capitulo 56

Los días siguen pasado rápido, ya perdí la cuenta de cuantas veces he llorado por la muerte de esa personita que no llegue a conocer. Ni si quiera tengo un lugar al cual ir a dejarle flores.

Desde ese día todo se volvió gris, tan gris como este cielo nublado. Estuve con Jobim hasta que se recuperó por completo, no iba hacer más bastardo después de lo que causaron mis padres.

Solo que el seguía aprovechándose de mí, quería hacerme creer que había quedado mal y que le dolía la muerte de nuestro hijo. Esa fue la última gota que derramo el vaso, no permitiría que usara a ese pequeño para seguir manipulandome.

En ese mismo momento le puse final a esa historia, Jobim no derramo ni una lágrima por ese niño y si lo hacía eran más falsas que la falsedad misma.

No quería darme el divorcio o irse de la casa de mis padres, no iba a seguir discutiendo con ellos. Los deje que se mataran si es lo que tanto querían, pero antes, hice que firmara los papeles sin importar que no quisiera.

Gracias a la ayuda de Lars, todo término bien rápido. Aunque sabia que no lo hacía porque quisiera, todo era por mi hermano. Lars haría cualquier cosa para no preocupar a Izan.

Jobim me perseguía a donde fuera, por poco y me despiden de mi trabajo por el gran escándalo que fue armar. Mi jefe les ordeno a los de seguridad para que, lo sacarán.

Fue un momento vergonzoso e incómodo para mi, pues esas miradas de mis compañeros y jefe no eran unas donde me juzgan, era más de compasión.

Hubiese preferido que me juzgaran a que me vieran de esa manera, eso me hace sentir más despreciable, no merezco la compasión de nadie, soy un completo bastardo.

Pero Jobim no se detuvo ahí, su acoso se volvió cada día más peor, tanto así, que robo las llaves del arrendador donde yo, me quedaba para no ir a la casa de mis padres. Tomo un cuchillo y me amenazó con matarse si no volvía con el.

Yo, no iba a ceder a sus chantajes. A lo que respondí "Hazlo a fuera, no ensucies mi piso" se que eso me vuelve un ser humano horrible, pero sabia que no lo haría. Para Jobim la vida es lo más importante para el.

Izan quien venia a visitarme cada vez que tenia la oportunidad, se encontró un vez con Jobim. Ese mismo momento me hizo que me mudara un tiempo a la casa que había comprado Lars, donde viven solo ellos dos.

No quería porqué eso era ponerle las cosas difíciles a Lars, ya que es el mejor amigo de Xander.

"No puedo dejarte vivir en mi casa, pero por el bien de mi Izan. Puedes vivir un tiempo en una de las habitaciones del hotel Russo, la seguridad es buena" Esas fueron sus palabras y yo, acepté.

—¿En que piensas hermano?—Deja una bandeja con frutas y panecillos.

Vengo a visitarlo cada vez que tengo la oportunidad, me preocupa que cometa una locura o que termine perdiendo la vida en la lucha interminable contra el acoso de Jobim.

No quiero que Yael por un arranqué de desesperación termine acabado con la vida de su segundo ex esposo. Esta pagado lo que hizo lo sé, pero no quiero que se ensucie las manos con un persona como esa.

—En el trabajo—Mintio—Estoy esperando mis vacaciones—Su mirada esta fija en la ventana, la nieve caí bellamente cubriendo de blanco los techos y los árboles sin hojas.

—¿Que no es dentro de una semana?—Se siente enfrete de Yael, sirve chocolate chocolate caliente.

—Si—Sostiene el vaso, se sentía tibio. Pero su corazón seguía frío y adolorido.

—¿Que harás en ese tiempo? ¿Saldrás de viaje?—Por el momento eso seria lo mejor.

—Si, iré a nuestra pueblo natal—Sorbe un pequeño trago de chocolate—Tengo que ir a pedirles perdón, se que eso no enmendara todo el daño causado, pero es algo que debo que hacer.

No es para expiar mis culpas, porque nada de lo que haga podrá lograr borrar lo que causé, dañe de la peor manera a su preciado hijo.

—Hablo de eso—Mira el vaso que sus manos sostienen—Es momento que te olvides de Klaus—Los zafiros azules se miran directamente—Yael, dejá todo esto atrás. No vivas en ese pasado.

—No puedo avanzar, Izan—Suspira, se inclina hacia atrás. Su cabeza es sostenida por el respaldo del sofa—Para hacer eso debo de hablar con Klaus, verlo a los ojos y decirle tantas cosas....pero en ellas no está el anheló de volver con él. Nunca fui digno de su amor...y aunque me duela...Xander es lo que desde un principio debió de conocer.

Logré verlo en sus ojos, esas miradas de admiración, devoción, lo decían todo. Es una expresión que jamás llegue a ver hacia mi...klaus me amaba, de eso no hay dudas, pero es como si el amor de su vida siempre fue Xander.

—Eso no pasará y no me pidas que hable en tú nombre—Le deja en claro.

—No te pediría eso, tampoco voy a ir acosar a klaus. En su estado lo menos que debe tener es estrés—Suspira profundamente.

—¿Que vas hacer con respeto a Jobim?

—Si vuelve a irrumpir en una propiedad privada o en la oficina, tendré que pedir una orden de restricción.

—Deberia de hacerlo ya, no le debes nada. Házlo antes de que sea demasiado tarde.

—Ahora mismo estamos en el mese de diciembre, por las fiestas navideñas las cortes estarían aplazando los juicios. Lo haré cuando entrenos a año nuevo.

—Esta bien—Ve la hora en su celular, eran las cinco de la tarde. En la pantalla aparece Lars y el dándose un cariñoso beso.—Tengo que irme—Recoge sus cosas—Llegare tarde a la fiesta...

—¿Que fiesta?—Podia deducirlo pero aún así, lo quería confirmar.

—Hoy es el cumpleaños de Xander Myers—Abraza a su hermano mayor—Te quiero, duerme temprano—Yael tenía unas ojeras que trata de ocultar con maquillaje—Descansa ¿Si?

—Tambien te quiero—Corresponde el abrazo—Conduce con cuidado... intentaré descansar.

Izan salió por la puerta, la mirada de Yael se volvió triste. Lleva su mano al pecho. La asfixia que está sintiendo es como tener una vena averiada en el corazón.

                                              {★★★★}

—¿Que? ¿Me veo raro?

Desde hace un rato que klaus no ha dejado de verme en nigún segundo, su mirada verde profunda está poniéndome muy nervioso, es la primera vez que me ve por mucho tiempo.

—No, solo me haz dejado sin palabras.

Pasa sus manos desde la clavícula hasta llegar al chaleco gris que define esa seductora cintura estrecha. Xander lleva un traje grisado de tres piezas sin corbata, sus hombros anchos son marcados al igual que su fuerte pecho.

Para Klaus es como estar viendo un ser de otro mundo, más con ese largo cabello que lo llevá en una cola de caballo y un flequillo que cubre su frente.

—Estoy buscado la palabra para definir lo radiante que te vez—Quiero darle un abrazo pero, no quiero arrugar su traje.—Voy a quedar ciego por tanta belleza—Sus mejillas se sonrojan.

Xander no soporto más y lo abrazo al mismo tiempo que besa los labios de su amado novio, si lo seguía escuchando no podría contenerse las ganas, ganas de hacerle el amor.

—Eres mi mejor regalo—Frota su nariz contra la de Klaus—Son mis mejores regalos, es momento que busquemos nombre para nuestros gemelos.

—Lo haremos despues, está noche es tu momento. Luego de que la fiesta concluya—Lleva su mano al bolsillo, toca el regalo de cumpleaños para Xander, está un poco nervioso.—Vayamos a un lugar—Besa las mejillas de Xander.

—¿A dónde iremos?—Cubre el cuerpo de klaus con un abrigo blanco y el uno negro, sobre la ropa, los dos van vestidos a juego.

—Donde nos vimos por primera vez—Sonrie—Ese lugar es muy especial para mi—Lo que diré quiero decirlo allí. Desde el momento en que nos vimos, sin darnos cuenta nuestra historia dio inicio.

—Esta bien, contigo hasta al fin del mundo—Besa la frente del beta—Ahora estoy deseado que termine todo rápido—Queria estar a solas con su novio.

Los dos saliendo de la habitación, caminan por el pasillo directamente a la sala donde los están esperando los invitados.

—¡Feliz cumpleaños!—Felicitan al unísono, les tiraron un poco de confeti.

La atmósfera no era tétrica como lo creí, no se compara en nada con las anteriores fiestas de cuando, esto es más cálido. No se siente una obligación, no es necesario verme bien y fingir felicidad mientras hablo con personas de alta gama hipócritas.

—Felices 29 hermano mayor—Ivy golpeó suavemente el pecho de Xander—Dentro de unos años te saldrán canas—Sonrie.

—No lo creo, su cabello ya es gris plateado—Expresa Lars—Es como verlo canoso.

—Veo que quieres dejar viudo a Izan—Lo fulmina con la mirada.

—Felicidades, joven maestro—Izan, saca de aprietos a su novio—Y todavía quiero vivir muchos años con Lars, así que, solo ignore sus estupideces.

—Debe ser duro para ti, el lidiar con alguien así, mis más sinceras disculpas.

—¡Oye!

Todos sonríen, más los padres de Lars. Extrañaban estos momentos, les recuerda los viejos tiempos. Cuándo estos dos eran inseparables.

—Cuñado—Habla Tamara—No sabía que regarle—Le entregó su regalo por parte de ella y Marlon—Espero le guste.

—Gracias.

Ese mismo instante empezó a retirar el papel de regalo, sus ojos brillaron al ver lo que sostenía en sus manos. Su mirada se va hacia Klaus.

—¿Cuando la tomaste?—No recuerdo que ella estuviera presente ese día.

El regalo que Tamara le había dado a Xander, era un marco con una fotografía donde el descansaba en el regazo de klaus, bajo los árboles de melocotón de la villa. Klaus veia a Xander de la manera más dulce que pueda existir.

—Los fuí a visitar de sorpresa pero cuando los ví así, no me atreví interrumpir esa bonita escena. Les pedí a ellos que no les dijera nada.—Flavio y Fer asistieron.

Ciro observa el rostro sonriente de Xander, su expresión es diferente a todas las veces que ha celebrado sus cumpleaños en los años anteriores.

No puede ocultar lo feliz que se siente, estoy seguro que en su mente está pesando lo siguente; "En que lugar de mi oficina lo podré, o lo cuelgo en la habitación"

Los demás también entregaron los obsequios, la mayoría eran cosas de uso personal, todos se le quedan viendo a Klaus, esperado su regalo para el amor de su vida. Eran muy curiosos, quería saber que le regalaría.

—¿No hay regalo para Xander?—Preguntan al unísono y con algo de burlas, Lars y Alke.

—Claro que hay—Entrelaza sus manos con la de Xander—Solo que es una sorpresa para más adelante, ustedes no están invitados—Sonrio.

Xander hincha su pecho cuál pavo real presumiendo sus bellas plumas, en esta ocasión, su radiante e maravillosa felicidad.

—Bueno, que suene la música—Comenta Ciro, no quería que ese par siguiera intentado averiguar el obsequio que será dado a su hijo, aunque el también tenia curiosidad.

—¿Me permite está pieza?—Pregunta klaus a su amado.

—Para mi es un honor—Sostiene la mano de klaus.

Por está vez, Xander permitió que su beta tomara el rol del hombre y el de la dama. Llevó su mano al hombre de klaus, este a la cintura del alfa.

Las demás parejas se unieron a ellos, sentandos solo quedan los solteros, comiendo inmensa comedia para perros.

Xander y klaus se miran fijamente con una gran sonrisa en sus ojos, en esa pista de baile se visualizan solo ellos dos, están en su propio mundo. No era necesario decir una palabra cuando se decían te amo, con un toque o una mirada.

—Vamos, padre—Ivy extiende su mano—No podemos quedarnos atrás.

—Ya estoy viejo para eso—Pero aún así, agarró la mano de su hija—No me culpes si te llegó a pisar.—Se unen a la pista.

Al final solo quedaron ambos guardespaldas, Roz y Demir. Por un momento hicieron contacto visual, pero rápidamente desviaron su mirada mientras frotan sus brazos, había sido un poco espeluznante, eso es lo que creía.

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