Capitulo 21

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

¿Sucede algo Indra?—cuestionó Hizashi al ir con el Otsutsuki hasta su despacho. Hinata intentó quedarse afuera, pero Indra le tomó la mano y la incitó a entrar con él, poniendo al Hyuga mas curioso.

—Estoy aquí para hacerte partícipe de la relación que comenzamos Hinata y yo—el castaño los miró a ambos, pero guardó silencio en espera de lo que diría—Supongo que no ha pasado desapercibido para ti mi interés en tu sobrina y como una persona adulta que ya no se anda con rodeos... le pedi anoche ser mi pareja, así que como ya lo dije, quiero hacer las cosas correctamente y estoy aquí para que te enteres por nosotros—Hizashi miró a la chica y quiso sonreír ante el nerviosismo que mostraba, mientras que Indra se veía imperturbable.

—¿Que hay de ti cariño? ¿Estás contenta con él?—cuestionó sin rodeos, dado que por muy cercano que fuera el Otsutsuki, primero estaba ella y sus sentimientos. Su deber era velar por su seguridad y si podía evitar que sufriera lo mismo que sufrió en el pasado, lo haría sin que nadie se lo impidiera.

—Si, si lo estoy tío—aclaró sin pensarlo, dejando complacidos a los dos varones, sobre todo a Indra, el cual no evitó sentirse eufórico con lo dicho.

—¡Bien!—los miró a ambos—¿Nos podrías dejar a solas Hinata? Es sólo por un momento para rectificar algunos puntos con Indra.

—Claro... con permiso—el Otsutsuki le soltó la mano y le dio a entender que todo estaría bien. Con ese simple acto, logró calmar los nervios de la chica.

—No iré con rodeos ¿que exactamente esperas de esta relación con mi sobrina?—cuestionó el castaño con semblante serio.

—Lo único que se puede esperar de estar al lado de una mujer como Hinata... Quiero que sea feliz, que se sienta cómoda y segura conmigo, pero sobre todo, que llegue a amarme y una vez que todo se vaya dando, procederé al siguiente paso—concluyó también sin rodeos.

—¿Matrimonio?—cuestionó el Hyuga.

—Por supuesto Hizashi, esa es mi meta y la única que se puede tener con alguien como ella—el mayor, finalmente se relajó y se permitió sonreír entusiasmado. La respuesta que le dio Indra era lo que quería escuchar y no creía que le estuviera mintiendo.

—Disculpa mi forma de cuestionarte, pero debes entenderme, yo le prometí a mi hermano en su lecho de muerte que cuidaría de ella como si fuera mi propia hija y después de lo mucho que le ha tocado sufrir, no es de extrañarse que me sienta desconfiado—explicó sus motivos y el Otsutsuki los había entendido desde antes, dado que la conversación con su familia le aclaró muchas cosas que ignoraba sobre lo vivido por ella en el fugaz matrimonio con Sasuke.

—De mi parte, no tienes nada de que preocuparte, Hinata es la primera mujer con la que me involucró formalmente y créeme, no habrá nadie mas importante para mí que ella—afirmó con tal seguridad, que el castaño ya no tuvo ninguna duda.

—En ese caso, aunque Hinata ya sea mayor de edad y no lo necesiten, cuentan con todo mi apoyo—ambos hombres comenzaron a tutearse luego de sus primeras reuniones y fue Hizashi quien lo sugirió. Por lo tanto, les resultó mucho más sencillo tener esa conversación.

Salieron del despacho y se encontraron con Hinata poniendo la mesa para la cena. En realidad, ellos no creyeron haber demorado tanto en la charla, pero aparentemente si lo hicieron, puesto que la ojiluna ya había preparado lo que cenarían.

—¿Esta todo bien?—les pregunto con cautela, ya que se había puesto muy ansiosa durante el largo rato que ellos se quedaron adentro del despacho. En un intento de apaciguar sus nervios, preparó la cena y a partir de ese momento logró relajarse.

—¡Tranquila!—Hizashi sonrió al verla preocupada por lo dicho entre ambos—Todo esta en orden, no tienes nada de que preocuparte—la atención de los tres se fue hacia la puerta y en segundos apareció Neji quien ya había terminado su turno.

—¡Buenas noches!—saludo a todos y se sorprendió al enfocar su visión en el Otsutsuki. Miró un auto afuera, pero pensó que que se trataba de algún socio de su padre.

—Llegas a tiempo para la cena—Hinata se fue a la cocina en busca de otro plato dejando a los tres varones.

—Neji, Indra está aquí para informarnos que que Hinata y él están saliendo y ya son pareja—no es que Neji no se lo esperará, pero le sorprendió lo rápido que avanzó Indra en cuanto a conseguir a su prima—Luego de escuchar sus argumentos y también los de Hinata, me pareció bueno que estén juntos... espero que tú opines lo mismo—concluyó Hizashi.

—Si ella es feliz estando contigo yo no tengo ninguna objeción—Indra asintió sin dejar mostrar ningún tipo de expresión, aunque por dentro sentía que había avanzado gran terreno hasta su objetivo... ¡Quedarse con su bella! Estaba tan perdido en sus pensamientos, que pasó por alto el momento en que llegó la ojiluna con la cena.

—Esto se ve delicioso—repuso el mayor de los tres hombres y la joven sonrió. Su tío y su primo disfrutaban mucho su comida y era el momento de comprobar si también su pareja lo haría.

—¿Tu preparaste todo sin ayuda?—el Otsutsuki se mostró sorprendido.

—Ya le dijimos que podemos contratar a alguien para que cocine, pero se niega y a estas alturas, no creo que puedan igualarla, ademas, nos volvimos fanáticos de cenar en casa—añadió Neji logrando que la joven se sonrojara por los cumplidos.

Tal como ocurrió la primera vez que cenaron en ese comedor, Indra tomó asiento justo al lado de Hinata. Ella lo veía por el rabillo del ojo mientras fingía comer, ya que sólo revolvía la carne y los vegetales. Neji inició una conversación acerca del hospital y gracias a eso, Hinata perdió de vista a su pareja hasta el momento en que se dispuso hablar.

—Veo que tenían razón—la chica volteó a mirar el plató que le sirvió a Indra y se sorprendió al encontrarlo vacío—cocinas muy bien mi bella—él no mentía, dado que se había deleitando durante la cena, tanto por la compañía cómo por el sabor de la comida. Los dos varones Hyuga se despidieron dejándolos a solas.

—Gracias—respondió nerviosa por la repentina cercanía del Otsutsuki, el cual apenas escuchó las puertas del segundo piso cerrarse, se acercó a robar un beso de la chica y así lo hizo. La dejó desarmada al tomarla desprevenida y le aceleró el corazón la manera en que ella correspondió a sus besos. Cada momento a su lado lo estaba dejando mas desarmado y a pesar de tener mucha mas experiencia que ella, le iba resultar imposible apartarse de su lado. Le ayudó a realizar la limpieza del comedor y la cocina, de ese modo logró distraerse de las inseguridades que lo atacaban al pensar en perderla ahora que apenas la tenía.

—Mi hermano y Kaana me comunicaron esta mañana que próximamente voy a ser tío—soltó una vez que terminaron de limpiar y salieron hasta su auto.

—¿En serio?—Hinata sonrió genuinamente—¡Que felicidad! Me da mucho gusto por ellos... Imagino que ser padres ha de ser una de las dichas mas grandes en la vida—ella se emocionó tanto, que ni siquiera pensó en lo que decía, pues eso era lo que le había salido desde adentro, sin embargo, Indra de nueva cuenta sintió un apretón en su pecho. Hasta ese momento, sólo la imaginaba a su lado, no obstante, a su edad, no se había planteado la probabilidad de formar toda una familia con bebés, con hijos de ambos que tuvieran los hermosos ojos perlados al igual que los de ella.

—¿Te gustaría ser madre?—la pregunta la tomó desprevenida, sin embargo, no iba a ocultar sus gustos, ya los había omitido una vez y no volvería hacerlo. Si él se quería alejar luego de saberlo, estaba a tiempo de hacerlo.

—Luego de la muerte de mi madre y hermana menor, viví mucho tiempo, sólo con mi padre sin saber de la existencia del tío Hizashi y de Neji...—guardó silencio mientras lo veía tratando de saber que pensaba mediante sus gestos fáciles, no obstante, Indra era muy difícil de leer—Si he de decir la verdad, si me gustaría ser madre y lo voy aclarar desde ahora puesto que ya una vez, alguien decidió por mí y sin consultármelo, dispuso que no tendría mas hijos, al menos, no conmigo—en ese momento, los gestos del Otsutsuki si dieron un cambio mostrando incredulidad, incluso ella pudo notarlo—Quizás le parezca exagerado de mi parte, pero no voy a volver a estar con una persona que no respete mis decisiones... no soy una mujer que está dispuesta a perder el tiempo con un compañero equivocado—concluyó con toda la valentía que poseía para encararlo y dejarle completamente claro que ella no estaba para volver a experimentar.

—Una decisión tan importante como la de tener hijos, es algo que se debe discutir entre dos. No es correcto que sólo uno se tome las atribuciones de hacerlo y no voy a mentir, antes de esta conversación, no me había tomado el tiempo de pensar en eso. Tal vez se deba a lo rápido que me he ido apegando a ti, o quizás a otros factores, sin embargo, luego de escucharte, se lo que quiero y no tienes nada de que preocuparte, tampoco yo quiero perder el tiempo, después de todo, ya lo he hecho durante todos estos años—sin necesidad de mas palabras se acercó hasta ella y la beso. En esa ocasión no fue delicado pues también él, quería dejarle claro lo que ella le estaba provocando.

—Gracias por aclararlo desde ahora—musitó apenas despegándose de sus labios. Significaba mucho para ella lo que él le acababa de dejar en claro.

—Ven mañana a mi casa, quiero que cenemos con Kaana y Ashura... Que me dices ¿aceptas mi invitación?—luego de poner las cosas en claro con los Hyuga, quería presentarla oficialmente frente a su hermano y cuñada, cómo también ante todos quienes los conocían a ambos, ademas de mostrarle su hogar. Entre más convivieran, mas iban a ir conociéndose entre sí, aunque si era sincero consigo mismo, eso lo estaba afectando más a él, puesto que entre más averiguaba sobre ella más apegado e inseguro se sentía.

—Esta bien, después de todo, aún le debo una cena en su casa y que mejor manera de hacerlo que con ellos dos presentes—para ese momento, Indra la había sentado sobre el carro teniendo mejor acceso hasta ella. Hinata se dejó abrazar posesivamente de la cintura mientras ella le acariciaba el perfecto rostro. No podía negar lo apuesto que era y lo mucho que ocasionaba en su corazón. Todavía tenía miedo a entregarse por completo a su encanto, sin embargo, mientras se veía en sus atrayentes y enigmáticos ojos negros, comprobó que ya era demasiado tarde para dar marcha atrás. Ella ya estaba casi perdida por él y lo que mas le perturbaba, era el deseo que despertó dentro de sus entrañas. Si, Hinata comenzó a desearlo, aún en contra de su buen juicio y sus principios, los cuales se había negado a quebrantar cuando estuvo con Sasuke y ahora sólo quería pasarlos por alto.

—¿Tienes miedo quedarte conmigo a solas?—la forma tan seductora en que hizo la pregunta tan cerca del oído, le erizo la piel. Indra por su parte se sentía en llamas y sólo podía imaginar cómo sería tenerla completamente suya, no obstante, debía ir lentamente, dado que no quería crearle juicios erróneos en cuanto a sus verdaderas intenciones. Pensar en estar con ella en su casa, lo llevó a imaginar diferentes realidades y en todas, Hinata se quedaba viviendo con él, logrando desaparecer toda la oscuridad y la soledad que siempre lo ha acompañado a lo largo de su vida—No te haré nada que no quieras, aún si nos quedamos a solas.

—L-lo se y-y no lo decía por eso—el Otsutsuki sonrió complacido por ponerla en aprietos y la abrazó contra su pecho.

—Lo se mi bella, sólo estoy bromeando contigo—se dieron otro beso y el varón la bajó del auto. Muy a regañadientes, se despidieron y quedaron de verse el día siguiente.

[...]

Sarada veía a sus padres durante la cena y hacía un gran esfuerzo por no quebrarse frente a ellos, principalmente frente a Taro, quien era el más inocente de los cuatro, quien menos merecía sufrir por las malas decisiones que tomaron. Francamente no sabía que sentir hacia su madre. La veía comportarse como si nada pasara, mientras que su padre continuó con la misma expresión que tuvo la noche que se encontraron con Hinata. Tenía que hacer algo, debía de hablar con su madre, fuera cuál fuera el resultado, necesitaba una explicación de ella antes de hablar con su padre. Sabiendo lo doloroso que sería, decidió tomar el control.

—¡Mamá!—Sakura dejó el celular y la encaró—Ahora que termines de cenar ¿puedes ir conmigo a caminar por el jardín? Tengo algo que contarte y sólo tu puedes ayudarme con tu consejo—en esta ocasión, la joven se tomo el tiempo de analizar las reacciones de su progenitora y sintió que su corazón se rompía. Fue muy sutil, pero muy claro para ella, la molestia que sintió al no poder negarse a su petición, gracias a la presencia de su padre. Estaba segura que de no haber estado él, ella se negaría inventando cualquier excusa, tal como venía haciéndolo desde que regresó.

—Entonces vamos de una vez, supongo que debe tratarse de algo muy importante—soltó con sarcasmo. Sakura supuso que su hija de nueva cuenta le iba decir algo del mocoso muerto de hambre. Salieron hacia el jardín, pasando la alberca y yendo hasta el otro lado, de manera que estuvieran muy lejos de la casa—Y bien ¿de que quieres hablar?—cuestiono la mayor.

—¿Tu todavía amas a papá?—la fémina rodó los ojos con fastidio.

—Por supuesto Sarada ¿porque haces tal pregunta?—la chica notó que algún se acercaba y se frustró por no lograr su cometido.

—No es nada mamá, simple curiosidad—Sakura estaba por cuestionar su respuesta cuando miró a Taro acercándose.

—Itachi y abuelos acaban de llegar—la mayor fingió una sonrisa y regresó a la casa seguida de los chicos.

—¿Que te pasa? Te veo muy preocupada—cuestionó el menor a su hermana. Él no era tonto y conocía bien el carácter de Sarada.

—Problemas de chicas sin importancia—respondió sin pensarlo, dado que al saber que Itachi había llegado, se le ocurrió la idea de pedirle ayuda. Itachi siempre influyó mucho en las desiciones de su padre y sin duda, también la ayudaría en este gran problema.

Saludo a sus abuelos con entusiasmo y apenas llegó hasta su tío le pidió hablar a solas. Nadie se percató del pedido ya que lo dijo para que sólo él, la pudiera escuchar.

Como ya se había vuelto costumbre, Sakura se disculpo diciendo que debía acostarse temprano y se despidió de sus suegros. Taro y Sasuke conversaban sobre los grados del chino e Itachi se mantuvo en silencio evaluando a su sobrina. Tenía mucha curiosidad por saber que era lo que la tenía tan distraída y ya no logró esperar por más tiempo, dado que la chica realmente se veía muy afectada.

—Quiero unos dangos—soltó atrayendo la atención de todos—Sarada ¿que te parece si me acompañas a la pastelería cercana?—la chica entendió y de inmediato se puso de pie.

—Claro, vamos—Fugaku rodó los ojos por los antojos de su hijo y Mikoto sonrió al ver que su nieta se acercaba de nuevo con Itachi. Subieron al auto y apenas se alejaron de la mansión, el azabache comenzó hablar.

—Soy todo oídos y sabes que puedes contar conmigo en cualquier problema que tengas, así que dime todo lo que te tiene en ese estado—la miró limpiarse las lágrimas y su preocupación se fue en aumento—¡Cálmate cariño! Shhh, sabes que todo tiene solución—el azabache estacionó en la primera tienda que miró y se dispuso a prestar toda su atención a la chica.

—No creó que esto tenga solución... no se que hacer—él la abrazó y trató de tranquilizarla formándose distintas hipótesis sobre lo que la puso en ese estado—Descubrí que mamá tiene un amante—Itachi se tensó, no obstante, permaneció en silencio hasta que ella terminara de contarle todo—yo fui quien le puso la contraseña a su celular y no me fue difícil acceder a los mensajes que no dejaban de entrar y...—la joven de nuevo se echó a llorar.

—Cálmate... no tienes que continuar si no estás en condiciones de hacerlo—ella negó y rápidamente se limpió el rostro.

—Lo que hice estuvo mal, pero te juró que no lo hice con la intención de hurgar en su privacidad... no obstante, al hacerlo sentí que su imagen de mujer perfecta caía frente a mí. Ella, mi madre y la esposa perfecta, engaña a su esposo con un tipo llamado Darui y créeme, los textos fueron muy reveladores cómo para dejar alguna duda, incluso tienen planes de reunirse estos días—Itachi de inmediato se puso en alerta cuando escuchó el nombre de tipo, pues el único que conocía con ese nombre, era el sobrino del Raikage y de ser así, las cosas estaban mas enredadas de lo que creyó.

—¿Estás segura de que el nombre era Darui?—necesitaba asegurarse de haber escuchado bien.

—Si y dijo que llegaría a Konoha para visitar a sus familiares—eso era todo, no podía tratarse de otro ¿pero que demonios hacía Sakura con él? ¿Donde se conocieron? Las hipótesis llegaron una tras otra hasta que una fue tomando fuerza... Sakura y él, ya se conocían desde antes de su desaparición y posiblemente, estuvieron juntos durante los años que se hizo pasar por muerta—¿Lo conoces?—la joven lo sacó de sus pensamientos.

—No, no lo creo, pero continua, se que aún no terminas—ella asintió.

—Tiempo atrás, Chocho me comentó que papá se veía muy desmejorado y cuando comencé a prestarle atención, comprobé que era cierto. Estuve buscando cuál era la causa y después de ir a cenar juntos, nos encontramos con Hinata y el juez Otsutsuki—Itachi suspiró intuyendo lo que la chica diría—ellos no nos miraron, sin embargo, note que el humor de papá cambió considerablemente y fue en ese momento que logré saber el motivo de su tristeza.

—Hinata logró ocupar un lugar en el corazón de Sasuke, no debes molestarte con él por reaccionar de esa forma—se sorprendió al ver a la chica negando y llorando mas que antes.

—Tu no lo entiendes, yo soy la culpable de todo lo sucedido entre ellos y ahora mi castigo es haber leído los íntimos textos de mi madre con otro hombre.

—Se que ella y tú, nunca lograron llevarse bien, pero eso no te hace culpable, después de todo, con la llegada de Sakura el matrimonio iba terminar y de ninguna manera debes sentir que leer esos textos es un castigo—trató de calmarla pero fue en vano.

—No Itachi, yo me encargué de hacerle la vida imposible, no la quería al lado de papá y durante el tiempo que estuvieron juntos, lo único que hice fue mentirle a mi padre para que se cansara de ella y la dejara, sin embargo, me sorprendió cuando fue Hinata quien ya no soportó más y terminó abandonando la casa, el mismo día en que recibimos la llamada avisando que mamá estaba con vida—el Uchiha se quedó perplejo mientras la chica continuó detallando todas y cada una de las cosas que hizo en contra de la Hyuga, empezando desde que la mandó con engaños a un restaurante dónde Sasuke se encontró con Karin—¿Lo ves? Estoy en un gran lío y no se que hacer, sobre todo, no se cómo confrontar a mi madre y tampoco se cómo se lo diré a papá—Itachi de nuevo la abrazo, después de todo, ella era muy preciada para él y verla tan afectada le estrujo el pecho.

—No te preocupes cariño, deja todo en mis manos, yo personalmente me encargaré de averiguar el asunto de tú madre. Se lo mucho que la quieres y no permitiré que te lastimes siendo tu quien la ponga en evidencia y en cuanto lo de Hinata... eso es algo que si debes enfrentar por ti misma, siendo únicamente tu decisión en cuanto a confesárselo a Sasuke, o bien, mantener todo en silencio—la joven sintió que se había quitado un gran peso de encima, ya que no sabía como decírselo a su progenitor y tampoco veía justó dejarlo sin saber nada mientras ella lo seguía engañando.

—Pero, si piensas decírselo a papá ¿verdad? Me refiero a que quizás si ella le aclara todo, puedan perdonarse aunque ya no estén juntos—de nuevo Itachi se conmovió mucho con su sobrina y maldijo a Sakura por ponerla en esa posición. Si bien ella no debió leer esos textos, tampoco Sakura debió ser tan descuidada. Los hijos no debían saber los conflictos que mantenían sus padres y lo que era peor, fue la manera en que esa mujer se comportó. Desde que llegaron de Rusia, no hizo más que echarle en cara a su hermano lo mucho que sufrió por su culpa, mientras ella tenía de amante al sobrino del enemigo de Sasuke.

—Lo haré, no te preocupes... Ahora compremos los dangos, o de lo contrario nos harán preguntas ¿de acuerdo?—suspiro con alivio al dejarla mucho más tranquila con la conversación. En ese momento era su turno de cargar con la información y apenas dejará la casa de Sasuke, comenzaría con las averiguaciones en torno al supuesto secuestro de Sakura. Seguramente Madara le sería de gran ayuda, si, él era el indicado para ponerlo en contacto con las personas indicadas.

...

Itachi se dedicó a vigilar los movimientos de su cuñada. Sabía por Sarada que el sujeto en cuestión, llegaría esa tarde, así que salió temprano del trabajo con la intención de comprobar por él mismo que se trataba del mismo Darui que conocían. Estacionó fuera del hospital y optó por conducir el coche de Shisui, de ese modo, la fémina no lo notaría. Permaneció alrededor de treinta minutos hasta que la miró salir, obviamente con el celular en la mano.

La siguió de cerca comprobando que no se dirigía a su hogar, sino a las afueras de la cuidad donde se hallaban pocos hoteles. Sakura condujo hasta el más alejado y fue en ese momento en que lo comprobó. Ella corrió a encontrarse con el sujeto, el mismo que ya conocía sólo de vista. Les tomó fotografías mientras se besaban y no se retiró hasta no verlos entrando en el hotel. Negó con la cabeza y sonrió sin ánimo, su hermano había cambiado a Hinata por Sakura y ahora ¿cómo reaccionaría? Estaba seguro que la ojiperla ya no regresaría con él, sobre todo por la grotesca escena en la que también él los miró. Sin duda alguna, ahora sería su hermano el que sufriría las consecuencias de sus actos y no había nada que pudiera hacer para ayudarlo, salvo poner en evidencia a esa falsa mujer, ya que algo le decía que no sólo le era infiel. Eso era sólo uno de los hechos y sus sospechas las dejaría para mostrarlas con las pruebas en la mano.

[...]

Ino, Tenten y Karin, pasaron a recoger a Hinata a la salida de la escuela. Ellas le informaron que Ino tendría una cena romántica con Shisui y todo parecía indicar que le pediría matrimonio, al menos, eso fue lo que aseguró Karin, poniendo a la rubia en estado de pánico. Tenten sugirió ir al centro comercial donde escogería un vestido acordé para la ocasión y de paso, también la Hyuga sería instruida en escoger ropa nueva y de acuerdo a los lugares que seguramente frecuentaría con Indra.

Llevaban tres diferentes tiendas y la rubia no se decidía por ninguna prenda, mientras que ya habían cargado a la pobre ojiperla de diferentes atuendos, incluyendo sexy lencería. Hinata se sintió diferente, dado que en el pasado, no podía gastar sin pensar en salir de su presupuesto y ahora que por desgracia ya no tenía a su padre, pudo hacerlo, aunque con cierta culpabilidad.

—¿Que les parece esté? Díganme la verdad, no me engañen—Ino salió del vestidor, usando un hermoso vestido rojo ajustado a su perfecta anatomía. En verdad lucía muy hermosa y la prenda parecía haber sido hecha sólo para ella.

—¡Perfecta!—soltó Hinata sin pensarlo y sus amigas estuvieron de acuerdo.

—¿En verdad lo creen?—la rubia se veía en los diferentes espejos y sintió que le gustaba como lucía.

—Por supuesto... y cuando tu novio te vea nos darás la razón—aseguró Karin, quien también había comprado un sin número de prendas, puesto que saliendo con tremendo caramelo como lo era Neji Hyuga, debía estar a su altura.

—Ya no lo pienses, ahora escoge la lencería a juego—sugirió Tenten y la rubia sonrió complacida. El celular de la ojiluna sonó de pronto y ella optó por salir para responder afuera, pues quién llamaba era Indra.

—¡Diga!—respondió cuando logró salir.

Sólo llamó para recordarte nuestra cena en mi casa y también para que sepas lo mucho que te extraño—Hinata sonrió ruborizada con lo dicho por su novio.

Yo también lo extraño—Indra sonrió del otro lado del teléfono al imaginarla nerviosa y por supuesto sonrojada.

Me tengo que ir a reanudar el caso... te veré en la noche mi bella—la llamada finalizó y la chica se llevó el celular al pecho tratando de regular sus frenéticos latidos. Respiró hondo y se giró para regresar a la tienda.

—¡Hinata!—se detuvo en seco cuando escuchó que la llamaron, sin embargo, se negó a encarar a la persona que lo hizo. Espero durante unos segundos que parecieron largos minutos y se quiso convencer de haberlo imaginado—Que sorpresa encontrarte aquí—no hubo necesidad de girarse pues él se colocó frente a ella.

—¿Como estás Sasuke?—preguntó por cortesía ya que no sabía como comportarse frente a él. Lo miró con visibles rastros de cansancio y de inmediato aparto las orbes hacía otro lugar que no fuera su rostro.

—Estoy bien—la miró sin perder ni un solo detalle y no pudo evitar recordar a Indra—Me da mucho gusto encontrarte, desde hace tiempo quería hablar contigo—ella frunció el ceño y buscó la manera de irse. Estar frente a él, le causaba distintos sentimientos y no quería volver a caer en el abismo que estuvo en el pasado—¿Podrías ir a tomar un café conmigo? Así podremos hablar más tranquilos.

—No creó que tengamos algo que tratar y mis amigas me están esperando adentro—respondió dispuesta a irse, no obstante, Sasuke se lo impidió tomándole el brazo.

—¡Espera por favor!—la ojiperla se deshizo del agarre y de nuevo lo miró—¿Estás saliendo con Indra?—el Uchiha no planeó ese encuentro, sin embargo, tuvo que ir a comprar un regalo para el próximo cumpleaños de su madre y fue ahí cuando la miró hablando por teléfono. Su corazón latió descontrolado mientras se acercaba y la notaba ruborizada como cuando estaban juntos.

—Así es, él ahora es mi pareja—respondió con cierta suspicacia.

—¡Hinata! ¿Porque con él? Indra no es el hombre indicado para estar contigo, créeme, él no logrará hacerte feliz y vas a terminar sufriendo—sólo Dios sabía cuanto se estaba conteniendo para no tomarla en brazos y estrujarla contra su pecho. Ella le hacía mucha falta y apenas en ese momento logró descubrirlo al cien por ciento.

—Mi vida privada es algo que no pienso discutir contigo, eso ya lo habíamos acordado en la última vez que hablamos ¿lo recuerdas? Además, no está bien de tu parte venir a decirme todo eso, puesto que tu ya tienes tu vida hecha y yo estoy haciendo lo mismo... dándome una segunda oportunidad—repuso sin saber de dónde había tomado el valor para hacerlo.

—Se lo que acordamos, pero como ya te lo dije, tú siempre vivirás aquí—se palpó el pecho a la altura de su corazón—cada día que pasa siento que me haces más falta... Aún sabiendo que no tengo ningún derecho, te extraño mucho Hinata y no ha sido fácil saber que cada vez estas mas lejos de mí, ademas involucrándote con la persona equivocada. Dime ¿ya me olvidaste? ¿Sientes por él lo mismo que sentías por mí?—la impulsividad lo llevó a hacerle esas preguntas y fue claro que a ella le afectó.

—¿Que pretendes Sasuke?—las orbes perladas ya brillaban por la humedad contenida. No era justó lo que él estaba haciendo—¿Crees que para mí si fue fácil? Te recuerdo que quién más perdió en todo esto fui yo... Tú la elegiste a ella sin dudarlo y no tienes una idea de cuanto me dolió—las lágrimas no se hicieron esperar y Sasuke se cuestionó sobre sus pasadas desiciones.

—Respóndeme Hinata ¿lo amas? ¿Lograste olvidarme?—tenia esperanza de escucharla decir que no, pues a ella nunca se le dieron bien las mentiras.

—No te he olvidado y dudo que pueda hacerlo, después de todo, en algún momento de mi vida fuiste parte de ella—la ojiperla se limpió el rostro tratando de verse normal, pues ya varias personas habían comenzado a fijarse en ellos—y sobre la otra pregunta, sólo dejaré claro que no, no siento por él, lo mismo que sentí por ti... Con él, no siento que me equivoco como lo sentía contigo y eso será todo lo que diré—Sasuke paso de sentirse esperanzado a sentir que todo se le escapaba de las manos ¿que quiso decir ella con eso último? ¿Entonces amaba a Indra?

—¿Eso significa que si lo amas?

—¡Aquí estás!—Tenten salió cargando sus bolsas y también las de Hinata. Ino y Karin venían tras ella—¿Que te pasa? ¿Porque lloras?—las dos mejores amigas de la Hyuga fulminaron al Uchiha apenas fueron consientes de su presencia.

—¿Que le dijiste para que se pusiera así?—cuestionó la rubia—¿No te bastó con todo lo que le hiciste?—Sasuke permaneció callado.

—Es tarde... vámonos—la ojiperla tomó a las tres chicas y se las llevó lejos del azabache, de lo contrario, continuarían llamando la atención de mas personas y lo que menos quería era llamar ese tipo de escena.

...

—Maldito descarado ¿como se atreve a preguntarte si ya lo olvidaste?—soltó Ino una vez que subieron al auto y ella les contó lo sucedido con su ex.

—Pero que mala suerte encontrarte con él—añadió Karin sin dejar de evaluar a su amiga, dado que era claro que la había afectado ese desafortunado encuentro.

—Llora Hina... desahógate con nosotras—Tenten la abrazó e intentó darle apoyo—No hay nada de malo en sentirse triste y sabes que no te juzgaremos.

—No se trata sólo de tristeza sino de molestia... él la eligió a ella sin pensar en mis sentimientos, dejándome en claro lo poco que yo significaba en su vida y ahora de buena primeras se siente con el derecho de cuestionar lo que siento por Indra, incluso me dice que no es adecuado para mí.

—Naruto me comentó que su matrimonio con Sakura no se ve nada bien—aclaró Tenten obteniendo la atención de la ojiluna, quien no pudo evitar sorprenderse.

—Lo se, Shisui también dijo lo mismo, incluso, dice que lo ven muy cambiado y desde que está con ella, lo ven muy poco—Karin también pensó en decir lo que sabía sobre lo que escuchaba de Sarada, pero prefirió no hacerlo. No podía juzgar a sus amigas por darle esa información, ya que ella estaba comenzando una relación con otro hombre y antes de continuar avanzando, debía saber que quizás aún tenía esperanzas con Sasuke. A ellas no les gustaba la idea, pero a final de cuentas, eran los sentimientos de Hinata los que estaban en juego.

—Quizás debas cancelar la cena en casa de Indra—sugirió Tenten cuando llegaron a la casa de los Hyugas. Ino y Karin también pensaban que era lo mejor pues en su estado, le sería difícil convivir con ellos.

—Claro que no—afirmó ya mas tranquila—y ahora mismo me iré a preparar para no llegar tarde—las tres chicas la miraron con preocupación y ella sonrió con tristeza—¡Tranquilas! Les aseguro que todo estará bien, no dejaré que él vuelva a afectar mi vida y mis emociones—se despidieron de ella y la chica entró a toda prisa.

Se duchó, tomándose el tiempo de aplicar aceites perfumados con aroma a lavanda. Escogió lencería en color púrpura, de la misma que compró esa tarde. Se miró en el espejo mientras aplicaba las cremas humectantes y tomó uno de los vestidos que también compró en el centro comercial. La prenda no era elegante, así que lo completo con unas altas sandalias negras, de fino tacón. La idea era verse de acuerdo a la ocasión.


Indra le dijo que él pasaría por ella, no obstante, prefirió declinar y llegar por su cuenta, después de todo, en la noche sería él quien la traería de regreso. De nuevo se miró en el espejo y sonrió complacida con el resultado.

[...]

Kaana y Ashura llegaron más temprano a casa de Indra, lo que ocasionó la ansiedad en el Otsutsuki, ya que la hora en la que citó a Hinata ya había llegado y ella era muy puntual. Trataba de no mirar el reloj frente a sus familiares, pero ellos no tardaron en notar que algo le sucedía. Estuvo por levantarse y salir cuando tocaron la puerta, finalmente soltó el aire mirando que sólo demoró tres minutos, aunque aún no comprobaba que era ella quien había llegado.

—Pasa Hinata... que gustó volva verte—Kaana se había apresurado a ir en su encuentro, luego que la empleada la dejara pasar.

—Lo mismo digo y quiero felicitarla por la buena noticia—llegaron hasta la sala y enfocó a los dos hermanos—Buenas noches y felicidades a usted también por el futuro bebé—ella extendió la mano y se sorprendió cuando Ashura la estiró para darle un fraternal abrazo.

—Nosotros también nos enteramos que hay nueva pareja—la chica se sonrojó y fue acaparada por Indra, quien no se sintió tranquilo hasta que no la tuvo junto a él.

—Señor, la cena está lista—la idea inicial era que Hinata cocinaría, sin embargo, a última hora acordaron que esa noche sería para cenar con la familia Otsutsuki y por ende, ella debía estar libre de obligaciones, después de todo, no iba ser la primera vez que fuera a visitarlo en su hogar.

Hablaron de todo durante la cena y la ojiperla se relajó dejando atrás el mal rato que le hizo pasar Sasuke, incluso se permitió sonreír con lo que contaba la pareja de sus inicios como novios. La ojiperla había llevado unas galletas de azúcar y de chocolate, pues Indra le comentó que eran las favoritas de Kaana y al verla comiendo con tanto gusto, no le quedó duda de tal hecho.

—El embarazo la favorece mucho, luce radiante—Kaana sonrió y se limpió las comisuras de la boca donde tenía chocolate.

—Se ve preciosa y no me canso de decírselo—aún con el tiempo que llevaban juntos, la fémina no pudo evitar ruborizarse con el comentario de su marido y casi soltó las lágrimas—No, no mi amor no llores, sólo dije la verdad—Indra negó con la cabeza. A su hermano le esperaban meses difíciles y a juzgar por la actitud de Kaana, se iba a conmover con todo gracias a las hormonas del embarazo. Luego de más galletas y leche con chocolate, la pareja se despidió dejando a Indra a solas con Hinata.

—Quizás creas que lograste dejarme tranquilo con tu comportamiento frena mi familia, pero te estuve observando y se que algo te pasa mi bella—Hinata creyó que si había podido ocultar sus emociones, especialmente cuando Kaana le preguntó sobre la salida al centro comercial—Sabes que puedes decirme todo ¿verdad?—ambos se habían sentado en uno de los sofás y él, le sostenía las manos.

—Yo... me encontré con Sasuke en el centro comercial, luego de terminar la llamada con usted—aunque Indra trató de parecer tranquilo, sus orbes dejaron ver algo diferente y la joven temía haberlo enfadado.

—Continua, ya te dije que puedes decírmelo todo—sintiendo el beso en sus manos, ella se relajó y comenzó a decirle lo que hablaron, omitiendo sólo la parte donde Sasuke le dijo que él no era bueno para ella. Indra por su parte sintió que la inseguridad, los celos y la rabia lo invadían al mismo tiempo—¿Y que piensas de todo? Me refiero a tus sen...—no logró completar lo que diría, pues ella tomó la iniciativa y lo besó en los labios. Fue algo rápido, ya que se elevó un poco para lograr quedar a su altura. Indra la levantó y la sentó en su regazo, si iba a perderla, por lo menos quería besarla de nuevo y así lo hizo.

—No tengo nada que pensar—logró decir antes de volver a unirse en otro beso. El Otsutsuki la sintió diferente durante los besos y las caricias subidas de intensidad ¿Acaso ella estaba dispuesta?

—¡Mi bella debemos parar!—sin lograr contenerse levantó un poco la falda y tocó las hermosas piernas femeninas—De lo contrario, no podré detenerme.

—No quiero que se detenga—el varón se separó de ella un poco y la encaró en busca de una respuesta y ella a su vez, sonrió apartándole el cabello del rostro.

—Hinata ¿estás segura?—ella asintió—Una vez que te entregues a mi, serás sólo mía—debía dejar las cosas claras para que no hubiera sorpresas desagradables en el futuro, pues si ella lo aceptaba, jamás dejaría que ni Sasuke ni nadie más, la apartaran de su lado.

—Que así sea—quizás el paso que iba dar era muy apresurado, sin embargo, el encuentro con Sasuke la impulsó a darlo. Quería demostrarse así misma, que ya no estaba atada a él y que podía entregarle su corazón a otro hombre, uno con el que se sentía cómoda, plena, feliz y sobre todo, ansiosa por dejarse amar por él. Indra se puso de pie con ella en su regazo. Camino rápidamente hasta una habitación sin dejar de besarla hasta que la bajo junto a la cama y en ese momento, la ojiperla sintió que se derretía con la seductora sonrisa que él le mostró.

—Lo preguntaré de nuevo ¿estás segura?—ella asintió y el vestido cayó al suelo dejando a la vista la sexual lencería. Él se deshizo del saco y la camisa, dejando al descubierto el cincelado torso—Haré que recuerdes esta noche, como la mejor de tu vida y de muchas que tendrás a mi lado—en cierta forma agradeció al Uchiha por arrojarla a sus brazos, pues las preguntas que le hizo Hinata, le dieron el valor para demostrar que podía dejarlo atrás. Esa noche se iba a encargar de quitar todas las dudas en ella, la haría olvidar todos los malos momentos que vivió, sustituyéndolos por placenteros e inolvidables.

Continuara.

Lamentó mucho la demora, pero me ocupé de algunas renovaciones y me tardé mas de lo planeado. Lo bueno fue que ya terminé y continuaré con la actualización de Acorralada. Me disculpo por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron, en cuanto las encuentre, las iré corrigiendo 😊💕

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