Decepción

Cuando terminamos la cena, disfrutábamos del postre y mi estómago y yo no podíamos estar más felices. La comida había sido deliciosa, el ambiente mágico y mi acompañante, todo un caballero; hace mucho tiempo no me sentía tan atendida.

—Entonces, Sofi —Matías continuó con la conversación— ¿Cuáles son tus planes para el futuro?

—Pues la verdad, deseo estudiar un posgrado, he estado averiguando universidades. Al final del año tal vez me vaya a hacer un magister en Francia; y la verdad eso resume todos mis planes para el futuro cercano. Ah, bueno, en un mes me voy de vacaciones a San Andrés con una amiga.

—San Andrés es hermoso, ¿llevan mucho tiempo planeando el viaje?

—La verdad lo planee ayer, y es una sorpresa para ella; la voy a invitar.

—Uy —Matías levantó una ceja—, quisiera tener una amiga como tú.

Por los nervios mi risa fue bastante fuerte. A veces deseaba poder reirme un poco más silenciosamente para no interrumpir las conversaciones a mi alrededor.

—Ya la tienes, pero a ti no voy a invitarte a ningún viaje —Traté de hacerme la seria.

—Qué lástima. Y qué envidia me da tu amiga —Sonrió pícaramente—. ¿Pero por qué no me invitarías?

—Porque contigo no me siento culpable de nada.

—¿Culpable? —Su cara era un enorme signo de interrogación.

—Verás; Lily, la amiga con la que voy a viajar está empezando una relación con un hombre que conocimos en uno de nuestros viernes de solteras. Está enamoradísima, ni te imaginas, el problema es que el tipo está casado.

—¿Y acaso está casado contigo? No entiendo por qué te sientes culpable.

Ya que él había confiado en mí como para ser su paño de lágrimas, yo confiaba también en él. Tal vez, su punto de vista masculino y ajeno a nuestra amistad, tendría una mejor perspectiva y sabría cuándo era el mejor momento para contarle la verdad a Lily.

—Precisamente por eso, porque yo sé que él está casado pero no me he atrevido a contárselo —Era mejor guardarme para mí la parte del beso.

—¿Por qué no se lo cuentas? Un tipo casado y con amante no suena como un príncipe azul para tu amiga.

—Lo sé, pero no es fácil, nunca había visto a mi amiga tan entusiasmada y no quiero romperle el corazón. Además no sé si me creería.

—Si es tu amiga, debe confiar en ti. Y si tu amiga está tan entusiasmada, es mejor que se entere ahora de la clase de patán con el que anda, antes de que las cosas pasen a mayores y salga más lastimada —Cuánta razón tenía Matías, yo opinaba lo mismo, pero no quería confesarle que no era tan valiente—. ¿Por qué piensas que no te creería?

—Porque sé que va a pensar que quiero separarla de él —Se quedó viéndome con intriga, otra vez, así que le expliqué antes de que preguntara—. Hace algunos años estuve a punto de casarme con alguien, pero terminamos porque me engaño. Con ella.

—No es la mejor de las amigas, entonces.

—Fue hace mucho tiempo, ya no hay rencores, aunque en ese momento sufrimos mucho, ella se arrepintió y me pidió perdón de mil maneras posibles. Fue todo un drama.

—¿Por qué la perdonaste? No sé si yo habría sido capaz.

—Porque es humana y puede equivocarse ¿No crees? —Le dije después de pensarlo por un momento.

Matías me miró durante unos segundos y sonrió.

—Que bella persona eres —Tomó mi mano y la acarició suavemente, luego prosiguió— No debes sentirte culpable, Sofi. No es fácil romperle el corazón a alguien, así tú no seas el culpable. Además tu amiga tiene suerte de tenerte en su vida.

Cada palabra que pronunció en ese momento se sintió como el mejor cumplido que me habían hecho en la vida.

—¿Tú qué harías en mi lugar? —Quería que me diera su consejo.

—Cuéntale a tu amiga. Busca un lugar tranquilo en la playa y dile lo que sabes. Déjale claro que la quieres mucho y precisamente por eso no quieres que el tipejo ese la siga lastimando. O llévala a una discoteca, embriágala y cuéntale; así puede ser más fácil.

Sonreí ante la última frase, pero la descripción de cómo podía contarle la verdad a Lily, no me ayudó a sentirme mejor, solo hizo que me entrara más pánico.

Matías me llevó nuevamente al edificio de mi oficina para poder recoger mi carro, a la mañana siguiente tenía una reunión muy temprano y necesitaría ahorrar tiempo.

Cuando estuvimos en la puerta del moderno edificio, le agradecí a Matías por la maravillosa cita con la mejor de mis sonrisas coquetas. Él se veía feliz; me preguntaba si ese gesto sonriente se debía solo a la cena conmigo o tenía alguna otra razón, así que salí de la pregunta directamente.

—Matías, ¿cuál fue el motivo de esta cena?

Su cara me dijo que no se esperaba la pregunta.

—Ya te lo había dicho, la última vez que salimos no hice más que embutirte mis problemas. Quería enmendarlo.

Ah ya, es decir, puro y plano agradecimiento. La decepción fue palpable en mi cara, y despidiéndome de él, caminé hacia mi carro.

♠️♦️♣️♥️  

Acostada en mi cama, no podía dejar de pensar en Matías. Después de analizarlo mucho, llegué a la conclusión de que era como me había imaginado al hombre ideal, pero él no sentía lo mismo por mí. Agradecimiento y amistad, solo eso había generado en su corazón tan grande lleno de sentimientos. «Chica, eres la reina de la friend zone», me dijo la voz más joven de mi misma; últimamente que mis pensamientos y hormonas habían vuelto a la adolescencia.

El viernes en la mañana, me levanté totalmente decidida a no hacerme líos en la cabeza y a dejar el tema de Matías a un lado. Ya tenía muchas cosas en las que pensar, a parte del trabajo, mis amigas y sus novios casados.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top