Capítulo 4
Pasados los minutos en que comenzó el abrazo el mayor comenzó a sentir el peso del contrario por completo, por lo cual, preocupado, se alejó un poco sin soltarle y logro apreciar al chico dormir, con sus hermosos ojos cerrados, dejando ver sus delicadas y largas pestañas... el cuerpo apegado al de él había colapsado por el agotamiento de todo lo que pasaba.
Realmente Tom solamente sonríe ante este hecho pues no le sorprendió del todo, al contrario, le sorprendió la resistencia que podía tener su pequeña serpiente ya que, desde el momento en que le vio entrar, se podía ver que aún faltaba mucho para que estuviera completamente recuperado, pero el mismo se encargaría de que eso ocurriera.
En ese momento lo mira y lo carga con mucho cuidado y delicadeza, el chico era una verdadera joya por lo cual no lo dejaría caer por nada del mundo y, una vez que estaba seguro, comenzó a caminar por los largos pasillos de su mansión llegando finalmente al cuarto en donde habían dejado al chico.
Lo acostó con cuidado, saco su varita y, con un simple movimiento de ella, las ropas cambiaron a un pijama negro con detalles en verde y finalmente le cubrió con una gruesa manta asegurándose de que no pase frio; una vez se aseguró de que Severus descansaba apropiadamente se retiró del lugar para una vez más caminar, ahora a su propio cuarto y tomar un descanso.
El cuarto estaba en completo silencio, en la cama se podía ver a un chico descansando plácidamente, pero lentamente comenzó a despertar y a moverse en la cama hasta al fin quitarse la pereza y sentarse en la cama la cual usaba. Luego de ello, comenzó a mirar alrededor reconociendo el cuarto como el mismo en el cual había estado la vez anterior, por lo cual suspiro y luego de ello comenzó a sonreír un poco al recordar lo aquí paso el día anterior.
Realmente se sentía mejor que el día anterior, su cuerpo realmente había descansado y se sentía aliviado por ello, pero ahora tenía demasiada hambre, recordando que desde hace un buen tiempo no se alimentaba como corresponde.
Así que con mucho cuidado se levantó de la cama y arreglo el pijama que estaba usando para pasar frente al espejo y se miró, logro ver la hermosa pieza que era el pijama negro y con los bordes de un hermoso color verde esmeralda, sonríe levemente al verle, pues era claramente un pijama Slytherin.
Luego de eso, y por el rabillo del ojo, logro ver algo que considero perdido, así que corrió y se acercó a la mesa de noche tomando su varita con cuidado y admiración para luego abrazarla sobre su pecho, estaba aliviado de tenerla con él puesto que de esa forma se sentía completo.
Ya listo sonríe levemente y con varita en mano, sujetándola fuertemente, se acercó a la puerta y la abre sacando su cabeza mirando por los pasillos, sonríe al ver que no hay nadie cerca así que comenzó a caminar por el mismo camino que la vez anterior, quizás de esa forma lograba encontrarse una vez más con Lord Voldemort y de esa forma agradecer todos los cuidados que ha tenido con él.
Lamentablemente en una parte dio una vuelta equivocada, porque se encontró perdido en esa gran mansión y lo peor es que no logro encontrar a nadie para guiarle donde el mayor.
De esa forma siguió caminando hasta que escucha unas voces, realmente se le hacían familiares pero no lograba reconocerlas del todo, por lo que espero de manera quieta hasta que logro ver lo que necesitaba ver.
Cinco personas delante de él, todos con su máscara la cual no dejaba ver su rostro, y largas túnicas negras, todos con su varita en mano; en ese momento Severus logro ver que eran los mortífagos que le secuestraron.
Severus pensó que podría preguntarles si le ayudaban a llegar donde el mayor o a algún lugar en donde podría verle pero al parecer, ellos al verle se colocaron en posición de ataque, apuntando al menor con sus varitas.
- ¿Qué haces acá? – habla uno de ellos de forma seria.
- Estoy buscando a Voldemort, ¿saben dónde está?
- ¿Y por qué debería decirte? – habla otro acercándose y les apunta igualmente.
- Solo me gustaría saber esa información, nada más – les intenta explicar con calma.
- No, no te diremos nada – habla el primero nuevamente de forma arrogante – encárguense de él – ordena.
En ese momento los otros se miraron y Severus puede sentir que sonreían bajo sus máscaras, para luego ver como comenzaron a decir hechizos, al parecer uno era un Expeliarmus, otro una Bombarda y los otros, por lo que logro entender, eran unos Crucios.
Severus al notar que le atacarían pensó usar su varita para poder defenderse pero en ese momento se percató que no funcionaba así que, preparándose para recibir los ataques, solamente cerró fuertemente los ojos con temor.
- Uno... dos... tres... cuatro... cinco...
Conto Severus en su mente, para luego abrir sus ojos y notar que no le había llegado ningún hechizo, al contrario, se vio protegido por un fuerte campo de fuerza el cual parecía hecho de un hermoso y delicado cristal que, con solo un toque podía romperse, pero la magia del mismo era la más poderosa que había sentido hasta el momento.
- Creo que no fui demasiado claro. – Severus se voltea al escuchar la voz detrás de él y sonríe al ver al mayor- Nadie... pero nadie puede tocar a mi protegido – susurra de forma estremecedora, tanto que hasta a él mismo le dio algo de miedo.
- Mi Lord – habla uno de ellos – ¿por qué él? – pregunta el líder del grupo
- Porque quiero – sonríe y se acerca a Severus, sacándolo el escudo protector y le acaricia la mejilla con cuidado – ¿te encuentras bien mi príncipe? – Severus en ese momento se sorprende al escuchar lo que dice, en especial por la parte de príncipe, pero solamente se sonroja levemente y asiente – me alegra mi pequeño – susurra solamente para el menor y se separa para ver a las personas frente a él – ahora ustedes... ya les dije que nadie puede tocar a Severus, él es mi protegido, mi mano derecha – les sonríe – algo me dice que quieren morir.
- Pero mi Señor – comienza a hablar otro – él es un sucio mestizo, es débil, no sirve para nada.
- Además su madre es una maldita traidora, se casó con un muggle, dejo que este la usara, realmente me alegra que ese la matara, se lo merecía por voltear y negar su sangre, es una perra – comienza a reír el chico.
Severus estaba molesto, realmente le dolía que hablaran de esa forma de su madre. Ella es lo más especial que tenía, si, el reconocía que su madre realmente se dejó golpear y demás, pero sabía que ella amaba a su padre y estaba esperando que el cambiara, lamentablemente eso jamás paso...
- Además mi Lord – habló el líder una vez más – su mano derecha debería ser un verdadero Slytherin, uno que realmente le ayude a gobernar, no este maldito que no puede ni defenderse, que no tiene nada, ni familia, ni dinero, ni estatus, nada, solamente un maldito y un sucio mestizo – termina de hablar mientras los demás comienzan a reírse igualmente.
Severus en ese momento solamente bajo la mirada, no quería seguir escuchado esas cosas, se sentía mal, sabía que ellos en parte tenían razón, quería desaparecer, dejar de existir...
Unas lágrimas salieron de sus ojos, comenzando a caer por sus mejillas y se cubrió su boca para evitar hacer algún ruido y que el mayor le escuche, pero gime de dolor levemente por lo dicho, cosa que Tom claramente escucha y suspira para ver a las personas frente a él.
- La verdad... no me parece que él sea alguien débil, ustedes mismo lo comprobaron cuando intentaron atraparlo y por muy poco fallan en su misión – sonríe y comienza a jugar con su varita – al parecer mi querido protegido sufre desgaste de magia y es por ello que ahora no se puede defender – sonriendo ve a Severus, puesto que este mensaje es especialmente para el – Eileen Prince – dice bajo y le mira sorprendido al escuchar el nombre de su madre – fue una gran bruja, una de las mejores de su generación, realmente una digna heredera sangre pura – sonriendo con nostalgia – podemos decir que fue una gran amiga, realmente me habría encantado saber de ella luego de que termino la escuela pero no pude comunicarme con ella – suspirando un poco – y sobre el estatus de sangre, esto es tan gracioso...
- ¿Qué es gracioso mi Señor? – pregunta el líder de forma incrédula.
- Hablan de pureza de sangre pero le temen a una persona que tanto odian, le temen a un mestizo – sonríe de forma maquiavélica – un mestizo el cual los matara si no salen de mi vista – en ese momento puede ver como esas personas salen del lugar de forma atemorizada.
Tom mira detrás de él, observa a Severus el cual estaba con lágrimas en sus ojos, mirando el sueño, apoyando en la pared. No sabía que pensaba el chico pero se podía notar que estaba afectado.
- Eres un asqueroso... todos lo saben... debes morir, no... no merezco vivir, no merezco ser feliz... lo mejor es morir y así todos sonríen – escucha Severus en su mente – muere Severus, veras a tu madre... anda, piensa en todos lo que te traicionaron, en los que te usaron... tu amada Lily, Dumbledore, Minerva, y estoy seguro de que él igual lo hará, nadie te quiere Severus, solo termina con tu vida... desaparece de la vida de los demás, solamente traes problemas para todos... reconócelo... tu vida...
- No vale nada – susurra Severus para sí mismo.
Tom al escucharle decir lo último y ver el estado del menor se preocupa y le abraza fuertemente, quería hacerle entender que el estaría a su lado pero siente como le empujan y se sorprende al ver a Severus aun con la cabeza agachada, con sus lágrimas y una leve sonrisa.
- No... no lo hagas, por favor – susurra una vez más – no valgo nada, no me abraces, solo te molesto...
- Claro que no lo haces Severus, eres muy importante, no creas lo que ellos dicen
- ¿¡Entonces a quién le creo!? – Grita dejando ver su rostro, el cual tenía una mezcla de pena y molestia – nadie jamás me ha querido, la única persona que lo hizo fue lastimada y murió por mi culpa – respira bajo – Lily, Dumbledore, Minerva... personas que realmente quise y ellos solamente me usaron, todo el mundo lo hace – comienza a hablar cada vez más bajo – no valgo nada, merezco morir, solamente gasto espacio en la vida de todos los que me rodean.
El mayor le mira, y con un poco de lentitud se acerca a Severus y le abraza fuertemente apegándolo en su pecho, escuchando su llanto, sintiendo sus lágrimas, lágrimas que necesitaban salir de su alma para recuperarse...
- No lo eres Severus – le separa y le mira a los ojos – yo te quiero, te necesito a mi lado, no puedo hacer esto solo – le seca unas lágrimas – no dejare que te alejes de mi lado...
- Miénteme – susurra – no... no importa si esto es mentira, sigue mintiendo, esto es lo más real que tengo ahora, aunque sea una mentira solo sigue... deja que crea en ella – susurra dejándose caer una vez más en el mayor, el cual le abrazo fuertemente.
Tom realmente no tenía esa intención, todo lo dicho a Severus era real, realmente le quería, le tenía un gran aprecio, pero lo que él no sabía es que Severus solamente quería ser aceptado, no le importaba ya si lo usan o no, no le importaba si era una mentira ese cariño o no... Severus solamente quería sentir algo que no fuera el odio o desprecio de los demás y si lo conseguía en base a una mentira, ya nada le importaba.
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