planes funcionando

Mientras alimentaba a sus hijos pensaba en todo lo ocurrido en su vida, tal vez en momentos de soledad era cuando dejaba de sonreír y mostraba un semblante triste.

Tenía claro su sueño y su meta, las chicas eran diversión pasajera, no quería amor y mucho menos tener un matrimonio solo por un descuido.

Sabía quién era y que quería.

Pero últimamente su mente divagaba mucho en alguien y eso le comenzaba a asustar.

Seung era guapo, tenía un buen cuerpo bien trabajado, músculos notables, era bastante fuerte y eso lo sabía por la forma en que lo dominaba y sobretodo cojia como los dioses, simplemente una bomba andante.

Más de una vez al día tenía que golpearse para dejar de pensar en él.

Pero pensar en sexo no era el problema.

Su problema venía en que en su mente quería saber más del coreano, quería ver más facetas suyas que solo esa cara estoica que mostraba siempre.

Era egoísta pero quería ver nuevas facetas como aquella vez que lo vio llorar delante de él, completamente derrumbado.

Quería saber más de su padre y sus locos ideales para así ayudarlo.

Quería entenderlo más.

Y eso sí le daba miedo.

Desde cuándo se preocupaba de alguien que no fuese su amigo.

Desde cuándo se metía tan de lleno en una relación carnal, ni con Mila fue así.

Empezó a sentirse preocupado, ¿realmente comenzaba a gustarle Seung?


La inspiración lo abandonó y como no sí no podía dejar de pensar en su novio, últimamente Yuuri salía mucho con JJ, platicábamos juntos o comían juntos.

No salían a "citas" como en un principio le decía su novio y que invitaba a todos sus amigos para hacer de eso una "cita" inolvidable y que terminaba con ambos viéndose a a escondidas.

En los últimos días la relación de ellos había cambiado y ahora eran más cercanos.

No tenía motivos para estar celoso pues el japonés le avisaba de todas sus salidas y con quién estaba, pero ni así dejan de sentir ese sentimiento carcomido su alma.

Estaba molesto pero sabía que no podía reclamar nada.

Ya su novio hacía bastante al avisarle que iba a salir aún sin tener que darle explicaciones de lo que hacía, solo eran novios.

No tenía derecho de exigirle más, no podía simplemente ponerlo en su habitación y enserrarlo para que nadie lo viera jamás.

Tentador pero no era lo correcto.

Se sentía celoso muy celoso.

Otabek había visto a su rubio triste y sin avisar mucho más en su trabajo, al parecer su hermano hacia un gran trabajo seduciendo al cerdo.

Era la oportunidad perfecta.

Se acercó lento, se quitó su saco y abrió su corbata, se puso detrás del ojiverde y comenzó a darle un masaje en sus hombros.

- estás tenso - dijo con su voz grave.

- es el trabajo.

- sabes que yo puedo ayudarte - bajo sus manos por sus hombros, subió hasta su cuello y de nuevo bajo.

- ¿que intentas?

- solo quitarte el estrés - se agachó para darle un beso en el cuello.

Fue en rápido movimiento en que el rubio se levantó de golpe y lo empujó, el mayor se quedó sorprendido pero más aún porque su amigo se le acercó molesto y lo beso.

Siguió el beso y se dejó desnudar, era exitante ver al rubio así de agresivo.

No esperaba ser el Uke pero esta vez se dejaría llevar, se dejaría abrazar aunque sólo fuera para que Yura sacará toda la frustración que sentía.

Yurio en un ágil movimiento lo empujó contra el escritorio y de manera ruda empezó a dilatarlo, no pudo evitar gemir y emitir algunos sonidos de dolor, estaba siendo rudo aún si era su primera vez haciéndolo así.

Ya antes había tenido una que otra experiencia sexual, nada importante.

Sintió alivio cuando los dedos salieron de su interior pero luego sintió algo más precionando su entrada y él mordió su labio para no gritar, era grande.

Aún así no le importo a su amigo que empezó a moverse rápidamente haciéndolo gemir sin control.

Sentía un inmenso placer, su vista nublandose y como su cuerpo relacionaba a cada embestida, a cada penetración fuete.

Estaba llegando al clímax y el rubio no paraba de embestirlo fuertemente, se dejó ir en un fuerte gemido, manchando el escritorio.

Respiro algunos minutos sintiendo todo su cuerpo caer en estado post orgánico en el que ya no tenía fuerzas ni para limpiarse.

Había sido un exelente desahogo.

Lastimosamente solo era su imaginación.

Antes de siquiera poder acercarse a Yura, este se había ido corriendo a encontrarse con el poca cosa del japonés.

Y solo le había quedado masturbarse otra vez.

Ya no podía aguantar más, nesecitaba urgentemente confesarle sus sentimientos a su amigo.

Pero primero tenía que quitar de enmedio al muchachito ese.

Se quedó en ese lugar simplemente disfrutando de los restos de sus fantasía.

Quería agilizar todo para poder ir tras ese rubio que desde hace años lo tenía loco.

Su hermano hacia un gran trabajo acaparando al japonés y logrando que el gatito estubiera molesto ya era su turno de empezar a insinuarsele a Yura.

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Perdón por la tardanza

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