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No puedo ser tu omega" es una obra original de Gii79-- cualquier reproducción total o parcial de la obra sin el permiso explícito de la autora incurre en un delito.
Esta es una adaptación de dicha obra para el fandom de BNHA 100% autorizada por la autora.
Este capitulo en especial es de contenido +18 sexualmente explícito. Si no tienes interés de leerlo no afecta en la trama.
Como ya les he mencionado en otros fics cuando inicie la escena de contenido sexual pondré esta señalización 💚💛💚💛 y cuando termine esta 💛💙💛💙, para los que deseen evitar leerla. Disfruten su lectura.
Esa tarde Izuku volvió a su casa con los ánimos por el suelo, le dolía muy profundo en el alma. Esperaba nunca volver a ver a Dabi, pero ahora que el mayor se encontraba ahí, otra vez reabriendo viejas heridas, comprendió completamente que habia tomado una muy mala decisión al escoger a su pareja cuando era tan joven e inexperto y lo único que ambicionaba era con un poco de amor de verdad, él realmente habia amado a ese alfa y quizás por eso no había visto su verdadera personalidad.
Ahora se preguntaba si alguna vez ese lobo lo habia amado a él, aunque fuera un poco. Recordó al padre de Dabi, viejo, alto y fornido con su típico porte empresarial fundado en sus costosos trajes negros y mirada fría, pero sorprendentemente cuando de sus nietos se trataba era un amoroso abuelo como cualquier otro en la intimidad de su hogar pero fuera de las cuatro paredes de su casa era el gran magnate de los negocios de mirada imperturbable y al cual no le tembló el pulso para apoyar la decisión de la manada cuando desterró a Izuku junto con los pequeños. Pero a pesar de eso era una completa sorpresa que hubiera puesto su tan codiciada empresa a nombre de los niños, pero el omega no lo quería, si eso le costaba la alegría de su familia renunciaría a todo aquello por el bien de sus hijos
–Amor, estas muy distraído hoy ¿Todo va bien?–Katsuki chasqueo los dedos frente a la mirada perdida de Izuku que reaccionó al escuchar el sonido
–Sí, lo siento ¿Los niños?– sonrió el omega terminando de secar el último plato usado para la cena.
–Ya están acostados, Tsuyu se durmió en mis brazos mientras veíamos Raya asi que la arropé antes que a los niños.
–Bien.
–¿En serio estas bien? Estuviste distraído toda la cena, creo que ni escuchaste lo que te conté de los mellizos.
–Lo siento cariño– Izuku suspiró dejando salir la frustración de su cuerpo, su familia no merecía que le prestara tan poca atención y Dabi no lograría que eso pase. Se abrazó de la cintura de su pareja recibiendo suaves caricias en la espalda. Katsuki enterró su nariz entre la mata de cabello verde del menor para aspirar su esencia–solo estoy algo cansado.
–Lo entiendo ¿sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad?
–Lo sé–se aferró más a su cintura–de hecho... Mmh ¿Te... Te quedarías a dormir esta noche conmigo?
Katsuki debía admitir que la propuesta lo sorprendió pero no dudó ni un segundo en aceptarla. Era la primera noche que pasaría con Izuku, después de todo, aunque estuvieran todo el tiempo libre juntos, por las noches, el alfa volvía a su departamento. Anhelaba interiormente que llegara el día de poder dormir entre el calor de los brazos de su pequeño omega.
Anteriormente habían estado regalándose algunos mimos recostados en la cama pero con la presencia constante de los niños revoloteando alrededor no era posible pensar en otras posibilidades, y él estaba bien con eso. Pero había otras veces, como cuando Izuku usaba esos pantalones que apretaban y resaltaban sus muslos o las camisas blancas que dejaban a la vista su pálido y pecoso cuello y esas deliciosas clavículas. Más de una vez logró ponerlo celoso cuando retiraba a los niños de la escuela y era presa viva de las miradas lujuriosas de los padres y madres de sus demás alumnos, incluso sus colegas osaban suspirar al verlo y su lobo le rasguñaba las entrañas por tomarlo entre sus brazos y restregarse contra él hasta impregnarle su aroma y dejarle en claro a cualquiera que quisiera acercarse que ese omega ya tenía a su alfa.
El alfa no respondió, tomó sus manos, entrelazó sus dedos con el de su pareja y lo guió hasta la habitación. El completo silencio de la noche los acompañaba, cerró la puerta detrás del cuarto y abrazó el firme cuerpo de Izuku rodeándolo desde atrás, le susurró al oído cuanto lo amaba y que todo era mejor desde que él estaba en su vida. Izuku giró sobre si mismo para encontrarse con la oscura mirada rubi de Katsuki para luego perderse en el basto universo de sus ojos, sus brazos aferrándose a su cintura y alientos fusionándose en la tibieza de sus pieles.
–Te amo... todo junto a ti es tan malditamente perfecto– murmuró el alfa mientras sus pulgares recorrían el filo de la mandíbula del otro y se dirigían a su boca para acariciarla con devoción.
–¿Y si no lo fuera, Katsuki ?
–Si estás tú, bueno o malo, todo es perfecto.
Izuku no necesitó escuchar más, solo necesitaba sentirlo. Probó sus labios una vez más, saboreando cada centímetro de su boca, memorizando el recorrido de ida y de vuelta en ella. Sus labios, su aroma, su calor... todo se sentía como un hogar, su hogar. No podía privarse de reconocer el cuerpo de su compañero, lo necesitaba en estos momentos, aferrase a él y a la idea de que su "para siempre" realmente era eterno y que podía volver a amar una vez más y ser amado como nunca lo fue en la vida.
Entre las blancas sabanas se regalaron los besos mas infinitos, Katsuki envolvía a Izuku como si fuera lo mas frágil de este mundo, recorriendo su piel bajo la camisa, manos subiendo y bajando por su espalda, trazando un camino de sensaciones de imparables caricias. Sus bocas húmedas reconociéndose en el silencio de la noche y las respiraciones acompasadas, la febril necesidad de concretar todo lo que no se podía expresar en palabras.
El alfa levantó suavemente la camisa de Izuku y se separó unos segundos para quitársela por completo mientras hacia lo mismo con la suya. Tener el torso desnudo de su omega no hizo más que enviar mil estímulos a su médula que le erizaron la piel desde la nuca hasta la ultima célula del cuerpo, era tan varonil y lascivo, piel tersa, moteada con esas preciosas pecas y levemente perlada, la firmeza de sus pectorales lo incitaban a besarlo y lo hizo, pasó su labio inferior por su pecho acompañándolo de suaves toques con sus manos. Tomó entre sus labios uno de sus pezoncillos rosados y lo estiró y lamió al tiempo que miraba los ojos del omega esperando algún tipo de aprobación para seguir. Quiera probar a Izuku, hace mucho que lo deseaba de todas las formas posibles, dentro suyo sabía que no iba a amar jamás a nadie como lo amaba a él.
💛💚💛💚💛
–Kaaa...– ni sí quiera pudo completar su nombre, Izuku gimió y fue el sonido más glorioso que el alfa pudo haber escuchado, sus palabras entrecortadas por el placer y la necesidad.
–¿Quieres esto, amor?–preguntó deteniéndose usando toda su fuerza de voluntad.
El rostro de Izuku era sublime cuando sus ojos revelaban la necesidad de superar toda clase de barreras corporales para terminar finalmente unidos y conectados por la más fiel unión.
–Lo quiero tanto como te quiero a ti–suspiró y la celestial sonrisa de su rostro era digna de inmortalizar, Katsuki lo quiso aún más en ese momento.
Se arrastró por su pecho besándolo nuevamente sobre sus voluminosos labios rojos de ser mordidos y succionados. Un beso, otro y otro más, subiendo la intensidad de sus caricias sobre la necesitada piel. Katsuki sosteniéndose sobre él con los brazos tensados a sus costados, boca viajando hacia el sur, surcando el cuello y lamiendo el lugar donde posteriormente estaría la marca de sus colmillos, la marca que llevaría como insignia de su nexo establecido, aunque su vínculo fuera mucho más profundo que una marca corporal, ellos estaban marcados y conectados por el destino.
–No tienes una puta idea de todas las sensaciones que provocas en mi... eres tan...– beso su ombligo lamiendo alrededor de él provocando que el omega contrajera el vientre– jodidamente hermoso, Deku...
-Mmh... espe- ré mucho tiempo por esto Kats- uki no creo haber sentido esto nunca.
–Y lo sentirás más... mucho más mi lindo lobito–respondió mientras desabrochaba sus pantalones y los bajaba.
Katsuki lo detuvo suietando su mano para impedir que siguiera.
–¿Sucede algo, cariño?
–No creerás que te dejaré hacer todo solo ¿o si?–le arqueo una ceja y una sonrisa pícara se dibujó en sus apetitosos labios.
El alfa lució sorprendido, de hecho si había imagino en su mente todo lo que haría con Izuku, planeo cada caricia y cada beso, romántico, suave y lento. A decir verdad a él le gustaban las cosas un poco más, toscas, pero no haría nada de eso con Izuku en su primera vez.
–¿Dejarás que tu bebé juegue contigo, Kacchan?–el puchero en el rostro del omega fue tan inocente al igual que sus palabras saliendo de su boca que sentir lujuria por ello en aquel momento se sintió tan morboso como pocas cosas en el mundo.
Había subestimado a Izuku y este a su vez había logrado lo que nunca, dejar al alfa totalmente sorprendido con ese sobrenombre tan lindo que le acababa de dar.
–Cla- claro que si Deku... enséñale a Kacchan como quieres jugar...
Izuku se puso de pie y caminó hasta la puerta, la abrió y salió. Katsuki se quedó de rodillas en la cama totalmente confundido mirando al lugar por donde su pareja había desaparecido, ¿se habria arrepentido? Antes de que pudiera ponerse de pie el menor volvió a entrar, esta vez solo trayendo puesta una camisola negra suelta hasta los muslos dejando lucir sus fibrosas piernas, los ojos se Katsuki se abrieron completamente y tragó seco, se veía tan malditamente sensual. Traía un paquete en sus manos.
–De-Deku.. Amor...
Izuku le guiñó un ojo y se acercó hasta a él, se subió sobre sus caderas y con un beso en los labios lo empujó suave mente hasta que estuvo recostado, el miembro totalmente despierto del alfa se rosaba contra su trasero mientras el beso continuaba, el omega recorrió los brazos del otro uniéndolos sobre su cabeza y sin cortar el beso se escuchó un "click". El contacto se rompió dejando un hilo de saliva desde una boca a la otra que Izuku cortó con un movimiento de lengua. Fue tan excitante que Katsuki estaba enloqueciendo de calor, quería agarrar la cintura de Izuku y acelerar el vaivén de sus caderas sobre él pero al tirar de sus manos se dio cuenta de que estaban atrapadas por unas, ¿esposas? El frío metal rozó sus muñecas y lo detuvo de seguir tratando de zafarse.
–¿Deku?
Izuku sonrió cuando vió su rostro confundido
–Kacchan dijo que podía jugar con él...
La apariencia del chico no concordaban con la actitud infantil que quería sostener y eso era tan estimulante que su pene latió ante la insinuación. El omega no esperó respuesta y se puso de pie moviéndose rápidamente de un lado a otro de la habitación, apagó las luces y sólo dejó la tenue luz de un par de velas aromáticas junto a la cama "rosas y miel", Earned it comenzó a sonar de algún lugar del cuarto y Katsuki tuvo que semi- sentarse para apreciar la figura de su pareja frente a él de pie y cabizbajo, su postura era inusual y de pronto para sorpresa del mayor empezó a moverse al compás de la música.
Movimientos suaves y coordinados, tan delicado... su corazón latió al conocer esa faceta de su amado omega. La tela negra caía por sus hombros dejando apreciar sus clavículas y cuello, dejaba ver esas preciosas constelaciones que le adornaban cada milímetro de la piel, estaba tan concentrado en cada movimiento y cuando sus brazos subían sobre su cabeza para hacer algún doblés la camisa se subía dejando sus muslos y abdomen a la vista y cuando sus miradas se conectaban una sonrisa aparecía.
De repente la música hizo una breve pausa y el cuerpo de Izuku quedó abrazado en si mismo sobre la alfombra y sus brazos rodeando su propio cuerpo pero cuando Katsuki pensó que eso habia terminado y se disponía a felicitarlo, otro tipo de música sonó mucho más sugestiva y rápida, love song de Rihanna y de repente Izuku se encontraba meneando las caderas tan sensualmente que se encontró a si mismo jadeando y tan duro que se sorprendía de hallarse así sin siquiera la necesidad de ser tocado, quiso apretar sus pantalones el mismo pero el filo de las esposas le recordó que estaba maniatado.
El bamboleo de su cuerpo, la sensual media sonrisa en el rostro de Izuku le advertia que el menor estaba disfrutando de verlo sufrir de esa manera. Era tan endemoniadamente obsceno que debía cruzar las piernas para no terminar viniéndose antes de que cualquier cosa empezará.
Izuku subió a la cama al compás de la melodía aún moviéndose estando sobre él mientras la música seguía sonando suavemente.
–¿Te gusta, Kacchan?–dijo mordiéndose el labio y Katsuki estaba seguro que sentía su miembro latiendo furtivamente debajo de su cuerpo.
–Me encanta, Deku... ¿podrías soltar al maldito desesperado Kacchan para que juegue contigo?
–Si digo que no, ¿me castigará?
¡Mierda! esto nunca lo hubiera imaginado y no sabía cuánto más podría aguantar pero supo que Izuku quería esto, lo había planeado quizás mucho más que él y lo adoraba y si esto lo hacía feliz, lo complacería.
–Kacchan es un bastado obsceno y te castigará por dejarlo esperando de igual manera ¿Por qué no me sueltas para que me encargue de ti?–hizo un brusco movimiento de pelvis hacia arriba y el menor chillo feliz de escucharlo y sentirlo. Buscó las llaves entre sus boxers y cuando lo soltó, Katsuki se frotó las muñecas rojas por la presión del metal.
–Mira lo que le hiciste a tu Kacchan ...–clavó su afilada e intensa mirada rubí, llena de deseo en el otro– ¿Cuántas nalgadas debería darte por esto?
–Todas las que quiera–se mordió el labio anticipando lo que vendría.
De pronto Katsuki se puso de pie con más fuerza de la necesaria y lo tomó entre sus brazos dejándolo con el trasero expuesto ante él. Se deshizo de la ropa interior y levantando la camisola negra aprecio el perfecto culo de su lobo.
*Hazlo*
Escucho desde su interior.
Al parecer su lobo también quería participar.
Bien, esto sería fabuloso. Acarició con la palma abierta la tibia y suave piel apretándola con fuerza hasta que el rojo apareció y volvió a disiparse con rapidez. Escuchó a su amante aumentar sus respiraciones.
–Kacch....
"Plaff"
Su mano se estrelló de repente y un quejido se escapo de los labios de Izuku.
–¿Sabes lo malditamente caliente que tienes a Kacchan y sin poder tocarte?
–Kacchan yo no...
"Plaff" los dedos marcaron el carmín furioso en la blanquecina y pecosa piel
–¿Por qué nunca me dijiste que bailabas así, Deku? ¿Cuántos bastardos te han visto hacer esto?
–Solo tú, a- amor
–Mmmh... ¿Seguro?
–Tal vez Kiri me vio praticar un po...
"Plaff" una golpe más fuerte y sentido sobre la piel y el jadeo más fuerte y excitante se escuchó en el cuarto.
–Eres un Deku malo, muy muy malo acarició la piel maltratada y mordió sobre ella.
Dos, tres, cuatro nalgadas más e Izuku se deshacía en gemidos.
–Oh- Kacch-ann... follame...
Katsuki sonrió de lado, lo recostó con algo de culpa sobre las almohadas y lo vió reir satisfecho, finalmente era hora de deshacerse de su boxer que aprisionaba su erección desde el momento que habían entrado a la habitación. Izuku lo observaba desde su lugar mordiéndose los labios para no gemir ante la sensual imagen de Katsuki liberando se hombría y ¡Oh, Dioses! Era realmente grande allí.
–¿Yo podría...?–el omega relamió sus labios dirigiendo su vista hacia su erección. Izuku se encontraba igual o más duro que el otro y había empezado a lubricar hace mucho, su aroma se había hecho más potente a cada segundo y su omega suplicaba por complacer a su alfa.
Katsuki asintió y tan pronto como dio su conocimiento Izuku gateó hasta él y engullo su pene por completo, saboreándolo y gruñendo por el placer de tenerlo en su boca. El alfa tiró su cabeza hacia atrás y jadeo de placer, veía a Izuku sobre sus manos y rodillas, el trasero levantado moviéndolo mientras le hacia la mamada de su vida y no pudo evitar enredar sus dedos en los rulos del alborotado cabello verde del dueño de su placer.
–Ah, mierda, mierda, Deku lo haces tan bien...maldita sea....ahh..
Un sonido húmedo por la succión de Izuku al soltar el pene del otro fue tan sugestivo como pocas cosas en el mundo.
–¿Lo hago bien Kacchan? ¿Te gusta?– lo dijo alzando la mirada y lamió el glande alzando la mirada y lamió el glande lentamente para volver a introducirlo hasta el fondo de su garganta
–Mmhg...–tensó su mandíbula–todo es tan perfecto, mucho mejor de lo que me hubiera imaginado o planeado eres realmente genial... pero ahora–lo tomó de los brazos levantándolo y besándolo, probándose a sí mismo ante el acto de tener los labios de Izuku en los suyos y sus lengua en una lucha interminable por saborearse–necesito estar dentro de ti.
Terminaron por deshacerse de las últimas telas que los cubrían. No nece sitaron demasiada preparación pues el juego previo los había estimulado lo suficiente. Izuku se aferró a los hombros del mayor y cerró sus ojos al sentir los largos dedos introduciéndose en él, Katsuki era un amante tan dulce y gentil que cualquier dolor no tardaba en hacerse placentero, como en este momento en el que lo preparaba tan pacientemente y succionaba su pene a la vez para no dejarlo desatendido.
–E-Estoy listo a- amor– suspiró Izuku, con sus dedos enredándose en los rubios cabellos de su pareja.
–Lo sé, solo quería asegurarme de que estuvieras bien... Y lo estas, estas jodidamente delicioso...– sonrió y se acercó a sus labios friccionando ambos miembros durante el beso.
Finalmente el pene de Katsuki acarició el pliegue rosado entre sus muslos y respiró profundamente mientras se introducía dentro de él. Poco a poco su miembro se sintió apretado y las uñas del omega se clavaron profundamente en su piel liberando una serie de gemidos que lo incitaban a seguir. Cuando estuvo completamente dentro de él se tomó unos segundos para adaptarse a las sensaciones que lo recorrían y darle tiempo a su compañero de hacerlo. Un movimiento de pelvis y no pudo parar, los agudos quejidos del menor y las repetidas veces que jadeaba "mas, mas, mas" no era suficiente, necesitaba profundizar, continuaba embistiéndolo con fuerza entre gruñidos. Pronto se vio levantándolo de las caderas para quedar ambos sentados de frente, sudor, gemidos ahogados en besos, pieles rozando y golpeando una contra la otra, heridas de arañazos en la espalda de Katsuki y pronto el glande del alfa encontró la próstata del menor y ya no podían controlar mucho mas él volumen de su disfrute.
–Ooh-Deku... ¿los ni- ños...?–Katsuki se preocupó por si quizás estaban haciendo mucho ruido y los despertarán.
–Oh- ellos... están, están bien... Yo- les puse música suave...–respondió mientras seguia montándolo sin detenerse por ningún motivo.
Katsuki lo hacia sentir tan único y especial, entre sus brazos volvía a sentirse amado, volvía a tener vida.
Era tan hermoso, el alfa se hundió en su cuello y aspiró tan profundo que pronto sus pulmones estaban llenos de esencia de cacao y lavanda... deseo con todas sus fuerzas enterrar sus dientes allí.
–Hazlo.
–¿Q- Qué?
–Márcame... quiero... quiero que me marqués– la imagen del omega, saltando sobre su pene, jadeando y gimiendo era gloriosa.
Mío. Solo mío.
Y antes de que pudiera decir algo más los colmillos del alfa se habían incrustado en la suave y deliciosa piel de Izuku mientras lo sostenía entre sus brazos y su nudo por fin se expandía plenamente en el interior del omega liberando su semilla como nunca antes lo había hecho a la vez que el pene del menor, atrapado entre sus cuerpos expulsaba toda la viscosidad blanquecina. Lamió la herida sangrante provocada y su pecho se infló de orgullo al ver la marca reemplazar las huellas de la anterior, tapándola y reemplazandola completamente, su vínculo estaba completo y establecido.
💙💛💙💛💙
Se quedaron así unos minutos, Katsuki acariciaba y contemplaba el rostro cansado de Izuku que intentaba tomar bocanadas de aire y cerraba los ojos mientras sonreía. Aspiro su aroma nuevamente, el café y el cacao combinándose de manera exquisita.
–Te adoro– susurró sonriéndole–eres lo más hermoso que me paso en la vida, tu y nuestros cachorros
El corazón de Izuku saltó
–¿Nuestros?
–Sí, es decir... si me lo permites.
–Claro que sí–sonrió y lo abrazó por el cuello atrayéndolo para besarlo con tanta ternura como su corazón albergaba–claro que te lo permito.
Lo tenia todo, todo lo que habia soñado alguna vez y pensó que lo podia alcanzar. Al fin podia ser feliz. No se lo dejaría arrebatar.
Dabi agitaba su vaso de whisky mirando en el fondo de líquido amarillento como buscando algunas respuestas. Pensó en su padre agonizante, postrado en su cama, debía resolver lo de la herencia antes de que se le ocurriera partir al otro mundo, aún se encontraba con vida aunque pocas personas lo supieran. Enji Todoroki había vuelto a su antigua manada para morir en sus amadas tierras entre todas sus memorias aunque eso no podría importarle menos al alfa que ahora buscaba la manera de recuperar su empresa.
Luego de la partida de Izuku, hace dos años, el viejo lo había torturado psicológicamente para que los contactara y se mantuviera pendiente de sus hijos y su omega, conocía el cariño que su padre sentía por Izuku y el amor que le profesaba a sus nietos pero el tenia cosas mejores que hacer, como por ejemplo, usar a Momo para ascender de posición dentro del estudio sin importar que eso significara abandonar a los suyos. Aunque Touya pensaba que casándose con Izuku y dándole descendencia a su familia haría su padre le entregaría la empresa se había equivocado porque no fue así.
Touya había adquirido el frio corazón de Enji para anteponer los negocios ante cualquier cosa incluso antes que su propia familia.
En un primer momento había amado a Izuku, la delicadeza y dulzura del omega lo encantaron a primera vista, era tan radiante que era imposible no caer ante su belleza, eran dos niños descubriendo el amor. Jugando al amor. Adoraba a su omega, le hubiera bajado la luna si se lo pedía, adoraba sus besos dulces y acurrucarse en el dulzor de su aroma, tenerlo para él era todo lo que ambicionaba y marcarlo fue la sensación más sublime que hubiera experimentado jamás en ese tiempo, aún se encontraba muy lejos de entrar a los intereses de su familia, pero tarde o temprano sabía que todo eso lo terminaría alcanzando a él también. Los padres de ambos usaron su relación como un medio para lograr sus propios cometidos, ambas familias acordaron su boda pero eso estaba muy lejos de ser por el bien de los jóvenes, todo era un vil negocio para ellos.
Con el tiempo Touya e Izuku consolidaron su propia manada llena de amor, besos y pequeñas garritas, pero la presión de su padre lo fue sacando de su eje, robándose su alma y desviando su atención de su familia al dinero. De repente se vio queriendo más y más, quería ascender, escalar posiciones y quizás de esa manera vengarse de su padre porque de alguna manera él se había robado su oportunidad de ser feliz. Dejó de lado a su omega y sus cachorros y cuando menos lo pensaba ya se encontraba enredado entre las sabanas de un hotel entre los brazos de la omega más poderosa del estudio, aquella que podía ayudarlo a subir de rango. Cada vez había menos tiempo para su familia hasta el punto de perderlos (y perderse) en la absoluta avaricia.
–Sigues igual de precioso que antes mi dulce Midoriya Izuku- susurró tirando la espalda hacia atrás en su sillón de cuero negro y cerrando los ojos para evocar la figura de su ex pareja–Me pregunto qué tan grandes estarán nuestros cachorros ¿Tamaki me habrá extrañado extrañado tanto como yo a él? Creo que es hora de hacerles una visita.
Una leve sonrisa se dibujó en sus labios, casi imperceptible. Se enderezó para presionar el botón del intercomunicador.
–"Compress, averigua el nombre del colegio al que asisten los hijos de Midoriya Izuku y cancela mis citas de la tarde."
–Hoy nos reencontraremos mis lindos cachorros.
Ya se, ya se. Me pasé de lanza con la tardanza pero les traje un capítulo chido así que merezco perdón de su parte 🥺🥺🥺🥺
Estaré más activa así que no sufran, me alegran sus comentarios y son los que me hicieron retomar las cosas, nunca dejen de comentar cachorritos pisiosos.
Voten, los leo. 😘😘😘😘.
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