La familia Katsuki era una importante famila acaudalada, su imperio fue formado con el duro trabajo de Toshiya quien empezó con un pequeño onsen con aguas termales, tuvo tanto éxito que se fue extendiendo hasta tener una cadena de hoteles además de onsen con aguas termales, derivadas en todo Japón.

Aunque su favorita y dónde vivían era un onsen único en Hatseru, bastante elegante pero con un toque hogareño, donde el turismo era bajo y siempre podían compartir momentos juntos, un paraíso para su familia.

Un importante hombre, que además era buen padre y cuidaba de su esposa y de su hijo cual tesoro, eran realmente felices, solo eran ellos tres, pero pensaban tener más hijos, tener una familia muy grande.

Su hijo era un niño pelinegro de apenas tres años, bastante tímido, con unos cachetes apretujables, era adorable, tierno, un amor, su nombre Katsuki Hanae.

Liderar los hoteles Katsuki era difícil más cuando quería pasar más tiempo con su familia, pero no imposible y cada que podía tomaba vacaciones con su hermosa familia.

Había recibido una oferta de unir empresas o llegar a un acuerdo con la compañía Nikiforov, era una cadena de hoteles prestigiosos en Rusia, con cadenas de hoteles en Estados unidos, una invitación de su parte era prácticamente imposible y ahora él tenía una invitación para reunirse con el dueño.

El dueño de la empresa Nikiforov estaba enterado del éxito de las aguas termales en Japón y estaba consiente del tremendo éxito de estas y deseaba formar una alianza que permitiera llevar a Rusia algo del estilo japonés a un nuevo proyecto que tenía en mente.

Toshiya lo tomaría como vacaciones con su familia, si por alguna razón no llegaban a un acuerdo aún podían disfrutar de conoser un nuevo lugar.

Viajaron aceptando la propuesta de esta invitación para reunirse con tan importante empresario.

Visitar un país nuevo y que Hanae pudiera disfrutar además de conoser nuevos lugares compartiendo de esos momentos en familia, era algo extraordinario.

Rusia era frío, aún así tenía lugares muy interesantes para visitar, muchos a los que el pequeño quería visitar, se hospedados en el hotel más importante de Rusia, también de la empresa Nikiforov, los empleados les dieron la bienvenida cálidamente.

Descansaron un par de horas en el penthouse, por el largo viaje antes, de alistarse para una cena elegante con la familia que les dió la invitación.

Durante la cena ambas familias desidieron conoserse, hablar sobre sus familias e hijos antes de pasar a temas más importantes, el restaurante estaba lleno pero su mesa estaba apartada del resto y separada por una fina capa de velo, haciendo el ambiente privado y al vez público.

El señor Yakov Nikiforov, acompañado de su esposa Lila y su hijo de 9 años Victor, estubieron al pendiente de que los invitados no se sintieran incómodos con el idioma así que ordenaron por ellos y los meseros estaban al pendiente de cualquier detalle en la cena.

El idioma no era un gran problema si hablaban inglés todos, menos los niños que apenas si podían mantenerse despiertos en tan aburrida reunión, que de ser en su propia casa seguramente ambos niños pudieron ir a la habitación de Victor a jugar.

Hanae fue al baño una mesera lo guió, pues era lo suficientemente grande para poder ir solo, era bastante independiente, aún para su edad casi cumplía cuatro años así que se sentía enorme.

La plática fue tan plasenteras que solo prestaron atención al tiempo cuando el niño Victor pregunto si no se estaba tardando mucho el pequeño pelinegro.

La primera en levantarse e ir al baño fue Hiroko pero fue seguida por su esposo quien entro al baño de hombres buscándolo, pero estaba vacío.

Preguntaron con las meseras y ninguna lo recordaba o haberlo visto.

La familia Nikiforov les ayudo preguntando a los guardias, ningúno recordaba ver algo extraño, el lugar estaba lleno, y aunque cerraron todas las salidas, nadie lo vio.

Llamaron inmediatamente a la policía, que gracias a la intervención de la familia Nikiforov pusieron todo de su parte para buscar al pequeño inmediatamente.

Desgraciadamente ya no supieron nada de Hanae, esa noche dejaron de verlo.

Esperaron a que alguien los contactara, que fuese un secuestro y que les exigieran dinero a cambio de regresarlo a salvó y sin dudarlo ni un segundo entregaría todo a cambio de su hijo, pero nadie nunca los contacto.

Pasaron años buscando al pequeño, pero no había ningún indicio de él.

Se mudaron a Rusia con la intención de encontrar a su hijo, un par de años después tuvieron a otra hija, la llamaron Mari pero nunca olvidaron a Hanae por eso se quedaron a vivir en ese lugar, a pesar de no tener ninguna noticia de su hijo.

Contrataron a diferentes investigadores, ofrecieron recompensas millonarias si alguien daba información sobre el pequeño, pero nada resultaba, paresia que nunca estubo en ese lugar.

Después de 12 años comenzaban a perder las esperanzas.

La familia Nikiforov fue de gran ayuda en esos años de desesperación, convirtiéndose en grandes amigos.

A pesar de todo lograron tener una vida en ese nuevo país desconosido para ellos, la pequeña Mari fue ingresada al mejor instituto, mientras Toshiya encontró la manera de cuidar del negocio de hoteles desde lejos, solo viajando dos veces al año para reconfirmar que todo estubiera en orden, pues no iba a abandonar la búsqueda de su pequeño, así que si eso significaba no abandonar ese país, allí se quedarían.

Su pequeño ya debería tener 15 años, ¿qué tan difícil era encontrar a un chico con rasgos asiáticos de 15 años?, al parecer mucho.

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Una nueva historia...