Capitulo 20

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Sarada estuvo callada durante el día escolar, apenas intercambio unas cuantas palabras con Chocho. Ignoró por completo a sus otros compañeros, pues lo único en su mente era la situación de su padre.

La hora de salida llegó y mientras caminaba hacia su auto, miró a Sumire subir en la motocicleta de Kawaki. Mentiría, si decía que no le afectó verlos, pero ese asunto ya no tenía arreglo. Su familia atravesaba momentos difíciles y esa debía ser su única prioridad.

Sin más, condujo hasta su casa y se preparó para la hora en que su padres pasara a recogerla, tal como lo hacían en los viejos tiempos. Esa noche durante la cena, intentaría obtener la mayor información posible y de ese modo, le sería mas sencillo saber que era lo que le venía sucediendo... Quizás al lograr que se sincerara con ella, lograba ayudarlo y su familia volvería a ser como antes.

...

Sasuke arribó en su hogar dispuesto a recoger a su hija para ir a cenar. Taro se había ido con sus padres y se sintió realmente mal por él. El chico necesitaba de su atención y él como su padre estaba fallando enormemente, gracias a su mal humor, a la frustración de saber a Hinata con otro hombre y a los constantes desacuerdos con Sakura.

Estacionó el vehículo frente a su casa y envió un mensaje a Sarada. Ella no tardó en salir corriendo y subió feliz, a él también le causó felicidad verla así.

—¿Estas lista?—le pregunto luego de saludarla.

—Lo estoy papá, será como en los viejos tiempos—el azabache puso en marcha el auto y en minutos llegaron al restaurante. El mesero los condujo a la mesa desde dónde podían ver todo. Sarada eligió el lugar precisamente para observar y al mismo tiempo, pasar un rato agradable.

—¡Buenas noches!—la joven encargada de su mesa llegó con los menús—¿Desean algo de beber mientras deciden lo que pedirán?—ambos Uchiha pidieron un jugo de tomate y minutos mas tarde, ya habían pedido los platillos que eran sus favoritos.

—Tienes salsa de tomate en tu barbilla—el azabache se sorprendió y de inmediato se limpió con la servilleta. Estaba tan hambriento y comió sin percatarse de sus modales—Lo hiciste como lo hacía Taro—Sasuke comenzó a reír contagiando a la chica.

—Esperó que nadie me haya fotografiado, de lo contrario, harán bromas sobre mí—soltó todavía sonriendo por la angelical imagen de su pequeño cuando comía y se manchaba el rostro.

—Quisiera verte siempre así... hace tanto que no te veía sonreír—Sasuke se conmovió y acarició la mejilla de la chica. Él no era una persona divertida, como lo eran sus primos, o incluso Naruto, sin embargo, trataba de ser el mejor con los dos niños, aunque últimamente, ni siquiera con ellos se comportaba alegre.

—Siento mucho no ser el padre que ustedes se merecen, pero nunca dudes que tu hermano y tu, son las personas que mas quiero en este mundo—la menor negó con la cabeza. Ellos no podían haber tenido un mejor padre, él siempre los ponía a ellos por encima de todos.

—No digas eso, tu eres el mejor en todos los sentidos, es por eso que quiero verte feliz y si puedo ayudarte lo haré, sólo dime ¿que te está molestando?

—Son cosas de adultos y pronto se solucionarán, no tienes nada de que preocuparte—la cena continuó entre pláticas divertidas. Sasuke decidió relajarse, al menos por esa noche, después de todo, lo menos que quería era preocupar a su hija.

Su intención funcionó por unos momentos, pero todo se vino abajo con la repentina llegada de dos personas. Apretó los puños y la quijada, mientras sentía que la comida le quemaba por dentro debido a la molestia ¿Que demonios hacia Indra con Hinata? ¿Porque la tomó de la mano? Siguió sus movimientos hasta donde los sentaron, como si fuera un cazador dispuesto a embocar a se presa.

—¿Pasa algo?—Sarada no obtuvo respuesta y se dispuso a mirar lo que veía su padre, dado que su comportamiento había cambiado drásticamente. Con curiosidad observó la pareja causante del desconcierto del azabache y se sorprendió al reconocerlos... ¿Entonces a eso se debía el cambio en él? ¿Todo era por Hinata Hyuga? La chica hizo memoria y sintió que le caía un balde de agua fría. El comportamiento de su papá, comenzó a verse afectado, cuando regresaron de Rusia.

La joven optó por no decir nada y continuó observando al igual que lo hacía el mayor. Ellos no los notaron y continuaron ajenos a su presencia. Hinata le sonreía al hombre que parecía muy interesado en ella. Aunque la Hyuga nunca fue santo de su devoción, debía admitir lo imponente y bella que lucía. No conocía a Indra más que de lejos, sin embargo, escuchaba comentarios sobre la personalidad reservada del varón, lo cual parecía no estar presente ahora que se hallaba con la ex esposa de su padre.

Sasuke estuvo a punto de levantarse e ir hacia ellos, pero recordó dos detalles muy importantes... el primero, él no estaba solo y el segundo... Hinata ya no era nada suyo, por lo tanto, no tenía derecho a cuestionar sus actos. Seguramente Indra se pondría a la defensiva, tal como lo hizo él, la noche de la subasta.

El interior del azabache estaba en llamas, no lograba dejar de verlos. Si eso sentía con sólo verlos así ¿como debió sentirse ella cuando lo miró con Sakura teniendo relaciones sexuales?

[...]

—Le agradezco que aceptara mi invitación—la cercanía del varón, ponía nerviosa a la ojiperla, pues no lograba dejar de apreciar lo atractivo que se veía, sin olvidar el cosquilleo en sus labios al recordar los besos que le dio la última vez que se miraron—llegue a creer que no lo haría.

—Siento mucho, no responder en seguida—se disculpo con culpa y se permitió recordar la primera vez que cenaron juntos, Indra se sentó frente a ella, luego compartieron la mesa con más personas y ahora, él se acomodó muy cerca, de manera que ambos cuerpos se rozaban sutilmente.

—No se preocupe, lo importante es que decidió venir conmigo—la joven se ruborizó. Indra la hacía sentir especial y ese detalle podía derretir a cualquier mujer, sobre todo, viniendo de un hombre tan impresionante como él—Y dígame ¿cómo estuvieron sus días desde que nos vimos la última vez?

—Bueno, nada interesante, sólo tuve reunión con mis amigas y fui a dar clases—la Hyuga le contó todo, mientras él la veía con atención. Para ella fue inesperado que le preguntara sobre sus labores y no conforme con eso, Indra prestaba atención a sus narraciones.

—Esas reuniones de amigos son todo un caso, aún recuerdo a mi hermano en nuestra adolescencia, sobre todo, cuando estaba en plan de conquista—sonrió recordando a los amigos de Ashura. Todos eran muy ruidosos y él no lograba estudiar para sus próximos exámenes debido al escándalo que hacían.

—Lo se, apenas les conte sobre nuestra salida y llegaron revolviendo todo en mi armario—Indra sonrió ante la sinceridad de la chica. Ella no parecía haberse dado cuenta de lo dicho, sin embargo, él lo entendió a la perfección. Sus amigas llegaron dispuestas a darle consejos de como ir vestida y quizás de como comportarse durante la cena.

—En ese caso debo elogiarlas, aunque a decir verdad, usted siempre luce hermosa—en ese instante, la ojiluna se dio cuenta de lo dicho y sintió que el rostro le ardía. Seguramente, él pensaba que era una mujer inmadura, la cual necesitaba de sus amigos para vestirse, tal como si tuviera quince años.

—¡Gracias!—respondió y suspiro en busca de controlar el nerviosismo—Se que para alguien como usted, mi comportamiento puede parecer extraño, quizás inmaduro, pero yo no poseo mucha experiencia a la hora de salir a una cita—bajó el rostro apenada y pronto sintió la mano masculina levantándole la barbilla, logrando su atención.

—Es precisamente tu forma de ser, lo que me atrajo tanto de tí... Conmigo no tienes que ser diferente, como ya te lo dije, también a mí me resulta difícil ser yo mismo con la mayoría de las personas, sin embargo, estando a tu lado me resulta más sencillo—el aliento del varón se mezcló con el de ella y en segundos la pareja unió los labios, dando paso a un necesitado beso, mismo que sellaron con uno pequeño—Me interesas Hinata y todo, absolutamente todo me gusta de ti—el Otsutsuki ya no soportaba tratarla de usted, dado que si continuaba haciéndolo, le sería mas difícil el acercamiento. Sin esperar respuesta, la beso de nuevo y ella se dejó llevar por la marea de sensaciones que él producía en todo su interior.

—Ya conoce mi fracaso matrimonial... antes de él, yo no había tenido ningún otro novio, mi tiempo libre sólo se lo dediqué a mi padre. No tenía intención de cambiar, hasta que llegó Sasuke—no era cómodo hablar de su exmarido, pero debía hacerlo si quería hacer las cosas bien—Nuestra relación fue muy rápida, en parte por el constante acercamiento de ese hombre el de la subasta y también por la inminente muerte de mi padre. Aún con mi conciencia pidiendo esperar, terminé dejándome llevar directamente a dónde llegué y por lo tanto, me resulta difícil confiar en lo que usted me ofrece—soltó un poco de lo que sentía.

—Comprendo tu miedo y me parece totalmente normal. Diferente a ti, yo nunca me he enamorado, a pesar de haber estado con muchas mujeres... No estoy seguro, si se debía al hecho de nunca poder sentirme yo mismo, con ninguna de ellas—después de escucharla diciendo que su primer amor fue Sasuke, se sintió mal de decir su historia amorosa, sin embargo, ella merecía saber que nunca fue un santo—La noche que nos conocimos, percibí el miedo en tus ojos ante la amenaza de cenar con el Raikage y fue así, que decidí no dejarte en sus manos, yo sabía quien eras y con quien estabas comprometida, sin embargo, eso no impidió admirarte en todos los sentidos. En esos momentos, trasmitías dulzura y felicidad debido a tú próxima boda—durante la conversación, Indra la mantuvo cerca sin dejar de verla a los ojos—y cuando nos volvimos a ver, supe que habías llorado, tus ojos trasmitían tristeza... me encontré a mí mismo queriendo verte feliz y sin darme cuenta, poco a poco, ya me hallaba pensándote la mayor parte del día... Como ya te lo dije, no te estoy presionando y tampoco puedo garantizar que si me aceptas, siempre será perfecto, pero lo que sí te puedo garantizar, es que si te quedas conmigo, me esforzaré día a día para que te sientas contenta y si tu lo estás, también yo lo estaré.

—¡Indra!—la chica derramó lágrimas al escuchar al Otsutsuki. Él estaba siendo realista, no le ofreció un cuento de hadas, pero a decir verdad, a ella le conmovió todo lo que escuchó.

—No llores por favor, mi intención es verte sonriendo y no quiero ser el causante de más tristeza—con gentileza, Indra limpio las lágrimas de Hinata y le dio un beso en la frente.

—Aquí tienen lo que ordenaron—el mesero llegó con la cena de ambos. Hinata aprovechó el momento para recomponerse y agradecer, aunque ninguno de los dos prestó atención a los platillos.

—No estoy triste, desde que nos conocimos, usted siempre logra hacerme sentir mejor y es por eso, que si quiero intentarlo.

—¿Te refieres aceptarme como tu novio? ¿A ser mi pareja?—preguntó con cautela. Él nunca se comportaba impulsivamente, no, hasta que la conoció a ella.

—S-sí... y al igual que usted, también me comprometo en poner lo mejor de mi, para que funcione—Indra le robó un beso y en esa ocasión, fue mas corto, pero a la vez, mas apasionado.

—Mañana mismo hablaré con Hizashi y con Neji, no quiero dar pie a malos entendidos—ella asintió y finalmente se dispusieron a cenar.

...

Desde las otras mesas, Sasuke y Sarada presenciaron la interacción de la pareja, no obstante, apenas comenzó el primer beso, la ira de Sasuke se disparó por completo y mientras esperaban la cuenta, tuvo que presenciar más muestras de amor entre ellos.

—¡Nos vamos!—decreto sin dejar de mirar como Hinata se sonrojaba por lo que decía Indra. Sarada se puso de pie imitando a su progenitor y ambos salieron del restaurante sin que Hinata los notara.

El trayecto en el auto fue silencioso y el buen humor mostrado anteriormente por el azabache, se había extinguido en su totalidad. Sarada sintió ganas de llorar. La salida sugerida por ella terminó empeorando la estabilidad de su padre y por ende, se sintió culpable.

—Siento mucho haberte invitado precisamente a ese restaurante—la joven ya no quería verlo tan inestable.

—No cariño, tu no tienes la culpa de nada—el Uchiha fue golpeado por la realidad. Por causa de sus celos, arruinó la cena planeada por su hija—quien debe disculparse soy yo... no fui la mejor compañía—le regaló un intento de sonrisa, sin embargo, la sensación que sentía en el pecho lo estaba llevando al límite.

—Para mi, siempre serás el mejor—Sasuke le despeino el oscuro cabello, mientras apagaba el motor del auto—¡Mira ya llegó mamá!—la chica bajó con rapidez y se fue en busca de su madre. Sentía mucha pena por ella, dado que su padre parecía muy afectado por ver a la Hyuga con otro hombre, dejando claro que sentía algo por ella ¿entonces en que posición quedaba su legítima esposa? La había escogido a ella y sin dudarlo se distanció de la otra, pero ahora que lo pensaba detenidamente, fue Hinata quien se marchó de la mansión, incluso, lo hizo antes de saber que su madre aún vivía... ¡Claro! Como olvidar la tarde en que abofeteó a su padre frente a Kawaki, gracias a las serias acusaciones que le hizo y en esa ocasión, ella ni siquiera tuvo que inventar nada en su contra, como lo había estado haciendo desde que se casaron.

...

Sakura salió temprano del hospital y durante el trayecto, respondió la llamada de Darui. Su llegada a Konoha se había pospuesto un poco, pero en unos días ya lo tendría muy cerca. Terminó la llamada y continuó con mensajes de texto, pues había llegado a su hogar y no podía levantar sospechas.

La casa estaba vacía y se fue a dar un baño de burbujas. Dejó su bolso con las llaves y el celular sobre la cama, mientras se relajaba del estrés ocasionando por el trabajo. Odiaba encontrarse con el engreído y arrogante Hyuga mientras caminaba por los pasillos del hospital. Ese imbecil le recordaba a la ex de Sasuke. A pesar de lo mucho que tardó en atrapar a Sasuke en el pasado, ella siempre se sintió segura de su amor, sin embargo, ahora era diferente. Él aún no lo sabía, pero se sentía muy apegado a la insípida esa.

Molesta por pensar en esa tipa, buscó el celular y recordó haberlo dejado sobre la cama. Ya se había metido en la tina y prefirió cerrar los ojos echando la cabeza hacia atrás.

Sarada tocó la puerta y al no obtener respuesta, optó por entrar, después de todo, también era la habitación de su padre. Todo estaba en orden y observó luz por debajo de la puerta del baño, lo que la llevó a suponer que su mamá se estaba duchando, así que prefirió irse y regresar más tarde. Estuvo a punto de salir, cuando notó el celular iluminado. Volteó hacia la puerta del baño y lentamente se acercó hasta la cama. Sabía que no debía hacerlo, pero la curiosidad por indagar quién enviaba tantos mensajes, la orilló a infringir la privacidad de su madre.

Sarada fue quien grabó todos los números telefónicos en el celular de Sakura, luego de su regreso y por ende, sabía la contraseña.

Deslizó la pantalla del dispositivo y revisó el número, el cual no conocía ¡Darui! ¿Quien es Darui? Se preguntó leyendo desde el último leído, hasta ese momento. La joven Uchiha sintió que las piernas le temblaban y sin notarlo, las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Pudo seguir leyendo desde días y días atrás, sin embargo, todo estaba claro, incluso se avergonzó por la intimidad mostrada, tanto del tipo, como de su madre.

Negándose a continuar hurgando en la relación extramarital de su progenitora, apagó el dispositivo y se aseguró de colocarlo con la pantalla hacia abajo, de ese modo, su padre no lo vería. Rogó por no encontrárselo mientras se iba a su recámara.

Para su buena suerte, consiguió llegar y después de cerrar la puerta con llave, se recargó sobre ella y echó a llorar ¿que haría con esa información?¿como le decía a su padre que la esposa tenía un amante? La joven quería olvidar lo que había leído, eso era demasiado asqueroso tratándose de la mujer que consideraba intachable ¿Entonces a eso se debía su falta de interés hacia ellos?

Cansada, se fue a la cama y se acostó boca abajo sin dejar de llorar. No supo por cuanto tiempo estuvo en la misma posición, hasta que se le cayó el celular y se arrastró para tomarlo. Al extender la mano hacia abajo, encontró que había caído en uno de los cajones de la cama. Rebuscó a tientas y antes de lograr encontrarlo, tocó otro artículos guardados. Chasqueó la lengua y se estiró para mirar el lugar exacto en donde se encontraba.

El celular estaba a la vista y pronto lo tomó, sin embargo, miró algo que había olvidado tener. El regalo que Hinata le dio cuando cumplió años y que arrojó con despreció, aún se hallaba dentro del mismo cajón. En aquella ocasión, no le interesó abrirlo, pero ahora se dispuso hacerlo.

Retiro el listón, luego el papel de regalo y apenas lo hizo, la joven se sorprendió, quedando sentada de inmediato en la cama. El regalo que arrojó y el mismo que no le hubiera importado tirar a la basura, era un hermoso libro con pastas duras, del mismo material que el joyero regalado por Taro. Frente al libro, se veía una hermosa fotografía de su madre y ella cuando era bebé, luego se leía el título... Ayúdame a continuar la vida sin ti... Biografía de una persona, quien al igual que muchas, también perdió a su madre desde niña.

La azabache no daba crédito a lo que veía y lentamente lo abrió, sólo para encontrar un mensaje, esta vez, escrito por quien compró el libro e hizo el regalo.

... Se que nada aminora la pérdida de una madre y es muy difícil crecer sin tenerla a nuestro lado. A menudo se siente que el mundo está en tu contra, que nadie te entiende y muchos otros sentimientos de protesta debido a la tristeza. Es difícil vivir sin recibir sus consejos, sin verla entre el público en los momentos más importantes que marcan tu vida y sobre todo, sin recibir su incondicional amor, mismo, que sólo ella nos podía brindar... En esta biografía, encontrarás los relatos de alguien que también paso por lo mismo y a través del tiempo, logró conseguir la resignación. El vínculo entre madre e hija, no se rompe y aunque físicamente ya no esté entre nosotros, siempre estará en nuestro corazón. Espero que te ayude como lo hizo conmigo y con muchas otras niñas, que también se quedaron sin una madre... Feliz cumpleaños Sarada.

Sarada sintió que le golpeaban el abdomen. Siempre creyó que Hinata era una mala persona y ni siquiera se preocupó por saber sobre su vida. No fue hasta que regresaron de Rusia, que se enteró de la muerte de su padre. Los recuerdos comenzaron a llegar, uno a uno, entonces recordó lo dicho por Taro. Hinata había perdido a su madre y hermana desde niña y lo único que tenía, era su padre enfermo.

Consternada, prendió su computadora y buscó información sobre el libro y casi de inmediato, apareció lo mismo escrito por Hinata. La biografía era de una famosa escritora, narrando su vida tras quedarse huérfana de madre. Volvió a mirar las hermosas pastas donde se hallaba la fotografía y de nuevo lloró. Taro tenía razón, siempre la tuvo, esa mujer no era mala y de verdad amaba a su padre, como también a él.

¿Que hice? Se preguntó sin dejar de llorar. El dolor por el comportamiento de su madre, sumado a la culpa la tenían al límite. El fin del matrimonio con Hinata y su partida fue gracias a ella. Se propuso a separarla de su padre a como diera lugar y en eso tuvo éxito.

Volvió abrir el libro y comenzó a leer la primera página, intrigada, continuó con la segunda, tercera y por último dobló en la décima. Tenían razón, el libro realmente bueno relatando exactamente lo que sintió los últimos cinco años en los que creyó muerta a su mamá. Si tan sólo no hubiera sido tan soberbia al recibirlo. Entre más recordaba su comportamiento, más avergonzada se sentía ¿que iba hacer ahora?

En su memoria, de nuevo escuchó la risa de Hinata dirigida al hombre con el que estaba cenando, unido al semblante de su padre. Cuando estaban juntos, ellos se veían felices, hasta que ella misma se encargó de arruinarlo todo. Suspiro y de nueva cuenta, abrió el libro. Prefería continuar leyendo, que pensar en sus errores y en lo que haría con la delicada información que tenía.

[...]

—Soy yo ¿o Indra luce alegre?—cuestionó Kaana, la mañana siguiente a la cena que tuvo con Hinata. La pareja lo invitó a desayunar para darle una noticia.

—No, no sólo eres tu, en verdad él se ve feliz, incluso creo que nos sonrió al llegar—añadió Ashura.

—¿Podrían dejar de hablar de mí como si no estuviera frena ustedes?—la pareja comenzó a reír y el mayor puso los ojos en blanco.

—Bueno, ya no te enojes y antes de continuar con el motivo de tu alegría, tenemos algo que compartir contigo—Kaana se veía radiante mientras hablaba—en siete meses, serás tío—Ashura la abrazó sonriendo, él también se había sorprendido con la noticia. Llevaban mucho tiempo buscando un embarazo y nada parecía funcionar, hasta que les recomendaron un médico experto en fertilidad. Luego de someterse a un estricto tratamiento, el anhelado embarazo llegó.

—¿En serio?—ambos asintieron felices. Indra se levantó de la silla y fue hacia ellos. Los tres se dieron un abrazo cargado de buenos deseos—¡Muchas felicidades!—los tres se volvieron a sentar, mientras les servían el desayunó.

—Ahora es tu turno, cuéntanos ¿porque estás alegre?—inquirió Ashura y aunque ya se imaginaba el motivo, quería corroborarlo.

—Hinata aceptó que lo intentemos y desde anoche, ella es oficialmente mi novia—Kaana y Ashura sonrieron y lo miraron en busca de más información—Esta noche iré hablar con Hizashi... quiero hacerla sentir cómoda. Ella me expuso sus motivos para no querer volver a involucrarse con nadie y lo menos que pretendo es decepcionarla.

—Haces bien, Hinata sufrió mucho en ese matrimonio—soltó Kaana y los dos varones prestaron atención a lo que iba decir—Me enteré por Ino, que ademas de ser siempre cuestionada por las mentiras de la hija de Sasuke, también tenía que soportar la exposición a los retratos de Sakura y lo que logró quebrarla, incluso al grado de terminar hospitalizada, fue encontrar a Sasuke con Sakura teniendo sexo en la que era su recámara... Su padre acababa de morir y presenciar semejante escena, fue demasiado para ella—tanto Indra como Ashura, ignoraban toda esa información.

—Conozco a Sasuke desde años atrás y francamente, no se que le sucedió—añadió Indra—él se veía realmente enamorado de Hinata, lo vi en sus ojos y hasta llegué a creer que pronto regresarían a estar juntos—él no mentía, sin embargo, luego de saber lo dicho por Kaana, entendió porque Hinata le aseguró que eso no sucedería nunca.

—Lo conozco mejor que tú y te puedo asegurar, que está confundido. Él ama demasiado a sus hijos y también sufrió mucho cuando perdió a Sakura—agregó Ashura—A pesar de haberse enamorado de la joven Hyuga, creyó que debía reunir a su familia y ademas esta el asunto del "supuesto secuestro" de la esposa, el cual lo hizo sentir culpable... sin duda, cometió un error tras otro, hiriendo a personas inocentes en el proceso.

El Otsutsuki mayor se quedó pensando ¿y que pasaba si Sasuke de pronto la quería de regreso? ¿Su bella regresaría con el primer amor? Resoplo frustrado, él nunca se había sentido inseguro y la idea de aniquilar a cualquiera que intentara alejarla a ella de su lado, cada vez cobraba más fuerza. Se perdía mientras estaba a su lado, no obstante, no le gustaba para nada esa molestia dentro de sí, imaginando que la podía perder. Era la primera vez que caminaba por esos terrenos desconocidos y cada sentimiento que experimentaba era nuevo, por lo tanto, temía perder lo poco que había adquirido hasta ese momento.

[...]

Ino supervisaba el tinte de cabello que acababa de realizar en su salón, mientras esperaba la respuesta al texto enviado a Hinata. Ella fue la primera en preguntarle, luego se unió Tenten, quien también estaba en el grupo de tres.

Yo preferiría hablarlo en persona, después de todo, ya termine de dar clases y me dirijo al orfanato para ayudarle a Kurenai—respondió Hinata, a la pregunta sobre la cita con Indra.

En ese caso, esperaremos hasta verte en un rato—respondió Tenten.

Por supuesto que no, ustedes están locas si creen que podré esperar un minuto más. Llevó todo el día queriendo llamar y hasta ahora que terminó el horario escolar puedo hacerlo—la Yamanaka exigió la respuesta.

Bueno, desde anoche, Indra y yo estamos comenzando una relación—la ojiperla leyó su propio texto y suspiró desanimada. Para ella era mejor hablar de frente que expresarse por mensajes.

¿Que clase de relación Hina?—la pregunta venía de Tenten.

Somos pareja... él me habló de manera tan—ambas chicas veían la pantalla donde Hinata tecleaba, luego dejaba de hacerlo. Seguramente no sabía como expresar lo que sintió—tan convincente que me hizo sentir segura, ademas ira hablar con Neji y con mi tío—las respuestas llegaron casi de inmediato, algunos en texto y los otros en voz, como los de Ino, quién gritaba histérica y no dejaba de felicitarla.

Sonriendo con las ocurrencias de sus amigas, salió del plantel y avanzó hacia el auto. Indra le dijo que si lograba salir temprano, se reuniría con ella. Todavía no lo podía creer y cuando recordaba sus besos, el corazón le latía irregularmente anhelando tenerlo cerca.

...

Antes de ir al orfanato, fue al centro comunitario a brindar tutoría a lo chicos universitarios que tenían dificultades en sus materias. Apenas terminó, se puso en marcha al orfanato, donde seguramente, ya se encontraban Ino, Shisui, Naruto y Tenten.

—¡Felicidades Hina!—Naruto la recibió con su siempre encantadora sonrisa—Ya nos enteramos que tienes novio—la ojiperla buscó a la responsable y no tardó en encontrarla.

—Ya lo saben todos—Ino se encogió de hombros—¿acaso crees que sólo compartimos malas noticias...? Pues deberías saber que no es así. Hay muchas personas además de nosotros, que te quieren y del mismo modo que se entristecen con tus penas, así mismo, se alegran con tu felicidad y tus logros... Por lo tanto, será mejor que no me veas de esa forma—la ojiperla comenzó a reírse siendo imitada por Tenten. Naruto y Shisui miraron como las tres se abrazaron como si fueran realmente hermanas.

—Yo también las quiero mucho... y a ustedes también—repuso Hinata dirigiéndose a los dos varones. Esas cuatro personas fueron quienes más la ayudaron en el doloroso proceso que atravesó y ahora que Naruto y Tenten parecían estar comenzando un romance, se unirían aún más.

—De verdad Hina, estamos muy contentos con la decisión que tomaste sobre aceptar a Indra—añadió Shisui, recordando todo los malos momentos que ella vivió al lado de Sasuke. Quería a su primo y también a Sarada, sin embargo, su manera de proceder en cuanto a los malos entendidos entre su esposa e hija, dejaron mucho que desear. Es claro que un padre siempre debe proteger a sus hijos, no obstante, Sasuke es un Uchiha y es inteligente ¿porque no dudo ni una sola vez de las múltiples acusaciones? ¿Porque no se dedicó a observar con calma a ambas mujeres? Quizás era mas fácil decirlo desde afuera, como era su caso, aunque francamente no lo creía, ya que incluso Taro adoraba a Hinata y a él, no le presto la misma atención que le prestó a la hija mayor. No había forma de defender a su primo y si de verdad amaba a Hinata, debió esforzarse un poco, ya que la llegada de Sakura, fue sólo la gota que rebalsó el vaso. Esa unión no iba llegar a ningún lado.

—Gracias Shisui y de verdad espero estar haciendo lo correcto—los cuatro se dispusieron ayudar en donde los necesitaban. Ino les informó que el Domingo por la mañana, iría con todas sus compañeros del salón y les realizarían cortes de cabello a los niños que lo necesitan mientras que los otros ayudarían a bañarlos y prepararles la comida. La idea también era darles el día libre a las trabajadoras.

—Creó que te buscan Hina—la ojiperla levantó el rostro al escuchar a Tenten encontrándose con Indra, quien se aproximaba hasta ella. Estaban por irse a cenar, incluso invitaron a Hinata pero ella declinó sin decirles el porqué.

—¡Buenas noches!—el Otsutsuki saludó a los amigos de la ojiperla, luego se acercó —¡Mi bella!—como era de esperarse, la Hyuga se sonrojó por la manera en que la llamó frente a todos.

—Ahora sabemos porque no querías ir a cenar con nosotros—Naruto le cerró el ojo y al igual que los otros, se despidió de ambos.

—Apenas ayer te miré y ya tenía ganas de estar contigo—dijo Indra cuando se quedaron a solas.

—M-me pasó lo mismo—el varón no pudo evitar sonreír. Desde la conversación que tuvo con su hermano y Kaana, se había estado sintiendo inquieto, no obstante, estando con ella, volvió a él la calma. Le resultaba todo un enigma que pudiera sentirse así, con sólo estar con ella. Hinata mantuvo su rostro junto al pecho masculino y en esa posición, lograba escuchar los latidos de su corazón, el cual latía casi como latía el suyo.

Se besaron al subir en el auto y continuaron del mismo modo durante unos minutos—A esta hora tu tío ya debe estar en su casa... ¡Vamos...! Debo hablar con él, hoy mismo—Hinata asintió manteniendo su mano sujeta a la de Indra. Ella no creyó que la conversación con su tío sería tan rápida, aún cuando él mismo se lo mencionó la noche anterior. Esa noche comenzó a cumplir su palabra, dejando impresionada a la ojiluna.


Continuara.

Me disculpo por haber demorado un poco, pero me enfoque en la continuación del one shot Sasuhina. Aunque me distraje con todas, porque escribía un poco de cada una siendo este el capítulo que salió primero. También me disculpo por los posibles errores de ortografía que seguramente se me quedaron, en cuanto los encuentre, los iré corrigiendo 😊💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top