Mi hermana Volvió a su trabajo, mi cuñado también se fue hace poco, en esta casa solo quedó yo. Solo con mi tristeza, para no pensar en cosas innecesarias, me puse a revisar los obsequios que me regalaron mis fans, no tenía el tiempo para revisar, o tal vez si, solo no tenía los ánimos.

Klaus abrió regalo por regalo, la mayoría eran colonias o que otro caja de chocolates, dulces. El último que fue abierto, ese pertenencia al joven que Klaus creyó mudó.

La bolsa traía una caja con las mejores coletas de todos colores para sujetar su cabello, dos lociones con olor a almendras y miel, el favorito de Klaus. Más una caja de chocolate con maní, otro de los gustos favoritos del beta.

—¡Vaya! Esto sí que son de marca. No podria cómprarlos ni con todo mi salario, ¿Qué tan rico es? De seguro es una celebridad. Los usaré muy bien, al igual que comeré muy bien estos ricos chocolates—Klaus llevo uno a su boca.

Lo que no sabía que esa persona quería poner un montón de cosas pero al final solo colocó esas, porque no quería que klaus, pensará que era un loco acosador.

—Estan muy ricos, ¿verdad, pequeño grano de arroz?

Klaus comenzó a dejar lo que usará en el tocador, las demás lociones las aguardó, ahora misma lleva las cajas de chocolate a la gaveta del chinero en la cocina. Dos podría en el refrigerador, los quiera comer helados.

Después de acomodar todo, klaus volvió a subir a su habitación, fue directo a la terraza a sentarse en la silla, abrió la laptop. Comenzó a escribir su nuevo libro, apenas lleva tres capítulos, es más bien una manera para no pensar y sacar su tristeza.

Rig, Rig, Rig. Klaus dejo de escribir para ver quién era el que llama, "Tía lina."

—Hola tía—Intento sonar lo más calmado, su tía es muy perspicaz.

—No intentes sonar como si nada pasa, ya me comentó Mara.

—Lo intenté.

—Lo siento, quisiera estar ahí y restregar su cara en la pared. No quiero llamarle, no quiero escuchar su voz, porque le diría hasta de que va a morir—No le hecho porque mamá preguntara que pasa, ella no está para recibir una noticia así.

—Mamá, quiere verlos—cambio de tema, Su tono se volvió más afligido—Mara tendrá sus vacaciones entre tres semanas ¿Por qué no vienen al pueblo? O si pueden más antes.

La familia de Klaus prohíbe de un linaje humilde, ellos trabajaron mucho en un restaurante del pueblo, para poder ahorra y enviar a sus hijos a estudiar en la universidad de la ciudad.

La abuela de klaus solo tuvo dos hija, pero su tía lina no quiso venir a la ciudad, ella prefería la granja. Tiene 36 años, hasta la vez no se ha casado, es Omega.

Cuando la Madre de Klaus, Linda, murió. Quedó devastada, ella era su hermana y mejor amiga. No podía aceptar que Linda muriera tan joven.

—¿pasa algo?

—No, solo quiere que vengan—Su tía aún no sabía que está embarazado.

presiento que me esta mintiendo, tengo un año de no ver a la abuela, fuimos cuando Tamara presento a Marlon cómo su prometido, siempre lo veo por videollamada, pero no es lo mismo.

—Esta bien, le diré a Tamara que preparemos todo.

—Aqui los esperamos, ánimos mi querido sobrino. Llegara el día en el que puedas respirar sin sofocación, solo ten calma, no intentes apurar el proceso, deja que todo fluya.

—Gracias tía—Corto la llamada.

Creo que ir al pueblo, pasear por la orilla del mar. Me haga olvidar o recordar cosas, pero quiero volver a ese lugar donde mi infancia fue la más feliz.

Klaus volvió a presionar las teclas del la laptop, solo terminara este capítulo y bajara a la cocina, tiene hambre. Estoy días a estado comiendo mucho, como aperitivo llevo un chocolate a su boca.

                                        {★★★★}

—Vicepresidente, su mirada me está incomodando—Me ha estado viendo por más de 20 minutos—¿Debo de considerar esto como acosó?

—No, no me gustas.

—A mi tampoco ¿Entonces?—Mi prometido es mil veces mejor.

—¿Tienes hermanos?—Responde con otra pregunta.

—Si, ¿Por qué?

—¿Puedo ver una foto?—Klaus tiene el mismo color de cabello que ella, solo cambian sus rasgos fáciles como el color de ojos, los de Klaus son de un verde más profundo, muy bello...Xander, tus pensamientos fueron donde no debían.

Xader suspiró con preocupación, siente que algo está mal con él, toca su pecho, nota que está teniendo una aceleración de latidos.

En definitiva tengo que ir a visitar el doctor, creo que mi problema del corazón aumento.

—Me esta asustado, vicepresidente.

—No es para malas intenciones, solo siento que evisto a alguien con tu mismo color de cabello.

—Hay muchas personas con el mismo color—Rodó sus ojos.

—Lo sé, pero esa persona es un poco similar a ti. Aunque más guapo.

—¿Dónde avistó a Klaus?—Estoy segura que es mi hermano, su belleza es digna de admirar.

—Asi que estaba en lo cierto, él es tu hermano—Sonrió como si fuera un gran descubrimiento—Nos hemos visto en ocasiones incómodas.

—Entonces, usted es el tipo raro que lo llevo al hospital, gracias por ayudarle—Hizo una reservación.

—¿Tipo raro?—Eso me ofendió.

—Si, lamento que se refiriera así, hacia su persona, él no sabía quién era usted. Mi hermanos es de las personas que se desconecta de todo lo que tenga que ver con medios de comunicación. Le diré cuando llegue a casa.

Es un milagro que se conecte a responderle a sus lectores, o suba una foto. El prefiere leer libros o escribir, esa es su diversión.

—¡No!—Grito—Coff, coff—fingió toser—No le digas que soy tu jefe—¿Por qué digo esto?

—¿Me está pidiendo que le mienta?—¿Por qué se altera?

—No, solo que no hay razón para que le digas. No es como si volveré a encontrarme con él. Ni que fuéramos amigos.

Tiene un buen punto, tampoco quiero agregar más estrés a mi hermano, si le digo que ofendió a mi jefe, se culpara de que puedan despedirme.

—Esta bien, leeré su horario para este día—Xander asintió—12:00 PM, almorzara con el Ceo de Bufé de abogados North...—Tamara apretó la iPad, ese era el futuro suegro de Yael.

—¿Tamara?

—¿Si?

—Te quedaste entrance.

—Solo me acorde de algo, me disculpo. En lo que estaba, 2:30 de la tarde tiene que ir a supervisar Hojas de otoño Resort, eso es todo—En estos dias a resuelto bien sus pendientes.

Xander observo la hora en su Rolex, eran las diez de la mañana, falta mucho para reunirse.

—Puedes retirarte—Tamara asintió, ella salió de la oficina.

Con que hermanos, por eso me parecía conocido. Sumándole que también es mi escritorio favorito. Qué coincidencias más inusuales.

Xander giro en la silla giratoria, su rostro tenía una rara Sonrisa.

—Vicepresidente.

—¿Si?—Xander se detuvo de golpe.

—La señorita Isela, quiere verlo.

—Ignorarla, dile que estoy ocupada—Que fastidió—Demir, ve a decirles a los de seguridad que no le permitan entrar.

Demir salio de la oficina junto a la secretaria, los dos entendían el desagradó de su jefe por esa señorita, después de todo, solo le gustan las cosas bellas. Xander es el único que no le da ni la hora.

Tendré que hablar muy seriamente con mi padre para que deje de estar molestado, lo amenazare con llevar la compañía a la quiebra si sigue insistiendo que me case con cualquier cosa fea que está detrás de mi dinero.