45-Terror
Jenna se encontraba algo mejor, aún con el miedo y malestar en el cuerpo después de escuchar la noticia de que Emma había sido también atacada. Las entrevistas que se tenían programadas se suspendieron por completo hasta nuevo aviso. También se avisó y aumentó la seguridad del resto del reparto de la serie por si acaso. Era una mierda tener que vivir así, de esa forma, pero no les quedaba otra.
Cuando pudo recuperarse del todo, Tn se preocupó mucho por el bienestar de Jenna, incluso más que el de él pues sabía la gran relación que tenían ambas. Ella permaneció abrazada a él y solamente pudo mejorar un poco su estado de ánimo cuando la actriz le llamó comunicándoles que se encontraba sana y salva.
—¿Quién podría querer hacernos daño?—preguntó la actriz recostada sobre el pecho del chico quien le acariciaba el pelo para tratar de calmarla.
Además de eso, Jenna y Tn no iban a salir de casa, confinados por protección y seguridad, era como volver a la época del Covid-19. Jenna pensaba en que su vuelta a casa se había convertido en una completa pesadilla. Charlaba con Emma quien solamente tuvo un susto, alguien disparó al coche donde iba. Por suerte iba bien blindado pero al recibir los disparos, el conductor dio algunos volantazos por el susto hasta chocar con un par de coches.
—¿Tu padre te ha llamado?—preguntó mirándole desde la tumbona.
—Si, y Mark...Lois...todos están preocupados por lo sucedido—contestó serio—por suerte ellos están bien. Dios...esto es demasiado para poder asimilarlo—estaba demasiado pensativo.
—Creo que...lo mejor no es pensar en ello ahora...nos pasamos todo el día entre estás cuatro paredes—comentó la pelinegra—quiero desconectar de todo.
—Perdona
—No te disculpes. Ahora veamos un rato una serie, necesito reírme un rato.
Y así los dos se pusieron a ver una serie de humor, porque eso era lo que necesitaban en aquellos momentos, risa y desconectar de todo lo malo. Tn agradecía después de haber pasado por aquello y atravesar una fiebre que le provocó dolor y malestar, un poco de relax.
La policía no dejaba de investigar y revisar cámaras de seguridad, de hecho la propia productora de la serie de Miércoles Addams pagó por aumentar el número de personal para dar con ellos ya que se pensaba que era un caso contra el reparto. No tenían la necesidad de pagar, pero era por una buena causa, las vidas de sus actores corrían peligro.
Las redes mostraban siempre su apoyo y ellos en redes agradecían mucho el apoyo recibido. Y una forma de agradecer era hacer directos donde se mostraban, charlaban con los fans o hacian alguna que otra pequeña entrevista en directo por videollamada. No era lo mismo, pero esos días los aprovecharon para responder a un montón de preguntas de estos quienes mandaban likes, comentarios y corazones a los actores.
Por su parte, Lois quienes estaba rodando escenas en unas naves apartadas, si que pudo hacer las escenas de su película aunque no podía regresar a casa ni nada, por el momento.
—Lamento mucho la situación—le dijo a Lois uno de los preparadores físicos.
—Lo sé...pero al menos estoy aquí trabajando—contestó—es mejor que estar encerrada en casa sin poder hacer nada hasta que atrapen a ese psicópata.
—Eso sí...me pregunto quien puede hacer algo así
—Si, yo también—miraba las imágenes en las redes de las noticias, siempre le gustaba enterarse de todo, de sus fans especialmente o de sus amigos. Pero ahora tenía miedo de entrar y ver que otro de sus compañeros fueron atacados.
Tras unos cuantos días de arduo trabajo en las oficinas y cuarteles, lograron hacer más nítida la imagen de la gasolinera. Además de eso, pudieron mediante otras cámaras en la ciudad, seguir el rastro del coche. Era rentada y el nombre con el que lo fue era completamente falso. Pero tenían la cara de uno de los responsables.
—¡En marcha!—gritaba el jefe—¡quiero que rodeéis la zona cuando lleguéis!.
Infiltrados para no llamar la atención con las sirenas y darle tiempo para intentar escapar, acudieron a la casa del sospechoso y posible responsable de todo ello.
Era una zona de bloques de edificios, entraron unos cuantos como repartidores de correos y llegaron a la puerta indicada. Se miraron entre ellos y tras unos cuantos golpes, derribaron la puerta casi sin problemas. Entraron corriendo y armados pero...nada...allí no había nadie y parecía por la imagen, que llevaba vacío mucho tiempo.
—¡Aquí no hay nadie!—avisó uno de ellos tras terminar de revisar—y tampoco parece haber información ni nada.
Debido a su experiencia, él sabía que iban a ir y se marchó hace mucho. Seguramente tendría una identidad falsa y se ocultaba en algún lugar. Pero quedaban los otros dos que iban con él en el coche cuando dispararon a Tn.
Aún quedaba esas imágenes y las de la zona donde atacaron a Emma. Tendrían que conformarse por ello por el momento y trabajar desde ahí. Fue una jarra de agua fría para Jenna pero también investigarían a sus familiares y amigos.
Mientras tanto, lejos de allí, el padre de Tn preparaba un ramo de flores para su esposa. La cambiaba cada tanto, le gustaba adornarlo a su gusto, así sentía que era más bonito. En los ratos libres los pasaba con Mark jugando al ajedrez quien se convirtió en un buen apoyo junto al resto de familia. Estuvo días muy mal por el intento de asesinato de su hijo.
—Ha quedado precioso—dijo mientras sacaba unas fotos—espero que te gusten mi amor...te echo mucho de menos—suspiró, se quitó las lágrimas y se estiró un poco.
El timbre de la puerta sonó.
—Por fin llega Mark, tenemos que jugar esa partida de ajedrez—miró la libreta, cincuenta a cincuenta, iban empate.
Fue hasta la puerta para abrirla.
—Ya era hora de que llegases Mark—se quedó parado—¿quién eres tú?—no era Mark, sino un extraño.
El sonido de un disparo sonó poco ya que fue amortiguado por un silenciador. El hombre sintió algo en su cuerpo, al bajar la mirada vio un pequeño quemazo en su cuerpo que poco a poco se iba tornando de color rojo. La boca tenía un sabor raro. Luego, el hombre cayó al suelo mientras veía al responsable alejarse por completo.
Intentó pedir ayuda, se arrastró por el suelo hasta quedarse tendido pero apoyado en la pared mientras se apretaba la herida para evitar una hemorragia mayor. En su intento de levantarse agarrándose a una de las mesas, tiró algunas piezas del tablero de ajedrez, el rey había caído y ya no era blanco, sino rojo por la sangre.
Su vista empezaba a nublarse, veía las flores que le había preparado a su esposa. Tras unos parpadeos le pareció ver a su esposa, o su fantasma. La mujer estaba igual de hermosa que en vida. Ella le sonreía y se agachó delante suyo para tomarle el rostro y darle un pequeño beso en la frente.
—¡Señor!—escuchó una voz gritando desde lejos.
La figura fantasmal de ella desapareció y vio a Mark correr hasta él cuando sus ojos...se cerraron.
Jenna regresaba a la habitación de Tn cuando lo vio con una cara de asustado, volteó a mirarla y ella le preguntó que ocurría temiendo lo peor. El teléfono cayó a la cama y de su boca apenas podía salir algo cuando ella miró la televisión que estaban dando la terrible noticia.
La situación pasó de ser de miedo...a ser de terror.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
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