Capitulo 24

Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Indra no dejó que la joven regresará a casa de su tío, total, ella se había quedado dormida y estaba completamente seguro que Hizashi ya sabía que eso pasaría cada vez mas a menudo hasta que lograra que se mudara permanentemente con él.

Suspiro frustrado pensando que pasaría cuando el cuervo quedara libre, pero después de escucharla diciendo que también lo amaba, no creía que la fuera dejar ir, después de todo, Sasuke ya había tenido su oportunidad con ella y para su buena suerte, prefirió a la primera mujer sobre ella, entonces sería absurdo pensar en que al deshacerse de la otra, pretendiera querer a su bella de regreso. Se trataba se convencer a sí mismo, pero al mismo tiempo, la inseguridad de quedarse sin ella lo volvía a dejar en el limbo de sus pensamientos. Si tan sólo pudiera preguntarle directamente, si tuviera la oportunidad de revelarle lo que estaba por venir, sin embargo, no podía. Ella no tenía idea de la doble vida que vivía y si de él dependía, jamás lo sabría.

—¡Mmm¡—la sintió removerse entre sus brazos y cuando la encaró, se encontró preso en esas exóticas orbes fijas sobre las suyas con algo de preocupación—¿Estas despierto?—le pregunto incorporándose un poco para estar mas cerca.

—Si ¿te desperté?—ella sonrió y se recostó sobre su hombro peligrosamente cerca de su cuello, lo cual terminó por prenderlo de nueva cuenta.

—No—le respondió aún adormilada y tratando de adaptarse al entorno—¡Cielos! ¿Que hora es? Debo regresar a casa de mi tío—el pánico se apoderó de ella al percatarse de su error. Se había quedado dormida en la cama de Indra y no le aviso a su tío, por lo tanto, él se preocuparía por su ausencia.

—Son las tres quince—le informó reteniéndola junto a él, al momento de predecir lo que pensaba hacer—y no hay manera de que te deje regresar.

—Pero ellos...—la silenció con un corto beso.

—Ellos nada, yo le envié un mensaje a Hizashi para informarle que no llegarías—la ojiluna se dejó caer sobre la almohada con el rostro sonrojado al pensar en la reacción de su familia—¿Que pasa? ¿Estás decepcionada por tener que quedarte conmigo?—había decepción en su voz al momento de hacer la última pregunta y obviamente ella logró notarlo.

—Claro que no me molesta, es sólo que de pronto me asusté y creí que me iban a estar esperando, pero si ya saben donde estoy, supongo que puedo volver a dormir—a decir verdad, le daba mucha pena estar desnuda junto a él y trataba de no moverse mucho, ya que entre mas lo hacía, mas se endurecían sus pezones debido al contacto con la piel de Indra.

—¿Dormir?—sin esperar respuesta, se subió sobre ella despojándola de la manta que cubría su perfecto cuerpo—Eso quizás lo haremos después—con la boca se dedicó a darle atención a los rosados botones que se habían estado frotando contra él de manera involuntaria y con una de las manos se apoyaba, al mismo tiempo que la otra, bajó hasta la feminidad de su mujer. Sonrió sintiendo la humedad entre sus dedos y se posicionó en el lugar correcto para penetrarla sin dejar de chupar los senos. La ojiperla jadeo de placer aferrandose al respaldo de la cama, al mismo tiempo que arqueo la espalda ofreciéndose sin pretenderlo a la hambrienta boca masculina.

—¡Indra!—ella lo nombró casi en súplica cuando él se hincó sin romper la unión y colocó una de las piernas femeninas sobre su hombro, mientras tomó la otra en busca de llegar mas profundo.

—Eres mía—afirmó entre los intensos jadeos que daba al sentir como su pene era deliberadamente apretado por el interior de Hinata. La inseguridad y al mismo tiempo la posesividad hablaban por él—Dilo mi bella, dime que eres mía y sólo mía.

—S-soy tuya, te pertenezco Indra... ahhh—ella no dudó en obedecer y al verlo satisfecho, pensó que bien valía la pena.

La cordura del Otsutsuki se perdió y extasiado por la declaración, arremetió con más violencia contra ella. Quería demostrarle lo mucho que su persona lo afectaba y ¿porque no? Lo mucho que la amaba—Te amó mi bella—disminuyó los embistes y la movía lentamente encajando en su hombría. Era obsesionante ver su unión, su miembro entrando y saliendo de ese delicado cuerpo y como si la imagen no fuera lo suficientemente erotica, sólo tenía que verle el angelical rostro gimiendo de placer. Hinata lo había enloquecido y entre mas la conocía, su amor crecía como nunca creyó que sería posible, ahora entendía a su hermano, Ashura parecía siempre estar girando alrededor de Kaana. En un principio no lo entendía y con el tiempo, lo fue dejando de lado, pero desde que estaba con su bella, creía que se estaba comportando incluso peor que Ashura.

—¡Indra...!—lo llamó al sentir dolor en sus pezones. Él no había medido la fuerza que utilizó al succionar y morder.

—¿Mmm?—sabía porque lo llamó, pero se hizo el desentendido y sin esfuerzo invirtió posiciones y la dejó sentada sobre él—móntame y has lo que quieras de mí... yo soy todo tuyo—la acomodó sobre su hombría. Hinata se conmovió al escucharlo. Un hombre con ese porte entregándose por completo a ella, le pareció estar soñando. Le tenia tanta admiración, respeto, cariño y lo que cada vez se hacía mas fuerte... amor, si, ella estaba segura que lo amaba y pondría todo lo que estuviera a su al alcance para hacerlo feliz. Desde que lo conoció, Indra siempre la hizo sentir única y cuando lo aceptó, la sensación creció. Estaba tan feliz, que incluso temía estar soñando.

El varón la tomó de los senos mientras la ojiluna comenzó a moverse de manera muy erotica, según la visión de Indra. Ella sostuvo las varoniles manos de su amado y se impulsaba de arriba abajo con la cabeza echada hacia atrás dejándole al varón la convicción de estar con una diosa y es que a pesar de la poca experiencia que tenía la joven, logró enloquecerlo.

—¡Indra!—lo llamó al mismo tiempo que él sentía como ella estaba a punto de llegar—Yo ahhhh—no completo lo que pensaba decir por el descomunal orgasmo que la atrapó. Fue tan poderoso que incluso derramó lágrimas sin siquiera notarlo.

El Otsutsuki la tomó fuerte de las caderas y en poco tiempo, él también terminó. Hinata quedó rendida sobre su pecho y el se dedicó a retirarle el cabello. Ver a Hinata con lágrimas en sus mejillas debido al intenso climax fue lo mas gratificante de esa entrega.
No obstante, siempre fue un hombre con gran apetito sexual, llevándolo a ser rudo durante sus encuentros  y por ende, temió que esas no iban a ser las únicas lágrimas que miraría en esas encantadoras orbes, sin embargo, se aseguraría que siempre fueran causadas por el placer y no por tristeza. Sin romper la unión los tapo a ambos y pronto los ojos comenzaron a cerrarse.

—¡Hinata!—ella gimió bajo como señal de estarlo escuchando...Di que nunca me dejarás... eso era lo que quería pedirle, pero temía que ella lo considerara patético, incluso, él mismo se sentía extraño al querer pedir algo que nunca antes tuvo la necesidad de pedir—Ahora si puedes dormir—la sintió asentir y acto seguido, ya se encontraba en los brazos de Morfeo donde también él se uniría a ella.

...

—¿Como pude quedarme dormida?—soltó la ojiperla la mañana siguiente, al haber olvidado poner la alarma de su celular. La chica casi corría a toda prisa por la espaciosa habitación juntando su ropa mientras un sonriente Indra la observaba desde la cama. Ella aún debía ir a cambiarse de ropa a casa de su tío y el tiempo apenas le alcanzaría para llegar a dar clases.

—¿Lo vez? Debes mudarte conmigo—él también debía ir a encargarse de sus labores, pero su turno comenzaba un poco más tarde—Hoy mismo traerás algo de ropa, porque te garantizo que esta no será la última vez que esto pase—le dijo entregándole el sostén. Como ya lo esperaba, su chica se ruborizó y lo tomó a toda prisa girándose para ponérselo como ya lo había hecho con las bragas. Indra ya vestía bóxers y antes que ella pusiera la última prenda, la beso—Dame unos minutos, yo mismo te llevaré.

—Pero llegarás tarde, será mejor que llame a un taxi—la situación había sido muy vergonzosa para ella, mientras que para él había sido gratificante. Apenas podía esperar para vivir eso a diario y no iba descansar hasta lograrlo.

—Yo entró mas tarde... vamos—sin decir mas, ella lo siguió sin querer ver a los guardias, ya que le daba mucha pena ser vista saliendo con la misma ropa del la noche anterior.

—Hasta luego y gracias por traerme—le dijo ella antes de bajar del auto.

—Luego que termines los deberes con tus amigas te iré a buscar—le dio un último beso antes de dejarla bajar y regresó a su mansión, misma que durante esa mañana se sintió viva y con calor de hogar. Indra nunca antes prestó atención a su soledad, durante el tiempo que llevaba viviendo solo, todo le parecía totalmente normal, pero luego de llevar a Hinata con él, algo cambió dentro de su ser. Ahora la soledad se sentía asfixiante y no quería seguir del mismo modo.

...

Hinata entró esperando no tener que encontrarse con su tío y justo cuando pasó cerca de su puerta, esta se abrió dejando ver a una muy sonriente Yume, no obstante, apenas miró a Hinata y los colores invadieron su bonito rostro.

—Hina yo... puedo explicarlo—la ojiperla sonrió y le dio un fuerte abrazo. Estaba muy feliz de verla así con su tío.

—No hay necesidad de explicar nada, lo importante es que ustedes sean felices—Yume le devolvió el abrazo y no pudo evitar derramar algunas lágrimas. No esperaba menos de ella. La quería como si se tratara de su propia sangre y su aprobación ahora que se sentía tan completa con Hizashi, la llenó de felicidad.

—Sabes que te quiero como a la hija que no tengo y saber que apruebas esta relación, me da mas confianza para enfrentar el momento en que tu tío se lo comunique a Neji—la ojiperla de nuevo quiso reír por la divertida situación. Eran los mayores buscando aprobación del menor y no al revés.

Como en muchas ocasiones lo hicieron en el pasado, Yume entró con Hinata en su recámara y con avidez escogió la ropa mientras ella se duchaba. La mayor sentía una gran alegría al ver que la joven sonreía y se sonrojaba cuando hablaba del Otsutsuki.

Con ayuda de Yume, Hinata terminó rápido y cuando bajo las escaleras, fue recibida por un cariñoso abrazo de su tío deseándole un buen día. Dejando atrás a los tortolitos, finalmente se relajó cuando logró llegar al salón de clases. Pasó el resto del día recordando los acontecimientos de la noche junto a Indra y de nuevo su corazón se aceleraba. Debía preparar algo de ropa y artículos de tocador e higiene personal, tal como se lo pidió antes de dejarla esa mañana.

Su mayor preocupación era su tío, pero luego de la reacción que tuvo al verla, pudo pensar en mantenerse mas cerca de su novio. Quería devolverle un poco de las muchas atenciones que hasta ese momento había tenido con ella.

[...]

Los días habían pasado muy rápido para Ino, quien estaba próxima a convertirse en la señora Uchiha. Aunque habían acordado no hacer un gran evento, sentía que el tiempo se agotaba y ya faltaban dos semanas. Esa noche de Sábado invitaron a casa de Izuna a todos los familiares y amigos de la novia y del novio. No se trataba de algo formal, era mas bien como una despedida de solteros para ambos.

Las chicas le habían ayudado a escoger un hermoso vestido de novia, al igual que el que usaría esa noche. Entre Mikoto y Rin se encargaron de preparar la cena que servirían en casa del novio.

Mientras las chicas de su salón la preparaban, pensó en Hinata y el juez. Ellos al igual que Tenten, Naruto, Neji y Karin, eran de las personas invitadas por ella, incluyendo a la pareja de los Otsutsuki. Como se trataba de algo muy íntimo, tanto Hizashi, Yume, Iruka, Kurenai y su familia, declinaron la invitación y le dijeron que esperarían al día de la boda. Esa noche iba ser inevitable el encuentro de Sasuke y su esposa, con Hinata e Indra. Si bien tenía un poco de temor ante la reacción de su amiga, también moría por verle la cara al imbecil de Sasuke, aunque según escuchó a la propia Mikoto, las cosas entre esa pareja no parecían ir nada bien. No entendía porque, puesto que su mansión parecía un santuario a esa mujer, sin olvidar que apenas supo sobre su regreso y no dudó en abandonar a Hinata, dejándola sola cuando tuvo que atravesar la muerte de Hiashi.

Cada quien se forjaba su propio destino y sin duda, Sasuke eligió a Sakura por sobre todas las cosas, ahora que la mandara santificar. Eso fue lo único que le restó hacer durante su matrimonio con Hinata.

—¡Quien a solas se ríe de sus maldades se acuerda!—exclamó Tenten mientras veía las muecas que hacía Ino y al final se reía divertida.

—Pensaba en lo que sucederá esta noche cuando Hina se encuentre con el matrimonio "perfecto" de Sakura y Sasuke—hizo comillas con los dedos mostrando la reciente manicura.

—También lo he estado pensando y temo que Hina se sienta mal al estar frente a ellos... No porque lo ame, por supuesto que no, sino porque escuche por Naruto que esa mujer es muy impulsiva y dice que desde su regreso es peor que antes.

—Así es, Shisui también me comentó sobre eso y lo único que realmente siento, es al pobre de Taro, él seguramente se pondrá muy triste al verla con otro hombre. Si lo pensamos bien, ese chico fue el único que se portó bien con ella, aún desde antes de estar con Sasuke.

—Tienes razón y por lo tanto, se que ella también sufrirá al verlo sin poder acercarse como antes—ambas se quedaron en silencio pensando en lo mucho que la ojiperla quería a ese niño y las circunstancias se habían encargado de separarlos.

[...]

—¿También iras con nosotros?—Sasuke ya estaba saliendo con sus hijos a casa de Izuna cuando apareció Sakura lista para ir con ellos.

—Por supuesto que iré, después de todo, también formó parte de esta familia ¿no crees?—el azabache rodó los ojos y después de mirar a sus hijos subir a su auto, también lo hizo, sin molestarse en abrir la puerta para su esposa. La verdad, él creyó que Sakura no los acompañaría, lo cual le pareció mucho mejor, pues ya imaginaba que Hinata estaría presente y precisamente a ese detalle, se debía el repentino interés de la Haruno para ir acompañando a su marido.

La pelirosa se enteró por casualidad que la ex de Sasuke iba a estar presente durante esa cena y no dudó en hacerlo también. No dejaría que su esposo se viera a solas con ella, pues no creía que el ocupado juez la pudiera acompañar, o mas bien se negaba a creer que el Otsutsuki estuviera tan apegado a esa mujer, que incluso se presentara con ella a ese tipo de eventos.

—Me sorprende que de pronto quieras ir con nosotros mamá—soltó Sarada desde el asiento trasero.

—No debería sorprenderte, ademas creo que ya es hora de retomar las reuniones familiares, se que he estado trabajando mucho y los he descuidado, pero eso cambiará—tiempo atrás, esa declaración hubiera hecho muy feliz a Sarada, pero en ese momento, la chica ya no sabía que pensar. Miró a un lado encontrándose con las orbes de su hermano, quien escuchó todo sin decir nada.

Arribaron a la mansión algo temprano para ayudar a Shisui en lo que pudiera necesitar. Mikoto, Itachi y Fugaku, ya se encontraban allí y mas autos se veían estacionando, entre ellos el de Obito.

En cuanto entraron, pasaron al jardín trasero donde se llevaría a cabo la celebración. Saludaron a los anfitriones y los chicos corrieron hacia sus abuelos, Sasuke se acercó a Itachi y Sakura se unió a las mesas cercanas a la alberca donde se dispuso a conversar con Rin, aunque la mayor parte del tiempo la pasó enviando mensajes por su celular.

—¡Buenas noches!—la pareja de Kaana y Asuhura entraron sonriendo y saludando. Kushina, Minato, Tenten y Naruto, entraron minutos después seguidos de Hashirama y Mito.

Todo marchaba de acuerdo a lo previsto, sólo faltaban pocas personas, entre ellas Hinata. Tanto Sasuke, como Sarada y Taro, tenían ansiedad por su llegada, aunque por diferentes razones.

Ino se veía preciosa con un vestido color púrpura en corte de sirena y su prometido le hacía juego con un traje negro y camisa del mismo color del vestido. La pareja parecía sacada de una postal y lo mejor de todo, era lo enamorados que se mostraban.

La puerta volvió abrirse dejando ver a Karin sosteniendo la mano del apuesto médico Hyuga. Shisui e Ino los recibieron y los llevaron a las mesas junto al resto de los invitados, donde se dedicaron a saludar.

—Ahora que llegue Indra, les contará de los avances que tiene sobre el caso que le pidieron—le informó Ashura a Madara en el momento que se alejaron un poco de los invitados. El jardín era muy grande y había lugares poco iluminados, por lo tanto, pudieron hablar sin espectadores.

--¿Consiguió algo?—preguntó el Uchiha mientras veía desde lejos a la esposa de su sobrino... en otras palabras, a la mujer en cuestión.

—Aún le faltan detalles, pero créeme, ha conseguido muy buena información.

—No sabes las ganas que tengo de exponerla frente a Sasuke y he tenido que hacer un gran esfuerzo por no hacerlo sólo por no tener suficientes pruebas—realmente Madara se sentía asqueado por el comportamiento de esa mujer ¿como podía haberse burlado de Sasuke de esa forma? No sólo lo hacía con él, no, ella lo hacía con toda la familia y prácticamente los había puesto en ridiculo frente a los contrarios, como era el caso del Raikage, quien debía burlarse constantemente de su familia, especialmente de Sasuke.

—No, aún no es el momento de hacerlo... trata de ser paciente y te garantizo que recibirás tu recompensa—ambos asintieron al mismo tiempo que Shisui y su novia dejaban a Izuna con Hashirama e iban a la puerta principal para recibir a los invitados faltantes.

[...]

Hinata había hecho lo que le pidió Indra y llevó un poco de ropa a su mansión, pero esa noche prefirió dormir en casa de los Hyuga, quería aclarar las cosas con Neji y con su tío, no obstante, el Otutsuki se negó a dejarla sola y la acompaño. Sus deseos eran claros y como tal, así los expuso. Les informo que sus intenciones eran serias como lo dijo desde el principio, así que soltó que quería llevarse a Hinata a vivir con él, antes de dar el siguiente paso.

Neji y Hizashi lo tomaron mejor de lo que ella pensó, lo único que hicieron fue pedirle que no la presionará, que esperará a que la chica estuviera lista para aceptar.

Los días siguientes, se quedo con Indra durante el fin de semana. Para ambos había sido una grata experiencia. El Sábado por la mañana se ducharos juntos después de hacer el amor. Más tarde, Hinata preparó el desayuno y durante el resto del día, el juez se dedicó a mostrarle toda la casa incluyendo la alberca cercana al bonito jardín lleno de flores.

Para Indra era como un sueño verla cocinando con esas sensuales pijamas, al mismo tiempo que la molestaba dándole besos en el cuello. La comida se le había quemado, debido a las actividades que provocó el varón sobre la barra de la cocina. Prácticamente, la tomó en casi todos los rincones de la casa y cuando llegó la noche, Ashura y Kaana se unieron a ellos para cenar. Fue en el momento en que su bella acariciaba el vientre de Kaana con lo ojos brillantes de emoción, que su cerebro comenzó a desear algo, algo que hasta ese momento, no había pensado poder tener, o simplemente, no le daba prioridad.

Lo único cierto, es que Hinata le había dado un giro a su vida y pensar en la posibilidad de embarazarla le dio una cálida sensación en el pecho. Si bien es cierto que iba muy rápido, no es que le importara, si ella estaba feliz, eso era lo único que valía la pena.

El Domingo fue mucho mejor, ya que se levantaron tarde y a la hora de comer, fueron juntos al orfanato con comida para todos. Admirar la sonrisa de la ojiperla entre todos los niños, le había dado vida y cada vez estaba menos dispuesto a perderla, por lo tanto, durante los próximos días, se dedicó a poseerla encargándose de dejar su semilla dentro de ella ¿Obsesivo y egoísta? Quizás si, pero en la guerra y el amor todo se vale, ademas, ella en ningún momento protestó, ni recordó usar preservativos y si ella no lo recordaba, él tampoco diría nada.

Su humor había cambiado considerablemente, incluso en los tribunales, pues desde que su bella complementaba sus días, se permitía saludar a los empleados, no obstante, a la hora de impartir justicia, nada cambiaba y seguía siendo imparcial y justo.

Todo parecía ir bien, hasta que cenaron con Hizashi, Neji, Karin y Yume. Esa noche recibieron la invitación a la reunión en la mansión de Izuna por motivos del próximo matrimonio. Él sabía que inevitablemente se encontrarían con Sasuke y la recién apaciguada inseguridad, volvió a tomar control de sus emociones.

La actitud de Indra comenzó a confundir a Hinata y no entendía a que se debía. Él se mostraba ausente pensativo y ella se preocupó.

—Desde que cenamos con mi familia, te noto distinto ¿pasó algo con ellos que te molestó?—Indra conducía el trayecto a la reunión en casa de los Uchiha y se sorprendió al escucharla.

—No, por supuesto que no mi bella, tu familia me cae muy bien y ahora que se unieron esas mujeres cercanas a ti, hacen mas agradables las reuniones—estacionó junto a los otros vehículos y en lugar de bajar, giró hacia ella. Se reprendió a si mismo por no poder dejar sus miedos de lado, dado que terminó preocupándola.

—Se que no se mucho sobre tu trabajo, pero puedes decirme cualquier cosa que te preocupe, nada me dará mas satisfacción, que poder darte apoyo cuando me necesites—feliz, la abrazo y se permitió colocar la cabeza en el hueco del cuello femenino, para inhalar su siempre relajante aroma.

—Con estar conmigo arreglas mi vida mas de lo que puedes llegar a imaginar... eres mi luz en la oscuridad y no quiero que te preocupes por mí, sólo quédate a mi lado siempre—lo dijo sin calcularlo, pero con ella no le era posible ser el hombre calculador que era con el resto de las personas y ese detalle lo dejaba vulnerable ante su amada.

—Yo nunca me alejaré de ti—Karin y Neji pasaron junto al auto de Indra sin detenerse hasta que llegaron a la puerta principal de la mansión, sin embargo, la ojiperla e Indra todavía no tenían intención de interrumpir la conversación, especialmente Hinata, quien no estaba muy emocionada por encontrarse con Sasuke—a menos que seas tú quien me alejé, no ire a ningún lado—concluyó antes de bajar y arreglar su bonito vestido negro.

Indra le dio la mano y siguieron el mismo recorrido hecho por Neji y Karin—Creó que somos los últimos en llegar—le dijo el Otsutsuki cuando toco la puerta. Hinata se estremeció. Odiaba ser la última y peor aún, la reunión era en honor al próximo matrimonio de su mejor amiga, no debió demorar tanto.

—Estábamos por llamarles—espetó Ino, fingiendo estar molesta al momento de verlos parados en la puerta. Shisui sonrió y los hizo pasar—vamos con los demás al jardín, estoy segura que te encantará—le dijo a la Hyuga, pues ella amaba las flores y el lugar estaba repleto de diferentes tipos de ellas. Ambos siguieron a los futuros esposos volviendo a unir sus manos en el trayecto.

—Ahora si ya estamos completos—las miradas de todos se fueron a Shisui y acto seguido apareció la ojiperla con Indra. Toda la confianza y valentía que Hinata sintió desde que supo sobre esa reunión, desapareció de inmediato al sentirse observada. El varón apretó levemente su mano al percibir inseguridad en la joven. Desafortunadamente, el Otsutsuki atribuyó el temblor a la presencia de Sasuke con su esposa y a pesar de ser por ese motivo, no era por las razones que él creyó.

—¡Buenas noches a todos!—Indra no se inmutó ante las atentas miradas sobre la unión de su mano con la de Hinata y saludó con su siempre aire educado e imperturbable que lo caracterizaba. Los presentes respondieron el saludo, al mismo tiempo que la Hyuga se reprendió de nuevo por no llegar mas temprano.

Kaana se acercó a ellos al notar la incomodidad en Indra. Aunque no lo conocía como Ashura, tenía suficiente tiempo de convivencia para percibir que no estaba de buen humor.

—Lo siento cuñado, pero me voy a llevar a Hina para que nos ayude con un postre—el varón no tuvo tiempo de responder cuando sintió a su amada niña girándose frente a él. Toco su pecho con ambas manos, al mismo tiempo que se apegó diciendo que en seguida regresaba. La forma tan tierna y al mismo tiempo provocativa en que hizo el acercamiento, lo dejó mas tranquilo y vaya que necesitaba estar tranquilo durante el resto de la noche.

—¿Esta todo bien entre ustedes?—Kaana se apresuró a preguntar, llevándola a un lugar apartado para que sólo ella pudiera escuchar.

—A decir verdad, todo había marchado bien, pero desde que cenamos con mi familia él se ve preocupado, no lo se, quizás pensativo... Quisiera poder hacer algo, pero no se como.

—¿Y ya le preguntaste?

—Lo hice cuando llegamos y me pidió no preocuparme, dijo que todo esta bien y que mi familia le caía muy bien—respondió desanimada y sintiendo la pesada mirada de Sakura sobre ella.

—Dime ¿pasó algo mas durante esa cena?

—No que yo recuerde, la cena transcurrió tranquila, incluso, él se veía bien y...—no podía tratarse de la invitación a esa cena ¿o si?

—Recordaste algo ¿no es cierto?

—Esa noche Ino nos llamó para invitarnos a esta cena—ahora todo tenía sentido para Kaana. El siempre seguro de si mismo Indra Otsutsuki, se sentía inseguro de perder a la mujer que amaba. Sin querer, sonrió divertida, mientras que la ojiperla continuó sin entender nada.

—Linda, ese hombre está celoso y se siente inseguro, después de todo, sigue siendo humano—la Hyuga la miró desconcertada ¿Indra se sentía celoso e inseguro? ¿A eso se debía su comportamiento posesivo y distante de los últimos días? No podía ser cierto, ella no le había dado motivos, pero al buscar a su novio con la mirada, se encontró con las oscuras orbes de Sasuke. Él la veía sin reparos y sin disimular. Nerviosa continuó buscando a Indra y también lo encontró escudriñando a Sasuke y a la dirección a donde veía, encontrándose con ella.

—¡Hina! Te he extrañado mucho—el rostro de la ojiperla cambió de inmediato al escuchar la voz de Taro. Ellos no se veían desde mucho tiempo atrás.

—¡Taro... que gustó me da verte!—sin más, los dos se abrazaron con todo el anhelo y el cariño que se tenían, mismo que no pudieron mostrarse desde que dejaron de verse—Cuéntame ¿como te va en la escuela?—Kaana se alejó dándoles privacidad, yéndose con Mikoto y Kushina.

—Me he mantenido en los primeros lugares y hasta ahora no me resulta tan complicando como me resultaba antes—le dijo sintiéndose orgulloso.

—Siempre lo supe, tú solo atravesabas una etapa y una vez que ya lo superaste te convertirás en un genio—ella se alejó un poco para poder mirarlo de nuevo y pronto volvió abrazarlo. Verlo le había traído muchos recuerdos bonitos, pero también los mas amargos y dolorosos, entre ellos, la muerte de su padre.

—El señor con el que llegaste ¿es tu novio?—había tristeza en el tono de su voz y ya podía intuir la respuesta. Desde que su madre llegó, lamentó mucho la salida de la ojiperla y con las constantes peleas que surgieron entre sus padres conforme pasaba el tiempo, volvió a acariciar la idea de tenerla de regreso con ellos, no obstante, al verla llegar con otro hombre sosteniéndole la mano, se decepcionó, él aún era un niño y por lo tanto, no lograba entender la magnitud de los problemas que tuvieron ella y su padre mientras estuvieron casados.

—Si, él es Indra Otsutsuki y desde que lo conocí, prácticamente se convirtió en todo mi apoyo... es un buen hombre y me trata muy bien—la Hyuga se sintió mal al ver sus ojos llenos de decepción.

—Eso quiere decir que ya no volverás a estar con papá ¿verdad?

—¡Cariño...!—le dijo con melancolía y tristeza—Lo que hubo entre tu padre y yo, nunca debió pasar, él nunca dejó de amar a tú madre y ahora ella esta con ustedes, es como tener una segunda oportunidad y debes estar agradecido, después de todo, el aprecio que tengo hacía ti, no cambiará nunca, aunque ya no vivamos en la misma casa.

—Ellos no se quieren, todos los días están peleando y yo creí que con el tiempo tú regresarías con nosotros—la morena se quedó pasmada—Ella ni siquiera se preocupa por nosotros, incluso Sarada ya lo notó—el corazón de Hinata se estrujó al escucharlo, sin embargo ¿que podía decirle para darle ánimos? Hubiera preferido nunca saber nada, ya que estaba segura de no poder alejar la mirada triste de ese pequeño.

—¡Taro!—ambos voltearon al escuchar la voz que llamaba al chico—Te he estado buscando mi amor... ven, vamos con Sasuke... con tu padre, él nos espera—Sakura se paró a unos pasos de ellos y miró a Hinata fingiendo que la acababa de ver—Oh ¿cómo estás? No te había visto.

—Buenas noches señora, sólo saludaba a Taro—Hinata miró a Karin y pronto la Uzumaki entendió la situación y se acercó para sacarla de esa incomodidad.

—Hasta que te encuentro, Rin me pidió que le ayudaras a decidir sobre un postre—la pelirroja ya había saludado a Sakura desde que llegó, así que no se molestó en ser cortes con ella.

—Te veré mas tarde—le dijo al niño y él asintió—con permiso—se inclinó ligeramente frente a Sakura y se fue con Karin.

—¿Que hacías con esa mujer?—le cuestionó su amiga.

—Estaba saludando a Taro y ella llegó a buscarlo—le dijo pensativa—¿Sabes? Taro me dijo que su madre no les presta atención... eso es muy triste, quizás ella trabaje mucho y no le queda tiempo libre—para ese momento, Tenten se había unido a ellas y escuchó lo que dijo la ojiperla.

—Tampoco es que puedas arreglar algo Hina, así que no pienses más en eso. Recuerda que tú ahora tienes alguien por quien preocuparte—Tenten apuntó discretamente hacia donde se encontraba Indra, quien en ese momento hablaba con Itachi y Madara un poco alejado de los otros invitados.

—Lo se—sonrió recordando lo dicho por Kaana, pero luego se sintió culpable por pensar que podía ser la responsable del comportamiento de Indra.

...

Sasuke se había mantenido ausente durante la reunión y ver a Hinata llegando de la mano con Indra destrozó su estabilidad. Desde la confesión de su hija, no dejaba de pensar en los innumerables errores que cometió y uno a uno llegaban los recuerdos de las discusiones que tuvieron mientras vivían juntos. Ella en ningún momento acusó a Sarada de ser la culpable, simplemente negaba las acusaciones. La había llevado al límite y hablarle así frente a ese chico fue una bajeza ¿Como podía perdonarlo luego de portarse como un imbecil? Si bien es cierto que Hinata era muy bondadosa, tampoco era una mártir para soportar todo lo que la obligó a soportar, no obstante, necesitaba hablar con ella, aclarar todo y disculpase. De pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por la llegada de su hijo, quien se veía muy pensativo, incluso triste.

—¡Taro! ¿Te sucede algo?—volteó en busca de Sarada y la encontró sentada con Chocho, quien llegó minutos después de ellos, la misma Sarada la había invitado para tener compañía.

—Salude a Hina—soltó sin rodeos.

—¿Ah si?—cuestionó fingiendo desinterés, aunque por dentro quería saber todo.

—¿Sabes? Le pregunté si el hombre con quien llegó es su novio y me dijo que si—Sasuke sintió que le lanzaron un balde de agua fría. No es que no lo sospechara que pronto lo serían, pero saber que se lo contó directamente a su hijo, lo dejó sin ninguna duda al respecto—Me habló muy bien de él... dijo que desde el día que lo conoció, se volvió su apoyo y entonces supe que ya no regresará con nosotros—Sakura se acercó y comenzó diciendo algo, sin embargo, Sasuke no la escuchó, su único pensamiento era lo último que le dijo Taro.

...

Alejados de ellos, Idra les informaba a los dos Uchiha toda la información que logró recopilar hasta ese momento.

—Entonces es cierto ¿ella fingió su propia muerte y salió del país con su amante?—Itachi ya lo sabía, pero Indra se los estaba confirmando.

—Así es y aquí tengo los números, direcciones y todo lo necesario para contactar a los empleados que se dejaron sobornar... con unas cuantas amenazas, logré que confesaran y están dispuestos hablar con ustedes cuando lo crean conveniente—Indra les envió la información a ambos a sus celulares y continuó—Como ya se los había dicho, averiguar eso no me tomaría mucho tiempo, pero aún estoy en busca de los contactos correctos que nos dirán donde y con quien se mantuvo durante estos cinco años, como también, lo que se dedicó hacer mientras estuvo fuera, aunque debo aclarar, que por lo que he averiguado, llegue a la conclusión de que era ella quien comandaba una de las organizaciones mas violentas de Rusia—ambos Uchiha se quedaron perplejos.

—¿Sakura?—Itachi apretó los puños. De ser verdad, esa mujer era aún peor de lo que imaginaba, ya que se dedicó a culpar a su hermano por haber estado involucrado en el bajo mundo durante su adolescencia y ahora resultaba, que era ella la que estaba al frente de una organización.

—Yo todavía no entiendo ¿porque se escapó? ¿Porque hizo todo esto?—incluso Madara se encontraba buscando las piezas que no lograban encajar.

—Eso... nadie mas que ella lo puede responder—luego de lo dicho, Indra se retiró dejándolos a ellos debatir en lo que debían hacer con esa información. Él quería estar con su novia, ya la había dejado mucho tiempo desatendida y la necesitaba a su lado.

Continuara.

Aquí está otro capítulo de esta historia que ya se acerca a su final. Todavía no se cuantos capítulos salgan, quizás sean tres o cuatro, dependiendo de la cantidad de palabras. Me disculpo por las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, en cuanto las encontré, las iré corrigiendo. Para quienes siguen El cordero y Acorralada, esas serán las próximas actualizaciones, seguidas por La esposa del héroe. La que salga primero 😊💕

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