- ᴏɴᴄᴇ: ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀs -
— ¿Por qué la urgencia que el amo Choi contraiga nupcias?
La pelirroja se gira hacia Sooyeon, coloca el trapo en su cintura caminando hasta ella contoneando su cuerpo. Se para en puntillas para igualar su altura, mira de un lado a otro asegurándose que estén solo ellas dos en el salón antes de hablar. Le sonríe de manera cómplice.
— Lo ideal es que Choi se case con alguien de la nobleza —. Dice — Pero, según las historias que he escuchado, se dice que Choi es hijo de una criada de su padre, por lo tanto, hijo bastardo, ilegítimo ¿Crees que con eso él pueda conseguir a alguien de la nobleza? Puede que sea mentira, pero aún cuando sea agradable, la gente de ahí no va a arriesgarse a enredarse con alguien así, no quieren "ensuciar" su linaje con nuestra sangre. Volviendo al punto de su matrimonio, su padre en el testamento no dejó heredero, es quien aseguré su linaje, después de todo lo mas importante para ellos es seguir en el poder a través de su descendencia.
— ¿Su linaje? ¡¿Choi busca esposa solo por un hijo?! —. Se exalta.
Emma ríe volviendo a tomar su distancia.
— Eso tampoco me consta. Pero de los dos, el amo Beomgyu siempre ha sido el más interesado. Es el único que asiste a todas las galas, bailes y demás eventos que tiene la gente de la clase alta, es el único que hace obras de caridad públicas. Créeme, el amo Choi no lo hace por buena voluntad, es solo un usurpador que va detrás de la fortuna de los Choi. Ha pasado los últimos años creándose de una inmaculada reputación todo por el dinero—. Hace una pausa volviéndose a acercar — Nadie en esta mansión hace las cosas por buena voluntad, todos lo hacen de acuerdo a sus intereses, la ama de llaves ha criado a Woonyung desde niña para ser la esposa del amo Choi, ¿Por qué crees que todas nuestras tareas son solo limpiar? Ella se volvió la figura materna de ambos, más de Woonyung por supuesto, así que le conviene que la tome como esposa, pues ella también terminaría teniendo mejor estatus... De mi parte te apoyo en que seas la futura esposa del amo Choi, me agradas... Al menos tu si me escuchas, intenté ser amistosa con Woonyung, pero es una completa diva, aparte creo que sería divertido ver cómo todos a los que Woonyung les ha prometido algo se revuelquen cuando no sea ella quien asuma el papel de la ama de la casa.
— ¿Todo solo porque te agrado? —. Ríe con ironía — Acabas de decir que nadie aquí hace favores por buena voluntad.
— Te aseguro que soy buena informante, puedo obtener y hacer todo lo que pidas, siempre y cuando, convenzas al amo Choi de no deshacerse de mí. No tengo un hogar al cual volver y volver a vivir en los basureros no es algo que quiera. Te ayudaré con la condición de ser el ama de llaves... La vieja me cae del orto, para todo su "niña Woonyung"
Sooyeon esta incrédula. Es cierto, que de todas es la única que ha sido amable con ella, pero no puede confiar tan fácilmente en ella. Ha estado tan poco tiempo aquí en comparación al resto, se presta fácil para la manipulación, es ingenua, conoce poco de las costumbres y de la verdadera cara de cada uno de los que la rodean. ¿En qué pensaba cuando se metió en todo esto?
— No creo que sea malo que vea por el bienestar de la persona que crio —. Dice con ingenuidad.
La chica empieza reír, se toma del estomago y pierde el equilibrio debido a la risa. Sus ojos comienzan a lagrimear, Sooyeon no lo comprende. Le da la espalda tratando de ignorar su escandalosa risa.
— ¡Pero que tonta! —. Dice en medio de carcajadas — ¿Sabes que trataran de envenenarte?
Un escalofría sube por su espalda erizando su piel, su garganta se cierra, invadiéndose por unas incontrolables ganas de vomitar. Aprieta el palo de la escoba, sus manos han comenzado a sudar, esta mañana ha aceptado del té que le ha preparado el ama de llaves especialmente para ella, trata de recordar el sabor del inocente té de frutos rojos que se le dio, trata de recordar el rostro de la vieja cuando lo bebió, pero solo es la misma anciana con dulce sonrisa y mirada cansada de siempre.
— Terminemos con esto antes de que nos regañen —. Cambia el tema aun con el estomago revuelto.
Su cabeza da vueltas repitiendo una y otra vez el escenario del té de la mañana, esta sudando en frio. Emma ha conseguido meter la duda en su cabeza, disfruta como se encoge por la incertidumbre de si fue o no envenenada, tampoco es como que la pelirroja pueda saberlo, desconoce acerca de ese té que le dieron por la mañana.
— Para demostrar que soy de fiar, me desharé de Woonyung —. Dice decidida — ¿Trato?
Sooyeon quiso responder, pero solo asintió con la cabeza gacha presionando su estomago con fuerza, su garganta se cierra y el respirar le cuesta trabajo, ¿Producto del veneno o solo su cabeza haciéndole creer algo que es una falacia? No ha podido escuchar con claridad lo que ha dicho, le parece como si estuviera cayendo varios metros bajo el agua.
— Te aseguro que para el fin de esta misma semana Woonyung ya no nos estorbará.
No le quiso responder, se aleja con la escoba en mano, yendo a uno de los rincones del salón; las puertas se abren, la anciana viene acompañada de otras mujeres que nunca ha visto antes. Ve a Emma irse al otro extremo del salón para sacudir el reloj de campanas. Una de las mujeres recorre las cortinas, la luz del alba entra por el enorme ventanal, encandilando a la mayoría. Mira a la ama de llaves buscando algo que le confirme lo que Emma le ha metido en la cabeza, aún le cuesta trabajo respirar, y el nudo en su garganta no cesa.
La ama de llaves habla y habla, y las otras mujeres anotan todo lo que dice, de vez en cuando dando sus opiniones, haciendo ademanes con sus manos. Continua barriendo siente su boca seca, se ha mareado.
— ...No quiero nada fuera de su lugar, el baile debe dar de que hablar, mucho más que las negociaciones y la guerra. La gente de esta nación no necesita saber de los conflictos de fuera, la fiesta de compromiso del amo Choi debe acapararlo todo —. Dice autoritaria la anciana — Llamen a Ethan para que arregle los jardines, del banquete y la música se hará cargo el señor Seo, Nada de descansos ni errores.
¿De qué hablan? ¿Por qué tanto alboroto? Su cabeza no para de dar vueltas. Hasta que tira de su hombro con brusquedad le hace reaccionar volviendo a la realidad, las nauseas se disipan, el nudo de su garganta desaparece.
— Sooyeon, niña te estoy hablando, vamos al salón de té, te harás cargo de la limpieza de ahí.
Asiente, dejó la escoba apoyada en la pared caminando tras las mujeres. Salen del salón, doblan en uno de los pasillos que pasa por debajo de las escaleras, alcanza a ver al amo Choi estar subiendo por ellas mientras es seguido por otros dos hombres que conversan con él, militares, ellos no la notan, han pasado rápido, no pasa mucho para escuchar la puerta del estudio cerrarse.
Atraviesan uno de los jardines interiores hasta llegar al otro lado de la mansión, vuelven a entrar, nunca ha estado en este lado, pues es donde no se les permite pasar a los criados, en cuanto puso un pie dentro quedó fascinada, impresionada, es aún más grande que al salón anterior que limpiaba, el techo es de doble altura donde cuelga un enorme candelabro de cristal, en el hay decorados en dorado y esculturas de mármol de ángeles en cada una de las esquinas, enmarcado de las pinturas que hay en el techo, que parecen contar alguna historia, puede notar como en mármol en una de las pilastras esta el escudo real de la casa de los Choi, esta boquiabierta notando cada uno de los detalles del salón, esta tan saturado que no sabe que mirar primero, si las esculturas, las pinturas en el techo y paredes, baja la vista y nota una sábana blanca cubrir un mueble en uno de los rincones. La anciana la ha dejado sola, minutos más tarde vuelve con escaleras y unos trapos.
— Limpia el candelabro —. Ordena — Quiero todo impecable.
La ve retirarse por la misma puerta por la que entraron, sube las escaleras con cuidado para disponerse a sacudir, en cuanto logra ponerse en pie, ve a Woonyung en el jardín interior caminar en soledad, se le nota angustiada; la puerta vuelve a abrirse entrando una de sus compañeras de cuarto con escobas y trapeadores, toma el trapo empezando a limpiar.
— ¿Sabes que hay rumores de que Choi le pedirá matrimonio a Woonyung? —. Dice su compañera — Más bien, es un hecho que lo hará, toda esta limpieza es por la pedida de matrimonio.
Ignoró de su comentario continuando con lo suyo, después de aquel beso, Beomgyu no había vuelto a buscarla, y ella, tampoco había intentando robarle tiempo, se odiaba tanto por haberlo hecho que no había logrado dormir por varios días debido a la culpa que aquello le provocaba, llegando incluso a quedarse hasta altas horas de la noche llorando en silencio; por supuesto que había escuchado esos rumores, el compromiso de Choi era casi un hecho, y él que a las últimas cenas hubiera llevado de acompañamiento a aquella bella chica terminaba apuntando que ella sería con quien tomaría como consorte.
— Woonyung al final se quedó con el amo Choi, Sooyeon solo fue una puta con la que Choi se divirtió —. Escucha decir a otra de sus compañeras al entrar al salón — ¡Ups! No es personal.
Apretó los dientes, más no se movió, comenzó a calmar su respiración, no dirá nada, vale mas que eso para pelear con alguien a quién Beomgyu ni siquiera recuerda su nombre. Pero, no puede negar el hecho que hay verdad en su comentario, Choi solo la uso como su diversión y ella ni siquiera pudo sacarle el provecho debido, al final ella sale perdiendo de lo que sea que tuvieron en esos meses. Aun así, no puede dejar de pensar que no debería afectarle, pues era ella también quién estaba usando de él, incluso sobrepasando líneas al haberlo besado de manera tan abrupta.
Sigue sacudiendo los cristales del candelabro, hace caso omiso a los comentarios de sus compañeras en la parte de abajo mientras limpian. Alza su vista a las pinturas, es imposible no maravillarse con cada una de ellas. Ve a través del ventanal a Woonyung en el jardín discutir con uno de jardineros. Ve como parece gritarle mientras que el chico intenta calmarla, se cubre el rostro y a lo que deduce que ha empezado a llorar, el jardinero se acerca para reconfortarla cuando ella lo avienta alejándose de él.
Pronto se da cuenta que no es la única que ha notado de la pequeña disputa de Woonyung y Ethan, el jardinero, al que la vieja se fue a buscar. Las otras tres chicas han parado con su labor de limpieza para ver, todas están atentas, aún cuando ninguna pueda escuchar lo que se dicen. Una de las mujeres levanta su vestido y sale en puntillas con la intención de acercarse y escuchar aunque sea un poco.
— El jardinero ni debería voltear a verla —. Comentó una — Que gran atrevimiento de su parte el hablarle.
— ¿Crees que el amo Choi lo despida si se entera?
Sooyeon baja las escaleras, ha terminado de limpiar los cristales. Queda parada junto a ella escuchando su conversación, ahora que lo analiza, ninguna de las mujeres ha visto que hable con algún otro hombre fuera del amo Choi, nada que no pase de un saludo, siempre están rodeadas de féminas, y únicamente las mujeres de mayor edad son las que las ha visto hablar con el personal masculino. ¿Una regla no escrita? Vuelve a alzar su mirada, su vista se queda sobre el cuadro de una mujer semidesnuda con los ojos vendados rodeada por manos que le ofrecen manzanas.
— El amo Choi tiene corazón muy blando como para hacerlo —. Escucha a una responder — Es fácil engatusarlo. ¿Enserio crees que se deshará de Ethan? Solo es otro que tiene al amo de su mano.
Sooyeon chasqueo la lengua riendo con ironía volviendo a verlas. Sí, fue fácil para ella, pero fuera de Woonyung y ella, ninguna si quiera ha logrado atrapar su atención.
— ¿Qué te parece divertido? —. Hace una pausa — ¿De verdad crees que tenías oportunidad? Sooyeon, todas como tú lo creímos. ¿Enserio crees que te preferiría a ti o cualquiera de nosotras cuando Woonyung ha sido su primer amor? Su amor desde la infancia. Nunca fuiste competencia para ella.
La sonrisa en su rostro se borró, se mordió el interior de su mejilla bajando la mirada. Lo entiende, comprende la fuerza de ese primer amor por el que haría todo. Pero ¿Por qué siente su corazón achicarse? Beomgyu solo es una herramienta a usar en su búsqueda por quién es su más grande amor, ¿Es el hecho de que se acabó su uso? ¿El que morirá envenenada en cuanto contraiga nupcias con Woonyoung?
Agarra los trapos y sale del salón a toda prisa, terminó con su tarea, no puede permanecer más ahí, mucho menos escucharlas. Sale a paso apresurado, ni siquiera volteo cuando estuvo a un costado de Woonyung y el jardinero. Entra a la mansión, recorre el mismo camino para volver, llegando al distribuidor, se dirige a la cocina, da vuelta en un pasillo, estando a punto de chocar por ir a toda prisa.
— Perdone.
El soldado se disculpa, ella asiente, y se va de largo sin percatarse de que quería hablar con ella. Sooyeon sigue hasta la cocina, abre la puerta que la saca al jardín trasero, solo quiere evitar a cualquier otro humano, quiere un espacio para ella, en dónde pueda escuchar con claridad sus pensamientos y solo quizás entender su corazón. La opresión en su pecho se vuelve más fuerte, sus mejillas han enrojecido debido al enojo que está conteniendo, a cualquiera que se le ponga enfrente le gritará, quizás hasta lo golpee. Siente que ha sido humillada por todos, Beomgyu solo se ha burlado de ella, y ha sido él quien al parecer terminó por usarla.
La puerta del jardín trasero se abre entrando la pelirroja cargando manteles blancos. No le presta atención y sigue lavando los platos. La mujer deja los manteles sobre una de las mesillas para acercarse a Sooyeon, apoya su codo sobre el hombro de la joven siendo apartada de mala gana casi de inmediato. Emma empieza a reír sentándose sobre la cubierta de la cocina, sus piernas cuelga, nota sus desgastados zapatos sobresalir del faldón de su vestido.
— ¿Estás enojada conmigo?
— Nunca me contaste que Woonyung ha sido su amor desde la infancia ¡Me hiciste quedar como una ridícula! —. Expresó — Es evidente que oportunidad no hay. ¿Qué más me has ocultado?
Emma vuelve a reír, se aleja de ella, Sooyeon se asoma por el pasillo y va a cerrar la puerta para mayor privacidad entre ambos. Emma toma manzana del frutero, juega con ella mientras se aclara la garganta, a su mente vuelve la pintura de la mujer en el techo del salón de té rodeada de manzanas, recuerda su cuerpo semidesnudo mostrándose cohibida, temerosa de las manzanas que las manos a su alrededor le ofrecen. La pelirroja le lanza una mirada llena de cinismo para proceder a morder la manzana y acto seguido ofrecerle otra, se niega, a lo que se encoje de hombros volviendo a dejar la manzana en su lugar.
— Jamás preguntaste —. Se mofa — Pero, nunca te mentí, verás, es cierto que Woonyung creció con el amo Choi, por lo que se convirtió en su primer amor, soy la chica que más tiempo ha estado aquí, me sé toda clase de secretos, y Woonyung tiene un secreto que de ser sacado a la luz es quitarla de tu camino en definitiva.
— ¿Qué clase de secreto puede ser ese?
— Si te digo no me creerías. Aparte, no es buen momento —. Hace una pausa para volver a morder su manzana
La puerta se abre entrado el mismo soldado con el que choco antes, se baja de un brinco de la cubierta para así ambas agachar la cabeza para evitar hacer contacto visual con el hombre, colocan sus manos por detrás de su espalda.
— Se paciente, será todo un escandalo, cuando suceda, tendrás que contarme de los tuyos —. Susurra solo para ellas.
El soldado tomó una manzana, y salió por donde entro, no sin antes mirar a las doncellas, volvería, era un hecho, en la primera oportunidad que se le presentara, tenía que regresar a comprobarlo.
— No sé de qué hablas —. Refunfuñó una vez solas.
A lo que Emma volvió a reír guiñándole el ojo.
— No claro que no — Dice para si misma saliendo por el mismo lugar por el que se fue el soldado.
Una tempestad empezaba a asecharlos.
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