¿Cuál era su relación?

Simplemente calificaba como "complicado."

De que otro modo explicaban los Yuri's la repentina cercanía, las miradas disimuladas acompañadas de risas nada discretas.

Como si el mundo ya no existiera cuando ambos compartían miradas, como si todo dejará de importar si estaban juntos.

Yurio estaba más celoso y posesivo que nunca, no permitía la cercanía de los amigos con su lindo japonés.

En cambio Yuuri se dejaba mimar, no escapaba cuando el rubio tomaba su mano, ni tampoco cuando ocasionalmente le robaba algún beso.

Un acto ya tan cotidiano que más parecía una rutina donde si no lo robaba el de ojos verdes lo robaba el de ojos café-rojizos.

Era un día soleado, pocas nubes, había mucha actividad en el campo de entrenamiento, pero era lo de menos ya que el rubio tenía solo en mente reprender a su chico.

Se acercó a él y lo beso, fue un beso largo tanto que terminó por despertar al chico dormido.

- te he dicho cientos de veces que no duermas en este lugar - apenas había los ojos y le empezó a regañar - cualquiera podía venir a aprovecharse de ti.

- eres el único que se me acerca cuando duermo - se quejó tallando sus ojos.

- vives cerca, podías ir a dormir algo en tu habitación - no iba a contratacar lo último, pues si era verdad, él era el único que se aprovechaba del crédito dormido.

- lo sé, pero estar aquí es tan cómodo - solo vio como el rubio hacia un gesto de inconformidad - también.... aquí nos conocimos.

- cállate - murmuró, trato de cubrir su sonrojo y jalo al pelinegro por el campus para ir a la cafetería - seguro aún no comes nada.

- te estaba esperando - confesó, aunque por un momento dejaron de avanzar, rápidamente el rubio apresuró el paso.

- jodido estúpido - trataba de calmarse pues seguro ya estaba más rojo que un tomate maduro, lo jalo hasta pedir algo en la cafetería y comer juntos.

Luego de comer solo hablaron de sus clases mientras sus manos estaban entrelazadas, quizás no lo notaban pero todos a su alrededor si.

Para Mila y Phichit era increíble la manera en que la no-oficial pareja había cambiado de un momento a otro.

Ambos negaban ser más que amigos, pero era tan falso como decir que había nieve en un claro día soleado.

Tal vez ellos no se veían como pareja pero quien los miraba, entendía que ellos tenían algo muy fuerte.

Así que los amigos simplemente dejaron de insistir al no tener respuestas de ninguno.

Con el paso de los meses su relación no avanzaba estaba en lo mismo, comer juntos reír y mirarse más de la cuenta, besos furtivos en áreas apretadas o cuando pensaban que nadie los veía, pero a su amigos no los engañaban.

No tenían citas ya que Yuuri nunca tenía un día libre, entre la panadería, sus clases y ser guía de turistas, no tenía tiempo para nada más.

No se daban besos muy largos, ni prolongados, ni posesivos, ni lasivos, ni de lengua, ni ninguno que fuera de más de cinco segundos.

Nos se abrazaban a menos que fuera uno super rápido, como si a Yuuri no le gustará el contacto y Yurio lo respetará en todo.

Tampoco tenían sexo y esto era preocupante, Phichit no podía estar más de dos meses sin una buena sesión de sexo y este par simplemente se comportaban como monjas puritanas.

El cuerpo humano tiene nesecidades, pero ellos dos parecían la excepción de la regla ya que nunca íntimaban más de lo nesesario.

Simplemente una relación compleja, complicada y rara.

Yuuri regresaba a casa más tarde de lo habitual, el tour que dió dese día fue complicado, primero porque Yurio estaba entre las personas del grupo.

Seguido de que su nerviosismo aumento y siendo un cliente no podía correrlo, trato de no tartamudear al hablar con su perfecto inglés, pero fallo en el intento.

Parte de su trabajo era entablar conversación con aquellos turistas que apenas hablaban su idioma, así que una pareja de canadienses que apenas podían pedir el baño en inglés fueron el centro de su atención, hablar con ellos no era difícil, lo complicado era hacerlo con la insistente mirada del ruso.

Que aprovechando tan buen guía solo hablo en ruso a lo que al principio fue ignorado, pero al final terminó siendo regañado por el Japonés en nada menos que su lengua y Yurio tubo que admitirlo, escuchar el ruso tan correcto y de forma tan especial, era.... simplemente estaba sin palabras, dominaba tan bien ese idioma.

Aunque no debería sorprenderle después de todo el pelinegro le contó que vivió en Rusia durante muchos años.

De igual modo verlo así, solo le aceleraba el corazón.

Un día tan cansado, el rubio lo llevó a casa, pero no paro de darle besos cortos y pedirle que le hablara en ruso o en cualquier otro idioma, estaba seguro que incluso las maldiciones dichas por su boca sonarían a gloria.

Tan molesto que le gritó en ruso lo molesto que estaba siendo y que quería ir dormir, claro que no recibió repuesta ya que salió lo más rápido que pudo del auto y fue a su departamento.

No espero ver algo de ropa interior de mujer en el sillón.

Trato de ignorar eso para ir a dormir.

Estaba molesto, como se le ocurría a su no-novio el ir a molestarlo mientras trabajaba, era algo que nunca hicieron, molestarse y pasar el tiempo juntos en sus tiempos libres era genial, pero nunca cuando alguno estaba ocupado.

Estaba muy molesto.

Pero tan cansado que durmió casi de inmediato.

Al siguiente día, tenía otro tour que dar, pero un percance con un camión cancelo su día.

Regreso a casa pensando en enfrentar a Yurio, lo llamaría y le pediría nunca más hacer algo así.

Entro a casa y tomo algo de jugo, luego al ir a su habitación, escucho ruidos, gemidos, nombres.

Era algo que no esperaba en ese día, se congeló, no supo que hacer o donde ir.

Escucho la voz de su compañero y una voz femenina que gemía con desespero el nombre de Phichit, este solo gruñía lo mucho que le gustaba estar con ella, con Mila.

No sabía que hacer, corrió a su cuarto y se puso audífonos y puso música a todo volumen.

No quería ni pensar en lo que ocurría en la otra habitación, por eso saco un libro y trato de ocupar su mente, en todo menos en la clara acción sexual entre sus amigos.

Fue una larga tarde, ya que ni por un minuto se quitó esos aduifonos ni soloto ese libro, que seguro ya había leído el mismo párrafo más de 85 veces.

Solo cuando se hizo de noche y su estómago le exigió comer es cuando se digno a salir, afortunadamente no había nadie.

Suspiro tranquilo y camino a la sala, y justo en ese momento apareció Phichit en la puerta con comida tailandesa.

- Yuuri - le hablo eufórico, como siempre.

- ammm...hola - no sabía que desir.

- traje comida para los dos, vamos a cenar juntos - llevó la comida a la sala y prendió la tele - ven - lo llamo al ver que no se movía de su lugar.

- y....bueno...ella...ya...

- ven Yuuri - lo llamo y está vez si se acercó - no te escucho he llegar, así que supuse que llegarías tarde y tendrías hambre.

- yo... perdón....llegué temprano y tú y...Mila...aghh... - cubrió su cabeza - perdón.

- ahh era eso...te notaban algo tenso, pensé que estabas molesto con Yurio, alguna pelea de novios - lo miro con picardía.

- no somos....espera tú y Mila son...

- NO, es decir nos entendemos, en ocasiones tenemos encuentros, es amiga de Yurio y ha servido de modelo en otras ocasiones, la condición de antes de conocerte a ti, ella y yo tenemos mucho en común, pero no tenemos nada, solo sexo sin compromiso.

- eso es tan.... ¿cómo es posible eso?

- así de simple Yuuri ella no quiere novio y yo solo busco con quién pasar una buena noche...pero no pensé que escucharlas algo, me disculpó por eso.

- bueno, es solo que nunca lo pensé de ustedes, además siempre coqueteabas con Yura...yo...pensé.....que ....

- a mí no me gustan los chicos Yuuri, admito que si juego y te digo lo lindo que eres o lo sexi que es Yurio, pero no me van los chicos, soy completamente heterosexual.

- yo... perdón...

- no te disculpes yo soy abierto de pensamiento y no me disgusta nada que ustedes salgan o tengan una relación amorosa, yo los apoyo, solo que lo mío son las mujeres.

- entiendo...

- yo sé que en ocasiones juego y le guiño a muchos chicos en especial a Yurio, pero nunca ha pasado nada entre nosotros, de otro modo no me hubiera dejado a tu cuidado - le aclaró.

- ¿a tu cuidado?

- no seré su mejor amigo, pero confía en mí tanto para saber que yo cuidarte de ti, si lo necesitas.

- gracias, igual cuidarte de ti siempre que lo nesecites.

- eres una amor, ahora come o se enfriará esto - acomodó una mesita de centro y comieron mientras veían una película.

Su relación de amigos era cada vez más íntima.

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Espero les guste, quizás sea aburrido, pero pronto se viene lo mejor...

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