43-Lágrimas...
Oscuridad...dolor...ruidos...todo eso era lo que era capaz de percibir Tn. Recobraba el sentido, era como un mal sueño, un fuerte dolor en el costado, era muy real ese dolor...demasiado. Por unos instantes fue capaz de abrir los ojos para ver de donde procedía ese ruido. Vio la figura de Jenna, o mejor dicho, sus hermosos ojos. Fueron solamente unos pocos segundos donde el parpadear le permitió verla antes de cerrar de nuevo sus ojos.
Despertó en mitad de la nada, todo era oscuro, frío...sentía una soledad que no era normal, se veía a sí mismo rodeado de la oscuridad.
—¿Esto es un sueño?—preguntaba mirando a todos lados—solamente puedo verme a mí mismo.
Intentaba correr en alguna dirección, pero era inútil, sus piernas no respondían y era capaz de dar un solo y simple paso. Los nervios por esa horrible sensación empezaron a apoderarse de él, sentía su corazón palpitar fuertemente hasta tal punto que parecía que se le iba a escapar del pecho. No era normal esa sensación y solamente deseaba despertar.
Una tenue luz diminuta apareció a escasos metros suyo. Le cegó durante unos momentos cuando vio que fue adoptando una forma humana.
—Ha pasado mucho tiempo...—dijo en un tono suave.
—¿Mamá?—preguntó extrañado—un momento...¿estoy muerto?.
—No hijo no...pero casi...y están tratando de salvarte la vida—una silla apareció de la nada y se sentó—siéntate aquí—otra silla apareció.
Ahora podía caminar y lo hizo, se sentó a su lado. Era un sueño demasiado real, pero...recordó por unos momentos el sonido de una pistola, un coche...breves escenas aparecían en su cabeza como cuando la televisión empieza a fallar y muestra imágenes completas durante un instante antes de fallar de nuevo.
—Te dispararon hijo mío...mi pobre chico...—le acarició la cara—has pasado por mucho.
—Mamá...yo...
—No hace falta que digas nada, te he estado observando—esbozó una leve sonrisa—y estoy muy orgullosa de ti, del hombre en el cual te has convertido...aunque debes tener cuidado de no ser padre tan pronto—cambió su tono a uno de picardía—habéis aprovechado vuestro tiempo libre.
—¿Nos has espiado?—preguntó él completamente rojo.
—No tonto, nunca haría algo así, solamente quería ver tu reacción
—Siempre has sido chismosa como Enid.
Su madre le dio una colleja haciendo que se quejase.
—¡Eh, eso duele!—replicó sobándose la nuca—aunque...nunca pensé que diría esto pero...los he echado en falta tus collejas.
Se echaron a reír los dos, como siempre hacian cuando ella estaba viva. Fue entonces cuando el cuerpo de Tn empezó a desvanecerse lentamente.
—En cierto modo estabas entre la vida y la muerte...he venido para ver si venías conmigo o regresabas al mundo de los vivos—dijo—parece que vivirás más tiempo, eso me reconforta.
—Te voy a echar de menos mamá...
—Y yo a ti, cuida de tu padre y dale un abrazo de mi parte. Y la próxima vez vez que vayas a visitarme lleva unas rosas azules...eran mis favoritas. Adiós hijo.
—Adiós madre...
Como un viaje a toda velocidad, Tn abrió los ojos y empezó a respirar muy fuerte.
—¡Salvado!—exclamó el doctor haciendo que todos dieran saltos de alegría—chico, ¿me oyes?—preguntó mirándolo.
Tn apenas podía hablar así que solamente asintió.
—Me alegro, has estado a nada de morir, pero eh—lo tomó de los hombros—tranquilo, sigues aquí chico...solo necesitas descansar.
Al menos pudo mirar alrededor suyo vio un montón de máquinas conectadas a él. Realmente había estado al borde de la muerte.
Tras unos instantes, pudo cerrar los ojos porque el cansancio que sentía era increíble. Eso unido a la medicación que le habían puesto para evitar daños mayores y toda la operación.
Jenna estaba llorando afuera junto a sus padres que intentaban consolarla. Al salir el médico, se acercaron para saber el estado de Tn.
—Se encuentra sano y salvo—eso generó un suspiro de alivio en ella—solamente necesita descansar. Ha sido complicado, ha estado a nada de morir, por fortuna todo ha salido bien.
—¿Podemos entrar a verlo?—preguntó ella.
—Lo siento pero no, está inconsciente y debemos revisarlo. En un par de horas podrá, entiendo que quiera verlo pero necesitamos asegurarnos de que todo está bien.
Ella asintió, deseaba verlo, pero con saber que estaba bien le bastaba por el momento. Fueron a casa a comer algo, ahora que Tn estaba a salvo, podía comer tranquila porque durante todas esas horas de angustia, había tenido el estómago cerrado.
—Bueno, debemos comer—dijo su padre sirviendo la comida.
—Si, y tranquila mi pequeña—comentó su madre—Tn está ya a salvo.
—Si, y lograremos dar con el malnacido que le disparó—cortó un trozo de carne con fuerza—va a pagar haber hecho algo tan horrible.
—No pienses en ello ahora Jenna—el hombre no quería que pensase en eso después de todo lo ocurrido, solamente quería su bienestar.
Todos estuvieron comiendo algo más relajados mientras aguardaban a la hora para poder ver a Tn. Y finalmente, llegó, a la pelinegra se le hizo eterna la espera. Así que para pasar el tiempo más rápido llamó a Emma, pero sobretodo, porque era amiga de Tn y deseaba decirle que estaba bien. La noticia de que el actor había sufrido un intento de asesinato no se hizo esperar y muchas personas mandaron sus mejores deseos.
Cuando entraron, lo vieron despierta, aún seguía débil, pero lo más importante, seguía con vida. Enseguida le dio un abrazo mientras derramaba lágrimas. Él como pudo la rodeó con sus brazos y ella sollozaba. Creyó que le iba a perder.
—¿Cómo te encuentras?—le preguntó tras separarse y secarse las lágrimas.
—He...estado...mejor—aún le costaba el poder hablar.
—Tranquilo, ya pasó todo.
Los padres de la actriz se fueron presentando, les hubiera gustado conocerlos en otras condiciones pero no se podía hacer nada al respecto.
Tras un rato y ver que se encontraba bien, les dejaron a solas. Jenna ya algo mejor, más tranquila por todo lo sucedido, se puso a contarle algunas cosas y de paso, hizo videollamada con Emma y el resto del reparto para que viera que estaba bien. Tomó el teléfono de Tn para avisar a Mark. El padre de Tn estaba con los ojos rojos de haber llorado pues pensó que lo perdía y estuvo a punto de pillar un avión.
Por suerte, todo había quedado en un susto. Mientras hablaba con cada uno de sus amigos y familiares, Jenna no le soltó la mano.
—Gracias...—susurró aún con el respirador puesto.
—No ha sido nada...sabes que no te abandonaría—le dio un beso en la frente—estoy aquí contigo, y eso es algo que nadie cambiará.
Tn poco a poco se fue quedando dormido, pero en ningún momento Jenna dejaría de sostener su mano. El silencio de aquella sala ahora no le parecía tan malo, el único ruido eran las máquinas que mantenían con vida a Tn hasta que se repusiera un poco más de su herida.
Jenna pasó de derramar lágrimas de dolor a lágrimas de felicidad por verlo sano y salvo.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
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