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"No puedo ser tu omega" es una obra original de Gii79-- cualquier reproducción total o parcial de la obra sin el permiso explícito de la autora incurre en un delito.

Esta es una adaptación de dicha obra para el fandom de BNHA 100% autorizada por la autora.


–¡¡Maldita sea, Deku!! ¿¡Por qué hueles a ese puto alfa?!

El omega se tensó y Katsuki sintió la incomodidad de su pareja, trató de mantener la calma pero sabía que sus colmillos estaban aflorando y tenía miedo de cometer una locura, uso cada gramo de cordura (la cuál intentaba trabajar con ahínco) para tranquilizarse y esperar una explicación, pero Izuku solo permanecía en shock y tartamudeaba para responder lo que sólo ponía al alfa más y más nervioso.

–Quítate la ropa.

–¿Qué?

–Hazlo, Deku.

Las manos le temblaban pero obedeció, no encontraba palabras para explicarle a Katsuki aquella insinuación de Touya sin cabrearlo y provocar un incidente en su casa. Sabía que Katsuki tenía razón para estar así porque su ropa apestaba a otro lobo y peor aún, no era cualquier lobo, sino su ex alfa.

¿Planeaba Katsuki hacerle el amor en ese momento? Lo vio quitarse la camisa prácticamente destrozándola en pedazos y se abalanzó sobre Izuku que se encontraba solo en bóxers ahora. El alfa no realizó ningún movimiento de índole sexual, él se estaba frotando contra el cuerpo del menor, arrastrando su piel caliente sobre el otro y respirando con fuerza sobre su cuello, gruñidos bajos salían de su garganta, Katsuki estaba marcándolo con su aroma, quitando cada rastro de otro lobo y enviando un claro mensaje: ES MÍO.

El gesto posesivo de su pareja lo enterneció, por no decir que lo tenía completamente excitado. La imagen bíblica de Katsuki con el entrecejo arrugado y sus ojos cerrados en una concentración admirable, su piel tibia acariciándole el cuerpo, las manos aprisionando su cintura y su aroma cubriéndolo por completo lo estaba llevando suavemente al delirio.

–Kacchan– lo llamó ante la febril actitud, quería besarlo, necesitaba su lengua dentro de su boca.

Katsuki paseaba su nariz por la extensión de su cuello, comprobando haber borrado cualquier aroma ajeno, solo percibiéndose a sí mismo en Izuku. Su lobo le pedía que lo tumbara en la cama y lo hiciera suyo, aullaba por renovar la marca, quería salir y dejarle en claro a su omega quién era su alfa, su único maldito alfa pero su parte racional le decía que no era el momento correcto para hacerlo, que debía esperar a que no hubiera nadie en casa. Se detuvo, descansó su frente en el hombro de Izuku y poco a poco desvaneció su agarre.

–Lo siento, Deku, me deje llevar, no sé por qué...

–No lo digas, no te disculpes–susurró el omega de manera sensual– sólo bésame, necesito probarte.

Lo siguiente que Katsuki sintió fue el explosivo sabor de los labios de su omega y la febril necesidad de hacerlo suyo, de hacerle gritar su nombre con el otro alfa allí afuera, que supiera quien era el jodida Bakugo Katsuki y lo escuchara de los ardientes labios de el omega. Izuku chupó su lengua de forma tan caliente que su miembro creció sorpresivamente al punto de doler y no se resistió más.

–¡Ah, maldición! Amor... Por favor– le rogó en un jadeo hambriento.

💛💚💛💚

La única prenda que cubría a Izuku desapareció bajo las garras del lobo y cargándolo de los muslos lo arrinconó contra una de las paredes vacías del lugar, no se resistió más y dejó a su lobo tomar el control. Los ojos de Katsuki cambiaron a un rojo profundo lleno de fuego que lo obligó a bajar la mirada en sumisión, su lobo estaba allí y su sonrisa de satisfacción se pintó sobre sus labios. El omega de Izuku también se presentó a través de sus ojos tiñéndolos de un ligero verde brillante.

–¿Quién es tú jodido alfa Deku?–Le pregunto mientras movía su pelvis contra el glúteo del menor, arrancándole dolorosos gemidos–Dilo, mi amor, no tengas miedo.

Su voz era más grave de lo normal, una mezcla entre lo sensual y lo atemorizante. A Izuku le encantaba ser sometido y dominado. El haber despertado al animal dentro de su pareja lo tenía lubricando excesivamente.

–Tú, tú eres mi alfa Bakugo Katsuki– dijo en medio de jadeos con su rostro perdido en la lujuria y sus labios entreabiertos intentando respirar.–Demuéstrale, que todos sepan que soy tuyo, quiero que nadie jamás dude que soy tu omega.

El alfa estaba orgulloso de ese tipo de sumisión que le mostraba su pareja, y sí, hoy le quedaría más que claro a Touya quien era al alfa de Izuku.

Sin vacilar, tomo el cuerpo de Izuku y afianzo su agarre contra el muro, subió sus fornidas piernas a sus hombros para dejar el umbral de su trasero en la posición exacta en la que lo necesitaba, desabrochó sus jeans que cayeron hasta sus rodillas y tomando la extensión de su pene la insertó sin premura en su interior.

Un fuerte gruñido salió de Katsuki ante la sensación de sentirse envuelto, rodeado completamente en el trasero de Izuku, tan estrecho, caliente y húmedo mientras era absorbido en su interior, acogiéndolo con gusto, acalló sus gemidos con un beso ardiente de lengua y dientes, mordiendo y estirando sus sabrosos labios rojos. El resto fueron embestidas desesperadas, rasguños en la espalda y palabras obscenas, los labios de Izuku habían comenzado a sangrar entre sus dientes y la espalda de Katsuki quedaría completamente roja con finos trazos irregulares de uñas.

–Fuiste un pequeño bastardo, cachorro malo–gruño contra el oído del omega –debes aprender a no dejar que ningún puto alfa aprovechado se te acerque.

Las rodillas del alfa se doblaban y estiraban para impulsarse en el interior de Izuku, profundizando la intromisión en su interior, sus grandes manos abriendo sus glúteos y la punta de su pene acariciando su próstata una y otra vez con golpes certeros sobre ella.

Izuku era un mar de jadeos y suaves gemidos retenidos, con sus ojos apretados fuertemente y sus labios inchados por las mordidas. Estaba siendo penetrado salvajemente y aun así era tan placentero como el mismo infierno, su propio pene rebotaba entre ambos por las arremetidas, pidiendo urgentemente atención. Guió una de sus manos temblorosas para darse algunos toque antes de llegar al orgasmo pero su mano fue rápidamente apartada por su alfa que presionó la base de su miembro con fuerza.

–Te correrás cuando yo te lo permita, cariño. Es tu puto castigo por dejar que ese bastardo alfa te impregnara con su aroma.

Katsuki apartó al omega de la pared cruzando sus brazos por su cintura, se sentó en el borde de la cama con Izuku aún encima, sus piernas a cada lado de las suyas mientras seguía embistiéndolo.

–Te anudaré cachorro, quiero estar en ti de una vez por todas y llenarte de mí semilla tan profundamente que me sentirás mi sabor hasta en tu garganta.

–Ka-Kaachan... –Era tan impúdico que no podía contener las ganas de correrse.

–Silencio, Deku– presionó más el agarre en el pene del menor– Ya es hora, cariño.

Izuku contuvo la respiración mientras el nudo se abría paso en su trasero, Katsuki empujó dentro de él hasta que el omega lo tomó completamente y el nudo se extendió dentro de él. Oleadas de placer los poseyeron y el alfa se corrió con fuerza no perdiendo la oportunidad de incrustar nuevamente sus colmillos en la marca anterior, renovando el vínculo una vez más, deslizo su lengua sobre la nueva y fresca herida para ayudar a cicatrizar. Un estallido de gozo los invadió y Katsuki soltó el pene del menor dejando que su liberación bañara sus pieles por completo.

💙💜💙💜

Las respiraciones agitadas fueron acompasándose y sus miradas se encontraron, el alfa sintió culpa por permitirle a su lobo tomar el control, tuvo miedo de haber herido a Izuku pero cuando éste le sonrió satisfecho, su corazón se tranquilizó.

–Lo siento un poco Deku, cariño, lamento haber dejado que mi lobo tomara el control–acarició su rostro con ambas manos.

–No pidas perdón, Kacchan. Fue increíble.

–Lo fue ¿Eh?–sonrió– Es que yo mismo lo soy claro está, ¿pero tú? Tú eres peor de lo que pensaba. Creo que estaremos pegados así por un buen rato ¿Qué te parece darle algunos besos a tu alfa?

–Me parece una idea estupenda.

El mayor se recostó sobre la cama dejándo que Izuku cayera sobre él con el nudo bombeando aún dentro del omega dándole una paz particular que lo relajaba al extremo. Se quedaron allí, propiciándose caricias y palabras tiernas de amor adecuadas para el momento.

Dabi lo sabía, había sentido el fuerte aroma posesivo del alfa de Izuku cuando entró más no le dio el gusto de enfrentarlo. Ahora la casa entera olía a sexo y por primera vez no tenía control sobre su lobo que corría molesto y aruñando por salir, quería tumbar la puerta de esa habitación y arrancar a Izuku de los brazos a ese tipo que tenía cara de estreñido.

¿Qué rayos le estaba pasando?

No, a él le tenía que importar una mierda lo que el omega hacia o no de su vida, él tenía un propósito allí y era ganarse a sus hijos. Pero no podía controlarse, prácticamente lo escuchaba gemir, escuchaba su dulce voz aterciopelada jadeando el nombre del alfa.

"¡Kacchan, Kacchan, Kacchan!"

¿Que clase de estúpido apodo era ese?

Se golpeó la sien con el interior de la muñeca para borrar aquellos sonidos. Él lo provocó, era lo que él quería, quería dejar su aroma en Izuku para que aquel alfa lo abandonara como él hubiera hecho en su lugar, quería hacerlo desconfiar pero todo salió mal. Katsuki Bakugo había reaccionado totalmente diferente para su sorpresa, le estaba enviando un mensaje que podía entender claramente: Izuku le pertenecía, era suyo y nadie podría cambiar eso.

Los niños estaban concentrados jugando en la consola ¿Cuánto más debía estar ahí? Aún tenía toda una hora por delante y no pensaba quedarse a escuchar como Izuku era empotrado.

–¿Qué dicen si vamos por unos dulces?

–Los dulces son malos para los dientes, alfa –respondió Denki sin quitar la vista de la pantalla.

–¿Por helados?

–Está haciendo frío, enfermaremos.

–¿Qué dicen si vamos por historietas?

Los ojos del cachorro destellaron sutilmente, estaba siendo tentado justo en su punto más débil. Tamaki observaba a su hermano, lo había visto hacer eso antes cuando quería que su tío Kiri hiciera algo que él quería, por lo tanto lo dejó, sabía que terminarían ganando.

–A Tsuyu no le gusta– casi escupió esas palabras con dolor pero no iba a ponérsela fácil.

–Bueno ¿qué quieres Midoriya Denki?–Denki sonrió victorioso, lo había doblegado.

–Cine, queremos ver la nueva película de Thor y que nos lleves a los juegos del centro comercial, tú puedes ir con Tsuyu por algo de princesas y esas cosas mientras dura la función.

–Bien, pero salgamos de aquí antes de que me vuelva loco– los niños no entendieron lo último pero se apresuraron para ir por sus abrigos.

Denki dejó una notita en el refrigerador avisando que irían de paseo para que su papi no se preocupara dibujando un corazón debajo. Él sabia, sabía que se estaban haciendo cariñitos con su papá Katsuki y no quería molestarlos, eran cosas de grandes pero a veces él comprendía. No le gustaba cuando Izuku le rascaba la cabecita mientras veían alguna película y Tamaki o Tsuyu los interrumpían. Después se cobraría el favor pidiendo algún comic nuevo o tal vez esa figurilla nueva del Capitán América, si, definitivamente seria la figurilla.

Dabi se los llevó entre bufidos molestos y silenciosas maldiciones acerca de el estúpido alfa cara de idiota. Finalmente estuvieron en el cine, no volvería a esa casa, no mientras esos dos estuvieran juntos. Sin embargo, podía planear algo para llevarse a los niños a algún fin de semana y sabía que Izuku era tan sobreprotector que querría ir.

Busan 22 de julio. 20:30 Hrs.

–¿Le diste mi mensaje a Touya?

–Sí, jefe, yo personalmente se lo hice saber.

–¿Y aún no acató mis ordenes? Bien, tendré que ajustar las riendas entonces. Consigueme la dirección y el teléfono de Midoriya Izuku.

–Sí, jefe, se la enviaré por texto.

–Hazlo rápido y se discreto, que mi hijo no sepa de esto.

–Entendido.

–Así que te rehusas a obedecer a tu padre ¿no, Dabi? Veremos que tanto puedes resistirte.

En un rato subo más 😘😘😘

Pero todo depende de qué tanto voten y comenten 💅💅💅

Los leo. 

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