capitulo 47
Cuando llegamos a casa de nuestra familia materna, creí que todo iba hacer como le última vez que vinimos, tan solo han pasado unas semanas pero la salud de mi abuela, se fue apagado poco a poco. No le es posible levantarse de la cama....Es posible que no resista una semana mas o menos que eso.
Es duro enterarte de esto el mismo día del aniversario de muerte de tus padres. Todos lloramos por un buen rato, menos mi alfa, el se mantenía firme aunque su mirada era triste.
Xander sostuvo mi mano en todo momento mientras me abrazaba con aquella calidez, me transmití seguridad en ese momento tan desgarrador. Me hacía saber que todo estará bien.
Mi abuela expresó que no quiere vernos llorar por su partida, que la despidamos con un gran sonrisa en nuestros labios. No prometimos nada pero le dijimos que lo intentaríamos.
Después de esa charla triste, desgarradora, todos subimos a visitar la tumba de mis padres. Mi abuela quería venir una última vez con todos nosotros, comento que quiere llevarse ese bonito recuerdo.
Xander se ofreció llevarla en la espalda pero prefirió ir en un caballo, junto a mi tía. Los papeles se había invertido, ya no era ella quién sostenía a mi tía en sus brazos, si no qué mi tía, a mi abuela.
Colocamos las flores que compramos en su respectivo lugar. Cada uno dijimos muchas cosas. Al final de pie frente a las tumbas, solo quedamos Xander y yo.
El quería pedir permiso a la vez que aseguraba cuan fuerte es nuestro amor, más que solo un juntos por siempre fue un; Te quiero en esta vida y las que espero estén por venir tenlo por seguro que te encontraré en todas ellas así me lleve toda vida esperado lo haré.
Cuando escuché sus palabras con mucha convicción, mi corazón estaba en un caos total por esas emociones burbujeante alojadas en mi corazón.
—Cuidare de ellos tres, me encanta su hijo—Mira esos ojos verdes profundo—El me complementa...nos complementamos. Esperó nos bendigan y nos cuiden de algún mal que nos llegue asechar—Sostiene las manos del beta.
Xander le sonríe dulcemente, una sonrisa que solo es para klaus. Solo con el puede actuar como tonto y verse genial al mismo tiempo.
—Te quiero—Se inclina hacia adelante—Cada fibra de mi cuerpo te quiere. Mis ojos podrá encontrarte entre miles de personas, porque con ellos solo puedo distinguir un color y ese verde profundo que se podría camuflajear con el bosque.
—Si algún momento ese color se vuelve otro color, tengo la seguridad que también lo sabré, porqué solo bastará con mirarte para saber que eres el hombre de mi vida. Todo tus gestos, sonrisa, tristeza, dulzura. Todo eso está siendo gravado en mi alma para que jamás olvidé cuanto te quiero.
Klaus llevo la mano de Xander a su pecho, no había necesidad de decir una palabra, esos latidos lo decían todo. El alfa solo sonrió más ampliamente, segundo despues besa esos labios que tanto adora.
Los demás solo los veían desde la distancia, Ivy capturó el momento en una fotografía. La señora Sanz, solo sonrió de una manera pacífica, podría irse en paz en cualquier momento.
Lo único que lamentará es que, su segunda hija se quedará sola. Le hubiera gustado verla tener una persona especial, ese será su único lamentó. Aunque en el fondo sabía que podrá verla algún día, donde quiera que vaya, la estará cuidando.
—Es momento de bajar—Tamara mira su reloj, son las cinco de la tarde—Ya es tarde, si no lo hacemos ahora, se volverá complicado el bajar.
—Si, tienes razón—Lina está de acuerdo con su sobrina.
—¡Vamonos!—Ivy llama a su cuñado y hermano.
—Adelantarse—Expresa, Klaus—Los alcanzamos en un momento—El quería estar un poco más junto sus padres, sabía que no era lo mismo, pero igual el los sentía muy cerca, como si lo estuvieran arrullando.
—De acuerdo, no tarden—Dijeron al unísono.
Klaus apoya su cabeza en el hombro de Xander. Su mirada esta fija en esas fotos pintadas en la lápida de cemento. Así es como los recuerdan.
Mamá, papá, abuelo. Estoy de nuevo aquí, frente a ustedes con la mayor felicidad que, algún día pude haber tenido. Este hombre junto a mí, me hace feliz. Cada día me enseña algo nuevo con respeto al amor. Cómo es el amar de una manera incondicional, todo lo que hace por mi, lo hace sin esperar nada a cambio.
Estoy perdidamente enamorado de, Xander. Tanto que no puedo visualizar una vida donde el no esté conmigo. Saben, ¡Soy su alma gemela! Sin importar lo que ambos hemos vivido, de alguna manera estaba escrito que nos encontrariamos.
—¿Triste?—Besa la coronilla de, Klaus—Puedes llorar, yo estoy aquí—Xander podía sentir esa aura melancólica alrededor del beta, era entre feliz y triste al mismo tiempo.
—Es un cincuenta, cincuenta—Se aferra del cuerpo del alfa—Estoy feliz por nosotros, pero triste por mi abuela.
—No pienses que muere—Arrulla en sus brazos a, klaus—Imagina que está yendo de vieja, a uno muy largo. Que no la verás más, pero que se encontrará muy bien rodeada de las personas que tanto extraña.
—¿Eso ayudará con el dolor?
—No—Xander frota la pancita del beta—Pero estaré aquí contigo, juntos vamos a salir adelante. Seré tu pañuelo en esos días malos cuando no puedas retener tus lágrimas. Yo, limpiare cada una de ellas.
—Eres mi faro, por más que la vida quiera oscurecer mi caminó, tu lo vuelves a iluminar—Besa los labios del alfa—Eres mi ángel guardián—Sonrie—Mi alfa—Posa su frente sobre la de Xander—Conocerte es en lo único en que la vida no se equivocó y me recompensó con tu amor, un amor tan puro y abrumador e hermoso.
Quería hacerle saber a sus padres e abuelo que lo que siente por Xander, no es nada pasajero. Que es un amor genuino, un amor tan ardiente y puro que no sabía que existía hasta que, lo experimenta de primera mano.
Xander se puso de pie, le ayudó a Klaus ha levantarse. Quería darle un abrazo como es debido, uno dónde dan unas dos vueltas con el beta en sus brazos. Ambos sonríe dulcemente.
—Mamá, papá, y abuelo. Nos vemos—Sostiene la mano de Xander—La próxima vez vendremos con nuestros pequeños—Ve al alfa—¿Verdad?
—Si—Besa la mano del beta—Asi será, cuidaré de ellos tres, suegros—Hace una reverencia.
Dicho eso los dos caminan hacia la salida. En ningún momento se sueltan de las manos. Detrás de ellos dos venía Demir. El no se les despega en nigún momento.
—Sube—Xander se puso en cunclillas—Es peligro caminar en esta calle.
—Bien—No se podría sus moños, subió a la espalda del alfa—Es peligro pero también querías hacer esto, solo que no sabías como preguntar—Susurra entre sonrisa en el oído de, Xander.
El alfa se sonrojó, había sido atrapado. Desde hace mucho tiempo había querido sostener en su espalda a, klaus. Por fin se había cumplido ese deseó.
—Somos parejas—Se aferra del cuello del alfa, sin llegarlo asfixiar—Puedes preguntar sin vergüenza, yo estaré encantado experimentar nuevas cosas contigo, mi alfa—Deja un casto beso en ambas mejillas sonrojadas de, Xander.
Demir solo esquiva esos corazones que, saltaban más allá de al rededor de esa pareja de enamorados. Sus dientes pronto se pudieran por mucha azúcar, tanto así que está por volverse inmune a la comida para perros.
Nunca imaginé ver ese estado a mi jefe, ver esas rosas al rededor de ellos me pone la piel de gallina.
Demir ignora esa atmósfera rosa para poner toda su atención a sus alrededores, observado que nadie aseche a sus señores.
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¿Dónde está Yael? ¿Por qué no vino por mí? No quiero ser rodeado por toda la presa, no se nada de mi padre. El es el único que puede arreglar todo lo que está sucediendo.
Jobim intenta pasar desapercibido para que los periodistas no lo noten. Solo que no esperaba que, desdé la distancia alguien lo esté vigilado.
Alke envío un mensaje a los periodistas donde les decía que se les escapaba, Jobim North. Estos corrieron a rodear a, Jobim.
Pregunta tras pregunta fue lanzadas, solo que el Omega no sabía cómo responder, tanto así que terminó por explotar. Cuándo no sabía que hacer terminaba por maldecir a todo mundo y hablar sobre el honorable apellido North. Que serían castigados por las calumnias.
—Aún en esta situación sigue creyendo que es intocable—Expresa Adei—Pero me gusta ver esa expresión de desesperación, sus ojos tiemblan con impotencia solo que finge no estarlo.
—Esto solo es el comienzo—Acaricia el cabello de Adei, está empezando a volverse sedoso—Todavia no es momento de que vaya a prisión—Hunde su rostro en el cuello del Omega—Cuando este más que quebrado entonces daremos las pruebas de sus fechorías, lo veremos pudrirse tras las rejas.
Mandarlo a prisión es muy poco por lo que le hizo hacer pasar a mi mundo llamado, Adei. Necesita ver cómo se queda sin un centavo. Porqué eso es lo que más atesora despues de Yael.
—Si, hagámoslo sufrir en cada oportunidad que tengamos—Sube al regazo de Alke—¿Eso me hace malvado?—Sostiene el rostro del alfa. Con sus dedos pulgar acaricia las mejillas de su amado.
—No—Pone sus manos en la cintura del Omega—Solo es justicia por nuestras propias manos, es algo de lo que tenemos todo el derecho del mundo. Nadie tiene el derecho de juzgarnos si no una viví en infierno por ellos mismos.
Alke le indica a su guardespaldas que ponga en marcha el auto, este acata órdenes al pie de la letra.
—Ya sea al el cielo o al infierno ambos iremos juntos.
—Juntos a donde quiera que vayamos, mientras este contigo no importa a donde vaya. Y si no vamos al mismo lugar, tendré que subir o bajar pero de que estaremos juntos, lo estaremos—Alke besa los labios de su Omega.
El beso se fue profundizado de a poco, así como el interior del auto se está tornado caliente por los Jadeos y los toqueteos por parte de ambos.
Roz subió la ventanilla, no quería escuchar más de lo ya qué ya escuchó. Ser guardespaldas era difícil, no en el aspecto de protegerlos, si no qué, por lo que conlleva el verlos todos acaramelados y comer más que un plato de comida para perros al día.
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