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No puedo ser tu omega" es una obra original de Gii79-- cualquier reproducción total o parcial de la obra sin el permiso explícito de la autora incurre en un delito.
Esta es una adaptación de dicha obra para el fandom de BNHA 100% autorizada por la autora.
Cada día era mejor, Katsuki era tan dedicado a él y a sus hijos que Izuku no podía creerlo. Era tan difícil pensar que existiera alguien así, y que le profesara amor absoluto a él, ¡a él!
Había pasado exactamente una semana desde que Izuku había aceptado a Katsuki y todo iba tan rápido que daba miedo pero aun así era fantástico. No era necesario que Eijiro fuera a buscar a los niños a la escuela porque Katsuki se encargaba de llevárselos a la cafetería donde Izuku los recibía con el almuerzo cada día, Eijiro llegaba con la pequeña Tsuyu en brazos y compartían todos juntos. Katsuki se sentaba junto a Izuku y lo observaba fascinado en su actitud paternal con los niños, limpiando sus bocas cada que se ensuciaban y ayudando a la niña a dar pequeños bocados de comida. Cada acto le confirmaba que definitivamente estaba perdidamente enamorado de él.
Katsuki pasaba las tardes en las nuevas clases de nivelación avanzada con un grupo de niños que incluia a los mellizos. Tamaki habia mejorado notablemente su estado de ánimo luego de su discusión con su hermano mayor, ahora volvía a encenderse en él la pequeña chispa de curiosidad y al recibir otra clase de estimulos mejoraba su motivación.
Izuku no podía estar mas feliz, incluso por la noche le quedaba tiempo para robarle algunos besos al alpha mientras veian películas de princesas con Tsuyu o armaban castillos de legos con Tamaki y Denki. Esa era la verdadera familia con la que habia soñado desde siempre. Todo era tan perfecto que lo asustaba, su siempre acertado instinto le anunciaba que aún no llegaba su final feliz y quizás la prueba más grande se avecinaba.
—¿Puedo saber en qué demonios piensas?— preguntó Katsuki con su acostumbrado ceño fruncido, era un gesto que extrañamente le encantaba a Izuku, mientras se encontraba parado detrás y besaba el cuello. Izuku se encontraba mezclando la preparación de pastelillos antes de hornearlos con la mirada perdida entre la preparación y la espátula— siento que no estas aquí conmigo hoy.
—Pero aquí estoy—respondió el omega parpadeando varias veces antes de volver a la realidad.
—Estás y no estás. Mi jodido lobo me pide que cuide de ti, siento tu angustia, amor— le hablaba al oído con un tono suave que lo tranquilizaba, porque sí, habia algo que lo angustiaba—Confía en mi.
—Sí, lo sé. Siento esto—se disculpó dejando la preparación a un lado y girando para mirar a los ojos del alpha— es solo que esto que nos está pasando, es decir, lo que ambos sentimos, ¡es tan hermoso!, ¡tan perfecto!—suspiró con pesadez — Que no logró dejar de pensar qué algo malo vendrá para acabar con esta felicidad.
—No lo pienses—el alpha puso una mano en su mejilla pecosa mientras la acariciaba con el pulgar— pase lo que pase, estamos juntos y lo superaremos juntos. No importa cuántos malditos problemas vengan a nosotros no te dejaré solo.
—Pero... tú no tienes ninguna responsabilidad con nosotros. Puedes irte cuando quieras, yo no te culparía si quisieras hacerlo.
—Escúchame Izuku— levantó su quijada suavemente para mirarlo a los ojos— Yo no iré a ningún puto lugar, eres mi omega, mi lobo y yo lo sabemos y sé que tú también lo sabes. Incluso si te cansaras de mi y quisieras correrme de tu lado con una patada en el culo te esperaría toda mi puta vida, solo para estar contigo.
—Pero mis cachorros...
—No, ni siquiera lo pienses. Desde el día que puse mis ojos en esos mocosos se robaron mi corazón, los tres. Se que me expresó como un maldito marinero pero los amo. Cada uno de ellos es parte de mi ahora, parte de nosotros. Si tu quieres y me lo permites, quiero ser parte de su familia quiero amarlos y cuidarlos como... como si fueran mis propios hijos, nuestros hijos. Se que no puedo borrar todo lo que les pasó pero podemos construir un mejor futuro juntos.
Izuku rió enternecido y ese gesto no se le escapó a Katsuki que le robó un beso dulce y suave donde ambos se transmitían amor. Un beso totalmente diferente al que cualquiera de los dos hubiera recibido antes pues nunca habían amado como lo hacían ahora.
—¡Te lo dije!— un susurro ajeno los obligó a separarse— el señor Bakugo será nuestro nuevo papá— Denki anunciaba escondido detrás de la puerta de la cocina, su pequeña cabeza rubia aparecía sobre los ojitos escondidos de Tsuyu.
—¿Nuevo pa... pá?—Tsuyu dudaba sobre lo que eso significaba.
Ambos rieron al sentirse espiados por los cachorros que se ocultaban detrás de la puerta.
—¡Eso no es cierto!— el grito de Tamaki detrás de ellos los espantó a los cuatro— ¡el señor Bakugo no puede ser nuestro papá! Él... él... ¡no puede!—exclamó con lágrimas en los ojos antes de correr a su habitación.
Izuku sintió un nudo en la garganta y quiso correr detrás de él, pero el brazo firme de su acompañante lo detuvo.
—¿Me permites ir por él? Creo que no he hecho las cosas bien.
Izuku se mordió el labio inferior con los ojos claramente cristalizados y asintió. Katsuki le regalo una sonrisa ladeada de esas que dicen "todo estará bien" y él le creyó. Mientras el alpha se dirigía a la habitación del menor él llamaba a Denki y Tsuyu para que lo ayudaran a terminar los pastelillos que preparaba.
Estaba nervioso, de eso no había duda, pero él sabía que tomar a su compañero era tomar a toda su familia. Katsuki realmente los amaba y quería ser parte ellos, ahora estaba por
atravesar una de las pruebas que implicaba tener a Izuku en su vida.
Se asomó a la puerta amarilla y azul marino en mitades igules con un rayo y una media luna en ella frente a él y los sollozos que salían detrás de ella le desgarraron un poco el interior. Tocó con suavidad.
—¿Tamaki?—lo llamó—¿Me dejas pasar?
No obtuvo respuestas por lo que giró suavemente el picaporte y se adentró. La imagen del cachorro acostado en posición fetal, dándole la espalda se le clavó en el pecho.
—Maki ¿podemos hablar?
—¿Qué quiere?— le respondió con la voz quebrada en suspiros.
Caminó hasta sentarse junto al pequeño cuerpo en la cama y se atrevió a acariciar su diminuta espalda con las yemas de los dedos provocando en el niño una sensación de protección que nunca antes había sentido. Se volteó lentamente y Katsuki pudo vislumbrar sus orbes oscuros empañados en lágrimas retenidas y algunas marcas de líquido sobre sus rosadas mejillas.
—Maki, yo..—no sabía como debía decirlo, es decir, sabía que en algún momento debía hacerlo pero no supuso que sería tan pronto, no había pensado en las palabras indicadas para el momento y no quería estropearlo.
—Va a dejarlo...— sentenció cortando el pensamiento del alpha.
—¿Qué?
—Usted, va a dejarlo a él... dejará a papá y a nosotros también.
—¿A qué te refieres, mocoso?
—Tamaki no quiere que el señor Bakugo sea nuestro nuevo papá, no quiero ningún papá. Solo a papi Izuku.
—¿Por qué dices eso, Maki? Sabes que siempre tendrás a Izuku y yo... los amo, a los cuatro...
—Lo sé—sorbió su nariz mientras se sentaba y doblaba sus piernitas sobre su pecho.—Señor Bakugo, yo lo quiero mucho— escondió su rostro entre sus rodillas al decirlo—cuando estoy con usted mi corazón se siente tibio y hay cosquillitas en el, que hace que quiera abrazarlo fuerte, al principio me daba miedo que dijera las palabras que dice papi que no se dicen, luego supe que lo dice como yo digo hola. Ya no me asusta.
Katsuki se sintió tan bien como nunca antes lo había hecho.
—Soy feliz cuando está junto a mí. Pero si te conviertes en nuestro nuevo papá, te perderé...
—¿Qué? No, no, no— lo consoló cuando empezó a llorar nuevamente-—no me perderás, nunca me apartaré de ustedes.
—¡No! Eso no es cierto, te irás, harás llorar a papi y nos abandonaras como nuestro padre.
"Ese maldito hijo de su re puta..." se dijo a sí mismo y se permitió odiarlo por todo el daño que les había hecho.
—Escúchame. Maki, mírame— el cachorro levantó la cabeza que escondía entre sus piernas— Yo amo a tu papi como un jodido loco, realmente amo a Izuku y los amo a ustedes también. Amo tus ojos cuando ríes y cuando muerdes tu lengua al pintar y la dulzura de tu voz cuando hablas con Tsuyu y como defiendes a Izuku. Amo como Denki cuida de ustedes y cuando ayuda a ordenar sus juguetes, cuando hace payasadas para hacerlos reir. Y adoro cuando Tsuyu estira sus bracitos para que la abrace, como decora los muffins junto a Izuku y combina su ropa para que todo haga juego. Yo realmente los amo. Se que a veces no me expreso de la mejor manera pero siempre soy honesto con lo que digo.
La sonrisa del cachorro fue tan hermosa que no podía describir las sensaciones que le provocó en su interior.
—¿Y a papi?
Katsuki rió y suspiró.
—Yo amo jodidamente todo de tu papi, cuando sonríe y sus ojos se entrecierran, cuando se enoja y sus cejas se juntan y su nariz llena de pecas se arruga. Me encanta cuando cuida de ustedes, cuando los abraza y los besa haciendo ruidos con los labios, cuando cocina y se esfuerza para que todo se vea hermoso aunque ustedes lo devoren como animales hambrientos sin notarlo y cuando...
—Wow. Creo que eres un buen observador— la figura de Izuku apareció apoyado en la puerta con la pequeña en los brazos y Denki aferrado a sus piernas.
—Tamaki—llamó el alpha- Denki, tu también ven aquí.
Ambos cachorros corrieron hasta él y Katsuki llamó a Izuku mientras ambos niños se acomodaban en sus piernas.
—Tamaki, Denki... mi Tsuyu, mocosos... ¿ustedes creen que podrían permitirme ser parte de esta familia... de su familia? Yo realmente los amo.
Los ojos verdes de Izuku se llenaron de lágrimas, lágrimas de felicidad que no pudo contener lo suficiente y terminaron rodando por sus mejillas pecosas. Los cachorros se miraron y una enorme (realmente enorme) sonrisa se dibujó en sus rostros.
—Primero—Denki pidió la palabras para sorpresa de todos, su rostro se tornó serio—deberías pasar unas pruebas.
Ante la astucia del pequeño los mayores rieron.
—Lo que sea ¿Cuáles serán esas pruebas, mocoso?
Denki lo pensó y luego llamó a Tamaki con un movimiento de dedos para hablar en su oído. Izuku y Katsuki intercambiaron miradas llenas de complicidad y se volvieron a mirarlos.
—Lo tenemos— exclamó Denki— si quieres ser parte de esta familia, deberás adivinar nuestros sabores de helados favoritos—cruzó los brazos sobre su pecho en posición desafiante.
Katsuki fingió pensarlo, pero él sabia la respuesta, sobre todo cuando la nevera de Izuku estaba llena de botes de helado de chocolate y frutos rojos.
—Quizás sea... ¿chocolate?— Los ojitos de los cachorros se iluminaron y sonrieron— y ¿frutos rojos?
—¡Sí!—festejó Tsuyu aplaudiendo emocionada mientras saltaba como una pequeña rana y ambos cachorros asintieron conformes—ahora debes llevarnos por ellos.
—Hey, niños pero si aquí tenemos mucho helado—agregó el omega ante la actitud de su hijo mayor.
—No importa, él debe saber cómo es salir con todos nosotros... como... como una familia—respondió tímido—si pasas esa prueba podrás ser parte de ella.
—Pequeño mocoso astuto. Me parece perfecto—asintió el mayor cortando el regaño de Izuku —podemos ir por helados después de la cena.
El estallido de saltos y gritos llenó toda la habitación. Katsuki se puso de pie y miró a su pareja, ambos se brindaron una sonrisa cálida e Izuku modulo un "gracias" y Katsuki le guiño un ojo y un suave "te amo" salió de sus labios. El rubor subió hasta sus pómulos.
"Te amo"
Era tan importante, esa simple frase le lleno todos los espacios vacíos. Y ahora él llenaba de amor a su familia, no podía pedirle más a los dioses.
—Me siento abandonado... reemplazado...— llorisqueo Eijiro sobre el hombro del omega— ya no pasan tiempo conmigo, los cachorros apenas me saludan. Se olvidaron de su buen tío Kiri.
Izuku rió enternecido—No es verdad, sabes que te aman.
—Se olvidaron de su tío Kiriguapo—aumento el volumen de sus chillidos provocando que el omega se carcajeara.
—Silencio, asustaras a los clientes—el menor lo abrazó y acarició su espalda.
—¿Dónde están ahora?—pregunto mientras sorbia su nariz.
Izuku jamás creyó que su nueva relación afectaría más a Eijiro que a cualquier otro de los miembros de su familia. Incluso Kyoka estaba feliz por ambos, aunque seguía molestando a Katsuki. "Aún estas a tiempo de arrepentirte ¿Lo pensaste bien, Izu?" solía decirle a Izuku para hacer enojar a su hermano.
—Están con él, fueron al parque mientras yo termino aquí.
—¿Lo ves? ¡Ya no me necesitan! Y yo estoy sufriendo de un modo nada masculino —volvió a gritar. El omega negó con la cabeza riendo por la actitud infantil de su amigo, iba a decir algo pero la campanilla de entrada sonó.
Izuku salió sonriente, dispuesto a atender al nuevo cliente de la mañana, quizás ofrecerle alguno de los muffins de café y chocolate que hizo la noche anterior con una nueva receta
inspirada en el aroma de Katsuki.
—Buen dia, bienvenido a Yuuei ¿Le gustarí...
—Izuku.
Esa voz, la mirada, sus labios...
—D..Da..Dabi.
El cuerpo del omega tembló frenéticamente y sintió palidecer en ese mismo instante. No podía ser, otra vez la persona parada frente ¡No! Tenía que ser una pesadilla.
Voten y comenten cachorros. Los leo.
😘😘😘😘
Les dejo el enlace de la historia original para que agradezcan a la autora en su perfil.
https://my.w.tt/SMGLLtiUR6
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