí.
Janet: ¿Fang? ¿Estás hablando en serio?...
Bibi: ¡Claro! Es tu momento de brillar para él. ¿Quieres llamar su atención, verdad? Yo te ayudaré, amiga. Pero para eso necesito que tú me ayudes primero.
Janet: No, no lo sé, Bibi... – se muestra indecisa. –
Bibi: Esas máquinas al parecer no tienen un punto débil, pero con lo que me acabas de decir, se me ocurrió una idea. Solamente tienes que acercarte a esa máquina de tickets, hacerte su amiga, o lo que sea, con tal de distraerlo y romper sus reglas. ¿Me entiendes?
Janet: ¿Estás loca? – ríe nerviosa –. Yo no voy a involucrarme con esa máquina...
Bibi: Hazlo por Fang, y yo te ayudaré en serio, amiga. Tengo un plan perfecto para que ese chino caiga a tus pies.
La peli-rosa comenzó a considerarlo por unos segundos, llevando consigo ese sentimiento guardado dentro de ella hacia ese chico.
Janet: Bueno, pues está bien. – se dijo decidida. – Voy a intentar que tu plan funcione, pero eso sí, quiero que luego tú me ayudes con Fang.
Bibi: ¡Trato hecho! – extendió su mano hacia su amiga.
Ambas amigas estrecharon sus manos, culminando así su plan.
Bibi: ¿Qué estás esperando ahora? Ve y háblale a esa máquina, ofrécele tu número o lo que sea, pero ya empieza a actuar porque los preparativos de mi fiesta comienzan hoy.
Janet: ¿No crees que eso es muy apresurado?
Bibi: No. ¿Es que acaso no te has dado cuenta? Esa máquina te está mirando desde hace rato. Se nota a kilómetros que te admira, y tú eres muy tonta que no te das cuenta.
Janet: Supongo que está bien. Ojalá esto funcione. Nos vemos.
Dicho eso, la peli-rosa comenzó a caminar hacia donde se encontraba Larry, quien estaba ocupado conversando con alguien, recordándole las reglas y deseándole un gran día.
Janet: ¡Hey, hola!
Larry: Uhm, ¿Janet? – mira sorprendido. – ¡Vaya! ¿Se te ofrece algo? ¿Hay algún problema?
Janet: Lo siento por interrumpir tu trabajo. No te preocupes, que no hay ningún problema... Solo vine a saludarte y hablarte...
Larry: ¿Hablar? ¿Sobre qué quieres hablar conmigo? – confuso pregunta.
Janet: Uhmm... B-bueno... Verás, pues me interesa solo saber cómo te va en el trabajo.
La peli-rosa se sentía un poco avergonzada porque realmente no sabía cómo entablar una conversación con una máquina que solo se encargaba de la seguridad. Y para ser sincera consigo misma, eso le aburría.
Larry: Muy bien.
Janet: ¿En serio? ¿No te aburres o algo así?...
Larry: Ehh... Pues siendo sincero... – se acerca para susurrar. – Un poquito...
Janet: Ahhh... Entiendo. Supongo que estar repartiendo tickets todo el día es algo aburrido, ¿verdad?
Larry: Bueno, no solo mi deber no es repartir solo tickets. También me encargo de la seguridad del parque, que no ocurra nada malo o rompan las reglas. Pero en este parque no pasa nada grave que digamos.
Janet: Lo entiendo. Supongo que quieres acción y algo nuevo que te saque de tu rutina, ¿verdad?
Larry: ¡Sí! – dice emocionado. – Si tan solo ocurriera algo interesante y yo pudiera ser el héroe, salvando a la gente con el poder del optimismo.
Janet: Ah, los héroes, así como Surge, Max y Meg.
Larry: ¡Sí! También los admiro mucho y quisiera sus autógrafos.
Janet: ¿Por qué no les pides sus autógrafos?
Larry: No, no puedo distraerme en mi trabajo de seguridad, siempre tengo que estar atento por si acaso. Es una de las reglas que tengo que cumplir.
Janet: Hey, pero... Yo puedo ayudarte. – le sonríe. –
Larry: Uhm, ¿cómo?
Janet: Te lo diré luego. Ahora mismo te dejaré mi número para comunicarnos, ¿te parece bien?
Larry: ¡Está bien! – sonríe feliz.
Entonces ambos intercambian números de teléfono. La peli-rosa se despide volando con su Jetpack, y Larry solo la mira irse por los cielos con una amplia sonrisa. Sentía una chispa removerse dentro de él, una chispa de felicidad por tener una "amiga". Ahora estaba ansioso por su próximo encuentro.
♤♡♤
Holaa querido lectores <3
Ahh ya salió Larry y Lawrie en el juego. Lo voy a gozar como no te puedes imaginar.
Se que ustedes dirán LarryxJanet?. Que ship para más raro. La verdad aquí en esta historia no habrá ships concretos y simplemente se me salió por ahí porque si jsjs
Espero les haya gustado el cap y ahora si me despido.
Bye. ❤️
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