Para poder enterarse de que tengo algo con klaus, ese tal Alke no es simple, solo que no se porqué demonios quiere hablar conmigo.

Xander escucha su celular sonar, lo saca rápidamente del bolsillo ya qué sabía aquíen pertenecía ese sonido, con una gran sonrisa contestó.

—Hola—Klaus apareció en la pantalla—¿Vendrás a almorzar?

—Ahora mismo voy a una reunión—¿Debería de decirle? No, le diré cuando Alke me diga que es lo que pasa—Cuando termine iré directo a la villa

Toca la pantalla como si estuviera tocado las mejillas de klaus, el beta cierra sus ojos como si de verdad lo está tocado de manera dulce.

—Te estaré esperando, que todo salga bien en la reunión...me gustas mucho—Finalizo la llamada con un rostro sonrojado.

La sonrisa de Xander se volvió a un más grande, aguardo su celular, ahora se sentía mucho mas animado. Ver el rostro de Klaus y que le diga cuánto le gusta, es un paraíso para el alfa.

—Llegamos—Demir estaciona el auto en el parqueo.

Ambos bajaron del auto, Demir cuida de la seguridad de Xander, mira hacia todos lados comprobado que no se encuentre niguna amenza al asecho.

—¿Vicepresidente Myers?—Pregunta el guardespaldas de Alke.

—¿Tu eres?—Demir respondio con otra pregunta.

—Roz, el guardespaldas de mi maestro, Alke Sewell. Por aquí por favor.

Los guía hacia la habitación, evitando los puntos ciegos de la las cámaras. Al estar en el segundo piso tomaron las escaleras en vez del ascensor para no toparse con personas que podrían reconocer a Xander.

—Adelante.

Entraron solo para encontrarse con Alke, el alfa mueve la copa en su mano de manera elegantemente.

Xander fruncio el ceño al oler dos mezclas de feromonas diferentes, dedujo rápidamente que una pertenecía a un Omega, justo como las de Jobim.

—¿Qué sucede aquí?—Toma asiento sin que se lo hayan autorizado, Demir se puso detrás de él.

No pueden haber dos feromonas idénticas, estoy seguro que estás pertenencen a ese desgraciado.

—También es un gusto conocerlo, vicepresidente Myers—Comenta Alke.

—Habla rápido, tengo algo urgente que hacer—Mira su Rolex.

Quiero llegar veinte o treinta minutos antes a la villa, disfrutar de mi tiempo con klaus antes de empezar a almorzar.

—Cuanta impaciencia—Sirve vino en la copa vacía, la empuja hacia Xander—Toma un poco.

—¿Por qué este lugar apesta?—Lleva su mano hacia atrás, Demir entendió rápido sobre lo que su jefe quería, por lo que le entregó una mascarilla.

—Soy suaves, pero las notaste casi enseguida. En definitiva eres un alfa pura sangre. Esto debería ser una rica fragancia para ti.

—No vine para hablar sobre mi—Sus ojos muestran frialdad—Ninguna feromonas de un Omega son fragantes, solo hay un olor que me vuelve loco y ese es el de mi pareja.

El olor de klaus es esquisto, por más suave que sea el de él si es una delicia, no como estos que parecen perfumes apestosos que dañan mi nariz.

—Los betas no tienen....

Xander arrastró el saca conchos por la mesa, logrado un ruido espeluznante, advierto que no siga con lo que estaba por decir.

—Mucha charla, solo ve al punto de está reunión.

Iker quería tener un ambiente menos sofocante, solo que eso no funcionó, Xander esta más que disgustado.

—Bueno, iré al grano—Suspira profundamente—Ese pedazo de mierda llamado Jobim, no es la persona destinada de ese malnacido de Yael Albir.

Fue entonces cuando la expresión de Xander dejo de ser una aburrida para poner una más fría, en ese color dorado solo podías ver irá.

Ese malnacido si quiera logro reconocer lo falso de lo verdadero, ¿Más estupido no puede ser? No, ya no puede ser más imbécil, si ni quiera pudo sentir que klaus está embarazado, como podría distinguir una falsedad de ese tamaño.

—¿Cómo lo sabes?

—Conozco a Jobim desde hace muchos años—El azul se volvió negro—Desde pequeño es el diablo en persona, él nació sin glándula y mucho menos feromonas.

Xander no mostró sorpresa, algo en él lo hacia dudar de Jobim, desde ese día cuando lo perseguía, vio que no era una perita en dulce.

—¿Cómo a simula tener esas feromonas?

—Usa las de otra persona, las inyecta en su cuello, es como una loción.

—¿Entonces pertenencen a la persona que está en está habitación?

—Si, Adei North es el mellizo de Jobim North. La mayoría de años fue el conejito de indias de esa familia—La furia en su mirada es horrible—Jobim retiraba sangre cada cierto tiempo para procesarla y usarla como sus propias feromonas.

Alke comenzó a narrar parte de la historia de como conoció a Adei y a Jobim, de como vivieron en ese laboratorio donde les retiraban sangre cada dos días, o de como planearon quitarles las glándulas para transplantarla a las de sus hermanos mellizos.

Solo que en los dos intentos que realizaron con los sujetos de prueba, eso salió mal. Por lo tanto no lo intentaron con ellos. Ambas Familias no podían perder recuersos valiosos.

—Esa es un poco de nuestra historia, mía y Adei. Hace dos días que él escapó de ese lugar, ahora está aquí conmigo.

Esto si había tomado por sorpresa a Xander, la familia North si que escondió este asqueroso secreto muy bien.

Esas personas son más repugnantes que cualquier otra persona que haya conocido, si son capaces de hacerlo eso a su propio hijo, ¿Que le harían a alguien que arruine sus planes? Debo de desarme de esos malditos antes qué intente algo contra mi Klaus y el granito de arroz.

—Si me cuentas esto es porque quieres algo de mí, ¿Que es?

—Quiero que vivan la tortura que le hicieron pasar a mi Adei. Para eso necesito que dejes que sigan con los planes de casarse en tu resort. Voy a proyectar parte de lo que han hecho en la pantalla plana.

—Tienes que dejar que se casen primero, porque entonces no será nada divertido—Comenta con una sonrisa diabólica.

—Como podría impedir una boda de una pareja que se jurara amor verdadero—Sonrie tan diabólico como Xander.

Ambos guardespaldas siente escalofríos, con un jefe actuando malvado ya era suficiente, ver a dos personas haciendo los mismos gestos era demasiado.

En su mente ya han matado no una, si no qué más de 10 veces a esa "disque pareja destinada" Alke no sintiera odio por Yael, pero lo odia por ser un imbécil y dejarse llevar tan fácilmente, por no reconocer que Jobim no era su destino.

Por mancillar las feromonas de Adei, la persona que más ama sobre toda la tierra, no puede permitir que alguien así este viviendo bien.

—Estaba por enviarles la cancelación del contrato, pero creo que ya no es necesario, soy tan buena persona que permitiré que se cansen en ese lugar...espera...

No puedo vengarme solo porque yo lo quiero, ¿Que pensará mi Klaus de todo esto? ¿Se enojara conmigo? No soportaría que se enoje conmigo, el es mi vida. Tendré que contarle esto pero antes le preguntaré a los doctores si puedo decirle algo como esto.

—¿Que pasa? ¿No te retractaras?

—No, quiero que esas personas no vuelvan aparece cerca de mi novio, mejor dicho que ya no vivan en esta ciudad. Pero antes de seguir con esto tengo que pedir la opinión de él, mi beta es la persona que más sufrió por esto al igual que ese joven Adair.

Entiendo a Xander, el es como yo, yo tampoco hiciera algo que a lo Adei no le gustará. El bienestar y la comodidad de mi Adei será siempre lo primero. En este casó el está más que de acuerdo en vengarse de esos hijos de putas.

—No es como si tú lo harás, yo soy quien lo hará. Así que técnicamente no estás haciendo nada que lo moleste, o crea que estás tomando ciertas libertades. ¿Tienes miedo qué..?

—No tengo miedo—Mira fijamente a, Alke—Sus sentimientos por mí son más que verdaderos. Pero su corazón aún está frágil, saber que la persona que una vez amo no logro diferenciar entre lo falso y lo verdadero, ¿Cómo crees que se sentirá? Más que dolor lo que sentirá es, decepción, molestia, usado. Que solo el fue quien amo en esa relación.

Esto me hace enojar cada vez más, quiero aplastarle la cara a ese desgraciado con cero cerebro, debí de romperle los dientes ese día en el estacionamiento.

—Con una persona como usted, él no sentirá más que solo odio por esa persona—Expresa un Adei que camina a pasó lento.

—¡Adei!—Corrio hacia él—No debiste levantarte—Lo ve con preocupación.

—Estoy bien—Su cuerpo cuerpo es sostenido por el de Alke—Desperte y no te encontré, me asusté.

—Lo siento—Ayuda a qué se siente en el sofá—Crei que dormirías unas cuantas horas más.

Esta demacrado, moretones en las manos, puedes ver los pinchazos de las agujas. Se parece a Jobim pero a la vez no. Cuando sane será a un más bello que Jobim, quizás esa es otra de las razones del odio de Jobim hacia su hermano. De milagro no le arruinó la cara.

—Mucho gusto—Extiende su mano—Soy Adei—Para él, el apellido North ya no es parte de él.

—Xander Myers—No acepto el apretón de manos—Me disculpo pero no puedo sostener otra mano que no sea la de mi futuro esposa, Klaus. Y segundo esa persona junto a usted está acuchilladome con la mirada.

Adie llevo su mirada a Alke, los ojos del alfa habían cambiado a uno más cariñosos que le pertenecen solo a él.

El Rolex de Xander sonó, haciéndole saber que es hora de marcharse si quiere llegar a tiempo con su beta, el alfa no le dijeron dos veces cuando se levantó del sofá.

—Gracias por advertirme cuan peligroso es Jobim, y que tan estupido es ese Yael, ayudaré en todo lo que esté a mi alcance pero solo si mi novio está descuerdo, tampoco significa que voy interferir—Sonrie maliciosamente—Destrozarlos peor que una cucharada.

Esa voz hubiera hecho temblar a, Adei, no fue así porque Alke ya había soltado sus feromonas para que esté no se sintiera incómodo al estar cerca de un alfa de tan alto calibre como lo es Xander.

—Estaremos en contacto—Salio de la habitación junto a Demir, estado afuera Xander se quieto la mascarilla para tirarla a la basura.

—Recien lo conozco pero tiene un parecido contigo, los dos se vuelven locos cuando se trata de lo que les importa y también son considerados con los sentimientos y disgustos de la persona que les gusta.

Alke se sonrojó cuando escuchó la palabra gustar, no quería hablar de eso todavía con Adei, tenía planeado ayudarle sanar sus cicatrices que no sé pueden ver, luego confesara sus sentimientos que han estado allí por un largó tiempo.

—Eres un idiota si crees que me olvidaría de tu confesión de hace años—Abraza a Alke—No es el momento para hablar de nuestros sentimientos pero si no lo hacemos ahora, ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar? Es mejor decirlo ahora mismo, ya perdimos demasiado.

Adei con cuidado subió al regazo de Alke, acercó su rostro para poder besar los labios del alfa que está hecho un desatre por los nervios de tenerlo tan cerca.

Sus labios se unieron suavemente, no sabían cómo continuar, en esto son más inexpertos que un niño sostenido una crayola.

Alke movió sus labios con nerviosismo, no quería ser brusco o dañar los labios del Omega, con los colmillos que salieron sin darse cuenta por la repentina emoción.

Poco a poco el beso dejo de ser tímido para pasar a uno más cariñoso, comenzaron a entender la manera en la que se hacia, y con ello la sensación placentera que provoca deléitarte con ese dulce manjar.

Tan emocionado están que los dos que dejan salir sus feromonas, las inhalan como si de aire se tratará.

—Me gustas—Susurra con agitación—Me gustas desde que te conozco, nunca olvidaría esta mirada azul llorosa.

Alke es mayor que yo, pero en ese tiempo era muy asustadizo, le tiene fobia a las agujas. Cada vez que le retiraban sangre, eran tan lamentable verlo porque gritaba de miedo, y esos mounstrosos en vez de ayudarlo lo torturaban más.

—Me gustas desde que te vi entrar por la puerta mientras sostenía esa ardilla de felpa en tus brazos, te veías muy adorable.

Adei vuelve a besar los labios de Alke, el alfa sostiene la cintura de su Omega, está vez si estarán juntos para toda la vida.