Capítulo 7
En ese momento todos quedaron en silencio, miraban como un cuerpo comenzó a caer por la ventana de la torre de astronomía pero no se podía ver bien de quien se trataba.
Lentamente seguía cayendo, ambos bandos se acercaron al lugar donde se esperaba que aterrizara y fue en ese momento que el cuerpo tocó el suelto, quedando en ese lugar sin vida.
Todos quedaron sorprendidos al verlo, jamás pensaron ver a esa persona muerta y fue ahí que miraron en dirección a la ventana de donde salió el cuerpo y vieron la figura de un chico de 17 años, el cual estaba parado apoyándose en la misma ventana de donde había caído el cuerpo y con una leve sonrisa.
El leve viento de la noche revolvía los cabellos del chico, se podía apreciar una varita en su mano dejando ver que él había lanzado el hechizo, aún no había un bando vencedor puesto que solamente se podía ver el cuerpo de Severus en la ventana y no sabían si alguno de los dos grandes magos seguía con vida, pero todo cambio cuando miraron una majestuosa sombra acercándose al menor, el cual lentamente cerró los ojos y se dejó caer a los brazos del mayor, que no era nadie más y nada menos que el mago vencedor... Lord Voldemort.
Los mortífagos al ver a su señor en perfectas condiciones comenzaron a celebrar, mientras los miembros de la orden se acercaban ante el mago caído, intentando reanimarle, puesto que no podían creer que ese poderoso ser estuviera muerto frente a ellos, siendo eso una gran pesadilla para todos los de la orden del fénix.
Todos estaban murmurando diversas teorías de lo ocurrido, mientras el mago más poderoso vivo estaba tomando delicadamente a Severus en sus brazos y sonríe levemente para ver a todas las personas, lanzando un sonorus comenzó con su discurso.
- Amigos, todos mantengan la calma – habla con calma – Albus Dumbledore ha sido vencido, pero no lo he hecho solo sino que este chico en mis brazos, Severus Snape, ha sido el mago que ha logrado matarlo, nuestra victoria es gracias a él – sonríe levemente mirando el cuerpo del menor dormido – todos – mirando igual a los de la orden del fénix – vayan a sus casas a ver a sus familias, esta guerra ha terminado y no hay razones para que se queden al lado de ese desgraciado – mira ahora a los mortífagos – mis valientes guerreros, lleven a los caídos a nuestro refugio, es hora de recuperarnos y planear el funeral de nuestros caídos los cuales dieron al vida para obtener la victoria... gracias por todo, nos vemos y atentos a mis órdenes – les mira de forma amable.
En ese momento deja de usar el hechizo y se voltea para caminar unos pasos desapareciendo luego, aún con el menor en sus brazos, para aparecer en su mansión con toda la calma del mundo, sintiendo el movimiento de los medimagos y demás mortífagos los cuales venían heridos, y al parecer uno que otro muerto, lo cual era una pena absoluta.
Dejo a Severus en una cama con cuidado, y se acerca al jefe de los medimagos que tenía y le toma para recibir las noticias sobre la guerra.
- Mi lord, lamento informar, hasta ahora ya tenemos 20 fallecidos, estamos a la espera de más y creemos que la cifra puede aumentar en un 50% entre los muertos en acción y los que morirán luego a causa de sus heridas. Tenemos otros con heridas graves los cuales están ya con tratamiento intensivos, y otro grupo está revisando heridas menores por lo cual todos están con atención actualmente – mira una planilla que tenía – Tenemos además el cuarto para el joven Severus listo, así que será trasladado de inmediato – mirando al menor – Igualmente, las familias de los fallecidos y heridos de gravedad para que esperen cualquier notificación ya sea favorable o no – le explica con calma- estamos todos a la espera de sus órdenes.
- Bien – mirándole se sienta en la cama de Severus y le acaricia la mejilla al menor- por ahora quiero usen todos los recursos posibles para salvar a los heridos, no se preocupen de nada mas. A las familias de los fallecidos les daremos una compensación por su perdida. Quiero tu atención preferencial en Severus, él debe quedar bien, está herido y con desgaste mágico – suspiro levemente – por ahora organizaremos funerales para todos los caídos que estén hasta mañana, los funerales serán al medio día. Por favor, que los mortífagos que estén bien organicen todo y manden invitación a todas las familias – le mira de forma algo agotada y suspira levemente.
- Perfecto, les informare para que tengan todo listo – le mira y le sonríe – en unos minutos se llevaran al joven Severus a su cuarto y le atenderé personalmente, si me lo permite – hace una leve reverencia y sale del lugar.
De esa forma, Tom, luego de hablar con el medimago, es llamado por las personas, por lo cual le toco dejar a Severus solo mientras le atendían y el comenzó a atender las diversas dudas de sus seguidores, aclarando lo que se hará luego de la guerra, planeado reuniones para la próxima semana y demás asuntos.
Así, pasando unas horas, ya era de noche, cerca de las 9 pm, por lo cual fue al cuarto de Severus como había prometido pero, al momento de llegar, miro al medimago fuera del cuarto esperándole, por lo cual se acercó a él con calma.
- ¿Ocurrió algo con Severus? – pregunto preocupado.
- No se cómo explicarle esto. Mejor entremos, así podemos hablar de mejor manera – le mira y entran a un pequeño salón y se sientan en los sillones del lugar con calma.
- Bien, ya estamos acá, ahora habla.
- Bien – mira unas hojas con calma – está mal... el joven Severus apenas tiene reservas mágicas, estuvo expuesto a unas esposas para suprimir su magia y al parecer lograron extraerle parte de su magia, no toda, pero si una parte. Usando la poca energía en él y su magia para lanzar el avada... sus lesiones, la magia intenta ayudarle dejándole con el mínimo de ella, no debe usarla por un tiempo – suspirando levemente pues solo era el comienzo de todo – sobre sus heridas, está mal. Usaron métodos de tortura, una mezcla mágica y muggle, cortes, quemaduras, huesos rotos y otros a punto de romperse, hay unos órganos internos que fueron presionados a tal nivel que casi dejan de funcionar, ha sufrido problemas de dormir puesto que su cuerpo esta exhausto, no ha comido bien, realmente no sé cómo ha sobrevivido – cambia la hoja para suspirar – en cuanto a lo psicológico, no está quebrado mentalmente pero casi lo está, lamentablemente tiene desconfianza a las personas, solamente se relajó un poco al ver la marca y pregunto por usted al momento de despertar. Le hemos dado pociones y medicamentos así que en cuanto a sus heridas, en unos días estará bien. Sobre su magia es complejo. No se cuenta magia le quede, solo queda esperar pero hay una posibilidad de que él no pueda usarla más – susurra bajo – si... si usted quiere, puede pasar a verle a su cuarto – le separa la puerta – está despierto o al menos estaba despierto cuando salí hace unos minutos – le sonríe levemente.
El mayor asiente para levantarse con calma del lugar y camina al cuarto de Severus. Quería verle, necesitaba verle realmente, por lo cual, abrió lentamente la puerta dejando ver a Severus sentado en medio de esa gran cama.
- Severus – susurra bajo para que el menor le preste atención, puesto que este miraba la ventana.
- ¿Tom? – pregunta mirando al mayor con un brillo en sus ojos.
- Así es – se acerca sentándose en la cama – me alegra que ya estés mejor, me tenías preocupado.
- No – comienza a negar rápidamente – estoy casi sin magia, no estoy bien.
- Lo se Severus, pero aun podrías recuperarla si seguimos las instrucciones del médico, solo nos queda esperar – le acaricia la mejilla para que le vea.
- Mi magia me hacia especial y si no la tengo... ¿Qué me hará especial Tom? – habla con lágrimas cayendo de sus ojos.
- Severus – le abraza – eres un gran chico, uno que logro vencer al mismo Dumbledore y si quisiera podría matarme a mí, yo debería temerte – le acaricia la mejilla con cuidado – Eres la persona más importante que tengo, no eres especial por la magia, eres especial por ser tú mismo, el mismo chico que es un gran estratega y pocionista, el mismo chico que es de los mejores en duelos mágicos y logra vencer a todo el mundo – le sonríe levemente.
En ese momento Severus le abraza fuertemente, dejaba caer unas lágrimas, desde pequeño su magia le hacía diferente al mundo, le hacía diferente a su padre y lo acercaba a su madre, sin su magia no podría preparar sus amadas pociones, no podría ayudar a Tom y si no puede ayudarle no puede permanecer a su lado y en ese momento ese era su mayor deseo.
- ¿Severus, qué ocurre? – le pregunta con calma, puesto que odiaba verle triste.
- Yo... ya no poder seguir a tu lado – habla de forma firme pero lágrimas seguían cayendo de sus ojos.
- ¿A qué viene eso Severus?
- Sin mi magia no poder serte útil, no puedo darte nada para ayudarte ahora como gobernador del mundo mágico, solo seré un estorbo, lo seré para todos, y si me quedo a tu lado solamente te atrasare en tus sueños de ser el mayor mago de todos y no quiero hacer eso. No quiero arruinar tus sueños Tom, ya arruine a mi madre, ella murió por mi culpa, y no quiero arruinar la vida de alguien más – le toma de la mejilla para verle a los ojos.
Tom solamente le mira y le seca las lágrimas que estaban cayendo de los ojos del menor, odiaba verle llorar, le rompía por dentro, por lo cual le abraza fuertemente y comienza a hablar con calma.
- Nunca más digas estas cosas Severus, tú eres un gran mago, jamás serás un estorbo para mí. Eres alguien demasiado importare, tanto que soy capaz de hacer la guerra solamente para saber si estabas bien y por qué te quería a mi lado, te quiero a mi lado Severus, con o sin tu magia aun así te quiero tener conmigo ya que no quiero tu magia, te quiero a ti porque eres tú, Severus Snape, así que jamás olvides eso Severus.
Al escucharle Severus asiente levemente para verle a los ojos, esos ojos rojos que desde el primer momento le llamaron la atención. Por el contrario, Tom igualmente estaba mirando el rostro del menor, esos ojos negros que le encantaban, en especial cuando tenían un hermoso brillo en ellos, dejando verle de forma aún más especial y por eso mismo no logro soportarlo más y le tomo del mentón para acercarse más a él y de esa forma, poder besarle suavemente.
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