capitulo 27

¿Qué esta sensación? Huele muy bien, es como estar sentado en la copa de un Pino, oliendo el aire las puro que puede haber. Muy agradable....¿Cuando la cama se volvió así de dura pero a la vez cálida? ¿Las almohadas fueron siempre así de suaves?

El de cabello color lila, abraza con más fuerza el cuerpo junto a el, que está a punto de convertirse en magma de un volcán.

Quiero abrir mis ojos, decirle que no haga eso pero si lo hago el se sentirá avergonzado, no puedo dejar que eso pasé por lo que fingiré estar dormido.

Esto se siente bien, como si el poco aire que entra por la ventana no afectará la cálida atmósfera de está habitación....espera, recuerdo que anoche compartí la cama con Xander....

Klaus abrió sus ojos de golpe, se abrieron como platós al ver qué al que estaba abrazado con tanta ferocidad no era la almohada, que no precisamente estaba acostado en la cama, si no que su rostro reposaba en el pecho de Xander.

¿Qué demonios pasó? ¡Asalte a noche a Xander! Qué vergüenza, ¿Siempre fui mal dormir? ¿ahora como me levanto sin despertarlo?

El rostro de Klaus está rojo, rojo. No tiene las agallas de levantarse porque siente que Xander despertara. Y Porque el alfa también lo tiene arrullado en sus brazos.

El beta, con el más cuidado posible intenta quitar los brazos de Xander, de su espalda. Cuando lo logró, suspiró aliviado. Apoyo sus manos en la cama para poder levantar su peso de encima del alfa, pero era tan mala suerte que una sus manos no tenía tanta fuerza por lo que volvió a caer encima del alfa.

¡Demonios! Qué humillante, porque tenía tener mi mano dormida. Deseguro lo desperté. Ya qué.

Klaus se volvió a levantar pero está vez, su mirada se encontró con los dorados Zafiros, se veían con timidez. Las mejillas de ambos están rojas.

—¿Despierto?—Intento sonar despreocupado.

¿Esta molesto? Sus mejillas están súper rojas, Cómo no estarlo si lo desperté de una manera nada agradable. Hasta yo me molestaría si me hicieran algo así.

—Si—Miro a otro lado, no podía seguir viendo a Klaus, ya qué este aún no se mueve de encima de el.

Esto se está volviendo más peligroso, quiero besar ese tímido e avergonzado rostro.

—Me disculpo—Se bajo de la cama, le dio la espalda a Xander—No quería despertarlo, usaré el baño primero—Corrio hacia dentro, le puso seguro a la puerta.

Su espalda se deslizó por esa blanca pared, el se sostiene su corazón, klaus no podía creer que tan fuerte esta palpitando, tenía miedo que se saliera de su pecho.

¿Qué fue eso? Por un momento todo se tornó de diferentes colores, pero el colorado de esos ojos era el más llamativo. Su mirada fija en mi, logro aumentar mi nerviosismo, hace mucho que no sentía algo así de abrumador y conflictivo. ¿Qué rayos me está pasando?

Klaus, abraza sus rodillas. Esconde su rostro en ellas, ahora mismo sentía avergonzado por lo sucedido, no sabía cómo verle la cara a Xander.

—Klaus—La voz de Xander provino del otro lado de la puerta—No pasa nada, yo también me disculpo por verlo abrazado sin su autorización—Apoya su frente en la puerta.

Deseguro está en conflicto por lo sucedido pero más que esos, debe de sentirse muy avergonzado, pude verlo ya qué su rostro era peor que un tómate.

—¿No esta molesto?—No se porque pregunto esto pero quería saber la respuesta.

—No, ¿Por qué lo estaría?—Estoy con fundido.

—Porque invadí su espacio personal, lo desperté casi quitándole todo el aire de sus pulmones.

Xander, sonrió el solo recordar lo que pasó hace un momento, klaus era como un conejito intentado huir sin despertarme. Pero no salió como el quería.

—Se está burlado¿Verdad?

—No.

—Si, lo hace. Escuché claramente que se reía—Si el alfa pudiera ver a klaus, vería que tan rojo está la cara del beta.

—¿Me disculpa?

—Lo pensaré—En sus labios se forma una pequeña sonrisa—Saldre en un momento para que pueda entrar.

—Esta bien.

Xander, mira sus manos. Aún podía sentir la calidez que el cuerpo de klaus le transmitió toda la noche. Hubo momentos donde el alfa, movía con cuidado al beta, este siempre se escabullia a los brazos de él, y él no quería aprovecharse del mal dormir de klaus.

Cuando creyó que no volviera cruzar a su lado, el se quedó dormido, solo para despertar de esa manera con la persona que tanto le gusta.

—Ya puede entrar—Klaus, se había cepillado los dientes, lavo su rostro. Se dio una rápida ducha.

Xander, tomo una mudada de ropa de su equipaje, entro a la ducha. El beta arregló la cama aún con timidez. No puede olvidar lo de hace un momento, eso lo perseguirá por mucho tiempo.

Unos minutos más tardes Xander salió del baño. Los dos solo se dan unas leves miradas, la vergüenza se está disminuyendo de apoco.

Los dos bajaron a desayunar, los demás ya los estaba esperando en el comedor.

—Buenos días, ¿Durmieron bien?—Pregunto la anciana.

Klaus y Xander volvieron a ponerse ruborizados, lo que querían olvidar por un momento, volvió a cruzar por su mente. Los demás solo observan con curiosidad por saber que pasó exactamente.

—Si, muy bien—Se sientan.

—Fue el sueño más placentero que haya tenido todo esté tiempo—Acomoda su servilleta—El clima es agradable—Comenta Xander.

—¿No le fue incómodo dormir en la misma cama?—Pregunta Tamara.

Los dos involucrados casi escupen su comida, no se esperaban estás preguntas en la buena mañana.

—No, es lo suficientemente espaciosa—Xander, le dio un sobor a su vaso de jugo de melocotón.

Los demás no creían nada de eso porque conocían el hábito de Klaus, sabían muy bien que su querido beta, es mal dormir. Solo callaron, no querían ponerlos más avergonzados.

               
                                                       {★★★★}

Desde ayer no he sabido nada de Yael, Le llamó pero no responde, mi ansiedad crece de manera rápida, siento que estoy por perderlo, es como si mis feromonas ya no son de su agrado.

Tanto que me costó encontrar a alguien de mi agrado, que me guste y que yo le guste pero ahora lo estoy perdiendo. ¿Qué más tengo que hacer para no perder nada más?

—Hola, Adei—Cierra la puerta, camina hacia la cama, ahí se encuentra una persona un tanto parecido a Jobim, solo que está más demacrado y con sus manos y pies, en cadenados.

—Dije hola—Lo abofeteo.

—Hola, hermano mayor—Hablo en un monótono.

¿Qué lo tiene perturbado? Siempre que esta ansioso viene a desquitarse conmigo.

—Si no fueras útil ya te hubiera tirado a un callejón, me haz robado todo—Pincha las piernas de su hermano menor, con una agua.

Adei solo frunce el ceño, no quiere gritar porque eso solo estaría complacido a Jobim.

—Yo no te he quitado nada—Lo mira con burla—Eres tan lamentable, jajajaja. Pobre idiota, ¿Qué se siente vivir una mentira lamentable como esta Jajajajajaja.

—¡Callate!, Cállate, cállate—Lo abofetea una y otra vez sin parar—Tu eres más lamentable, nuestros padres nisiquiera les importa que te haga esto, ellos están de acuerdo en que te quite cada esencia de tu ser.

—Crees que me importa su amor, que estúpido pensamientos tienes, ¿Por qué querría el cariño de una familia moustrosa como ustedes? Por mi se pueden ir al mismísimo infierno—Lo escupió.

—Nunca serás feliz, eres un parásito que se alimenta de mí, ¿Qué pasará cuando mis feromonas pierdan efecto? ¿Seguirás presumiendo ser un Omega dominante que no eres? Ahora entiendo porque dios, te castigó. Es porque sabía que tu alma estaba podrida, por eso naciste sin feromonas.

—Es por eso que eso viejos te complace, porque eres un maldito inútil inservible, jajajaja...¡aaaah!!—Jobim, había inyectado una aguja en el brazo de Adei.

—Tus gritos son irritantes—Al parecer lo estaba sedando.

—¡Te voy a matar, solo espera!—Lo volvió a escupió, cayó inconciente.

—Sigue soñado, jamás saldrás de este lugar. Tienes que seguir dándome tus feromonas—Jobim, salió de la oscuridad habitación.

Mierda, eso dolió como el demonio. No debí hacerlo enojar pero necesitaba hacerlo porque si no, no podría lograr mi cometido.

Adei, abrió su mano en ella tenía un gancho que le había quitado a Jobim, cuándo lo abofeteo. En el momento indicado iba a escapar de ese lugar.

Les haré pagar a uno por uno todo lo que me han hecho pasar, las personas que dicen ser mis padres, me sacrifican por el bien Jobim.

Somos mellizos, éramos buenos hermanos, durante siete años vive bien con ellos, pero todo cambió cuando nos manifestamos como Omegas pero Jobim nació con un defecto. El no tiene glándula, ni feromonas.

Fue entonces cuando los problemas surgieron, al investigar más sobre está situación, ese hijo de puta de mi padre, comenzó hacer experimentos conmigo, al principio estuve de acuerdo, porque quería a mi familia.

Jamás debí de estar de acuerdo, yo mismos me metí en este infierno, ¿Cuando podré salir? Si salgo tampoco tengo donde ir, está familia es muy prestigiosa y yo no tengo a nadie que me ayude. ¿Qué voy hacer?

Lo pensaré en otro momento, ahora mismo tengo demasiado sueño, maldito sedante.

—Jobim, ¿De dónde vienes?—Pregunta la señora North.

—Solo salí a caminar mamá—La abraza—¿Extrañas a Adri?—Pregunta con curiosidad.

—¿Por qué preguntas?—Su mirada esta llena de lamentos y tristeza.

—Yo sí, mi hermano murió por mi culpa—Solloza—Si tan solo lo hubiera detenido para que no siguiera con el tratamiento con el me ayudaba, el estaría vivo.

—No es tu culpa, Adei, no le gustaría que te culparas. El te amaba por eso hizo todo para ayudarte, por eso se feliz eso es lo que más deseaba él.

—Asi lo haré madre—Se limpia las lágrimas—Subire a mi habitación.

Qué pereza, ¿Me preguntó que cara podria si supiera que su adorado segundo hijo está metido en un sótano bajo tierra?

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