comenzando



Se encontraba sentado bajo aquél árbol, fue una semana tranquila en su trabajo y no se sentía tan agotado como al principio, comenzaba a acostumbrarse a su nueva vida.

De repente sintió una presencia, alguien se sentó a su lado, con expreción de pocos amigos, como si el sólo echo de respirar fuera suficiente para odiarlo, atemorizante y de igual forma atrayente, con una mirada muy profunda y se sentía mal por el simple echo de verlo.

- gr....gra....gracias - habló bajito, pero mirándolo a los ojos - por lo de la otra vez.

- tu alarma me distraía, no fue la gran cosa tonto, la próxima vez duerme lo suficiente en tu casa - saco su cámara y enfoco a ningún lugar en particular - también la biblioteca es un buen lugar, el segundo piso tiene un pasillo de historias románticas, esas historias que solo chicas locas de amor leen, pero siempre está vacío en las tardes, ahora todos ven película y no leen los libros, es un buen lugar para dormir y está más cerca del campus que este árbol.

- gracias, lo consideraré - ya antes lo había intentado y por culpa de su alma lo sacaron de la biblioteca, pero no pensaba desircelo a ese chico.

- tsk...lo digo porque este es el lugar donde yo puedo tomar perfectas fotos de todos, la luz es perfecta y....y porque rayos te estoy dando explicaciones, es mi lugar y punto.

- ya veo - lo miro de reojo y enfocaba a algunos deportistas, mientras entrenaban, pero no tomaba fotos de nadie en particular, solo los observaba y suspiraba frustrado.

- ¿cuál es tu nombre? - cuestionó sin verle a la cara.

- Yuuri Katsuki - la pregunta le sorprendió pero inmediatamente respondió.

- ¿enserio? ¿estás de broma? - lo miro incrédulo.

- jajaja - una risa forzada, no pensaba ser descubierto - se lo que dirás, pero es solo una coincidencia el apellido Katsuki es más común de lo que piensas, yo no tengo nada que ver con esa familia...

- que mierda hablas, yo digo tu nombre....tsk, yo soy Yuri Plisetsky.

- oh, bueno mi nombre es con doble u, Yuuri.

- será confuso.

- un poco - pasaron unos minutos de silencio, hasta que el rubio desidio hablar.

- ¿posarías para mí?

- ehh - su cara descompuesta, su ojos abiertos y se preguntaba si acaso escucho bien.

- estoy en un concurso de fotografía, será para una campaña importante en una revista muy importante, nuestra clase tiene que presentar dos modelos para las campañas "Eros" y "Ágape" se me termina el tiempo y no tengo la mejor reputación, nadie quiere ayudarme, mi opción es alguien que aún no escuche tonterías y no me tenga miedo, ¿qué dices?

- esto es repentino, yo nunca...

- no será desnudo, ni nada de eso, es más estarás completamente vestido de pies a cabeza, no pediría ayuda si no fuera nesecario - lo miro con algo que el pelinegro no pudo identificar.

- justo ahora iré a clases, pero mañana tendré las primeras horas libres - le dedicó una sonrisa pequeña pero agradable.

- pensé que sería más difícil convencerte.

- emm bueno - su alarma comenzó a sonar - te veré mañana aquí - se despidió con la mano mientras se iba caminando rápido.

Mientras el rubio se quedó en ese lugar solo mirándolo irse.


Yuri estaba espernadolo al pelinegro que no tardó mucho en llegar, lo había observado y sabía a qué hora llegaba, en ocaciones lo miraba dormir y luego de una hora levantarse e irse a clases, era realmente interesante.

Pero no era un acosador.

Lo arrastró hasta un salón se encontraba una chica pelirroja que lo abrazo de inmediato.

- no pensé que lo conseguiría - grito emocionada - soy Mila - se presentó mientras lo miraba de arriba a abajo - eres más apuesto de lo que mis amigas decían, chico misterioso - le guiño el ojo coqueta a lo que el joven no pudo responder sólo quedarse sorprendido y muy rojo.

- deja de molestarlo - apúrate con eso.

- siéntate - lo obligó a sentarse, saco un maletín enorme con maquillaje - estudio belleza, quiero ser maquillista de modelos u artistas, conoser a un hombre interesante y casarme...

- sigue soñando bruja - él se consentrar en limpiar su cámara y acomodar un par de luces, acomodarían ese salón para un seción fotográfica.

- bueno, las chicas de mi salón me hablaron de un chico misterioso - comenzó su trabajo aplicando un sutil maquillaje - dicen que siempre está en las canchas pero no pertenece a ningún equipo, nadie conose su nombre y es realmente apuesto dormido bajo un árbol, no pensé que hablaran en serio y ahora que te veo eres completamente mi tipo Yuuri.

- ya para con eso loca - la regaño el rubio mientras seguía serciorandose de que su cámara estubiera en perfecto estado.

- lo siento Yuri, lo viste primero - suspiró - esto es confuso, ahora serás Yurio pequeño gatito - termino su trabajo y le pasó a al japonés su atuendo, lo guió a unas cortinas para que se cambiara.

- que mierda dices, soy Yuri, cámbiale el nombre al otro, no a mi - se enojó.

- pero si tú eres un felino, Yurio te queda - lo vio con una mirada llena de amor, que al rubio solo le dió asco.

- ya...estoy...listo... - salió luciendo un traje, que si bien tapaba todo su cuerpo igual se amoldaba a él, como una segunda piel, se sentía expuesto, era negro con algunos detalles plateados, una pequeña falda de un lado contrastando en rojo.

- wow...

- eres increíble, déjame acomodó un par de mechones de caballos y listo, serás una bomba - Mila lo llevo a retocar, mientras daba tiempo a que su amigo se limpiará la baba.

- esto...no creo poder con esto....es muy....no es mi estilo - trato de ser grosero pero no se sentía bien.

- tal vez si prefieras estar desnudo - le reto Yurio.

- no....haré esto así - bajo la mirada mientras la pelirroja terminaba su obra maestra, él no era de abandonar nada.

- bien, la campaña se trata de patines, será un segmento importante en una revista de patinaje sobre hielo, tú representas "Eros" ya use el "Ágape" con Mila, no te pido que uses patines, solo los sostendrás, las primeras fotografías solo serán de ti - trato de explicar lo más simple que pudo.

- listo - se victorio

Mila mirando su obra maestra.

- párate aquí - mostró el lugar donde iniciaría - intenta seducirme - acomodó una luz sin notar el rubor del pelinegro.

- yo amm... - eso sería algo muy difícil para él, que nunca intento algo así.

- has tenido novia - se paró frente a él con la cámara - o algún novio - indagó con segundas intenciones, hasta la pelirroja sentada a unos metros sonrió ante la pregunta directa, ambos notaron que en eso último desvió la mirada mordiendo levemente su labio y un flash lo saco de esos pensamientos que no quería tener - piensa en que quieres seducir a esa persona - pero solo se reflejaba en su mirada tristeza.

- porque no mejor piensas en alguien más, algúna chica o chico de reciente interés, un nuevo amor qué quieres conquistar - un rubor más grande surgió en sus mejillas, completamente adorable, muy lejos de lo que querían lograr.

- no ayudas bruja, mejor piensa en lo que más deseas y anelas tener, tal vez tu título - si amor solo lo ponía nervioso quizás su sueño si era algo para lo cual poner otra expresión.

- bien - mientras mentalizaba su sueño comenzó a posar, pero llegó un momento en que sus pensamientos fueron a otro lugar y obtuvo lo deseado, una expresión llena de "Eros."

Luego de unas horas foto tras foto, pose tras pose al fin el rubio les dió un merecido descanso, mientras él cambiaba las luces y el ángulo de su cámara.

- esto es agotador - confesó el pelinegro con un jugo en sus mano, estaba cansado.

- Yurio es bastante profecíonal, ama su carrera - le contó mientras veía como su perfecionista amigo cambiaba una y otra vez la misma lámpara.

- esto....¿porqué nadie quiere ayudarlo? - no quería entrometerse pero tenía curiosidad.

- verás, por su actitud ostil empezó un rumor que decía que pertenecía a la mafia rusa, bueno alguien siguió el juego y alguien más lo confirmo, puras habladurías, pero un día un profesor al que él odiaba desapareció sin dejar rastro - le relato como si fuera un cuento de terror.

- ¿enserio? - estaba asombrado ante el nuevo descubrimiento.

- el profesor solo se mudó y cambio de trabajo, a mitad de año, si algo raro, no había suplente y por dos meses no tuvimos clases, pero eso no significa nada.

- solo eran rumores.

- así es, se exparcierón como pólvora y nadie quiere meterse con alguna mafia a menos que quieran morir, por eso dejaron de hablarle y está de más desir que con esa actitud aleja a cualquiera.

- bueno es verdad, perece muy enfadado con todo el mundo, grita mucho y habla sin filtro - le tocó conoser su lado demandante y frio, su modo fotógrafo.

- que hacen perdiendo el tiempo - les grito el ojiverde - vamos nesecito que sostenga los patines, también quiero alguna foto donde te pongas los patines - demandó.

- bien - si ya había aceptado, no se retractaría de nada.

- vamos seduceme, seduce a la cámara - le insisto Yurio a seguir posando con esa expresión de anelo y deseó.

La sección de fotos fue tardada, dura, llena de insultos y reclamos, de risas por parte de Mila, algunos secretos y risas.

¿acaso estaba haciendo amigos?

¿podía darse el lujo de confiar en alguien más?

Pero ni siquiera pudo pensar en algo, era extraño porque de inmediato congenio con ellos, reír fue sensillo, hacía tanto que no reía, pero no se dió cuenta de que lo hacía con naturalidad.

La soledad era dura y la amistad tan repentina que creo fue tan sutil que no supo en que momento quiso saber más y más de ellos y verlos aún más.

Porque si quería pasar más tardes con ellos.

Regresó a sus clases sabiendo que algo empezó ese día y no se detendria, dejo la soledad y comenzó a interactuar incluso con sus compañeros, era tiempo de dejar su depresión y salir adelante.


Al finalizar sus clases algo tarde lo vio, como si esperará alguien, como si lo esperara a él, que tontería.

Aunque al verlo le llamó.

Se acerco a ese rubio solo para despedirse.

- es algo tarde cerdo - le habló con cariño.

- lo mismo digo gatito - le respondió.

- esa maldita bruja me las va a pagar, ella te dijo que me dijeras así - le reprochó indignado.

- solo que odias ese apodo que ella te dió.

- tsk.... cállate - lo vio reír y era lo mejor del mundo - ¿dónde vas?

- a mi casa - respondió simple.

- sube te llevó y no acepto un no por respuesta.

- yo - si era algo tarde, seguro demoraría mucho en ir a casa - bueno, solo esta vez.

Subió a su auto nada modesto y lo guió hasta que luego de un viaje largo lleno de risas, llegaron a un complejo de apartamentos muy modestos.

Yurio quiso preguntar, pero Mila le contó que Yuuri estaba solo, su padre había muerto y trabajaba para pagar sus estudios.

Por alguna razón deseaba ayudarlo, como si algo dentro de él se activará pidiéndole a gritos protegerlo.

Y lo protegería de todo.

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Perdón estaré sin internet las actuaciones serán cada semana, probablemente los sábados, los estoy leyendo



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