capitulo 20
Por la ventana podía ver como poco a poco dejábamos la calle principal de la ciudad, cada vez que el auto avanzaba hacia adelante, sentía que iba dejado algo atrás. Algo por lo cual ya no volvería a retroceder.
Podre vivir tranquilamente en ese lugar sin temor de encontrarme con personas que no quiero ver, nadie de esa familia se enterara que estoy esperando un bebé. Todo gracias a la ayuda de Xander.
Klaus llevó su mirada hacia el hombre que está sentado junto a el, Xander disfrutaba de una siesta, ayer estuvo muy ocupado en la empresa, se había ido a dormir muy tarde para estar libre este día.
Xander dormía de una manera elegante, sus brazos están cruzados al igual sus piernas. No sabrías si es una persona o una escultura.
¿Puede una persona verse tan bien mientras duerme? Hoy lo comprobé, ver dormir a Xander es como ver una escultura echa con el Jade más deslumbrante y hermoso.
La penetrante mirada de Klaus, causó que los instintos de Xander, se pusieran alerta por lo que comenzó a fruncir el ceño no por incomodidad si no que por timidez, esa mirada lo hacía sentir de una manera rara.
Con lentitud abri mis ojos solo para que ellos se encontrarán con esa mirada verde profunda, nuevamente los latidos de mi corazón en enloquecieron, la arritmia estaba empeorando.
—¿Durmió bien?—Retire la mirada de ese color dorado.
—¿Cuando ha visto que dormir en un auto, es dormir bien?
—Eso no fue lo que yo observé.
—¿Observó? Entonces esa mirada penetrante que sentí, ¿pertenecía a usted?—Arqueo una ceja.
—No, ¿por qué lo haría?—Ser atrapado de esta manera es vergonzoso, ver a las personas fijamente también es de mala educación.
¡Eh! También puede poner esa expresión, una expresión avergonzada con un toque de timidez. Su cuello está rojo.
Disimuladamente Xander sonrio, descubrir que Klaus podía poner otra expresión que no fuera de agonía, fue gratificante porque esta conocido un poco más del beta.
Lindo, se ve muy lindo intentado disimular....¡espera, dije lindo! ¡¿Me parece lindo?!
—Demir, detén el auto.
—Como diga—Se a orilló cerca de la acera a tres metros de un pequeño puesto de frutas, helados, entre otras cosas.
—Vuelvo en un momento—Xander salió del auto.
El alfa es muy atento o quizás observador, había notado muy bien que la expresión de Klaus, cambió a una de deseó por comer algo de eso.
—¿A dónde vas?—Preguntó Ivy, ellas y Marlon habían parqueado el auto.
—No ves lo que es evidente—Apunto el pequeño puesto de frutas.
Por primera vez tengo un deseo, desde que vi esas ricas frutas en esos platos sellados con una bolsa de plástico transparente, mi saliva se volvió agua, quería probarlas. Justo iba a preguntar si podíamos comprar algo de eso.
Klaus quería un poco de todo, la fruta se veía muy fresca, más el mango y la yuca frita.
—¡Que tengan mucho chile y limón!—Expresó con emoción.
—No, le puede hacer daño—Respondió.
—Eso es lo que el granito de arroz desea.
—Sigue siendo un no—Xander compro de todo un poco.
—No es peligroso que su esposo coma algo así cuando está encinta—Comento la señora que prepara la fruta.
__¿Segura? ¿Es chile?__Sin darse cuenta se estaba comportando como un padre, pareja, sobreprotector.
—Si, son parte de sus deseos por el embarazo.
Xander giro un poco su rostro para poder ver a Klaus, este lo mira con una mirada de súplica.
En definitivamente para el alfa, Klaus es lindo, por lo que se rindió y terminó haciendo lo que quería, le pago a la señora,.
—Gracias, no sabia que fueras un buen repartidor—Evy, sujeto la bolsa.
—Disfruta porque es la última vez que haré algo como esto—Volvio al auto.
—Joven maestro, no era necesario que fuera usted, yo lo podía hacer—Volvio a ponerse en marcha.
—Queria hacerlo yo mismo—Comprar algo que no fuera para mi, es una nueva experiencia—Puede comerlo pero tenga cuidado, si se siente mal dígame inmediatamente.
Xander le pasó lo que compro, era tres pequeños platos, cada uno contiene diferentes frutas, mago, papaya rallada, y yuca
Era como si el hubiera leído los pensamientos de Klaus, era justamente todo lo que quería comer.
—Desde que me enteré que estoy embarazado, es la primera vez que tengo un deseo como este, gracias.
Lo que si no quiero que aparezcan son las náuseas, tampoco los mareos.
—Creo que será el primer de muchos.
Tendré que prepararme para cuando eso suceda, ¿por qué pienso eso sin sentirme molesto? Es como si de por sí ya lo estuviera deseado.
—Espero no molestarlo—Comenzo a deleitarse con el mango.
—No será ninguna molestia.
—¿Seguro?
—Si, si eso llaga a pasar se lo haré saber.
—Esta bien—Klaus le ofreció un poco de lo que comía.
Xander es una persona que no disfruta de las cosas que lleven chile, no es bueno tolerandolo, pero por alguna razón está vez tenía muchas ganas de comer algo así.
—Gracias—Los dos tomaban los pequeños pedazos de magos para llevarlos a la boca.
Demir solo los observa desde el espejo retrovisor, si el no supera lo que tiene entre ambos es una ayuda mútua, pensaría que son una pareja que están en proceso de enamoramiento, así de bien se veían juntos.
Es evidente que mi joven maestro, está cayendo de apoco en los encantos del Klaus Fletcher, ¿Qué pasará cuando mi joven maestro, se de cuenta de que siente algo más que compación?
El no haría nada de esto por otra persona, lo sé bien porque lo conozco muy bien, el es un alfa con cero interés por las personas que lo rodea, pero desde que conoció a este joven beta, su aura fría se a suavidad. Solo que eso ocurre solo cuando esa persona está junto a el, justo como ahora.
—Estamos entrado a la propiedad—Informó Demir.
El portón de hierro gris con patrones de rosas, fue abierto de par en par, a unos veinte metros en el centro de todo el lugar esta mi nuevo hogar, es muy lujoso. El jardín es vivas, no parecía ser un lugar deshabitado.
—Es demasiado grande, ¿Si me pierdo?
—No es tan grande, así que no creo que se pierda.
¡¿No es tan grande?! En este lugar pueden construirse unas cinco casas más y aún quedaría mucho espacio, los ricos y sus cosas.
Demir se estacionó medio de la bonita fuente y la entrada de la casa-mansion, uno de unos 49 años y un hombre de 53 años, estaba de pie esperando que su joven maestro salga del auto.
—Bienvenido joven maestro—Saludaron.
—¿Han estado bien?—Ayudo a klaus a bajar del auto.
__Si, ahora que lo volvemos haber nos sentimos mucho mejor, acrecido muy saludable—El señor de cabellera castaña, limpio sus cristalizados ojos que son de un color pardo.
—Fer, la vejez te convirtió en un viejo sentimental—Comento el de cabello marrón—Gracias por permitirnos servirle nuevamente—Hizo una reverencia.
Ellos son una pareja que sirvió con lealtad a la difunta señora Myers.
—Gracias a ustedes por responder a mi llamado, dejemos la conversación para después, quiero presentarles a Klaus. El vivirá conmigo apartir de ahora.
Los dos hombres se miraron entre sí "Nuestro joven maestro, tiene pareja, el es hermoso. Nuestra Madame debe de estar feliz donde quiera que esté" eso es lo que se decían con sus miradas. Klaus les había caído muy bien.
—Mucho gusto, soy klaus Fletcher, estare a su cuidado—¿Por qué me miran con ojos brillantes?
—El gusto es nuestro, este viejo de aquí es Fernando pero puede decirle Fer, mi nombre es Fazio.
¿Fazio? Ahora entiendo el porque tiene razgos italianos, pero predominan sus razgos asiáticos, se nota que en su juventud fue un todo rompe corazones, su cabello marrón resalta sus ojos color avellana.
—Ella es mi hermana Ivy.
—Mucho gustó, Xander me hablado mucho de ustedes dos.
—¿Hermana?—Preguntarón con desconcierto.
—Si, la encontré no hace mucho.
—Es un gusto en conocerla joven señorita.
Creí que me verían mal ya qué ellos odian a mi padre por ver engañado a su señora, por lo que renunciaron después de que ella murió, al ver qué Xander se iba estudiar al extranjero no encontraban motivo para seguir sirviendo a un hombre que hizo sufrir a la señora Myers.
Pero sus miradas son limpias sin malas intenciones, ellos si sabe distinguir que los hijos no tienen la culpa o responsabilidad por los actos de sus Padres.
Xander presentó a Tamara y ha Marlon, después de que todos fueron presentados, el alfa llevó a klaus a descansar adentró mientras ellos bajaban el equipaje y lo subían a la que será su habitación.
Klaus no intentó refutar al pedido de Xander, el solo se quedó sentado en el sofá, deleitandose con el segundo plato de fruta. Sin saberlo se sentía más relajado de lo usual, era como si se hubiera quitado un gran peso de encima.
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