capitulo 13

Nota🤍

Este capítulo tendría que verlo subirlo mañana, pero desde ayer se fue la luz, mi tablet está descargada por lo que actualize hoy. Ya qué dudo que vengan la luz.

Que lo disfruten 💞



—Klaus, ¿Ya estás listo?—Tamara entro a la habitación.

—Si, solo termino de areglar mi cabello—El esta haciéndose dos pequeñas trenzas en el lado izquierdo.

Klaus está frente a la espejo, lleva un traje negro de dos piezas, el chaleco define sus hombros, pecho, cintura. Su cabello lo trae suelto.

—Ivy esta por llegar.

—¿Encerio no quieren venir?—Volvio a preguntar por cuarta vez.

—No, iremos a visitar ha mis suegros, nos quedaremos allá. Ivy dijo que te quedarás en su casa.

—No me acuerdo haber dicho si, pero ya qué te irás. Me quedaré con ella, para que no te preocupes—Termino de trenzar su cabello.

—Eso me tranquiliza—No quiero que se quede solo.

Después de que Klaus le contó que Izan estaba de regreso, que había venido a disculparse. Tamara se molestó, pensó que el venía abogar por su hermano, por lo que fue gran sorpresa, que viniera a disculparse con sinceridad.

—Te enviaré un mensaje cuando esté en la galería—Aguarde la billetera y celular en el bolsillo delantero y en al parte de atrás de mi pantalón.

Ivy estaba sonando el claxon del auto, muy desquiciada, se que lo hace por molestar.

—Esta bien—Tamara fue al balcón—¡Deja de hacer ruido, harás que mis vecinos llamen a la policía!—Grito.

—Dire que tú me intentabas matar, que solo estaba pidiendo auxilió—Sonrio.

—Mejor bajo rápido antes que salgan los vecinos—Klaus se despidió de su hermana.

Salí lo más rápido posible, al salir. Ivy estaba dando obsequios como disculpa hacia la pareja de ancianos.

Los dos subieron a la parte de atrás, klaus se sorprendió un poco al ver qué tenía chófer y un guardespaldas.

—¿Desde cuándo eres rica?—Susurró.

—Como dije, hace poco encontré a mi padre y hermano, mi padre es el anciano Ciro Myers. No quería tener guardaespaldas las 24 horas, es un dolor de culo, pero mi hermano insiste—Hablo sin modales algunos.

—Señorita, es por su bienestar—Respondio el guardaespaldas.

Klaus aún esta procesado dicha información, no pensaba que Ivy fuera hija de ese Ceo y hermana del alfa más codiciado de todo el país.

—Kluas—Hablo con preocupación—¿Te sientes mal?

—No, solo estoy procesado lo que acabas de decir.

—No lo piensas demasiado, sigo siendo la Ivy que conoces, no me volveré arrogante solo porque mi padre es de una familia adinerada, además, ese dinero no es mío. Pero si algún día un joven maestro te llega a faltar el respeto, tomaré ese poder para ponerlo bajo tierra—Su alrededor tenía una aura decidida.

—Tranquila, no será necesario, puedo defenderme.

—Lo sé, lo digo por si acaso—Sonrió.

El guardaespaldas y chófer están sorprendidos. Es la primera vez que escuchan a su joven señorita, hablar más de una sola palabra, con su maestro solo responde, bien, aja, si.

Ivy no le presta atención a su padre, ella no siente la necesidad de tener uno, ella creció con sus abuelos, ellos son los que le importaban al igual que sus amigos.

El auto se estacionó, hay muchos reporteros. Figuras importantes, bajan de esas lujosas limosinas, las pinturas que se expondrán deben de ser de personas famosas.

Klaus le envío un mensaje a Mara, diciendo que ya están por entrar, envío una foto de ambos como una prueba, así su hermana no estará preocupada.

—Entra por la puerta de atrás, no queremos ser fotografiados—Klaus le susurró un gracias, el no quería salir en los diarios o televisión.

—Como ordené—El chófer manejo al parqué de atrás.

Cuando ya estuvieron ahí, ellos bajaron. Ivy les dijo que se quedarán a fuera, no quería llamar la atención de las personas cuando entrarán.

Entramos a la galería, hay muchas pinturas en este lugar. No sé de pinturas, pero me gusta apreciar la vista de tantos cuatros.

Klaus se quedó observando una donde se puede ver las cuatro estaciones, los colores de cada estación son cálidos, pero la del invierno te hace sentir frío, es doloroso, como si al pintarla, esa persona estaba en un profundo dolor.

Eso es lo que esa pintura provoca en mí al verla. Me hace sentir que somos similares, ahora mismos mi corazón está en un invierno de dolor, frío, soledad.

—Te hace sentir triste ¿Verdad?—Preguntó Ivy.

—Si, de felicidad a tristeza, eso transmite esa bella pintura—Solo hay dos letras como firma de a quién pertenece esa pintura. "I.A."

—Es porque cada estación representa lo que vivió en esos largos años, el creador este hermoso cuadro, dio una entrevista explicado el significado, que está pintura está dedicada a una persona muy importante en su vida.

—Es bueno tener a una amiga que sea buena en el arte.

—Si estás agradecido, me haces comida cuando lleguemos a casa—Enredó su brazo en el de Klaus.

—Esta bien, pero me harás un masaje en los pies—Bromeo.

—Si la comida vuelve a salir deliciosa, entonces lo pensaré.

Ambos caminan al rededor del lugar, las personas los observan con discreción, los dos tienen una belleza incomparable, es imposible el no verlos.

—¿Quieres un poco de agua?—Aqui solo sirven vino.

—Si, quiero un poco.

—Esperame aquí, iré por una botella.

—Vamos los dos.

—No, mejor toma asiento—No quiero que caminé más, a estado mucho de pie.

—De acuerdo.

—Vuelvo enseguida—Ivy fue rápido por una botella de agua.

Klaus se quedó observando un poco más de la pintura, los colores de ese paisaje son tan vividos.

—¿Seguro que estás bien? Si te sientes mal, me avisas para marcharnos—Comento una dulce voz.

Todo mi ser se tensó al escuchar esa voz, todo a mi alrededor se volvió más grisado, mi noche se había ruina.

Klaus quería marcharse sin que lo notarán, no quiere ni verlos, sus manos ser convirtieron en un puño.

—¡Klaus¡—

Escuchó dos voces a la vez, una provenía de enfrente, la otra desde atrás de su espalda, una pertenece a Yael. ¿A cual de las dos reaccionara Klaus?

Klaus levantó su rostro, su mirada se fue directo a esos hermosos ojos dorados que no rompen el contacto visual, su mano esta extendida, esperando que klaus la tomé.

Ahí está de nuevo ese hombre de ojos dorados, el que me encuentra en mis peores momentos, es como si de alguna manera el fuera mi ángel guardián.

El beta dio su primer paso hacia delante, sin romper ese duelo de miradas, dio el segundo paso, solo faltaban unos cinco más y llegaría. Todo era como si estuviera en cámara lenta.

—¿Klaus?—Yael lo volvió a llamar, eso hizo que Klaus detuviera sus pasos.

Hizo qué el frágil, enamorado, corazón, dudará, logro que el beta quiera girarse y mirarlo a los ojos, volver a ver esa mirada azul rey.

No dudes corazón, no hagas que me detenga, debemos avanzar, ya no soporto este dolor, si me sigues deteniendo, vamos a caer al fondo del precipicio.

Klaus iba a sucumbir a los deseos de su adolorido corazón, era algo que por más que desee controlar aún no lo logra, el amor que siente por Yael aún está grabado en su corazón.

"No, retomé el pasó hacia adelante, lo siento corazón." Sigue avanzando. "Esta vez no te haré caso, está vez yo decido, yo tomaré el control.

Con cada paso que klaus daba, un hilo que rodeaba su maltratado corazón, se rompió, otro paso, otro hilo roto.

Cada hilo significa; el dolor de toda esa felicidad que vivió por durante 10 años y la cual se había roto. Esos hilos son los que están incrustado en su corazón, son los que no lo dejan avanzar, superar, olvidar, pero ahora que tomo la decisión de superar todo con determinación, los hilos se tensaron hasta que se rompieron.

Por un momento Klaus logro volver a ver los colores, su mundo ya no era tan gris, por un momento el color dorado de sos ojos que lo ven sin la intención de marcharse, le parecieron las más precisas gemas jamás vistas.

La sofocación ya no me molestaba, el respirar se volvió un poco más fácil, el miedo de volver a caer al fondo se había esfumado por el momento, y estaba bien, algún día dejaré de sentir triste.

No importa si es una persona que solo evisto unas cuantas veces, no importa si solo nos conocemos de nombre, tomare esa mano, se que no me arrepentiré de a verla tomado algún día.

—Hola, ¿estás listo para ese café?—Tome su mano.

—Lo estoy desde el momento en que lo sugerí—Apretó esa suave mano que sostenía con gentileza.

Xander sintió una oleada de calidez, por primera vez había escuchado a su alfa interior, aullar, un aullido de emoción, ambos estaban felices sin darse cuenta.

—Entonces vamos, solo le enviaré un mensaje a mi amiga.

—Comprendo.

Yael solo se quedó observado, no podía ir detrás de Klaus, teniendo a su prometido junto a el.

¿Cuando conoció klaus a Xander Myres? ¿Acaso no me escuchó cuando lo llamé?

Jobim también está un poco sorprendido, no esperaba ver a Xander y que fuera amigo de el ex esposo de su prometido.

Cuando ya estuvieron lejos de la vista de ese par de prometidos, Klaus soltó la mano de Xander.

—Gracias—Acomodo su cabello tras su oreja, con un poco de Vergüenza—De nuevo nos encontramos de una manera rara por decirlo asi.

—No es nada—Mi mano se sintió más fría, la calidez de hace un momento se esfumó con el viento—Se está volviendo costumbre el encontrarnos en estás situaciones.

—Eso veo.

Un silencio incómodo se formó en ese pequeño espacio donde solo habitan ellos dos.

—Este café no es válido, aún me seguirá debiendo uno—Hablo con un poco de descaro, si te fijas bien, sus orejas están un poco rojas.

El solo quería aliviar el habiente, no quería sonar aprovechado.

Rig, Rig, Rig, el celular de klaus sonó.

–Ivy, ¿Aún no vienes? ¿Sucedió algo?

—No, puedes ir a tomar esa taza de café sin mi, me encontre con mi padre—Susurró—Este anciano me está presentando a sus amistades, es un fastidio—Se quejó.

—¿Entonces como hacemos para encontrarnos en tu casa?

—Yo te llevaré.

—¿Quién es ese?—Preguntó con curiosidad, aunque ya conocí su voz—No es gigoló, ¿Verdad?

—No—Sonrió un poco, pero para Ivy eso ya es un gran avance.

—Entonces nos vemos en la casa, ya sabes dónde está la llave por si llegas más antes que yo.

—De acuerdo—Finalizo la llamada—Nos vamos.

—No soy un gigoló—Aclaró con un ceño fruncido.

—Jajajaja—La hermosa sonrisa de klaus resonó con claridad por toda la galería—Lo siento no quería reírme tan fuerte...

Hay estaba otra vez esa sonrisa, era como estar viendo un angel, la luz a su alrededor es hermosa. Tan hermosa como esa mirada verde profunda, podía escuchar los latidos de mi corazón, son abrumadores. Tengo miedo, miedo que klaus los escuché,.

Las personas venían a verificar aquíen pertenecí esa sonrisa, Xander al notar eso, sin previo avistó, sujetó con suavidad la mano de Klaus.

—Vamonos, las personas estan por venir—Con un poco de aturdimiento, klaus corrió como un niño que hizo una travesura.

Su mano se sentía cálida, por solo está vez decidió dejarse llevar, corrió junto a Xander, un desconocido que logra lo que ni su familia, amigos, han logrado. Y eso es; sentirse libre.

La mirada de klaus volvió a teñirse de un pequeño brillo, algún día sus gemas Verdes volverán a brillar con más intensidad, hasta entonces, está bien que por ahora solo sea un poco.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top