Capitulo 18

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.



Sasuke conducía de regreso a su hogar. Durante todo el trayecto, Sakura no dejó de estar reprochando por marcharse tan temprano, no obstante, él ni siquiera la escuchaba, toda su concentración estaba en la imagen de Hinata parada frente a él... hermosa, indiferente, e inalcanzable para él. Fue evidente su molestia ante el comentario malintencionado que lanzó Sakura y no era para menos, su esposa no tenía porque sacar ese tema en público, ni en ningún otro lugar.

—¿Que demonios te pasa? ¿Porque no respondes?—el azabache apretó el volante ante los molestos gritos de su esposa.

—Es tarde Sakura y debo trabajar mañana—respondió mordaz.

—¿En serio querido?—pregunto con burla—¿No será más bien por la tipa esa? ¿O fue por el interés de Kakashi en ella?

—¿Cual es tu problema Sakura? ¿A donde quieres llegar con esto?—el Uchiha se molestó y comenzó a elevar la voz—¿No crees que tu comentario te dejó como a una persona sin educación? No tenías para que hablar con ella... Hinata no es una amenaza para ti, después de todo, fue ella quien más perdió, tú sigues con lo que siempre tuviste.

—¿Lo tengo mi amor? ¿Estás seguro que tengo todo lo que tenía antes de ser secuestrada por tus enemigos?—estaba perdiendo terreno y no lo podía permitir, entonces lanzó de nueva cuenta el tema de su secuestro. Sasuke de inmediato cambió su semblante y guardó silencio. No volvió a decir nada, ni siquiera cuando arribaron a la mansión.

Sasuke no entró en su alcoba y ella no le cuestionó nada. Años atrás, le costó mucho enamorar al azabache, inclusive cuando se embarazó, él continuaba frío, no obstante, apenas nació la niña y él comenzó a cambiar para bien. A partir de ese día, se dedicó a quererlas a ambas, siendo un hombre ejemplar. Ella se sintió plena hasta que se volvió a embarazar, no es que no quisiera a Taro, pero no contaba con ese embarazo, lo cual le trajo muchas responsabilidades y agotó por completo su tiempo.

Con los meses se sintió frustrada, presa de su familia. Mientras Sasuke se veía cada vez más feliz y hogareño, ella se sentía asfixiada sin poder continuar su estilo de vida. Fue durante una convención médica fuera del país y a la que asistió sola. Luego de la conferencia médica término, se fue a un antro con sus compañeros y fue ahí que conoció a Darui, un apuesto hombre bronceado alto y músculo.

Darui la miro y de inmediato envió una botella con el licor más costoso. Ella lo acepto y levantó la copa en señal de agradecimiento. Luego, todo sucedió sin planearlo. Nunca antes le fue infiel a su marido, sin embargo, estar siendo poseída de manera salvaje en esa lujosa habitación de hotel, la hizo no sentir culpa alguna y también la dejó con ganas de querer más.

Una cosa llevó a la otra y mantuvieron encontrándose en el apartamento del varón durante algunos meses, hasta el día que ella descubrió que Darui era contrabandista y pariente del Raikage, el enemigo de su esposo. Darui se encontraba en Konoha por cuestiones familiares, ya que sus negocios los tenía en Rusia. Llegado el tiempo en que él debía partir, la invitó a irse con él y ayudarlo a liderar el negocio, pues sabía que ella tenía la capacidad de hacerlo. Sakura dijo que no quería perder a su familia, que a pesar de sentirse ahogada, de todos modos no pensaba dejarlos y tampoco podía pedir el divorcio ya que Sasuke le quitaría a sus hijos. La pareja lo pensó y fue como llegaron a la solución de hacerse pasar por muerta.

Las cosas sucedieron tal como las relato, la única diferencia, fue que ella accedió a irse con las personas encargadas de llevarla, dado que ella misma planeo el viaje en el crucero. Darui se encargó de tener lista la nueva documentación de su amante y para cuando la comenzaron a buscar, ellos ya estaban muy lejos. Antes de partir a Rusia, miraron los avances de su búsqueda y cuando estuvo segura que nadie tenía idea de su paradero, salió del país cambiando su aspecto. El varón quedó complacido con la autoridad y el desempeño de Sakura en el negocio, la chica lo hizo ganar millones y las noches estuvieron cargadas de pasión drogas, sexo y alcohol.

Era el plan perfecto, ya que por los contactos de Darui se enteró de lo consternado que se hallaba su esposo y no tuvo dudas de que cuando regresará, él la recibiría con los brazos abiertos. Los primeros tres años se mantuvo ocultando su identidad, no obstante, el Raikage llegó de improvisto y se la encontró. El tipo aseguró que guardaría silencio, incluso se ofreció a mantenerla informada sobre los movimientos de su esposo. El tiempo continuó y ella logró llenar sus cuentas bancarias sin preocuparse por su regreso. Ella pensó que quizás dos años más y su amante aunque un poco molesto, accedió, sin embargo, todo cambio el día en que el Raikage se presentó de nuevo y le dio la última información sobre el acelerado matrimonio de Sasuke.

Ni hablar, ella dejo su vida ilícita a un lado y ahora su marido debía hacer lo mismo, así que no le pensaba permitir esos desplantes hacia ella. La tipa era guapa, pero no lo suficiente para desplazarla, además, dudaba que al haberlos visto haciendo el amor, tuviera intención de regresar con él. Esa noche que llegaron, ella se percató del momento exacto en que abrieron la puerta, mientras que Sasuke continuó ausente, lo que la insisto a gemir más fuerte. Debía demostrar quien era la verdadera dueña del azabache.

Darui la llamaba a diario y le informó que pronto iría a verla. Aunque no lo amaba, se sentía muy unida a él y lo extrañaba mucho, dado que ni siquiera con el desenfrenado sexo con Sasuke, lograba dejar de sentir deseos por su amante. Si tan solo pudiera tenerlos a ambos y formar un trío, sería su fantasía hecha realidad, no obstante, los dos hombres eran demasiado egocéntricos para prestarse a eso.

...

Sasuke se encerró en su oficina. No tenía la intención de ir a la misma cama que Sakura. Estaba molesto frustrado y no podía sacarse de su mente a Hinata sonriéndole a Kakashi. Hatake les relato todo sobre ella y sobre cómo conoció a su primo. Aseguró que era imposible no relacionarlos, ambos eran Hyuga también tenían el mismo color exótico de ojos y los padres prácticamente eran idénticos, no obstante, él no le comentó nada al joven médico dado que el mismo chico le aseguro no tener más familia. Fue entonces que optó por no decir nada sobre Hinata considerando que ellos debían tener sus motivos y nadie debía inmiscuirse.

Kakashi no ocultó su alegría al verlos juntos y durante el rato que estuvo con ellos en la mesa, no dejó de lado el tema de su ex esposa, lo cual logró cabrearlo y fue cuando sin motivo aparente, sentenció que ya era hora de regresar a su casa, causando la furia de Sasura. En ese momento, el enfado de su esposa era lo que menos le importaba puesto que no lograba descifrar que era ese extraño sentimiento al pensar en Hinata, en saberla al lado de otro. Tenía ganas de hablarle de tenerla cerca, escucharla hablarle sentir su adictivo aroma, todo... extrañaba todo de ella y pensar en Sakura ya no le causaba la misma euforia que le causó los días posteriores a su regreso.

Salió de la oficina y en lugar de ir a su recámara donde lo esperaba su esposa, se dirigió a donde pasó sus días con Hinata. Se quitó la ropa que llevaba puesta y tomó prendas de dormir de uno de los cajones. Apenas se acostó, los recuerdos de la ojiperla lo inundaron hasta el momento en que se quedó dormido.

[...]

Lo siento tanto Hinata... te juró que de haber sabido que nos encontraríamos con ellos, jamas te hubiera persuadido para que me acompañaras—Neji la veía llorando y temía que volviera a caer en la depresión en la que estuvo apenas unas semanas atrás. Sin preguntar se desvió a su hogar, de ninguna manera la dejaría a solas, aprovecharía ese mal rato, para llevarla con ellos de una buena vez—Yo conocí a esa mujer en el hospital, sin embargo, no lo conocía a él, de lo contrario quizás podía evitar estar cerca de ellos.

—No es tu culpa Neji y estoy segura que no será la última vez que me encuentre con ellos, es sólo que...—de nuevo el nudo en la garganta le impedía hablar—¿Como no sentir este dolor cuándo hasta hace poco tiempo era yo quien estaban de su brazo? Se que suena estupido de mi parte pero Sasuke fue prácticamente mi primer amor, antes de él, no tuve a nadie—Neji se sorprendió por lo que ella le decía y sintió mucha pena, era normal que su prima se sintiera tan dolida y con el corazón roto ¡Maldito Uchiha! Se repitió en su mente.

—De ninguna manera es estupido lo que dices, al contrario, te entiendo muy bien—le tomó la manó dándole un suave apretón en busca de obtener su atención—¡Escucha Hinata! No estás sola y no te vamos a dejar caer de nuevo en la tristeza. Tú demostraste que eres una mujer muy fuerte y desgraciadamente, tu fortaleza se está poniendo a prueba otra vez, sin embargo, se que lograrás salir victoriosa de esta dura prueba... Te llevaré a vivir con nosotros y mañana podrás recoger tus cosas ¿de acuerdo?—la ojiperla se conmovió. Ella sabía que estaba rodeada de buenas personas y todas daban lo mejor de ellas para ayudarla, lo menos que podía hacer era no darles preocupaciones.

—De acuerdo—respondió en el mismo momento en que arribaron a casa de los Hyuga.

—Todo estará bien... ya verás que con el tiempo lograrás superarlo—la abrazó contra su pecho—llora conmigo, saca todo tu dolor—así lo hizo, la morena se aferró a él, como su salvador y no supo por cuanto tiempo permaneció en la misma posición, hasta que finalmente suspiró sintiéndose más liviana.

—Gracias Neji... esto significa mucho para mí y te prometo que no volveré a caer en la oscuridad en la que estuve... pondré todo de mi parte para olvidarme de él—el castaño sonrió complacido. Hinata se veía determinada a cumplir su palabra y aunque no sería fácil olvidar a ese imbecil, por lo menos decidió que lo iba a intentar.

—¡Vamos adentro! Papá se pondrá feliz cuando sepa que aceptaste vivir con nosotros—el médico no mentía dado que apenas entraron y fueron recibidos por Hizashi, el cual no contuvo su entusiasmo al saberlo.

—Está también es tu casa y quiero que te sientas con la libertad de hacer cualquier cambio que creas conveniente—Hizashi le dio un abrazo—espero que tu tu habitación sea de tu agrado, yo mismo me encargué de ordenar los muebles y el color de las paredes—los tres subieron y Neji encendió la luz. La morena se quedó boquiabierta, era como si supieran exactamente lo que a ella le gustaba.

—Es perfecta, pero ¿como?—el mayor sonrió.

—Tuve un poco de ayuda de alguien cercano a ti—tanto Neji como Hinata observaron un ligero tinte en las mejillas de Hizashi, sin embargo, no sabían el motivo.

—¿Quien te ayudó padre?—Neji no lo dejaría para otro momento, él sintió curiosidad y aunque su padre era un hombre respetable, no admitió la idea de que se hubiera interesado en una de las jóvenes amigas de su prima, como tampoco en una mujer casada como Kurenai.

—Bueno... yo no sabía a quien pedirle ayuda y se me ocurrió que Yume te conocía bien y ¿ya vez? No me equivoque—la morena quería reír ante el nerviosismo de su tío ante el cuestionamiento de Neji. Toda la escena era divertida, ya que eso siempre sucedía al revés, era el hijo quien se ponía nervioso con los cuestionamientos del padre, pero en ellos dos no fue lo mismo. Definitivamente, Neji podía ser muy intimidante.

—¡Ya veo!—soltó Neji, quien a su vez, intentaba no reírse por haber pensado en tonterías sobre las jóvenes y la mujer casada—Bien hecho... ella conoce muy bien a Hinata y quizás podamos invitarla a cenar como agradecimiento—Hizashi asintió y se relajó. Ambos continuaron mostrándole todo a la chica y su primo le proporcionó su propia ropa para que durmiera. Se despidieron de ella dejándola descansar, pero antes de marcharse, la morena los abrazó a ambos.

—Gracias por estar conmigo, de no ser por ustedes no se que sería de mí—su tío la consoló tal como lo hacía su padre y de nuevo se sintió parte de una familia.

—No tienes nada que agradecer cariño, también para nosotros es una gran felicidad tenerte aquí... le darás alegría a nuestras vidas—él no mentía, ya que desde que la conocieron, se sintieron muy apegados a ella, quizás fue como sentir una parte de su hermano a través de Hinata. La verdad no sabían, pero era claro lo mucho que la querían en sus vidas.

—Papá tiene razón, nosotros llevamos mucho tiempo viviendo solos y tu llegada a nuestras vidas nos trajo un nuevo sentimiento, el cual no experimentamos antes... Tu eres como la hija que mi padre no tuvo y por ende, eres la hermana que me hubiese gustado tener, ademas, estoy seguro que tu padre y tú, hubieran hecho lo mismo por mí de haber sido yo quien terminara en tu situación—la ojiperla sonrió y el mayor le limpió las lágrimas con sus pulgares, luego le depositó un beso en la frente.

Apenas la dejaron a solas, Neji le contó a su padre lo sucedido durante su salida y Hizashi entendió el porqué de la fragilidad que Hinata mostró, era entendible y aunque no quisiera, no pudo evitar sentir despreció por ese hombre. Independientemente del regreso de la esposa, él no la trató como debía, ese sujeto la sometió a un tratamiento indigno, no le dio su lugar y la hizo sentirse una intrusa en un sitio donde debió sentirse como su hogar. Aún recordaba las lágrimas de su hermano mientras le narraba sobre la tristeza de su pobre hija, no obstante, nada lo preparó para enterarse de lo que su hermano nunca llegó a saber, acerca de las fotografías y las acusaciones a las que fue sometida.

[...]

Los días transcurrieron y finalmente llegó el Sábado, la fecha que fijaron para la inauguración del orfanato. Los medios de comunicación ya se encontraban instalados en dicho lugar y hasta el alcalde junto a su esposa se presentaron, dado que sería Hashirama quien cortaría el listón.

Entré los presentes se encontraban los Uchihas, excluyendo a Sasuke, esposa e hijos. Los padres de Naruto también hicieron acto de presencia, al igual que Ashura, Kaana, Hizashi, Yume, Neji Hinata, Ino, Tenten y Naruto. Kaana se empeñó en que todos los que participaron en la subasta, usaran ropa diseñada en su boutique. La inauguración era en el día, así que las prendas no eran tan elegantes como las de la subasta, pero de igual manera fueron diseños preciosos y adecuados para las imágenes que mostrarían en los diarios.

Más tarde, arribaron Karin, Suigetsu, Konan, Yahiko y Sasori. Aún faltaba media hora para dar inicio al evento y más personas se unían a los invitados. La ojiperla sonrió cuando se acercaron a ella, Sumire tomada de la mano de Kawaki, la chica se miraba ruborizada pero su semblante era de felicidad. La Hyuga pensó que se veían tiernamente enamorados. Los padres de Sumire también se acercaron a saludarla y ella aprovechó de presentar a su familia.

Para ese momento, Naruto se dedicó a dar entrevistas debido a la insistencia de los reporteros.

—Mi hijo es tan lindo ¿no lo creen chicas?—Minato negó con la cabeza ante la pregunta que su mujer les hizo a las jóvenes

—Claro que lo es—recalcaron Karin, Hinata y Tenten, mientras veían la facilidad que el rubio tenía para manejar con éxito a los reporteros.

—Naruto parece toda una celebridad Kushina—Mikoto se acercó a ellos seguida de Fugaku, Izuna y Madara. La ojiperla sonrió genuinamente. Independientemente de su relación fallida con Sasuke, esas personas frente a ella siempre se portaron bien.

—¿Como estás bonita?—cuestionó Madara quien fue el primero en acercarse hasta ella.

—Muy bien, gracias por preguntar—respondió sonriéndole a él y a los otros que también se acercaron.

—¡Cariño luces preciosa!—Mikoto llegó a su lado y le dio un maternal abrazo. La Uchiha no había dejado de lamentarse por las decisiones que tomó Sasuke en torno a las dos mujeres. Si bien es cierto que el regreso de Sakura echaba por tierra el matrimonio, también era cierto que su hijo tenía la libertad de elegir con cuál de las dos deseaba quedarse y él, no dudó en elegir a Sakura. Por otro lado, Itachi le contó lo sucedido la noche que la joven los miró en su misma cama y lo único que pudo hacer fue sentir mucha pena. Ella lo único que hizo fue amar a Sasuke y fue quien más dañada resultó.

—Gracias... Todos nos vestimos con los diseños de la señora Kaana—respondió tranquila. Platicaron por unos minutos hasta que la hora indicada llegó y Hashirama tomó la palabra.

—¡Damas y caballeros, niños y niñas!—el público sonrió—Estamos aquí reunidos para abrir las puertas a Natsuki y tal como su nombre lo dice, será un lugar lleno de esperanza... esperanza de una mejor vida a los más desafortunados e inocentes de nuestra sociedad—la ojiperla se sentía feliz, no obstante, la ausencia de Indra la había entristecido. Ellos no se veían desde el día que estuvieron en ese mismo sitió y a pesar de quedar en ir a cenar a su hogar, él la llamó avisando que debía salir de la cuidad y que regresaría antes de la inauguración, sin embargo, él no se presentó—Como saben, las personas han hecho mucho para llegar hasta este punto y quiero agradecer públicamente a los principales responsables... Kurenai, Naruto, Hinata, Ino y Tenten...ellos fueron quienes incitaron todo y con sus excelentes amigos que no dudaron en dar todo lo mejor de sí, se logró antes de lo previsto—la morena se sonrojó ante los camarógrafos, no obstante, Naruto y Kurenai estaban a su lado—Ahora como agradecimiento a los donadores anónimos y a quienes pusieron todo su esfuerzo, les anunció que la cuidad compro el terreno junto al orfanato, en el cual, que se construirá un centro de ayuda para mujeres. En este lugar, se podrá asistir a chicas embarazadas, a quienes son maltratadas y también a quienes necesitan un techo donde quedarse—los chicos no lo podían creer y el público aplaudió emocionado.

—¿Escucharon eso?—Naruto prácticamente levantó del suelo a la ojiperla sintiéndose feliz al igual que ella. Kurenai se llevó las manos al pecho y Kushina abrazó a Ino y a Tenten. Eso era una gran noticia y llegaba el mismo día en que abrían las puertas del orfanato.

Hashirama finalmente cortó el lazo y la celebración dio inicio. Mito se había encargado de hacer el traslado de un grupo de niños que residía en un albergue mal acondicionado y Kurenai reunió a los que encontró deambulando por las calles. Tal como ofreció Neji, él mismo se encargó de revisarlos ayudado esa misma mañana por Kakashi, el cual estuvo más que dispuesto.

—Estoy orgulloso de ti mi amor—Ino sonrió y correspondió al abrazo de su azabache mientras posaban a las cámaras. Todos los amigos se acercaron a felicitar a las cinco personas que nombró Hashirama.

—Nos volvemos a ver pequeña—la ojiperla sonrió al ver a Kakashi—Cuando Neji me contó lo que estaban haciendo me sentí afortunado de conocerlos... aunque no tengo el gusto de conocer a tus amigas, conozco a Naruto desde niño y se el gran corazón que tiene, así como lo tienes tú—la joven se ruborizó de inmediato. Kakashi seguía siendo apuesto y galante.

—Fue un esfuerzo de muchas personas, no obstante, de no ser por Naruto, quizás no hubiéramos llegado hasta aquí—no mentía, el rubio se propuso movilizar sus contactos y amigos, logrando que todos se pusieran a su disposición.

—Lo puedo imaginar... ese chico es muy decidido y cuando se propone algo, no se detiene hasta conseguirlo—afirmó sonriendo y recordando al joven.

—¿Están hablando de mi?—el mencionado se colocó a un lado de Hatake y le pasó el brazo por los hombros. Sasuke le había contado sobre Kakashi y el interés en Hinata—¡Ven Hina!—el Uzumaki se separó de Hatake y colocó a la morena en medio de ambos. La Hyuga no entendió el porqué, hasta que no miró a los fotógrafos buscando la mejor imagen de los tres. Ambos varones vestían trajes oscuros y la morena portaba un entallado vestido azul hasta abajo de la rodilla. Tenten y Karin se unieron a ellos por unos minutos.

Mas tardé, Tenten le dio un ligero codazo a la ojiperla y ambas enfocaron la mirada al lugar donde Neji conversaba con Karin... Su tío conversaba con Mikoto, Yume, Fugaku, Izuna y Madara, él se veía tranquilo. Obito, Rin e Itachi se unieron a Kakashi, Naruto, Hinata y Tenten mientras Hashirama daba entrevistas acerca del lugar donde construirían el nuevo proyecto.

Ashura, Kaana, Kurenai, Asuma e Iruka, veían a los tres payasos que contrató Hashirama. Los pequeños niños los rodeaban en la zona de juegos, mientras uno hacía trucos, el otro les pintaba figuritas en los rostros y el tercero les regalaba globos. Ashura veía como el médico no se había despegado de Hinata y su esposa lo notó.

—¡Mira quien llegó!—el Otsutsuki se giró y enfocó a su hermano siendo fotografiado. Indra no se desvió a ningún lado, él se dirigió hasta el lugar donde se hallaba la Hyuga.

...

Indra hizo todo lo posible por llegar a tiempo a la inauguración del orfanato, sin embargo, uno de sus negocios requería de su presencia inmediata y no pudo ignorarlo, no obstante, se movilizó lo más rápido que pudo y consiguió arreglar el conflicto.

Luego de verse con la ojiperla en ese mismo sintió, se había tenido que ir de viaje, dejando de lado la cena con ella, lo cual lo frustró por completo, dado que era la primera vez que salir de viaje, no le causó ninguna gracia.

Apenas terminó con sus deberes y se apresuró a cambiarse de ropa. No tenía idea del porqué de la insistencia de su cuñada en que se vistiera con una camisa azul que ella misma le entregó el día anterior y ahora que veía a Hinata desde la distancia, entendió el motivo. Seguramente su hermano le fue con el chisme a Kaana y ella planeó que ambos lucieran los mismos colores. Esa noche tenía una cena de negocios y su intención era invitar a la ojiperla.

Entre más se acercaba, comprobó que ella no se hallaba sola y no se trataba de los jóvenes a quienes miró la semana anterior, no. Se refería al hombre de cabellos plateados, el cual no dejó de querer obtener su atención ¿quien demonios era él? ¿Acaso a ella le gustaba? Sus motivos de asistir a esa inauguración giraban en torno a ella, puesto que de otro modo, no acostumbraba dejarse ver entre tantas personas y reporteros.

Antes de llegar, se sintió inseguro de acercarse y llegar a ella de lo más normal, o dejarla continuar con el tipo ese. Ella le daba la espalda así que aún tenía tiempo de ir hacia otro lugar. Divisó a su hermano y cuando pretendía ir hasta él, ella se volteó. No pudo identificar con palabras, la sensación que tuvo dentro de su pecho al verla sonreírle con timidez. Se veía hermosa y ante esos hipnóticos ojos, sus pies se movieron solos hasta quedar de frente con ella. Estaba tan embelesado que no notó que no sólo la chica se había girado, ya que sus acompañantes también se habían girado.

—Buenas tardes, lamentó no haber podido llegar a tiempo cómo lo asegure—la sonrisa anudada al encantador sonrojó en el perfecto rostro de la morena, valía todo lo que hizo para estar en ese lugar.

—No se preocupe, lo bueno es que ya esta aquí ¿no es así Hina?—la morena asintió repetidamente con la cabeza, dado que no logró articular palabra alguna. Ino sonrió con inocencia luego de ver el rostro de su amiga en llamas, pero alguien debía dar un empujón entre esos dos y a ella no le importaba ser la persona encargada de hacerlo. Naruto negó con la cabeza sin dejar de sonreír, luego se percató de la mirada de Kakashi y del mismo Otsutsuki. Ellos no se conocían y a juzgar por el estado de Hinata, ella no lograría hacerlo.

—Me alegró que nos acompañes, eras el único que faltaba—soltó Naruto—y ahora permíteme presentarte a un amigo nuestro... Kakashi Hatake, él es médico y ayudó a Neji con la revisión de los niños—ambos varones se miraron y estrecharon las manos.

—Indra Otsutsuki para servirle—rápidamente, Itachi notó que el ambiente se puso tensó, así que no dudó en intervenir, pero antes que lo hiciera, alguien se le adelantó.

—Obito, Rin y Kakashi, vengan conmigo quiero una foto con ustedes ahora que nos reunimos luego de tantos años—Kushina los conocía desde años atrás y les tenía mucho cariño a los tres—Tu también Naruto—los mencionados no protestaron y la siguieron hasta donde ella quería.

—Luego regresó, buscaré algo de comer—anuncio Tenten. Itachi también se disculpo y se acercó a Sasori.

—Shisui, yo también tengo hambre—el Uchiha sonrió entendiendo que su novia quería dejar a la ojiperla a solas con Indra. La pareja también se retiró, quedando sólo Indra con la ojiluna.

—Creí que no iba a venir—confesó apenada por dudar.

—Tuve un percance a última hora, pero créame, no me hubiera perdido una invitación suya... ¿Me haría el favor de acompañarme a dar un recorrido por todo el lugar?—Indra colocó el brazo para que ella lo tomara. Hinata sintió muchas miradas puestas sobre ellos, no obstante, tomó el ofrecimiento del Otsutsuki y juntos se dirigieron a la zona de juegos donde se encontraban los payasos. Aunque aún no eran muchos niños, el alcalde ordenó contratar un equipo de personas capacitadas para el cuidado de infantes, como cocineros y conserjes. Ellos, juntoa los voluntarios, harían un buen sitio para esos pequeños, los cuales ahora lucían limpió, sanos y felices.

...

—¿Que hace Indra aquí?—cuestionó Madara en el momento en que lo miró entrando y dirigiéndose hasta la ojiperla. Conocía a Indra desde mucho tiempo atrás y no era propio de él, aparecer en un evento como ese, a menos que tuviera segundas intenciones ¿se estaría interesado en la ex esposa de Sasuke? Y de ser así ¿acaso ella le correspondería? Lo pensó mientras veía desde la distancia el sonrojó de la joven.

—¡Oh! Hinata y él se han vuelto cercanos desde una noche que coincidieron en mi casa para la cena... Indra vino con ella y les ayudó a todos amueblando las habitaciones—se apresuró a responder Hizashi. Él fue consiente de la atracción que se comenzó a formar entre ambos y aunque su sobrina era muy joven comparada con Indra, eso no parecía ser un problema entre ellos.

—¿Indra ayudando?—Izuna también se quedó pasmado y sus orbes se dirigieron hacia donde llegó el susodicho... entonces lo entendió... Indra se veía muy interesado en Hinata. La mirada de su hermana era de tristeza, fue claro lo que ella pensó, no obstante, la joven tenía derecho a volver a rehacer su vida, después de todo, Sasuke no dejaba de mostrarse con su esposa, lo único raro fue la persona con quien parecía estarse dando la oportunidad.

Izuna no se equivocó, Mikoto sintió un nudo en la garganta. Hinata había sido la mujer perfecta para la familia de su hijo y ahora se veía contenta al lado de otro hombre. Debía admitir que hacían bonita pareja, incluso parecían haberse puesto de acuerdo en cómo vestir. Independientemente de lo sucedido con Sasuke, ella apreciaba mucho a la joven y no pudo más que desearle suerte en cualquier decisión que tomará.

—Así parece y según lo que me contó Hinata, él fue de gran ayuda al momento de instalar los muebles mas pesados—añadió Hizashi ajeno a los pensamientos de los tres Uchihas.

...

—Esta es la habitación donde colocamos las cunas—Indra entró siguiendo a la morena y apreció a tres bebés como de seis o siete meses. Una mujer con el rostro amable se hallaba cuidando de ellos y sonrió hacia los recién llegados.

Ino, Hinata y Tenten, estuvieron con ellos la noche anterior y ayudaron a bañarlos. La morena miró que uno de ellos se encontraba despierto. Ella no dudó en cargarlo y lo arrulló colocándolo sobre su hombro. El Otsutsuki creyó que esa chica no podía ser mas hermosa que en ese mismo momento. Verla con ese bebé durmiendo en sus brazos, lo incitó a sacar su celular y tomar muchas imágenes sin que ella lo notara.

La joven colocó el pequeño de nuevo en la cuna y se despidió de la encargada asegurando que regresaría al día siguiente.

—Hasta luego señorita Hyuga—la pareja continuó el recorrido y antes de regresar a donde se encontraban todos, Indra tomó el valor de detenerse. La celebración estaba por concluir y quería llevarla a otro lugar, dado que aún tenía la cena a la cual debía asistir y quien mejor que ella para ser su acompañante.

—¡Hinata!—la joven se giró quedando frente a frente con él—Esta noche tengo una cena con unos inversionistas y me gustaría invitarla a ir conmigo—la ojiperla sintió mariposas en su vientre. No estaba segura de lo que le sucedía con ese hombre, pero cada vez que estaba junto a él, se sentía mucho mejor, no obstante, tenía la certeza de que comenzaba a sentir algo más—No pretendo que se sienta obligada, si no puede, o si ya tiene otro compromiso, no hay ningún problema—debía dejarlo claro, ya que, tampoco quería acorralarla.

—No tengo ningún otro compromiso, pero ¿usted cree que mi ropa sea adecuada? Quiero decir, bueno yo... no quiero desentonar—se reprendió mentalmente por no hablar claro, pero cuando se encontraba con esa mirada tan enigmática y tan intensa sobre ella, sus piernas temblaban.

—Luce usted hermosa y de ninguna manera desentonará... mírenos, parece que nos hubiéramos puesto de acuerdo para vestir este día—Indra la giró con suavidad quedando él tras ella frente al gran ventanal que daba al jardín trasero. A esa hora de la tarde la luz hizo que ellos se reflejaran en los cristales y fue así como la morena pudo apreciar lo que el Otsutsuki le decía. En segundos, la joven se ruborizó con la imagen, su corazón latió fuerte al imaginar que parecían una pareja de enamorados—¿Lo ve? No hay porque temer—la chica asintió y salieron a donde se encontraban los demás.

—Me despediré de mis amigos y de mi tío—Indra estuvo de acuerdo y se dispuso acompañarla, sin embargo, Hashirama y Ashura lo llamaron. El varón le dijo a la morena que la alcanzaría en un momento y cada uno se dirigió a diferentes lugares.

Hinata procedió a despedirse de todos y no logró escapar de las sonrisas burlonas de Ino y Karin. Notó la sorpresa que causó en los padres y tíos de Sasuke, dado que estaban cerca de Hizashi cuando ella le informó a donde y con quien iría, no obstante, le sonrieron con amabilidad. La Hyuga sintió alivio, pues aunque su falso matrimonio no terminara de la mejor manera, le importaba la opinión de ellos.

Indra se acercó a salud a todos, mientras que la ojiperla conversaba con Kurenai acerca de su puesto de directora en el orfanato. Hinata la felicitó sabiendo que nadie sería mejor que ella en ese puesto. Prestó atención al Otsutsuki y esté ya esperaba por ella, así que se despidió y comenzó a caminar hasta él.

—¡Hinata! ¿Te vas?—Kakashi la alcanzó tomándole la mano y dispuesto a no dejarla ir.

—Si, acabó de avisarle a mí tío—respondió apenada al ver que aún le sostenía la mano.

—Shisui, su novia, Obito, Rin y otros más van a un antro, me gustaría que fueras conmigo ¿que me dices?—Indra tenía sus manos en los bolsillos mientras observaba. Escuchó todo y no pensaba interferir, si Hinata quería irse con el médico, él no sería quien la retuviera.

—Yo... de verdad lo siento mucho, pero iré a cenar con Indra—Kakashi volteó siguiendo las orbes de la chica y encaró al Otsutsuki, el cual se veía indiferente.

—¡Bueno...! Quizás en otra ocasión... cuídate mucho pequeña—con un asentamiento de cabeza, se despidió de Indra luego de hacerlo de la ojiperla y regresó a donde se encontraban los chicos.

—Disculpe, espero no hacer que se retrase en su cena—la culpa invadió a Indra. Quizás ella prefería ir con sus amigos y por su invitación, pasaría una cena aburrida.

—De verdad no me molestaré si usted prefiere ir con sus amigos—debía volver a ofrecer antes de irse.

—No, claro que no... ademas, si le soy sincera y aunque sólo fui una vez, no disfruto mucho de esos lugares... Mis amigas dicen que tengo gustos de abuela.

—Eso quiere decir que somos muy similares—el varón le tendió la mano y la condujo a su auto. En cierta forma, él también era igual, no le gustaban los lugares concurridos ni la música muy alta.

...

Una vez que arribaron al restaurante, él le tendió la mano para ayudarla a bajar, no obstante, permaneció sin soltarla y así entraron. La joven apreció como las miradas de las féminas se posaban en Indra sin importarles que ella lo estuviera acompañando, también pudo notar a unos hombres vestidos de negro que los seguían a donde iban. Él no parecía en desacuerdo con eso y ella dedujo que eran guardaespaldas. Seguramente siendo juez, debía tener muchos enemigos y por ende, necesitaba seguridad privada.

En la mesa los esperaban dos hombres acompañados de dos hermosas mujeres. Ambos varones se pusieron de pie en cuanto la miraron.

—¡Buenas noches!—Indra saludó a los cuatro y acercó a la ojiperla—Les presentó a la señorita Hinata Hyuga... ¡Hinata! Él es Gaara y su prometida Matsuri—ambos la saludaron y la Hyuga notó que el pelirrojo parecía como de la edad de Naruto y la prometida se veía más joven, posiblemente de su edad—y él es Shikamaru y su esposa Temari—al igual que lo hizo con los primeros dos, también saludo a los esposos. Ellos también se veían de la edad de Sasuke y de su esposa.

La cena comenzó entre pláticas. La ojiperla se sintió cómoda entre esas personas, de hecho le cayeron muy bien. Los cuatro tenían poco tiempo viviendo en Konoha, tal como Neji y su tío. Temari le contó que tenían un hijo un poco mayor que Sarada y que ya había comenzado asistir al colegio. La rubia aclaró que ellos se habían casado muy jóvenes y por lo tanto, el hijo de ambos ya no era un niño. La morena aprecio el disgusto en el rostro del pelirrojo y poco después se enteró que él era hermano de Temari.

Indra se sintió feliz cuando su hermosa acompañante se fue al tocador con las dos féminas. Ellos trataban asuntos de negocios y saberla contenta, lo dejó tranquilo.

[...]

Itachi llegó a la oficina el Lunes por la mañana y lo primero que escuchó al ir a su oficina, fue el sonido de cristales crujiendo sobre la pared. El sonido provino de la oficina de su hermano. Preocupado, entró sin tocar—¡Sasuke! ¿Esta todo bien?—sobre el escritorio descansaba un periódico donde aparecían las fotografías de la inauguración del orfanato. En una de las muchas imágenes, se veía a Indra sosteniendo la mano de Hinata posando para las cámaras. En otra se veía con Hatake, sin embargo, también sus padres, Shisui, Ino, Obito e incluso él fue capturado en las fotografías.

—Estupido de Indra Otsutsuki... ¿como se atreve a poner sus ojos en Hinata?—soltó con odio. Itachi arqueo una ceja—Y como si no fuera suficiente con él, también Kakashi se va tras ella.

—Sasuke... te recuerdo que ella es una mujer libre y como tal, puede tener pretendientes, no entiendo a que viene tu molestia ¿que no estás feliz con la mujer de tu vida? ¿No era tu mayor deseo tenerla de regreso?

—Eso no tiene nada que ver Itachi ¿no entiendes? Hinata es demasiado inocente y esos imbeciles podrían querer aprovecharse de ella—la molestia del menor no disminuía y lo único en su mente era partirle la cara a Indra.

—Mira... te lo voy a decir, ya que te estas tomando atribuciones que ya no te corresponden. Indra esta muy interesado en Hinata, lo noté desde el día en que amueblamos el orfanato, él estuvo todo el día realizando trabajos pesados y por lo que escuché de Shisui, se han hecho muy cercanos—el menor de los Uchihas enfocó a su hermano sin poder creerlo ¿donde? ¿Cuando se hicieron cercanos? ¿Porque él? Preguntas sin respuesta y que lo dejaban ansioso—Todos los que estuvimos con ellos, apreciamos como ella poco a poco, comienza a corresponder a su cortejo, incluso luego de la reunión, rechazó la invitación de Kakashi para ir a un antro con todos ¿ y el motivó...? Simple, ella se fue a una cena de negocios con Indra.

—Pero Indra no es el adecuado, tu sabes que tiene una doble vida—Sasuke sintió que algo dentro de su pecho, se rompía.

—¿Y que hay con eso? Tu tenias un historial limpio ¿y que cambio con que así fuera?—cuestionó con severidad—Ella sufrió mucho a tú lado, incluso después de separarse, él en cambio, se ha esmerado por tratarla con calma, dedicación, perseverancia y eso, logró que volviera a ser la misma de antes, o incluso, mejor—Sasuke se dejó caer en su silla, mientras que Itachi abandonó la oficina.

Continuara.

Me disculpo por la demora como también por las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron, en cuanto las encuentre, las iré corrigiendo 😊💕

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