Cuando Jimin se levantó esa mañana sintió el calor de tres cuerpos junto a él, abrazándolo, con las piernas sobre la suya y acurrucados en su pecho perfectamente ordenados en hileras. Sonrió ante la sensación de incomodidad y las contracturas en su cuello, pronto tendría que tomar esas sesiones que le había ofrecido el fisioterapeuta para descontracturarlo por las noches de sueños frustradas por esos tres cachorros.

Se puso de pie lentamente tratando de no mecer la cama para evitar que se despertaran y se dirigió al baño, mojó su cara y sonrió ante la imagen desgastada que el espejo le devolvía, bolsas bajo los ojos y la piel opaca por la falta de descanso. Sonrió porque ya no había nada que hacer, sonrió porque el había hecho sus apuestas contra la vida y había perdido como el más fracasado ludópata, porque había aceptado a su verdugo y todo lo que conllevaba su condena, pero también había logrado arrancar un buen botín de todo eso y ahora ese pequeño tesoro lo miraba con tres pares de ojos miel, completamente dulces y mas poderosos que cualquier cosa.

-Buen dia mis pequeños ¿Ya han despertado?- giró mirando el reloj empostrado en su pared- pero si apenas son las nueve, vuelvan a la cama les pondré caricaturas mientras papá prepara café

Los pequeños cachorros saltaron en la cama doble de Jimin ansiosos lanzando suaves gruñidos de felicidad mientras su padre sintonizaba el canal infantil.

-Tranquilos, no deben saltar en la cama o pueden caer y harán llorar a Yoona

Los lindos especímenes lobunos que Jimin tenía por hijos eran unos hermosos lobos disfrazados de inocentes corderitos, con cada salto sobre el colchón de resortes cambiaban de forman intercalando entre la humana y la animal, aullaban y reían indiscriminadamente y eso lo hacían desde que habían podido acceder a su cambio, aproximadamente hace dos años.

[El primero en cambiar fue Taehyung en su precoz desarrollo siempre adelantado, a la par lo siguió Jungkook que al ver la prodigiosa forma animal de su hermano no pudo quedarse atrás y para con Yoona todo había sido accidental durante una fuerte discusión que había presenciado entre sus padres como método de autodefensa su animal interior se liberó, los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas al ver a su pequeña niña con la peluda cola entre sus piernas y la cabeza en extrema sumisión]
Ese fue el detonante de todo. Ese fue el momento en el que el omega decidió que el estilo de vida que estaba llevando con su alfa no era viable si quería criar cachorros sanos y felices.

Agitó el azucar al fondo de la taza y bebio el café entre suspiros que buscaban liberar su cansancio acumulado por meses.

-Niños, pronto vendrá tio Hoseok a quedarse con ustedes, ¿Creen que pueden esperar? Tae, podrías cuidar de tus hermanos

-Claro que si papi- asintió el cachorro adoptando su forma humana y el brillo de responsabilidad en sus ojos. "Alfa" pensó Jimin y sintió su piel crisparse- ve tranquilo y trae pasteles al volver- la característica sonrisa rectangular se pronunció en los labios de su pequeño y le devolvió la tranquilidad.

Besó la frente de cada uno y los arropó mientras tenían la mirada perdida en la pantalla. Se aseguró de llamar a Hoseok una vez más antes de partir. "Estoy a unas cuadras, no te preocupes" le había respondido el mayor y Jimin se sintió un poco más tranquilo de dejar a sus cachorros. Confiaba con su vida en el único amigo que se había mostrado comprensivo ante su decisión de abandonar a "su" alfa.

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Abandonar a su alfa era considerado una deshonra para el omega. Toda su familia le había dado la espalda sin considerar el infierno que vivía junto al imponente lobo ni a sus tres cachorros. Pues bien, ya no era momento de pensar en aquello. Finalmente Jimin reunió las fuerzas necesarias para dejar al sujeto y la marca de su cuello no había tardado en desaparecer, lo que significaba que Chanyeol ya había marcado a alguien más como él lo suponía, pero aún así no había dejado de darle problemas solo porque sí. El lobo de Jimin, al contrario de lo que había imaginado, estaba feliz de ya no estar bajo el dominio del salvaje animal con el que había estado emparejado.

Jimin había sido, desde muy pequeño, forzado a tomar responsabilidades dentro de su familia negándole la libertad que tenía cualquier otro cachorro en la manada criado para la total sumisión como omega esperando a que algún alfa se digne a reclamarlo, cuando llegó su primer celo a los dieciocho años conoció a Chanyeol y por su total falta de experiencia no tardó en caer ante los encantos del alfa que endulzaba sus oídos. Cuando su lobo le advirtió de la mala decisión que estaba tomando decidió ignorarlo apelando a su característica sumisión adquirida en su crianza.

Al principio aceptó a ciegas los términos de su unión con el lobo, nada parecía ir mal, pero los maltratos fueron aumentando con los años, el tono autoritario y manipulador del hombre iba en asenso mientras el lobo de Jimin decaía cada vez más. El anhelo más profundo de Jimin siempre había sido formar una familia dulce y amorosa como la que él no había tenido así que cuando se enteró de la llegada de su primer cachorro todo pareció llegar a una dulce calma y estabilidad, pero solo fue una etapa. En el momento del parto, la sorpresa fue que no era uno, sino, dos cachorros. Taehyung era mayor a Jungkook por cinco minutos de diferencia, los gemelos eran iguales en apariencia pero diferente en personalidad y actitud, dos años después la llegada de Yoona conmociono a todos, especialmente a Jimin que había caído en depresión luego de sentir la esencia de otra omega en el cuello de su alfa y cuándo se enteró de su condición tomó la drástica decisión de abandonar su hogar llevándose a sus pequeños.

A pesar de que la manada era conocedora de lo que vivía con su alfa ellos simplemente optaron por el exilio dejándolo con sus dos cachorros y un embarazo complicado a su suerte.

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Pero no por ser un omega Jimin iba a ser débil, llegó a la ciudad con sus bebes, un prominente bulto bajo el sweater y con unos centavos en el bolsillo, tenía todas las de perder y antes de abandonar la manada había escuchado que Chanyeol quería quitarle a los niños para criarlos junto con la hermosa omega que ahora tenia por pareja viviendo en lo que habia sido su hogar, pero no lo permitiría, no permitiría que ese lobo ingrato lo viera caer. Y en ese momento como un sol después de la tormenta apareció Hoseok con su cálida sonrisa y le brindó un hogar a él y a sus bebés.

Hoseok en ese momento buscaba urgentemente un camarero para su café, uno que aceptara trabajar por poca paga ya que la apertura del lugar era muy reciente como para poder costear un sueldo y Jimin era su hombre, él lo haría por un hogar y un plato de comida para sus niños y Hoseok podía dárselo. Le debía todo a ese alfa.

A pesar de ser un alfa, no tenía para nada la personalidad soberbia y dominante de los demás alfas que había conocido en su manada y eso lo reconfortaba. En dos años se habían convertido en grandes amigos y prácticamente era el niñero de sus cachorros cuando el atendía la cafetería en su turno.

-Llegué- anunció Jimin al entrar a su silencioso hogar, demasiado silencioso para ser el suyo ¿se habría equivocado? No no, definitivamente era su hogar, el aroma a chocolate lo delataba. Se asomó a la cocina para mirar con horror el desastre de harina y preparado para pastel.

-Los niños insistieron en prepararte un pastel- escuchó detrás de él, luego de girarse vio los adormilados ojos de su amigo- no me mires así, ¿sabes lo difícil que es decirle que no a esos cachorros rabiosos?

-Lo sé- suspiró- ¿están dormidos?- Hoseok asintió con la cabeza mientras se acercaba a la heladera por un vaso de jugo- eso es increíble, cada vez lo haces mejor "tío Hoseok"- Jimin rio contagiando a su amigo

-Soy el tío más divertido de todo el mundo, me aman

-Te adoran Hoseok, no sé cómo podría pagarte esto que haces por nosotros

-No es necesario, sabes que haría cualquier cosa por ti y esos niños. Somos familia ¿lo recuerdas, verdad?

-Lo somos

Jimin no dejaba de preguntarse qué había hecho para merecer a ese ángel en su vida, su pilar, su amigo y ahora, su única familia. Cualquiera podría decir que Hoseok era un gran partido para él y lo había escuchado de algunos clientes que frecuentaban la cafetería pero no, Jimin no podría verlo jamás como otra cosa porque él no volvería a confiar en un alfa de ese modo, ya no existía para el algo así como la pareja predestinada, pensó haberla encontrado alguna vez con Chanyeol pero nunca sintió un llamado o eso que otros describían como una atracción fuerte hacia el alfa, lo había querido, se había ilusionado, le había entregado todo de sí y había perdido.
¿Quién querría ahora a un omega inútil con tres hijos de otro alfa? Nadie. Jimin ya estaba usado, estaba sucio y lo aceptaba, se había resignado a vivir por y para sus cachorros dando lo mejor de sí y los protegería para que ninguno sufriera lo que él sufrió aunque se le fuera la vida en ello.

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