capitulo 16

En los chismes más candentes de la ciudad "A" los protagonista eran Jombi, Yael y Xander. Esa disputa en la cafetería se había regado como pólvora en víspera de navidad.

Muchos se preguntan “¿Quién es la persona a la cual el vicepresidente Myers se esmeró por proteger?” Las especulaciones llegaron sin parar, llegado a la conclusión que esa misterioso persona tenía que ver con la recién pareja de destinados.

Algunos comentarios decían que tal vez Yael tenía otra relación antes de conocer a Jobim, y si era así, sentían lástima por esa alma lamentable.

Otros comentarios eran que podía ser alguna ex pareja dolida. Pero las personas que publicaron dicho chisme comentaron que el gran joven maestro North se había disculpado.

Como ninguno de los involucrados ha salido a desmentir o aclarar la situación, las teorías, especulaciones, crecieron más.

—¡¿Pueden explicarme?!—Tiro el diario en el escritorio, ahí está impresa la foto de Yael, Jobim, Xander.

—Todo es mi culpa papá, yo le pedí a Yael que me llevara a esa cafetería—Su expresión es triste—Solo quería disculparme, el se merece eso.

—No es su culpa, fue mi culpa—Yael lo abrazó—En primer lugar no debí aceptar la solicitud de Jobim—Apreto los dientes.

Me siento tan sofocado, necesito saber como está Klaus, nunca lo había visto tan mal, ¿Estará enfermo? No, imposible, klaus es la persona más fuerte que conozco.

No me gusta en la manera que ese joven maestro Myers lo sostuvo en sus brazos, estoy seguro que quiere aprovecharse de la vulnerabilidad de Klaus.

—No interesa quién tiene la culpa, somos figuras públicas, no se expongan, por respeto a ti Yael no he hecho nada al respecto con tu ex esposo.

—¿Que quiere decir?—Yael se alejó de Jobim, miró a los ojos al señor North.

—Lo que entendistes, si no fuera porque se conocen desde la infancia, yo ya hubiera mandado una gran suma de dinero para que se fuera del país.

Lo he querido hacer desde que me enteré qué el destinó de mi hijo era un hombre casado, no me importa el estatus, solo la felicidad de mi hijo.

No voy a permitir que la felicidad de mi niño sea arruinado por un beta, debería saber su lugar en esta sociedad, un beta debe de estar con otro beta.

—Inténtelo, el no lo aceptará. No es ese tipo de persona. El es la persona más lástima en esta situación no voy a permitir que lo humille de esa manera.

¿Por qué te pones en ese estado? Solo es un beta, tu ex esposo. Yo soy tu destino, amor de tu vida. Deberías de estar simpre de mi lado.

Jobim apretó los puños, no estaba feliz por las palabras de su prometido.

—Papá, Yael tiene razón—fue abrazarlo—Tampoco estoy de acuerdo con ese método, eso es muy desagradable. Nosotros dos vamos arreglar esto, es un asunto de ambos.

Jobim entrelazo su mano con la de Yael, el alfa lo vio como un Ángel. Beso la mano de su omega.

—De acuerdo no haré nada pero dejen de ser la comidilla de las personas. Pueden retirarse.

El par de prometidos salieron del despacho.

—Gracias, gracias por tu compresión, eres el mejor—Se acercó al omega, tomo ese hermoso rostro en sus manos.

—Agh—Yael no logró besarlo salió corriendo a su habitación, directo al baño.

Que asco, mi estómago se sienten irritable, el desayuno me volvió a caer mal. ¿Tendré otra enfermedad? O es un castigo por mis actos.

—Yael, ¿otra vez te sientes mal? Esta vez sí iremos al doctor.

—Esta vez si te haré caso—Ya me preocupe, no hay momento en el que no quiera vomitar.

Yael jaló la cadena del inodoro, se lavo las manos, luego cepillo su boca para quitarse ese horrible sabor. Se lavo la cara, se está sintiendo pésimo.

—Vamos al hospital—Mi estómago se siente revuelto.

—¿Y si estoy embarazado?—Yael se estremeció—Dicen que aveces los alfas sienten el malestar—Jobim sonrió emocionado, no vio que Yael se volvió pálido de golpe.

Yael, ¿cuando adoptaremos un niño? Ya llevamos 7 años de casados, podemos darle un hogar a un pequeño que lo necesite—Klaus subió al regazo del alfa.

Aún no, no quiero compartir tu amor—Lo abrazo—Te quiero solo para mí—Sujetó el rostro de klaus—La verdad es que tengo un poco de miedo, no se si sere un buen padre.

Aprenderemos.

Entonces vamos al orfanato más cerca, y encontremos al pequeño que le daremos nuestro amor.

Pero al final no logramos adoptar a ninguno, no sabemos que paso, o ¿por qué? Pero siempre nos negaban la adopción, justo cuando íbamos a firmar los papeles ellos decían que ya no, que ya habían encontrado hogar.

Klaus la paso muy mal, ya qué se en cariño muy rápido de esos pequeños, entonces yo no quise volver a intentarlo porque odiaba ver a Klaus llorar, lamentándose del porque no era un Omega.

Desde ese momento no quede con las ganas de ser padre, pero y si Jobim está embarazado, ¿Que haré? ¿Cómo debo sentirme?

—Yael, ¿Por qué te quedas callado?—Hizo un puchero—¿No te agrada la idea?

—La verdad, no lo sé. No lo había pensado.

—¿No pensabas tener hijos con tu ex esposo en aquél tiempo...? Lo siento, se me olvidó que es beta—Bajo su rostro.

—Esta bien, se que no fue tu intención—Abrace esa esbelta cintura—vamos al hospital y salgamos de dudas.

Los dos fueron directo al auto, subieron a la aparte de atrás.

—Al hospital privado Bernie—Ordenó Jobim.

—Enseguida—El chófer puso el auto en marcha, tras de ellos venía un auto con los guardespaldas que los protege.

Ahora mismo Klaus se encuentra en ese mismo hospital, Xander traslado al beta a ese hospital al igual que el médico obstetra Sandro Silva especialista en medicina maternofetal, también fue llevado a ese hospital.

Xander quería que Sandro y otro de los mejores doctores encuentre la manera de que esa solución de dar sus feromonas sea un cien porciento de efectiva para que tanto klaus cómo ese bebé esten bien durante todo el proceso.

—¿Entonces está diciendo que tengo que vivir con el?—Xander aún está procesando tal sugerencia.

—Si, ahora mismo el solo olor una feromona que no sea la suya se sentirá amenazado, entonces su pareja tendrá dolores que pueden causar un aborto. Ese sería un problema ya qué el cuerpo de su pareja no va a resistí.

—¿Quiere decir que los dos están en peligro?—Esta demasiado consternado como para corregirlo que no es su pareja—¿Qué está pasado? ¿Cuando esto se volvió tan raro? Sandro ¿Por qué no me dijistes esto?—Lo miro con enojo.

—Discupe pero el hospital donde trabajaba no teníamos el abastecimiento adecuando, solo hacíamos lo que estaba en nuestras manos.

—¿Pueden decirme el por qué está situación?—Suspiro con frustración.

Madre, ¿en qué demonios me metí? Debí pensarlo mejor antes de ofrecerme como un recipiente de feromonas, ¿aún puedo retractarme? Suspirar, siento que voy envejecer muy rápido.

—No tenemos una explicación exacta para lo que está sucediendo pero si quiere podemos hacer experimentos, por el bien de la ciencia y el de su pareja

—¡¿Quieren morir?!—Fruncio su ceño con molestia—Y no es mi pareja—Susurró—Es mejor que nada de esto salga de estás cuatro paredes—Solto sus feromonas—Si llegó escuchar el más mínimo rumor, sus cabezas no serán lo único que rodará en el sueloEsos ojos dorados no tenían expresión alguna, con solo mirarlos tu cuerpo se enfría.

—Nuestros labios están selladas—El más anciano se limpia el sudor, esa mirada había sido demasiada aterradora, Sandro están igual, preguntándose el porque aceptó la propuesta de ser el médico de cabecera en este proceso.

—¿Entonces cuando será la próxima cita—Obsevo su Rolex, ya eran las 9 de la mañana, no había dormido en toda la noche.

El mando a todos a dormir no querían pero al final le obedecieron a Klaus.

—El 6 de octubre, le dejare vitaminas, una lista de todos los alimentos que son ricos en proteínas, también pequeños ejercicios para estirar un poco el cuerpo y por favor no le causen estrés—Entrego dos hojas de papel—Nada de sexo hasta que esté estable, Felicidades Joven maestro Myers.

¿Sexo? ¿Padre?—Badum, Badum—De nuevo mi corazón está teniendo palpitaciones cardíacas, estoy empeorando. Yo soy el que terminará con estrés.

—¿Puedo llevarme ya a mi parej..a Klaus?—Necesito dormir un buen rato.

—Si, ya pueden ir se. Si llega a suceder algo nos contacta—Xander asintió, salió del consultorio.

—Su café.

—Gracias Demir, lo necesitaba—También necesitó un baño.

—Debe de agradecerle al señor Fletcher, el fue quien me envió a comprarlo. Dijo que es lo único que puede hacer por usted por toda la ayuda que le esta brindado.

—Entiendo ve a encender el auto—Este café se siente más delicioso, me gusta.

Xander inconcientemente sonrió por alguna razón la fatiga de su cuerpo ya no era tan molesta.

—Ya podemos salir de este lugar...—Ivy estaba acostada en la camilla junto a klaus, Tamara le hacía masajes en los pies, Marlon pelaba una manzana.

De repente Xander saboreó un café que paso de sabroso a amargó.

—Regresaste—Hablo Klaus—Lamento todas las molestias que le estoy ha siendo pasar.

—No se preocupe.

—Si, no te preocupes para Xander esto un placer—Ivy sonrió—Despues de todo eres su...

—Ya podemos marcharnos—Xander interrumpí a su hermana antes de que dijera alguna estupidez.

—Si, volvamos a casa.

Ivy se bajó de la camilla le ayudó a klaus levantarse, empujó la silla de ruedas para que se siente en ella.

—¿Es necesario?

—¡Sii!—Hablaron todos al unísono.

No me quedó de otra qué sentarme en la silla antes de que esas miradas hicieran un hueco en mi rostro, Marlon me pasó la manzana que había pelado.

Ivy iba a empujar la silla pero Xander se adelantó, ella vio con una expresión burlona. Todos salieron de la habitación, Subieron al ascensor. Presionaron el primer piso.

—Odio los ascensores siento que en cualquier momento se caerán—Comento una Ivy que está aferrada del brazo de Tamara.

—Que pesimista, piensa en gatos te gustan mucho—Comento Marlon.

—Cierto, lindos y esponjosos gatitos.

—Yo soy más de perros—Expreso Tamara.

Las puertas del ascensor se abrieron Ivy sonrió emocionada pero esa sonrisa se borró al instante ya qué tienen enfrete a las personas que no querían ver.

Klaus se tesón los recuerdos de la noche anterior vinieron a el, sintió miedo, miedo de volver a ponerse mal. El beta tomo la mano de Xander, por una milesima de segundos el alfa siento una pequeña fricción al sentir ese toqué.

Sujeté esa suave mano trámite seguridad, ¿Eh? ¿Que es ese olor? Es muy suave, pero puedo olerlo.

Xander comenzó a olfatear como perro, guío su nariz hasta al cuello de Klaus, cuando esté sintió su respiración se estremeció, sus mejillas están rojizas.

—Lo siento, quería acomodar la silla—Volvio a ponerse derecho, pero sus orejas está un poco rojas.

—¡klaus, ¿Estás bien?!—Yael apretó sus puños no le había gustado el descaro de Xander al olfatear el cuello de su ex esposo.

—Eso ya no es de su incumbencia—Bajaron del ascensor—No me vuelva a dirigir la palabra no llegamos ni a conocidos—Apreta más fuerte la mano de Xander.

—Señor Fletcher se qué hicimos mal pero no debería ser tan duro con Yael, se conocen desde hace mucho. Por esa convivencia por lo menos debería de entenderlo más ahora que tal vez estemos esperado un hijo. No queremos que está situación nos estrese.

—Jobim aún no estas seguro—Aclara

—Pero por eso hemos venido al hospital.

Todos se sorprendieron está noticia le cayó a Klaus como un balde lleno de piedras, piedras que maltratan su piel, hasta el punto de desgarrar todo a su paso.

—¿Quién pidió esa información? Aparté no te hagas el inocente. No hace mucho anduviste tras un alfa como una ninfa en celo—Ivy soltó su furia—De todas maneras quién le importa su vida. Vámonos, necesito bañarme porque siento que me contamine de estiércol.

—Señorita Myers no es necesario que me ofenda, se que me odia pero no puedo creer que sea tan vulg...

—Sigue hablado y terminarán casándose en el patio de su mansión—Xander hablo con una voz fría—Es un fastidió que está ciudad sea tan pequeña. Klaus ¿Deberíamos mudarnos al extranjero?

—Lo pensaré.

—Vicepresidente, esto es un problema entre nosotros, ¿Por qué sigue al rededor de Klaus?

—Eso tampoco debería interesarte, la bellaza, amabilidad, honestidad, de mi hermano, puede aparecerle atractiva a las personas, el vicepresidente no iba hacer una excepción—Me disculparé después con mi jefe.

Yael apretó sus dientes, sabía muy bien lo hermoso que es Klaus.

—Pero tampoco puedes dejar que sea un juguete...

—Plaf—Klaus lo abofeteó.

—No todas las personas son como usted señor Albir. No voy a permitir otra falta de respeto a si mi persona y las personas que me importan, así como yo, no me meto en su vida, usted tampoco no se meta en la mía. Concéntrese en su pareja.

Klaus tomo al mano de Xander, se dirigen al auto, Marlon acomodo la silla a un lado. Siguieron a ese par que se ven bien juntos.

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