—Estas son unas increíbles noticias, el único hijo de la familia North, de tan solo 23 años. ¡Encontró a su pareja destina! Algo que solo puede sucederles a muy pocos, pero el joven maestro Jobim North, si tuvo esa suerte.

—Fuentes cercanos a él, comentaron que hoy harán una fiesta de celebración para anunciar dicha relación, mucha felicidad para esa recién pareja.—La foto de la Feliz pareja fue públicada.

Apague la televisión, observé a mi hermano. El solo tiene una mirada vacía, demonios Yael, al menos hubieras esperado unos meses, podías dar un poco de respeto a esa relación de 10 años.

—Asi que...su destinado es hijo de la prestigiosa familia North—Es una de las familias que tienen el mejor bufet de abogados, entonces Yael era el asistente del padre de ese tal Jobim.

Eso quiere decir que, Yael me mintió, lo conocía desde hace mucho. Qué patético, soy demasiado patético.

—Eso parece, Klaus...—El timbre sonó—Seguimos con la charlar despues—Fui abrir la puerta.

El que tocaba es la editora, y una gran amiga de Klaus. Ella es una alfa, ese cabello color fuego es uno con sus ojos.

—¿Dónde está Klaus? Fui a su casa y no estaba, me asusté. Corrí hasta aquí—Se veía preocupa.

—El está por ahí—Apunto a un Klaus sentado en el sofá.

—¡Pero que demonios!—Examinó el rostro de su amigo—¿Por qué tienes esas ojeras en tu hermoso rostro? ¿Estas escribiendo otra novela? ¡Te dije que descanses, la que hace poco terminaste todavía está en proceso para salir al mercado! En dos días tienes que asistir a una firma de autógrafos.

—No es nada de eso, aparté se me había olvidado lo de la firma de autógrafos.

—¿Entonces porqué estás tan demacrado?

—Me divorcie—Sonrió con tristeza—Eso paso.

La cartera de ella cayó al piso, su boca está demasiado abierta por la sorpresa.

—¿Qué te hizo ese desgraciado?—Enrolla las mangas de su camisa—¡Ire a darle una paliza!—No dudaba de que Klaus, fuera el del problema, porque sabia que el beta esta tan enamorado que podría dar la vida por Yael.

—Tranquila.

—No puedo, tu eres la persona más extraordinaria que conozco. No mereces tal dolor.

—Ivy, solo toma asiento, te contaré todo.

—Yo iré por bebidas—Tamara fue a la cocina.

Klaus narró la historia, parte por parte. En el proceso su voz se ahogo en algunas partes, pero sigo con el relato. Ivy se imagino el dolor que su amigo está sintiendo y no logró evitar llorar.

Era tan lamentable de como un amor tan bonito termino en algo trágico, eran como Romeo y Julieta pero no fue la familia quien los separó, fue el destino. Y Yael que no aguanto y decidido traicionar esa confianza.

—Cuanto lo siento, lo siento mucho—Lo abrazo—Esto no tenía porque pasarte—Sollozo—Nadie merece algo tan lamentable—Dejo de abrazarlo.

—Ahora mismo vi las noticias, su destino es Jombi North.

—Ese pálido y cara bonita—Esta furiosa, y lloraba a la vez—Solo diré un cosa, está bien el sentirte triste, no finjas estar bien. Grita, maldice en voz alta, libera todo ese dolor que carcome tu corazón.

¿Eh? Ivy suena como ese sujeto de unos 29 años, ¿Por qué demonios me acuerdo de ese entrometido?

—Y felicidades por tu embarazo—Volvió abrazarlo—¡Tamara!

—Estoy aquí—Puso las bebidas en al mesa—¿Qué pasa?

—Debemos llevarlo al hospital, que le hagan un chequeo—Esto podría causarle estrés, y será muy malo para el bebé.

—Lo hice el mismo día que lo encontré, el doctor dijo que está bien, la próxima cita es la semana entrante.

Suspirar—Eso me causa mucho alivió, ¿Asistiras a la firma de autógrafos? Le puedo decir a mi jefe que estás indispuesto—Sujetó el vaso, le dio un sorbo.

—Asistire, no puedo defraudar a mis Lectores. Ellos han esperado mucho por esto. Aparté, Mara estará conmigo por si pasa algo.

—Si, yo lo acompañaré.

—Bueno eso esta mejor.

Es un alivio que Ivy haya venido, así Klaus tiene otras cosas para distraerse. Hablar de su trabajo lo pone de un mejor ánimo, puedo verlo en su rostro.

—¿Te quedas a almorzar?—Pregunté.

—No, voy a comer con mi fastidioso hermano.

—¡¡Tienes hermanos!!

—Tampoco sabía, Para hacerles el cuento corto, el es mi medio hermano, mi padre es algo promiscuo, durmió con mi difunta madre cuando aún estaba casado. Me enteré hace una semana, y pues fue un gran shock, tuve que darme una gran bofetada para reaccionar.

Así que no solo yo estoy pasando por situaciones difíciles, me siento desagradable por el alegrarme de ello.

—Te comprendo, ánimos amiga mía.

—Gracias—Me puse de pie—Nos vemos el jueves, y cuídate mucho para que mi sobrino, se desarrolle muy bien.

—Asi lo haré—Ivy se retiró.

—Mara, me a visas cuando este listo el almuerzo—Se levantó.

—¿Qué estás pensando hacer?

—Ivy me dió una buena idea, comenzaré una nuevo libro.

—Klaus..

—No te preocupes, no me voy a quedar absorto en ello, descansaré adecuadamente. Necesito enfocar mi atención en algo, o me volveré loco—De frustración, dolor.

—Esta bien, pero no te excedas.

—Lo prometo—Subio a la habitación.

                                     {★★★★}

—Joven maestro, ¿Ya se enteró de la noticia?

—¿Cuál noticia?

Xander está sentado en la terraza del restaurante, las gafas de sol ocultan sus gemas doradas. En sus manos sostiene un libro, con el título; Un día lluvioso, en la portada se puede ver dos adolescentes debajo de un paraguas.

Él es tan frío que no podrías imaginarlo leyendo esa clase de libros. Más con esa mirada dorada sin expresión.

—De que el joven maestro Jobim, encontró a su destinado, y no hace mucho anduvo detrás de usted—Comento el guardaespaldas.

“Para qué quería un hombre que ya tiene su destino, no usaré a mi hijo como un objeto, maldito imbécil.!! Esas palabras resonaron en la cabeza de Xander.”

¿Por demonios me acuerde de ese joven llorón? Pero se veía tan vulnerable.

—Los Señores North, deben de estar saltando de la felicidad. Entonces ese fue el motivo por el cual el fastidioso de Jobim dejo de molestar.

—Asi parece.

—Pues gracias a Dios, porque estaba por enviarlo a altamar—Xander cambio de página—¿Qué pasó con lo que te pedí?—Le dio un sorbo a la copa de vino.

—La firma de autógrafos será el jueves, el escritor Júpiter también asistirá.

Esta vez espero conocer su rostro, siempre lleva una máscara de Lobo negro. Si mi padre supiera que a mis 29 años, soy fanático de un escritor de romance, se caerán de espaldas. Sigo las historias de Júpiter desde que tenia 17 años. En ese entonces el publicaba los capítulos en su página web.

Me gustó tanto como escribía y la pasión que le ponía a su historia, todo fue gracias a mi estúpida prima, ella me envió ese enlace. Al principio creí que era un vídeo porno, estaba por borrarlo cuando vi que no era eso.

Leí el prólogo y el primer capítulo, después no podía parar, a mis 18 años entendí que leer era una de mis cosas preferidas. Pero jamas lo admitire en voz alta, que megusta las de romance, tengo una reputación que proteger.

Lo cuál es muy ilógico, ya qué nunca he tenido el deseo de enamorarme, siento que eso es muy lamentable. El amor es una mentira, una hermosa mentira para no sentirse solos.

—Bienvenida, joven señorita—Xander escondió el libro, ella no logro verlo.

—Ya empezaste sin mí—Me senté.

—¿Por que tardaste?

—Yo si tengo amigos—Una ola de feromonas rodea su cuerpo—Tengo ganas de matar a alguien—Acomodo la servilleta.

—¿A Quien? Enviare a Demir a reglar ese problema—Ella es mi única hermana, aunque mi puto padre engaño a mamá cuando aún estaba viva, Ivy no tiene la culpa, la madre de ella no sabía nada.

Los dos son muy diferentes, Ivy heredero los ragos faciales de su difunta madre, no se parece en nada a la familia Myers.

—No es necesario, yo puedo hacerlo.

—¿Quieres acompañarme a una fiesta?—Cambio de tema.

—¿Sobre que trata esa fiesta?

—Una de compromiso, será en la mansión North.

—¿Ese que se compromete es Jobim North?

—Si, ya vistes las noticias...

Ivy está molesta, sus feromonas son muy violentas. Si alguien entraba por esa puerta se podrían de rodillas al instante, sus feromonas son muy fuertes. Ese olor a frutal está amargó.

—¿Por qué te molestas tanto? Controla esas feromonas—Se cubrió la nariz.

—Lo lamento—Suspiro—Solo que esas dos personas son a las que quiero matar—Volvio a comer su almuerzo como si nada hubiera pasado.

—¿Los conoces?

—Solo al prometido, ese malnacido hijo de su madre. Debí golpearlo hace mucho tiempo, no debimos confiar en el—Mordió con odió el pedazo de carne.

—¿Qué te hizo?

—¿Qué te importa?—No quería seguir hablando de ellos.

—Estupida.

—Imbécil.

—¿Iras o no?

—Si, tengo que verle la cara a ese desgraciado.

Demir solo negaba con su cabeza, este par de hermanos eran un poco anormal.

Mientras tanto en la familia North, Jobim está buscado que ropa ponerse para está noche.

—Joven maestro, todo lo que usa lo hace lucir bien—Comento una de las empleadas.

—¿De verdad?

—Si, porqué no usa ese traje elegante color ternos rosa—Sugirió.

—Tienes razón, usaré este. ¿Dónde está Yael?

—Cambiandose en su habitación.

Aún no entiendo el porqué no quiere compartir habitación comigo, dijo que tenemos que hacerlo bien, y respetar el hogar de mis padres.

—Entiendo, retirarte. Tengo que cambiarme.

La empleada salió de la habitación, Jobim se comenzó a vestir, esta muy emocionado. Dentro de un año se imagina casado con un Yael.

Yael es diferente, el lleva más de veinte minutos de pie frente al espejo.

—Yael, el azul te hace ver mas guapo. Me encanta el azul, me encantas tu—Abrazo su cintura—Estoy ansioso por decir, "Miren, me case con una belleza."

—Yo también presumire por tener a la persona más hermosa, amable, cariñosa, de todo el mundo. Te amo, te amo, Klaus—Beso sus labios con amor.

¿Cómo estarás? Espero y algún dia me perdones, se que no me lo merezco, pero lo deseó. Soy demasiado egoísta. Rompí nuestras promesas.

Toc, toc, toc.

—Adelante—El que toca la puerta es Jobim.

—Te vez guapísimo, el azul hace resaltar tu tono de piel.

El azul hace resaltar tu tono de piel. Recordó las mismas palabras que klaus le dijo una vez.

—Tu también te vez hermoso—Abrazo al Omega—Muy hermoso—Besos sus labios.

Las personas ya estaban llegando, era un poco más de cien.

—Vamos a recibir los invitados—Jobim entrelazo su mano con la Yael, ambos bajaron a la sala.

¿Ivy? ¿Qué hace ella aquí? ¿Por qué viene acompañada del joven maestro Xander Myers?

Ellos llegaron a la sala, los invitados los saludaron uno por uno, le desean las mejores felicitaciones, los últimos eran Xander y Ivy.

—Felicidades por su compromiso, Joven North, Señor Albir.

Los señores North, hablaban con orgullo sobre su hijo, ellos son muy elegantes, Jobim tiene una mezcla de ambos padres, al parecer tenían 57 años. Las personas a su alrededor los halagan demasiado.

—Gracias Joven maestro Myers.

—¿Qué se sienten ser los seres más despreciables del planeta?—Ivy los susurró, solo los recién prometidos y Xander la escucharon—Yael, eres tan bastardo. ¿Cómo pudiste hacerle eso a él—Su decepción en su rostro es más que evidente—Él es la persona más pura que puede existir, lo manchestes con dolor y oscuridad, vine solo para decirte esto.

—Señorita, que sea la acompañante del Joven maestro Myers, no le da el derecho de ofendernos—Susurró, no quería que los escucharán discutir.

—Ella es mi hermana—Aclaró un Xander, está confundido por la plática entre ellos tres.

—Ivy, ¿Podemos hablar en otro lugar?

—Ya no tengo nada que hablar contigo—Se retiró, Xander la siguió, para Jobim fue bueno que nadie estuviera prestado atención.

—vendre en un momento, ella es mi amiga, debo de hablar con ella—La siguió.

—¿A dónde va Yael?

—Su amiga de la infancia fue a tender una llamada, al parecer le pasó algo a su Madre—Mintió—Ya sabes que Yael es muy humanitario.

—Si, por eso es excelente para ti.—Comento su padre.

Yael esta corrido tras de Ivy, afuera no había nadie.

—Ivy—Intento tomar su mano, pero los guardaespaldas lo impidieron—Hablemos.

—¡¿De que quieres hablar?! De que engañaste a la persona que más te ama, que le rompites el corazón, que lo humillantes. ¿Cómo pudistes rompe tus promesas? ¿Dime? ¿Cómo pudiste hacerlo?

—No es como si tuviera opción—Aprieta sus puños.

—¿Opción? No busques excusas para tus decisiones cobardes, el destino es una fuerza misteriosa, si, pero no pongas toda la culpa en el. ¡Tú eres tan culpable con ese llamado destino! No te acostaste una vez con Jobim, si no qué fueron dos veces, ¡Dos malditas veces!

—¡Soy culpable, lo sé.! No quería hacerlo sufrir más. Por eso pedí el divorcio.

—Despues de montarle los cuernos, que amabilidad de tu parte, ¿Te aplaudo? No quiero volver tener contacto contigo, no me llames. Ustedes dos son un asco de personas—Jobim escuchó todo, y Ivy había notado su presencia.

Ivy subió al auto con un gran nudo en su garganta, tristeza, Yael era como su hermano. Se conocen desde hace mucho.