Capitulo 25
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
--¡Mi bella!--Indra rodeó posesivamente la cintura de su amada. Disfrutaba mucho tenerla cerca y no se percató de las miradas que atrajo con esa muestra de cariño—Quédate a mi lado el resto de la noche—le pidió cerca del oído, logrando que la piel de Hinata se erizara.
—Entonces no te vuelvas alejar—le respondió sonriendo y ambos se dirigieron a las mesas para dar inicio a la cena.
Durante la cena se habló sobre la próxima boda de Ino y Shisui, pero había algunas personas que no prestaban atención a ese tema, puesto que sus cerebros se mantenían atascados sobre la próximas decisiones que debían dar. Por ejemplo, Itachi y Madara, quienes veían el melancólico semblante de Sasuke mientras seguía cada paso que daba Hinata junto a Indra. Sakura quien era la manzana de la discordia, se mantenía al pendiente de Sasuke y Sarada sentía la culpa recaer sobre ella.
—Ahora regresó... voy al baño—aviso la ojiperla al Otsutsuki. Ella ya había estado en la mansión de Izuna con anterioridad, así que sabía bien a dónde dirigirse, la única diferencia era que en el pasado, visitó ese lugar acompañando a Sasuke y ahora lo hacía por su mejor amiga, acompañada del hombre al que aprendió amar, el hombre que logró sanar su corazón.
Saludo a las empleadas encargadas de ayudar durante la cena y les indico hacia donde se dirigía.
Minutos mas tarde, se arregló el vestido, también el cabello y el maquillaje frente al espejo. Terminó de lavarse las manos y salió dispuesta a regresar con Indra. Se acercó a la salida que conducía al jardín y suspiró recordando lo dicho por Kaana acerca de Indra ¿sería cierto que se sentía inseguro? Negó con la cabeza y se apresuró para permanecer con él.
—¡Hinata!—la chica se estremeció al encontrarse de frente con quien menos deseaba, no, estando Indra presente.
—¡Hola Sasuke!—lo encaró y se hizo a un lado para pasar—Con permiso—el azabache respondió una llamada telefónica alejándose del ruido y fue entonces que vislumbró a la ojiperla regresando hasta los invitados. Sin pensarlo dos veces la llamó, ese era el momento adecuado para pedirle hablar con ella. Necesitaba explicarle lo que le confesó Sarada, necesitaba pedirle perdón por haberla juzgado.
—Espera Hinata—la joven se detuvo no muy convencida—Necesitó hablar contigo ¿crees que podamos vernos en algún lugar?—la ojiperla apretó la tela del vestido debido a la ansiedad que le producía estar frente a él. Inevitablemente, todas las vivencias volvían y a pesar de haber muchas buenas, la mayoría se veían empañadas con los tristes días que tuvo que aguantar. Era por demás, estar cerca de Sasuke, le producía sentimientos que no quería volver a vivir.
—No lo creo y será mejor que no nos vean juntos.
—Temes que tu acompañante nos vea ¿no es cierto?—aunque trató de mostrarse en buena disposición, no logró dejar a un lado la molestia que le causaba verla preocupada por ese imbecil oportunista.
—En primer lugar, Indra no es mi acompañante, él es mi pareja, mi novio... y en segundo lugar, no es por mi novio que temo ser vista, sino por tu esposa, la mujer que amas y por la que siempre estuviste dispuesto a todo—había reproche en su tono de voz, pero la molestó mucho que se refiriera así a su relación con Indra.
Sasuke suspiró sabiendo que había cometido un error, pues se suponía que iba disculparse, no a poner las cosas peores.
—Lo siento, pero yo aún no me puedo hacer a la idea de verte con él. Todavía no se en que momento se acercó tanto a ti como para entrar en tu corazón—aún le costaba mucho asimilar que ella estaba con alguien que no fuera él y no sólo eso, sino que tenía que ser precisamente con Indra. Ese tipo no era capaz de amar a nadie, no en balde lo conocía desde mucho tiempo atrás.
—Como ya lo dije antes, fue simple... él estuvo conmigo cuando mas lo necesitaba y desde entonces, no me puso en segundo plano, Indra ha demostrado con hechos que soy la única mujer en su vida y no hay nadie ocupando una parte de su corazón. Con él, yo no tuve que esforzarme por luchar contra un fantasma—decreto cien por ciento segura de sus palabras, lo cual molestó mas al Uchiha—Supongo que ahora te queda claro como fue que él logró llegar hasta donde estuviste tú y ahora si me disculpas, debo regresar—el azabache se maldijo por desviarse del tema que debía tratar con ella.
—Espera, como ya te lo dije, necesito hablar contigo y lo que diré, no tiene nada que ver con nuestras parejas sentimentales—ella se quedó parada en espera de que hablara—¿podríamos vernos mañana? Te aseguro que no voy a demorar mucho.
—No tiene caso, después de todo, lo que pasó entre nosotros es parte del pasado y como tal, debemos dejarlo atrás.
—Es algo delicado y este no es el lugar adecuado para hacerlo... por favor, acepta reunirte conmigo mañana—ella se quedó pensando por un momento. Sabía que Sasuke no iba desistir y por otro lado, Indra podía malinterpretar dicha reunión.
—Esta bien, pero...—la joven se arrepintió de inmediato—Pensándolo bien, es mejor que no, si tienes algo que decir hazlo aquí, después de todo, ya removimos el pasado y no veo porque no puedas continuar—Sasuke se frustró. Por un momento creyó que ella accedería, sin embargo, continuó declinando la propuesta.
—¡Sasuke!—ambos miraron en dirección a Sakura, quien los veía como si los hubiera encontrado besándose, pero para la ojiperla, eso no fue lo peor, ya que tras Sakura, se hallaba Indra. Él no mostraba nada en su rostro, como lo mostró Sakura, sin embargo, su mirada demostró que estaba muy molesto con la cercanía entre ambos—¿Que haces aquí con ella? ¿Acaso quieren recordar viejos tiempos?
—No digas tonterías Sakura—el azabache se molestó con las insinuaciones de su esposa y al ver como se puso Hinata mientras veía a Indra, lo hizo sentir culpable por ponerla en esa situación—Nosotros nos encontramos aquí por casualidad, no hay segundas intenciones, así que no inventes lo que no es.
—¿Que no inventé dices?—repitió la pregunta.
...
la Haruno estaba muy molesta y no hizo nada para disimularlo. Indra por su parte, se entretuvo conversando con Hashirama en ausencia de Hinata, no obstante, se percató de que ya tenía un tiempo considerablemente largo desde que ella se fue. Todo marchaba bien, hasta que escuchó a Sakura preguntando por el paradero de Sasuke. Se disculpo con el Senju y se levantó de la silla para buscar a su novia, pero apenas lo hizo y la mujer de cabello rosado lo abordó.
—¿Donde está Hinata?—el Otsutsuki frunció el ceño ante la inesperada pregunta.
—Dijo que iba al baño—la miró negando mientras sonreía.
—Que casualidad ¿no cree?
—No entiendo a que se refiere.
—Que su novia no esta con usted y mi esposo no aparece... estoy segura que están juntos y ahora mismo lo voy a comprobar—pensando que ella se equivocaba, se quedó inmóvil por unos segundos, sin embargo, las dudas lo invadieron y optó por seguirla, total, no tenía nada que perder. Miró a la Haruno parada cerca de la entrada mientras veía en todas las direcciones y no pudo evitar sonreír al pensar que se había equivocado.
—Usted se equivoca, ellos no están juntos ¿que sentido tendría que lo hicieran aquí?—la pregunta era mas para darse tranquilidad, que para apaciguar a Sakura, quien lo ignoró y se dirigió al pequeño pasillo que daba al vivero.
—¿Aún piensa que estoy equivocada?—el corazón del varón latió irregularmente. A unos pasos de la salida trasera de la mansión, se encontraba la mujer que amaba hablando con el que fue su ex esposo. Aunque no mantenían contacto físico y tampoco se veían divertidos, los celos no lo dejaron razonar con claridad y para cuando logró recuperarse, Sakura ya estaba frente a ellos acusándolos de revivir el pasado.
Hinata se vio ofendida con las acusaciones, pero cuando sus plateadas orbes se encontraron con las suyas, su semblante cambió a uno de culpabilidad. No podía especular sin antes hablar con ella, sin embargo, lo único que deseaba era romperle la cara al Uchiha y sacarla de ahí para exigirle explicaciones.
—Responde ¿porque están juntos aquí? ¿Porque tienen que hablar en la clandestinidad donde nadie puede verlos?—Hinata se sintió abochornada ante las acusaciones de Sakura, pero lo que en realidad la estaba turbando era no saber que pensaba Indra ¿será que también él pensaba lo mismo que Sakura?
—¡Aquí están!—Obito se acercó a ellos—Los novios darán el agradecimiento por venir a celebrar con ellos y sólo faltan ustedes—sin decir nada, Indra se acercó y tomó el brazo de Hinata para llevársela con él, dejando al matrimonio atrás.
Se sentaron en la misma mesa que estuvieron ocupando anteriormente. Ashura y Kaana estaban con ellos, de manera que la chica no pudo darle las explicaciones correspondientes a su novio y se sentía muy mal al saberlo inseguro de ella.
—¡Atención a todos!—Shisui tomo la palabra y cada uno de los invitados recibió una copa de vino para brindar—Mi futura esposa y yo, les estamos muy agradecidos de formar parte de nuestra cena como despedida de solteros... Nos llena de satisfacción contar con cada uno de ustedes y esperamos verlos de nuevo en nuestra boda.
—¡Salud...!—Izuna levantó la copa después de hacer la exclamación y todos lo imitaron. Los vítores y chasquidos de cristal contra cristal, resonaron coronando la bonita noche de la pareja.
—Nosotros nos marchamos, me dio mucho gusto saludarlos linda—Kushina y Minato se acercaron a Hinata y se despidieron de ella, al igual que de Indra. Los siguientes fueron Ashura y Kaana, quien se sentía cansada a consecuencia del embarazo.
—¿Podemos irnos ya?—Hinata finalmente encaró al Otsutsuki y él se comportó como si nada hubiera pasado, hecho que le causaba mas ansiedad—Entonces me despediré de mis amigas—ambos se acercaron a Ino, Shisui, Tenten, Naruto, Neji y Karin, para despedirse.
Caminaron en completo silencio y de la misma manera, Indra abrió la puerta de su auto para que ella subiera. El camino no fue diferente y el silencio estaba trastornado el juicio de la joven. Sin atreverse hablar, optó por dejar que la llevara a casa de su tío, pues estando las cosas como estaban, dudó que él quisiera permanecer por mas tiempo con ella, no obstante, el Otsutsuki no condujo a la mansión Hyuga, sino que se dirigió a la suya.
Ella lo miró abrirle la puerta y decidió que ya era hora de romper el silencio. Lo encaró antes de bajar, pero él seguía imperturbable.
Indra se sentía conmocionado con la situación y optó por fingir que todo estaba bien frente a los invitados de la cena, aunque por dentro estaba quemándose a fuego lento por los celos.
Durante todo el camino en coche la veía por el rabillo del ojo y sabía que estaba muy nerviosa por lo que le diría, sin embargo, no quiso hacerlo hasta estar en la privacidad de su hogar, donde nadie los pudiera escuchar. Entraron y cerró la puerta dejando a sus guardias atrás. Ese era el momento de comenzar con las explicaciones.
—Y bien ¿que sucedió entre Sasuke y tu? ¿Porque fingiste ir al baño para hablar con él?—los cuestionamientos hirieron a la chica, ya que ella no había hecho nada para merecerlos—Respóndeme Hinata ¿que tanto hablaban ustedes dos? ¿Es que aún lo amas?—la ojiperla derramó las lágrimas que estuvo conteniendo, pero escucharlo llamarla por su nombre y no de la forma en que siempre lo hacía, le dolió en lo mas profundo.
—Yo no mentí cuando dije que iba al baño—le dijo intentando no tartamudear—pero cuando regresaba, me encontré con él e insistió en que quiere verme para hablar de un asunto importante... por supuesto me negué, sin embargo, él continuó pidiendo darle unos minutos y yo... yo no se como puedes dudar de mí, creí que durante todo este tiempo había demostrado lo mucho que te amaba—sus confesiones lograron que Indra se conmoviera y al verla ofendida mientras lloraba, se golpeó mentalmente por dudar de ella.
La abrazó sin importarle que ella se resistía—Perdóname mi bella—apenas lo escuchó, dejó de forcejear, aunque aún se encontraba muy decepcionada por sus dudas—Se que soy un imbecil, pero temo tanto que de pronto decidas abandonarme para volver con él—con sus grandes manos, le levantó el rostro para que lo viera a los ojos—Todo este amor, todos mis sentimientos hacia ti, son nuevos y ante lo poco que sé, temo perderte... si eso pasa me destruirías mi bella—le limpió los restos de lágrimas con sus pulgares y ella no dejó de verlo en busca de la verdad. Las oscuras orbes le indicaron que él no mentía. Después de todo, Kanna tenía razón, Indra se sentía inseguro ante Sasuke y ella dio pie a que sus celos crecieran tomando el control.
—Soy una mujer que no perdona una infidelidad, por lo tanto, no le haría a otra persona, lo que no tolero para mí. Yo te amo y aunque no me correspondieras, no cabría la posibilidad de regresar con Sasuke, él se encargó de arruinar el amor que yo sentía, así que ni divorciándose de su esposa, contemplaría la idea de regresar a lo que ya vivimos y lo cual, independientemente del regreso de su esposa, no estaba funcionando—el abrazo del varón se hizo mas fuerte.
—Perdóname, nunca debi dudar de ti y te prometo que no volveré hacerlo—sin mas, se sentó en el sofá con ella sobre sus piernas—¿Me perdonas por hacerte llorar?—ella comprendió que para un hombre como él, debía ser muy difícil exponer sus dudas e inseguridades frente a los demás y minutos atrás lo hizo con ella. Ese acto la hizo admirarlo mas de lo que ya lo hacía.
Ella no respondió y en su lugar lo besó en los labios de manera suave. Quería trasmitir calma—Te amo—esa declaración fue muy significativa para Indra, pues dejaba claro que si lo perdonaba y encima lo besaba. No pretendía asustarla, pero tampoco pudo contenerse y literalmente la desnudó sin delicadeza. Quería poseerla y dejar claro que era a él a quien le pertenecía.
—Me has vuelto loco por ti—le dijo entre jadeos al mismo tiempo que rompió las bragas y el sostén. Hinata sintió que el corazón le latía irregularmente y por momentos le temía, no obstante, también la excitaba. Estaba entre dos sentimientos que la hacían mojarse ante la expectativa de lo que estaba por venir, por lo que con sólo ver las oscuras orbes del varón sobre su cuerpo desnudó, la hicieron gemir de placer. El Otsutsuki se deshizo de sus prendas y con avidez la colocó sobre el sofá acomodada de espaldas a él, descansando el pecho femenino sobre el descansabrazos. El se colocó tras ella y palpó su hombría sobre la feminidad de la ojiperla. Estaba seguro que aún no estaba completamente lista, pero ya no logró esperar por mas tiempo y de una fuerte estocada, se hundió por completo en ella.
La joven jadeo fuerte debido al dolor que causó la brusca intromisión. El Otsutsuki le dio un poco de tiempo mientras bajó lentamente hasta su oído para decirle palabras de amor, al mismo tiempo que sus manos se encargaban de darle atención a los senos y la vagina. Ella cambió el jadeo doloroso, convirtiéndolo en sensuales gemidos que enloquecieron a Indra.
Una de las manos del Otsutsuki se acomodó en el sofá para comenzar las embestidas. A pesar de estar siendo rudo, le besaba el cuello y los hombros con cariño.
La gran mansión acostumbraba al silencio, fue inundada por los sonidos húmedos que hacían los dos cuerpos, aunado a los gemidos, jadeos y sin olvidar el sofá haciendo fricción contra la pared.
Esa noche tras la espontánea entrega en la sala, se fueron a tomar un baño de burbujas donde la principal intención era relajarse.
—¿Estás bien mi bella?—la ojiperla descansaba la cabeza sobre el hombro del varón.
—Si—le respondió dándole un beso en el cuello. La joven sonrió al notar como el corazón del varón se aceleró con ese simple acto—¿Aún está disponible el ofrecimiento de vivir aquí?—Indra de inmediato reaccionó y le dio la vuelta dejándola ahorcajadas sobre el. Necesitaba saber si había escuchado bien.
—Por supuesto que sigue disponible ¿porque me lo preguntas en este momento?—el varón tenía el ceño fruncido, mientras que ella le daba una sonrisa seductora.
—Porque quiero hacerlo ya... desde hoy, quiero vivir contigo y día a día me encargaré de demostrarte cuanto te amo—a pesar de saber que lo estaba haciendo prácticamente forzada por lo sucedido con el Uchiha, Indra no iba desaprovechar esa oportunidad. La decisión de Hinata lo hizo sentir eufórico y no pensaba disimularlo.
—¿Estas hablando en serio?—ella asintió sin dejar de sonreír—Entonces mañana mismo iremos de compras, necesitamos comprar todo lo que te haga falta para que sientas este lugar como tu hogar... Todo lo que poseo es tuyo y puedes realizar los cambios que desees—el pecho de la chica se calentó y sintió ganas de llorar. Él le estaba ofreciendo hacer lo que quisiera sin necesidad de preguntar. A pesar de no pretender hacer nada, ese ofrecimiento significó mucho mas de lo que Indra pudo ser consciente.
—Cada día me convenzo mas de haber tomado la decisión correcta al estar contigo... eres lo mejor que le ha pasado a mi vida y estando a tu lado, siento que estoy en casa, en familia.
—¡Mi bella!—el Otsutsuki la abrazó fuerte. Ella lo desarmó con esas palabras y se prometió que cada día se convenciera más de haber tomado esa decisión.
[...]
—Basta Sakura... estoy cansado de tus arranques—gritó Sasuke al bajar del auto. Durante todo el camino de regresó, la fémina no dejó de estarle reclamando haber estado junto a Hinata. A ella no le importó la presencia de ambos niños, quienes escucharon todo sin decir nada.
—Mis arranques son consecuencia de tu acercamiento con esa golfa.
—Mamá por favor—Sarada se estremeció al escuchar como su madre llamo a Hinata frente a Taro, quien ya había derramado un par de lágrimas—no hables así de ella, no frente a mi hermano, él no entiende este tipo de temas—Sasuke sintió un nudo en la garganta al mirar a sus niños. Ellos resultaron muy afectados por el comportamiento de su esposa.
—Tu no interfieras Sarada y entren de una vez—les gritó a ambos niños.
—Vayan adentró cariño, no se preocupen por nada—a regañadientes, los chicos entraron a la mansión, dejando atrás a sus progenitores—Que demonios te pasa ¿eh? ¿Con que derecho me pides explicaciones cuando tú no eres capaz de decir donde pasas las horas luego de tu turno?
—No mezcles esas cosas, que no tienen ninguna relación—replicó sin demora.
—Estoy harto de esto y encima no te limitas a dejar los niños fuera de nuestros conflictos ¿acaso no vez que los hieres cada cuando te expresas así de Hinata?—reprochó molesto por la actitud de Sakura.
—¿Crees que me importa defender la imagen de esa maldita ofrecida? Al parecer no la has olvidado.
—Creó que es momento de tomar una decisión—la fémina se turbó al presentir lo que iba a decir.
—¿A que te refieres?
—Me refiero a que debemos pensar seriamente en el div...—antes que Sasuke terminará lo que pensaba decir, Sakura fingió un desmayo. El azabache corrió a sostenerla y se apresuró a entrar con ella en brazos—¿Sakura?—la llamó al recostarla sobre el sofá.
—¿Que le pasó a mamá?—Sarada llegó corriendo y se asustó al ver la situación.
—No lo se, de pronto se desmayó mientras hablábamos—Taro se acercó y al ver todo, corrió por alcohol—llamaré un médico—decreto el Uchiha mayor y al escucharlo, milagrosamente, Sakura comenzó a reaccionar, fingiendo que el alcohol le estaba haciendo efecto.
—¿Te sientes bien mamá?—la preocupación de la chica se reflejó en su rostro, después de todo, ella seguía siendo su madre.
—Ya estoy mejor, sólo fue un mareo—se frotó la frente con el ceño fruncido, pero en sus adentros, sonreía sabiendo que había logrado aplacar el impulso de Sasuke sobre pedirle el divorcio.
...
Los días que siguieron fueron eternos para Itachi y para Madara, sin embargo, la espera valió la pena y las pruebas para exponer a Sakura estuvieron casi completas. Lo único que aún se desconocía, era el paradero exacto donde permaneció durante los cinco años de ausencia, aunque Indra ya tenía la mayor parte de las pistas.
—Esto es perfecto, mañana mismo hablaremos con Sasuke—declaró Itachi.
—Preferiría que fuera hoy mismo, pero respetaré tu decisión—añadió Madara, aunque su intención era convencerlo de hacerlo esa misma noche.
—También quisiera hacerlo hoy mismo, ya que con sólo ver a esa mujer, me hierve la sangre, pero tengo que pensar en lo que le diré a mis padres, después de todo, no podemos ventilar a lo que Sakura se dedicaba y deberá manejarse como una infidelidad—no podían exponer la doble vida de Sakura, porque al hacerlo, también se tendría que exponer a Sasuke, así que Itachi se había estado formando diferentes hipótesis de como se debía manejar la noticia.
—Lo mejor será que los niños se queden con tus padres... conociendo a Sasuke, no dudará en echarla de la casa apenas lo sepa y por otro lado, tampoco podemos predecir lo que hará Sakura, hemos visto que esa mujer es impredecible y si las sospechas de Indra son correctas, es muy peligrosa—Itachi bufo molesto, pues él también estuvo dándole vueltas al asunto y temía lo que ella sería capaz de hacer al verse descubierta.
—Esta noche hablaré con mis padres y los iré poniendo al tanto—Madara asintió y se despidió saliendo de la oficina de su sobrino, sin embargo, se detuvo en la puerta para mirar a la persona que entraba a la oficina de Sasuke—¿Que te pasa?—cuestionó Itachi, al verlo inmóvil.
—Indra Otsutsuki acaba de entrar a la oficina de Sasuke—el menor dejó de teclear en la computadora y se puso de pie. Ellos no tenían conocimiento de esa visita, por lo cual, no tenía nada que ver con la investigación que le pidieron realizar. Entonces sólo había un motivo por el cual Indra estaba reunido con su hermano y ese motivo, no podía ser otro que Hinata.
[...]
Indra y la ojiperla habían aplazado la mudanza completa de la joven debido a que el Otsutsuki se vio obligado a salir del país por unos días. En cuanto regresó, ella ya estaba lista sin dar marcha atrás, sin embargo, Indra tenía que hacer algo antes.
Durante los tres días fuera del país, estuvo pensando en que era hora de enfrentar al cuervo y aprovechando que no tenía que ir a la corte, se dirigió a las empresas Uchiha.
—¿Le puedo ayudar señor?—la recepcionista de la empresa se sorprendió al ver al Otsutsuki entrando a la recepción.
—Buscó a Sasuke Uchiha.
—La oficina del señor Sasuke esta en el quinto piso—el varón asintió y subió al elevador. No quería pensar en nada que no fuera la conversación que tendrían y por primera vez en mucho tiempo, Indra se sentía inseguro.
Salió del elevador y enfocó a una chica sentada tras un escritorio y para su buena suerte, resultó ser la secretaria del cuervo.
—Buscó a Sasuke Uchiha—soltó sin rodeos.
—¿Tiene cita con él?—la fémina sabía quien era, pero también sabía el agrió carácter de su jefe y no podía dejarlo pasar sin ser anunciado.
—No, pero de todos modos anúncieme—por puro protocolo la chica le pidió el nombre y levantó el teléfono.
...
Sasuke estaba intentando completar sus labores, pero Sakura lo estaba llevando al límite, incluso le resultaba muy difícil compartir el mismo techo y como si su mal humor no pudiera empeorar, no dejaba de pensar en Hinata.
—¿Que pasa?—preguntó sin humor a su secretaria.
—El señor Indra Otsutsuki está aquí y pide verlo... ¿que le digo?—el Uchiha por poco se cae de la silla cuando escuchó el nombre de ese imbecil. No le tenía miedo, como no se lo tenía a nadie, pero no quería escucharlo mencionar el nombre de Hinata.
—Hazlo pasar—de antemano se puso de pie. Estaba preparado para cualquier cosa que trajera ese encuentro no planeado.
—Con permiso—el azabache apretó los puños y la mandíbula, al ver la arrogancia del Otsutsuki—Ire directamente al punto Sasuke... supungo que ya sabes el motivo de mi presencia aquí ¿o me equivoco?
—No te equivocas, ahora dime ¿en que puedo servirte?—al igual que Sasuke, Indra también odio la pose arrogante que tenía el Uchiha.
—Como ya debes saber, Hinata es mi pareja, nosotros incluso ya nos aventuraremos a vivir juntos y por lo tanto, no me gusta para nada la cercanía que tienes con ella... hasta ahora me he mantenido al margen, pero ante las acusaciones que le hizo tu mujer, no pienso quedarme sin intervenir—Sasuke hizo un esfuerzo enorme por no golpearlo ¿cómo que vivirían juntos? Hinata no podía hacer tal cosa, ella era muy recatada y no se mudaría con él sin antes estar casada.
—Como ya lo dije esa noche, nosotros coincidimos donde nos encontraron y respecto a nuestros encuentros, todavía hay algo que debo hablar con ella y por muy tu pareja que sea, es Hinata quien decide si quiere escucharme o no—respondió de forma retórica. El Uchiha sólo esperaba que su rival perdiera el control para irse a los golpes contra él y así aplacar la molestia que tenía por dentro—¿Acaso te sientes inseguro de nuestra cercanía?
—Por supuesto que no, yo a diferencia de ti, confío plenamente en Hinata y como bien dijiste, sólo mi bella puede decidir si habla contigo o no y no seré yo quien se lo impida... pero ten en cuenta, que no pienso permitir la exposición a los maltratos de tu esposa.
—¿En verdad es eso lo que te preocupa?
—Todo lo que tenga que ver con ella me importa y por lo tanto, si te urge tanto hablar con ella, yo mismo puedo informarle el lugar que elijas y dependerá de Hinata si asiste o no.
—¿Sólo eso?—cuestionó el azabache con molestia—¿No piensas oponerte? ¿O planeas estar presente?
—¿Porque querría estar presente? ¿No dices que es algo entre ustedes?—Sasuke guardó silencio—Hinata tiene toda mi confianza, pero será sólo por esta ocasión en que yo me mantendré al margen, así que dile todo lo que tengas que decir, porque no habrá otra ocasión... Mañana se mudará a mi hogar, por lo tanto, te será mas difícil coincidir con ella—el Otsutsuki se preparó para marcharse—te recomiendo que aproveches y la busques hoy—sin decir nada mas, salió dejando al Uchiha mas enfadado que antes.
[...]
Hinata salió de la escuela y antes que lograra llamar a Indra, apareció Sasuke frente a ella.
—Estoy aquí para invitarte un café y no me ire sin que aceptes—decreto Sasuke. La chica miró en todas las direcciones, ella no quería tener otro conflicto con Indra.
—No quiero que alguien pueda vernos y malinterprete las cosas—obviamente se refería a las parejas de ambos.
—Si temes por Sakura, no hay manera de que nos vea... y si lo dices por Indra, no tienes nada de que preocuparte, ya que fue él mismo, quien me fue a buscar para que viniera a verte—la ojiperla abrió la boca si dar crédito a lo que escuchó. El Uchiha aprovechó y la guió hasta la pequeña cafetería que estaba al cruzar la calle de la escuela.
Se sentaron en una de las mesas mas apartadas y Sasuke pidió dos cafés, uno negro sin azúcar y el otro con todo, acompañado de rollos de canela. Hinata aún estaba pasmada por la actitud de Indra, tanto así, que lo único en su mente era arrojarse a sus brazos y quedarse ahí por mucho tiempo. No fue hasta que sintió el olor a canela, que logró reaccionar del trance.
—Gracias—le dijo a la mesera y sonrió con melancolía. Sasuke recordó exactamente lo que le gustaba. Que ironía, pues lo hizo cuando ya no había nada entre ellos. Hubiera deseado que tuviera un gesto como ese cuando se sentía tan desplazada viviendo con él.
—Se que no será fácil volver a verte, por lo tanto, diré lo que me ha estado quemando el pecho desde que lo supe—la ojiperla se mantuvo en silencio sin saber que diría—Sarada habló conmigo y me contó lo sucedido entre ustedes durante el tiempo que estuvimos casados.
—No, no... por favor Sasuke, eso ya quedó en el pasado y no quiero volver a los mismos comportamientos infantiles de los que me culpaste. Si te hace feliz pensar que yo provoque a tu hija, pues entonces créelo, yo no volveré a contradecirla—el azabache sintió que la culpa lo atravesaba.
—No se trata de eso Hinata, déjame terminar... ella me confesó que tú nunca hiciste nada, dijo que su única intención era separarnos y yo caí como un imbecil—la joven se sorprendió y si era sincera consigo misma, nunca creyó que Sarada confesaría lo que hizo.
—Ya veo—dijo con tristeza—de no ser por la confesión de tu hija, aún continuarías con la misma idea... y es que ni siquiera me diste el beneficio de la duda—el azabache agachó la cabeza avergonzado.
—Perdóname Hina, se que te hice mucho daño y que haberme conocido fue lo peor que te pudo haber pasado, pero en cambio yo, yo atesoro ese tiempo como el mas satisfactorio de toda mi vida—sin que ella reaccionara, él le sostuvo la mano y le dio un casto beso en ella—Tarde me di cuenta que tu eras la única dueña de mi corazón... Idealice mi matrimonio con Sakura, como si hubiera sido perfecto y esa falsa creencia no me dejó ver que ya no la amaba y que eras tú quien entró aquí y no creo que logre sacarte—se llevó la mano de la ojiperla a la altura de su corazón, donde ella pudo sentir los latidos.
—D-debo irme—la Hyuga se levantó abruptamente, pero él la retuvo.
—Espera Hinata ¿no piensas decir nada?
—¿Que quieres que te diga?—ella se sintió molesta, pues durante su matrimonio, él se encargó de restregarle en la cara lo mucho que Sakura significaba en su vida y de nuevo la imagen de ambos teniendo relaciones en la cama que ella ocupó, invadieron su cerebro—Es de esperarse que no te crea nada... estoy segura que lo único que te mueve es la culpa por la confesión de tú hija, de lo contrario, seguirías pregonando lo mucho mas mujer que era ella sobre mi—de nuevo el Uchiha no pudo contradecirla y merecía que no le creyera, se lo había ganado a pulso.
—Lo siento tanto Hinata y espero que un día puedas perdonarme.
—Yo ya te perdone Sasuke, hace mucho que yo tuve que cerrar ese doloroso capítulo, de lo contrario, hubiera terminado entre las tinieblas de donde me sacaron, mi familia, mis amigos y por supuesto, la persona que mas influyó en sanar mis heridas, el hombre que me ayudó a perdonar... Indra a quien admiró y respetó por sobre todas las cosas—esa confesión fue como otra puñalada en el corazón del azabache y por desgracia, no había nada que pudiera hacer, pues fueron sus acciones las que ocasionaron lo que ahora sentía—Deja de sentirte culpable por mí, de todos modos ya no hay nada que se pueda hacer y es mejor apreciar lo que tenemos—la miró irse mientras se sentía un perdedor. Su madre tenia razón, terminó arrepentido por su falta de objetividad.
...
Salió de la cafetería minutos mas tarde y condujo hasta su casa. No tenía ánimos de ver a nadie, pero Itachi insistió mucho en que debían reunirse y le avisó que Madara y él, lo esperaban en su hogar. Su hermano dijo que tenían algo de mucha importancia que informarle y decidió ceder. Quizás con ellos podía distraerse un poco dejando atrás la sensación de fracaso.
Itachi se enteró que Darui y Sakura se reunirían esa noche, por lo tanto, adelantó la reunión con su hermano. Se encargó de hablar con Sarada y le pidió ir a casa de sus padres. No les dijo nada a ellos, como tampoco Madara lo hizo. Ya que prefirieron saber la opinión de Sasuke antes de actuar.
—Aquí estoy ¿que es eso tan importante que debía saber?—tío y sobrino se miraron el uno al otro. Itachi asintió y Madara le entregó una carpeta con toda la información, incluyendo fotografías, fechas, nombres y todo lo necesario para no dejar margen de error, incluso añadieron el nombre y la dirección del hotel donde en ese momento debían estar los tortolitos.
—¡Que demonios!—soltó mientras leía.
—Antes que nada, debes saber que ella fue tan descarada al exponerse, logrando que fuera Sarada quien la descubriera.
—AHRRR—como ya lo habían anticipado, Sasuke mostró un brillo rojizo en la mirada, al mismo tiempo que rompía las fotografías colgadas en las paredes y maldecía a Sakura—MALDITA ZORRA... ¿COMO SE ATREVIÓ A DAÑAR A SU PROPIA HIJA?—tomando la hoja donde se hallaba la dirección del hotel, se fue a su despacho y tomó el arma que guardaba en un cajón, intentó salir, pero entre Itachi y Madara lo retuvieron. La reacción de Sasuke superó sus límites y no podían dejarlo salir así, de lo contrario, asesinaría a los amantes.
—Deja de luchar, no te dejaremos salir—advirtió Madara—primero debes calmarte para poder calcular los pasos que debes dar... Con esta información obtendrás un rápido divorcio, con todo y la custodia de tus hijos—el menor dejó de forcejear en cuanto escuchó mencionar a sus hijos, no obstante, los recuerdos se desbordaron y de nuevo, la imagen de Hinata llegó hasta él.
Continuara.
Me disculpo por la demora y por las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin poder verlas, apenas las encontré y las iré corrigiendo. La historia esta a pocos capítulos de finalizar, por lo tanto, me demoró mas en actualizarla, pero si lo haré 😊💕
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