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"No puedo ser tu omega" es una obra original de Gii79-- cualquier reproducción total o parcial de la obra sin el permiso explícito de la autora incurre en un delito.
Esta es una adaptación de dicha obra para el fandom de BNHA 100% autorizada por la autora.
– ¡¿Qué hiciste que?! ¿Cómo pudiste? ¡Confié en ti maldita sea! ¿Cómo pudiste traicionarme así Hitoshi?
El grito de Izuku resonó por toda la cocina alertando a todos en el lugar, era un mar de lágrimas y furia, el omega quería lanzarse encima de su abogado y desgarrale la garganta aún sabiendo que no conseguiría nada. El pánico se hizo presente y cayó al suelo mientras golpeaba con los puños la alfombra.
–Izuku, es solo una estrategia, de esta manera estaremos un paso adelante y podremos anticiparnos a cualquier movimiento, te aseguro que lo que menos espera es algo como esto–Hitoshi se arrodilló frente a él y lo tomó de los hombros– respira, Izuku, ellos estarán bien, te lo aseguro.
–¡No puedes saberlo Hitoshi! ¡Ellos son todo para mí, fue el único motivo para seguir viviendo después de que mi alfa me abandonara, los adoro con mi vida!– El rostro del menor estaba rojo y humedecido por las diferentes dirección que habían tomado las lágrimas.
–Dijiste que confiabas en mí... Y es un honor para mí defender tu caso–su voz era tranquila y serena, Izuku sollozaba como un cachorro herido, mordía sus labios con fuerza para contener el temblor.–Te juro que no dejaré que nada malo le pase a tus hijos aunque tenga que llegar hasta las últimas consecuencias.–Hitoshi sostenía firmemente la mandíbula de Izuku para que en sus ojos pudiera ver la sinceridad con la que le hablaba.
–Creo que deberías dejar entrar a Katsuki, puedo sentir su inquietud.
Hitoshi se puso de pie y abrió la puerta del cuarto de juegos en el café donde se habían encerrado para darle la noticia. Katsuki entró como si hubiera sido impulsado por un arco y fue directo a Izuku para sostenerlo en brazos, no miró al abogado, no pregunto nada, solo se encargó de cubrir a su omega con su esencia, relajándose al verlo a salvo aunque herido. Izuku recuperó el aliento pero aún no podía asimilar aquella táctica de su abogado y nada podía evitar que pusiera en tela de juicio su argumento.
El abogado había enviado un acuerdo al juez, mucho antes de que la fecha del juicio se diera a conocer. En este acuerdo aceptaba una custodia compartida, sin necesidad de un régimen de visitas ni horarios, estableciendo así que Touya podía estar con sus hijos cuando quisiera y en cualquier momento del día siempre y cuando Izuku estuviera de acuerdo. Además incluía una clausula en la cuál ambos padres debían compartir gastos de alimentación y educación por los tres niños, de esta manera no sería Izuku el único encargado de costear todo. Sabía que Dabi no esperaría algo así, pretendía conocer a Izuku en profundidad y ciertamente el omega nunca aceptaría algo como una custodia compartida con el alfa que los abandono sin piedad. Prefirió hacerlo a escondidas ya que sabía que Izuku se negaría rotundamente, pero si todo salía como él esperaba el omega no podía ser acusado de no colaborar con el proceso legal y eso le daría algunos puntos más.
Al ver la escena tan íntima entre la pareja que se consolaba mutuamente sintió como se contraía algo en su interior, ¿él podría alguna vez establecer un vínculo tan fuerte con alguien? Inconscientemente miró más allá de la puerta que permanecía abierta y buscó al hombre dueño de sus noches desde que lo conoció. Neito estaba de pie un poco más allá, mirando acongojado la situación, su rostro revelaba angustia y se abrazaba a si mismo, Hitoshi se preguntaba si sería buena idea consolarlo estrechándolo contra su pecho, pero por alguna razón era estúpidamente tímido cuando de Neito se trataba.
–Debemos hablar con los cachorros, es hora de que te sinceres con ellos– susurró Katsuki mientras acariciaba su cabello, Izuku estaba un poco más calmado.
–¿Tus hijos no saben nada de esto?– preguntó sorprendido el abogado que aún permanecía allí.
–Quise mantenerlos fuera de esto- el hilo de voz con la que habló Izuku lo estremeció– es por su bien.
–Me parece que siempre es mejor decir estas cosas a los hijos, no con algún discurso para ponerlos en contra del otro padre, si no para decirles la verdad. Nunca es bueno ocultarles algo así, lo digo por mi experiencia en casos como estos. Si eres franco con ellos, evitas. que caigan en la manipulación.
–Es verdad– asintió Katsuki– puedo acompañarte en ello, cariño, tengo experiencia suficiente para guiarte en una conversación sana.
Izuku miró a los dos alfas frente a él. Siempre había querido conservar la ilusión que sus hijos mantenían por la familia y la buena imagen de su padre en sus memorias pero siempre había estado solo y nadie le había aconsejado a excepción de su buen amigo Eijiro. Quizás era momento de empezar a aceptar consejos de personas que sabían. ¿Cómo debía decirles a sus hijos que su padre era un bastardo desalmado que solo se ama a sí mismo y al dinero por sobre todo, incluso por sobre su propia familia y la felicidad de sus cachorros? No hay manera políticamente correcta de hablar sobre eso, pero ocultarlo podría causarles más daño con el tiempo. Hitoshi había acertado cuando dijo que Touya podía aprovecharse de eso y usarlo en su contra.
Denki era capaz de comprender muchas cosas, siempre fue un niño rápido para pensar, fue el primero en dejar los pañales y el primero en usar taza, él era el cerebro y Tamaki... bueno, él era lindo, era algo tímido aunque siempre hacia reír a la gente. Las señoras cuando los veían ponían esa cara rara y decían "Aaaw" y muchas cosas extrañas como que eran tiernos y demás parloteo. Aun así ero era su hermano y odiaba cuando alguien pellizcaba sus mejillas gorditas o babeaban su cara por todos esos besos que les daban, por eso las niñas querían más a Tamaki, quizás si tuviera bigotes no lo querrían tanto, ni siquiera Tsuyu llamaba tanto la atención, pensaría en conseguir unos bigotes para Tamaki después, ahora estaba pensando en una forma de obtener información sobre su tío Neito.
Busco a Eijiro por todos lados pero no lo vio en la cocina. ¿Dónde se había metido su tío- niñero?
Tsuyu y Tamaki veían "Luca" desparramados en el sillón pero hace mucho que él no veía caricaturas, eso era para niños, el veía el canal de documentales de enfermedades raras con su tío y partidos de fútbol con su papá Katsuki como un lobo grande.
–¡Tío Kiri!–exclamó cuando lo vió salir de su cuarto corriendo hacia a él.
Eijiro detuvo su andar y se arrodilló a la altura del pequeño.–Dime Kiki–despeinó sus cabellos rubios pero Denki los volvió a peinar con un gesto de fastidio.
–Tío, ¿podemos hablar en tu habitación?–se acercó un poco para susurrarle–de hombre a hombre.
El alfa al principio lució sorprendido y luego sonrió–De hombre a hombre, ¿eh? Eso es muy masculino de tu parte, pasa hombrecito–abrió la puerta de su habitación y el cachorro se adentró con aires de autosuficiencia.
Ambos entraron, el menor se sentó de un salto en su cama y Eijiro a su lado, mirando y pensando, ¿en qué otra travesura se estarán metiendo?
–Tío, ¿cómo puedo saber si una persona es un omega?–el cachorro fue directo al grano sin una pizca de vergüenza. Eijiro se asustó, esperaba que no fuera de ese tipo de charlas como "¿de dónde vienen los bebes?" porque se desmayaría en el lugar.
–¿A- a que se debe tu pre- pregunta, cachorro?
–Somos hombres, ¿verdad? Quiero saber cómo puedo diferenciar a un omega.
Bien, era solo una pregunta inocente, quizás solo era curiosidad.
–Aún no podrias saberlo cachorro, los puedes reconocer por el aroma pero para eso falta algún tiempo.
–¿Aroma? ¿Te refieres al perfume?.
–Emm si, algo como eso– la conversación le resultaba extrañamente incomoda, ¿para que querría un niño saber sobre eso?– cuando seas más grande y sepas cual es la clase de lobo que llevas, podrás distinguir el aroma de otros y sabras si son alfa, omegas o betas.
–¡¿O sea que debo olerlos?!
El rostro de Denki lucía espantado por lo que acababa de escuchar. ¿Acaso no le enseñan estas cosas en la escuela a los niños?
–Sí, algo así... como los animales pueden percibir los aromas por su buen olfato, nosotros podemos percibir la de los otros.
–¿O sea que tengo que olerles el trasero como lo hacen los perros entre ellos?– su cara de repulsión se agravaba cada vez más.
Eijiro no pudo evitar reírse con la conclusión a la que había llegado el menor.
–No precisamente de esa forma, pero lo sabrás en su momento
–Oh... ¿Tío, tu puedes decirme si alguien es un omega?
¿Esto era una especie de enamoramiento infantil? Porque si era así le parecía muy tierno.
–Creo que si ¿de quién quieres saber? ¿Es alguna niña de tu clase?
–¿Qué? ¿Niña? No, no, es de tio Neini yo quiero saber si él es un omega.
¡¿Qué?! ¿Su pequeño Denki estaba enamorado de Neito? Recordó alguna vez haberse enamorado de su maestra de primaria, pero ¿Denki y Neito? Eso iba más allá de todo eso
–¿Po- por qué tío Neini, Kiki?
–Quiero saber si es un omega y también quiero saber a qué huele, creo que por curiosidad...– Denki lo pensó un poco antes de volver a hablar–tío Kiri, ¿puedo olerte?
Eso era demasiado para el alfa, iba a negarse, pero los brillantes e ilusionados ojos ambar del pequeño le daban ternura suficiente como para deshacerle el corazón.
–Está bien Kiki, puedes olerme.
Denki dio un brinco de felicidad y se arrodilló en la cama acercándose a él.
–¿Es aquí verdad?– señalo la curvatura de su cuello, Eijiro asintió y Denki hundió su naricita en él, olfateo de arriba a abajo, arrastrando el rostro lentamente mientras aspiraba con afán.
–¿Qué hueles Kiki?–El menor no respondió y tampoco se despegó, sus manitas empuñaban con fuerza su camisa por los hombros– ¿Denki?- intentó separarlo empujándolo levemente pero no obtuvo respuesta excepto por...–Ki- Kiki, ¿estas gruñendo?
La cosa se pone interesante ¿cierto? 🤭🤭🤭🤭
Voten y comenten cachorros, los leo.
🥰🥰🥰
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