tiempo
Yuuri se mostraba inquieto pese a que no lo precionaban, él seguía sintiendo inseguridad.
No podía llamarlos papá y mamá, los trataba con respeto pero por sus nombres, pese al dolor de la pareja aceptaban eso, al menos ya tenían a su hijo ¿verdad?
Empezó a pasar el tiempo y en las clases privadas Yuuri demostró grandes ganas de estudiar, no le iba a ser difícil tener las constancias.
Cuando llegaron las vacaciones Mari al fin pudo conocer a su hermano, tanto escucho de él, que en verdad tenía ganas de conoserlo, lo abrazo apenas supo la noticia.
No se despegó de él en en la semana que regresó a casa, compartieron noches juntos hablando de sus vidas, compartieron secretos e inseguridades.
Por un momento Yuuri se sintió parte de la familia, por primera vez en esa casa sonreía, con las ocurrencias de su hermana sería difícil no hacerlo.
Fue algo que los unió, al finalizar la semana Mari regreso al instituto, Yuuri le prometió alcanzarla pronto en sus estudios para que se sintiera orgullosa de él, cumpliría esa promesa.
La relación con Hiroko también cambio, eran más cercanos que antes, incluso la dejaba entrar a su habitación, ya que antes no lo permitía, pues era su lugar sagrado, lo adoptó como suyo, el único lugar de la casa donde se sentía bien, el vivir con tantos lujos era nuevo para él.
La noche antes del regreso de la pequeña hermana, tuvieron una cena muy animada, no solo para la familia porque invitaron a la familia Nikiforov que tanto les ayudo en esos años tan duros, lo correcto era disfrutar de esa felicidad juntos.
Yuuri estaba nervioso pues por primera vez sería presentado ante amigos de sus padres, el señor Yakov era bastante intimidante pero la señora Lila lo era mil veces más, solo el joven Victor parecía alguien agradable.
Era cuatro años más grande, en cambio se comportaba como un niño infantil, siempre sonreía y trataba de hacerlo reír.
Victor le ofreció su amistad inmediatamente que lo conoció junto a un abrazo algo asfixiante.
Luego Mari se fue, pero sentía que ya no estaba solo, ahora tenía metas, propósitos y unas ganas increíbles de ser alguien digno de portar el apellido Katsuki.
Se esforzó aún más en sus estudios, logrando tener certificados de escuela y secundaria en solo un año.
Se prometió a sí mismo terminar la prepa en menos de un año y empezar la universidad, tomaría las riendas de su vida, aprovecharía la oportunidad que la vida le dió, de tener una familia, de tener un futuro.
Para celebrar ese certificado, tuvieron una cena familiar especial, donde estaba Victor quien fue el que más lo felicito, incluso más que Mari y eso ya era mucho.
Mari sólo podía salir del instituto en con ciertos permisos y este caso no fue la excepción, pues algo así devia celebrarse.
Mientras todos reían y bromeaban, Victor aprovecho y secuestro a Yuuri un momento llevándolo a la cosina, le pidió ser novios, pues el japonés conquistó su corazón.
Era algo que no esperaba pero aún así aceptó, claro que como la pequeña hermana no se despegaba de su hermano lo siguió al irse y escucho todo.
Grito tanto como pudo, que todos escucharon aquel gritó, adiós a la sutileza ya todos lo sabían.
Mari saltaba emocionada, gritando que ya eran novios, pues era algo hermoso, según ella enamorarse era lo mejor que podía pasarle a alguien en la vida, que su hermano encontrará el amor era lo que más anelaba la chica.
La edad no importaba tanto pues aunque Victor ya fuera legal y Yuuri no, aún así iban a ir lento, no es como que tendían sexo en ese momento y se casarían en un par de meses.
Pero no contaban con que Hiroko adorara la noticia a tal grado que empezó a hablar de una boda, aunque Lila no tenía ningún tipo de expresión en su rostro, igualmente secundo la idea de una boda enorme.
Mientras Yakov y Toshiya felicitaban a los jóvenes, ya tenían proyectos juntos, pero está boda permitiría alear las empresas.
Y así pasaron de novios a comprometidos en menos de dos segundos.
Victor tomó su mano con gentileza y la beso, sonría como si esa fuera la mejor noticia del mundo y él entendió que aún podían conoserse, tener tiempo juntos y citas, no era algo que harían de inmediato, aún si las familias empezaron a organizar todo.
Las citas obviamente serían en esa casa ya que aún no presentaban a Yuuri en sociedad, esperaban hacerlo cuando fuese mayor de edad y auniciaran públicamente el compromiso entre los chicos.
En menos de una semana las mujeres ya tenían todo planeado, aún si faltaban un par de años para eso.
Yuuri seguía demostrando que era muy inteligente y que podía con cualquier reto impuesto.
Un año después ya había conseguido su título de preparatoria, todos estaban felices por él.
Por supuesto celebraron con una gran cena, Mari siempre estaba atenta con su hermano, pues solo lo veía un par de veces al año, quería saber todo sobre su relación con el platinado, pero no había mucho que contar pues Victor ya trabajaba con su padre y se veían apenas unas horas cada semana, se habían besado, mucho pero de abrazos y lindas palabras no pasaban, nadie se aprovecharía de un chico de 17 o ¿si?
Normalmente se tomaba una o dos semanas antes de iniciar sus clases con algún nuevo tutor, para relajarse un poco y disfrutar de sus logros.
Está vez quería, pero no sabía cómo pedirlo o si le permitirían eso.
Queria estudiar en una universidad, ir a clases como normalmente lo haría alguien de su edad.
Tenía tantas ganas de estudiar e interactuar con chicos de su edad como lo hacía su hermana, pero no sabía si sus padres le darían permiso ya que siquiera podía salir de casa, no entendía eso, ya estaba grande, nadie querría hacerle daño, ¿porque seguían ocultando lo?
Solo hizo falta que alguien tocará a la puerta para que todo se viniera abajo.
Un chico pidiendo una audiencia con los señores Katsuki, quienes aceptaron escuchar al muchacho.
Se presentó como Masumi, pero que solo era el nombre que le dieron sus padres adoptivos, era alto, de ojos café, tenía un porte y una elegancia digna de alguien acomodado.
Empezó a contar su historia en la sala donde lo recibieron, Yuuri estubo presente por petición de Masumi y así comenzó.
Lo secuestraron a los tres años, pensaban pedir rescate por el, pero fueron detenidos por la policía por exceso de velocidad, sin reporte aún de ningún niño perdido lo llevaron a un horfanato, pues no hablaba Ruso.
En ese horfanato los maltrataba y estaba por cerrar, los policías no lo sabían y por eso llegó a ese lugar, en menos de dos días los repartieron a otros horfanatos, pero a él no, ya que una pareja de Italianos, en busca de adoptar un hijo, llegaron a ese lugar, fueron ellos quienes los denunciaron por tan malos tratos hacia los menores, ellos estubieron en todo el proceso y sintieron lástima por él, que solo lloraba por ser separado de sus padres y que nadie le entendiera.
La pareja lo llevo a Italia y en ese lugar hicieron los trámites legales de adopción, registradolo como Masumi, comenzó a aprender ese idioma y cuando pudo comunicarse, ya había perdido gran parte de sus recuerdos, los padres adoptivos pensaban que una familia lo abandonó en aquel horrendo lugar y nunca buscaron a su verdadera familia.
Con el tiempo el fue olvidando todo, pero hacía unos meses su madre falleció y en su lecho de muerte le pidió no quedarse con la duda y si quería, podía buscar a sus verdaderos padres y fue que comenzó a recordar su pasado, a pesar de corta edad.
Comenzó con investigadores y no fue difícil encontrar similitudes en su historia con el hijo que perdieron la familia Katsuki, quien por tanto tiempo busco a su hijo.
Masumi era su hijo.
- pero...Yuuri es nuestro hijo - replicó la mujer aún con la duda.
- está bien si es su hijo, perdí a mi padre hace años y hace unos meses a mi madre, yo solo quiero saber si tuve una familia que me amo - los miro con lágrimas en sus ojos - solo quiero saber si pertenezco a su familia.
- bueno - la duda estaba en todos, mirando al chico descompuesto frente a ellos el señor tomó la decisión de investigar.
- si no hay ni una sola posibilidad de que yo sea su hijo entonces me marcho, con permiso - se levantó y limpio sus lágrimas.
- nunca hicimos una prueba de ADN con Yuuri, no era necesario...pero ahora - hablo el padre, giro a ver a Yuuri que estaba muy confundido.
- no pienso pedirles nada, solo quiero saber de dónde vengo - se sentó de nuevo - yo estoy dispuesto a realizar cualquier prueba - todas las miradas recayeron en el otro pelinegro que solo acintio con la cabeza muy lento.
- está decidido - había dicho el mayor, y ordeno a una sirvienta preparar una habitación para en nuevo huésped.
Con dinero y un apellido de prestigio, los análisis estubieron en una semana, semana en la que se guardo el secreto, semana en la que ni Victor tubo permitido ir a esa casa, una semana en que convivían con un extraño nerviosismo.
Cuando los documentos les fueron entregados, pudieron respirar tranquilos, uno positivo y otro negativo.
Yuuri de cierto modo se sintió feliz, en calma, sus padres si habían muerto en un accidente, pues su prueba fue negativa.
Masumi era el verdadero hijo que antes perdió la familia Katsuki, él era Hanae.
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A qué era algo obvio, y ya lo adivinaban...
Se imaginan a Mari, saltando y gritando, son novios, son novios, SON NOVIOS!!!
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