Capítulo 72: Con sorpresa o con rabia

Narra Harrison

Después del bombazo de las fotos de Tom y Kat, no puedo evitar estar bastante distante con Tom. Es cierto que tuve una buena reacción cuando me enteré, pero cada vez que veo las fotos algo dentro de mí me grita que pegue a Tom un puñetazo.

Primero, por hacer eso a Aly. He hablado con Olivia, que se encuentra con ella, y me ha dicho que le ha afectado bastante. Segundo, por haber besado a Kat a pesar de que él sospechaba que ella tenía novio. Y tercero, y más importante... ¡Porque yo soy ese novio!

Pero claro, no puedo hacer eso porque Tom piensa que soy amigo de Kat. Ni siquiera piensa que nosotros podemos ser amigos íntimos. Solo amigos porque nuestros amigos son amigos.

El caso es que a pesar de estar distante con Tom, me he pasado toda la tarde de ayer y hoy con él. Las fotos están circulando por todo internet. Y la gente no ha sido capaz de guardar su opinión por una vez.

Hay gente que no les gusta la pareja de Tom y Kat, y eso debería alegrarme. Pero muchas personas se meten con ella, la insultan y la critican. Ojalá pudiera contestar todos esos mensajes desmintiendo todo lo que dicen. Pero no puedo hacer eso.

Otras personas, en cambio, dicen que hacen una pareja bonita. Cosa que también me duele, claro. Pero no tanto como los comentarios negativos hacia Kat.

Me he pasado toda la mañana y parte de la tarde con Tom mientras hablábamos con su agente. Pero ahora tengo que ir a buscar a Charlotte y la tengo que llevar a su primera clase de baile. Me despido de Tom y salgo de su casa, a la que he venido hoy por la mañana.

Voy en coche hasta la casa de mis tíos y aparco delante de la puerta. Miro la hora y veo que he quedado con mi hermana en dos minutos así que me quedo dentro del coche esperando.

Mientras enciendo mi móvil y entro en el chat de Kat.

*Mensaje*

—Siento no haber podido quedar contigo en todo el día. Dentro de unos minutos ya estaré desocupado. ¿Qué te parece si voy a tu casa?

*Fin del mensaje*

Cierro el chat cuando Charlotte da unos golpes en la ventana para que abra las puertas del coche. Una vez que lo hago se sube en el asiento del copiloto.

—Hola. ¿Preparada para tu primera clase?

—Sí —dice con una gran sonrisa.— No te haces ni idea de la ilusión que me hace esto.

Suelto una pequeña risa al recordar como Kat estaba igual de emocionada cuando hablaba sobre la audición de profesora.

Unos minutos más tarde, hemos llegado a la calle donde está la escuela. Aparco el coche en un sitio libre cercano y salgo del coche para acompañar a mi hermana. Al llegar a la puerta, por suerte, no siento la misma inquietud que ayer. Cuando entramos vemos a una mujer de mediana edad pelirroja en el mostrador que nos sonríe al levantar la mirada.

—Buenos días, ¿Qué deseáis?

—Hola. Vengo a probar la clase de jazz y moderno de las seis —la mujer asiente y sonríe.

—Claro. Acompañadme —mi hermana asiente y se gira rápidamente a verme mientras comienza a andar.

—¿Vienes?

—Sí, sí...

Andamos por los pasillos, guiados por la mujer, y unos segundos más tarde llegamos a un clase donde varios adolescentes se encuentran con ropa de deporte hablando entre ellos.

Un poco apartado, puedo ver cómo el chico que habló con nosotros ayer se encuentra hablando con Kyle. Cuando me ve, él me saluda con la mano, le dice algo al otro chico y se viene andando hacia mí.

Sí, conozco a Kyle desde mucho tiempo. De hecho Tom y él se conocen por mí. Pero hace unas semanas que no tengo la oportunidad de hablar con él.

—¿Kyle Haganami acaba de saludarnos y está caminando hacia aquí?

—Sí, es mi amigo —veo de reojo como Charlotte abre la boca sorprendida y yo camino unos pasos para acercarme a Kyle.

—Hey, Harrison —se acerca hasta a mí sonriendo.

—Hola —nos damos un corto abrazo.

—¿Qué haces aquí?

—He tenido que traer a mi hermana pequeña a su primera clase de baile aquí porque mis tíos no podían traerla —digo señalando la.— La escuela están buena que no aceptaba un no por respuesta —él se ríe y se gira a verla.

—Hola, soy Kyle. Es un gusto conocer a la hermana de Harrison.

—Hola —dice ella con una sonrisa.

—Puedes ir a dejar las cosas allí, creo que Lucas va a comenzar ya la clase —dice señalando a un lado donde hay mochilas.

—Vale. Adiós, Harrison —dice mi hermana separándose de nosotros.

—Pensaba que venías en busca de Kat —él sabe que somos amigos pero nada más.

—¿Está aquí? —pregunto con el ceño fruncido. ¿Acaso está dando clases ahora?

—No, hoy no ha venido. Supongo que has visto las fotos —me pongo tenso.

—Sí. Claro que las he visto. Tom y yo nos hemos puesto todo el día con el tema...

—Pensaba que ya no había nada entre Tom y Kat —dice Kyle girándose para ver cómo la clase empieza.

—Y no lo hay —digo sin poder evitarlo. Kyle se gira a verme entrecerrando los ojos.— Creo que Kat sale con otra persona —digo despreocupadamente.

—Ya... —dice volviendo a girarse.

Noto como vibra mi teléfono en mi bolsillo y lo saco de este para ver cómo la pantalla se ilumina con un mensaje de Kat.

*Mensaje*

—Perfecto. Pero sinceramente prefiero ir a tu casa porque llevo todo el día en la mía —me quedo unos segundos pensando en una respuesta.

—En diez estoy en tu casa.

*Fin del mensaje*

Guardo mi teléfono.

—Kyle. Voy a irme ya.

—De acuerdo, nos vemos —me despido de él y voy hacia la salida del edificio.

Me despido de la secretaria y salgo por la puerta a la calle. Camino hacia el coche, entro en él y pongo rumbo a la casa de Kat.

*****

Después de estar al volante unos diez minutos, me encuentro enfrente de la casa Black. Salgo y voy por el camino de piedra con césped al lado, hasta llegar a la puerta. Tomo aire y pulso el timbre de la casa. Segundos más tarde, alguien abre la puerta.

—Hola.

—Hola —contesto con una media sonrisa.

—Pasa —ella se aparta para dejarme pasar. Dudo pero finalmente le hago caso.

—Solo vengo a buscarla. Vamos a hablar... De todo.

—Ya lo sé. Nos lo ha dicho —Daya me sonríe. No la veo desde hace semanas.— Se ha pasado todo el día intentando entretenerse componiendo.

—Por lo menos no se ha aburrido —digo soltando una risa. Ella también suelta una risa y niega con la cabeza.

—Todos tenemos un poco de miedo de que salga de casa, la reconozcan y la pregunten por las fotos —dice cruzándose de brazos.

—¿Pero está bien?

—Creo que sí —suelta un suspiro.— Obviamente ha visto los mensajes que hablan mal de ella. Y sé que intenta no fijarse en ellos, pero es imposible no hacerlo.

—Ya... Llevamos todo el tiempo hablando sobre cómo podemos hacer que Kat no se vea más involucrada en esto. Pero para serte sincero... No tenemos ninguna idea clara.

—Puede que se les pase —dice encogiéndose de hombres.

—Z... —digo mirándola de lado.— Se estaban besando. Si fueran caminando juntos, lo dejarían pasar. Pero esto no. No por lo menos hasta dentro de mucho y si no se les vuelven a ver juntos.

—Tienes razón... —dice ella con una mueca mirando al suelo. Segundos más tarde levanta la mirada.— Voy a ir a buscarla a su habitación.

—De acuerdo —Z sube las escaleras mientras yo espero en la entrada. Segundos más tarde, Katherine baja, seguida de su mejor amiga.

—Hola —me dice con media sonrisa.

—Hola —la contesto yo con una sonrisa abierta. Lleva puesto unos vaqueros cortos y una camiseta amarilla.

—¿Nos vamos?

—Sí —los dos andamos hacia la puerta y salimos, no sin antes despedirnos de Daya. Camino hacia el coche, pero Kat me coge del brazo y tira.

—Espera —ella pone sus manos en mi mandíbula, acerca nuestros labios y une nuestros labios en un cálido y lento beso. Yo pongo mis manos en su cintura.

—¿Y esto? —pregunto con una sonrisa al separarnos por la falta de aire.

—Lo necesitaba —dice con una sonrisa de lado.

—¿Cómo estás? —se encoge de hombres y lleva su mirada hacia otro lado.

—Creo que bien. Pero no llego a ser capaz de ignorar todos esos comentarios negativos.

—Pues no los ignores —ella levanta la vista y frunce el ceño.— Con que sepas que esos comentarios son mentira, es suficiente —se ríe por lo bajo.

—Gracias —pasa sus manos de mi mandíbula hacia mi nuca y me rodea, en un abrazo. Yo la acerco a mí, pasando mis brazos por su cintura, mientras me paro a disfrutar el olor de su champú.

Tras estar unos largos segundos así, nos separamos. Yo la sonrío, ella lo intenta pero no llega a hacerlo del todo. Andamos hacia mi coche y los dos entramos, yo por la puerta del piloto y ella por la del copiloto.

*****

Cuando llegamos a mi calle, decido no aparcar mi coche en el parking de mi edificio por si más tarde tengo que llevar de vuelta a Kat. De camino aquí hemos estado hablando de cosas triviales, sin importancia.

—Cuando pase todo el "boom mediático" me gustaría presentarte a alguien —digo sonriendo, refiriéndome a mi hermana.

—¿Así? —pregunta ella con una sonrisa. Desde que hemos salido de su casa, he conseguido que se relaje un poco y sonría más.— ¿A quién?

—Sí. Y... No te lo voy a decir hasta que la conozcas —cuando bloqueo el coche los dos andamos hacia el portal de entrada de mi edificio, cogidos de la mano.

—¿"La"? ¿Entonces es una chica? —pregunta con una ceja levantada.

—A "la" persona —digo haciendo que sus posibles conjeturas sean rechazadas. Ella se ríe.

Los dos paramos de golpe cuando vemos que hay una chica, de espaldas, delante de la puerta de entrada. Tiene varias maletas a su lado y creo que está mirando el móvil.

—Disculpa —la llamo atención para pedirle que se aparte de la puerta. Al girarse no puedo evitar abrir los ojos como platos.

—¡Harrison! —dice, no sé si con sorpresa o con rabia.

—¿Rooney qué haces aquí? —le pregunto con el ceño fruncido.

—¿Quién es? —pregunta Kat confusa a mi lado. Me giro para verla y se encuentra con el ceño fruncido.

—Tú... —me giro con los ojos como platos al oír la voz de Rooney. Está mirando a Kat con una expresión ruda, que nunca había visto en ella.— Tú eres la de la foto, ¡¿Verdad?!

Rooney se acerca a Kat furiosa y esta retrocede con la misma velocidad.

Joder...

__________

¿Es cosa mía o el tiempo está raro? Creo que van a llover puñetazos...

Ya sabéis... Si tenéis alguna pregunta, teoría u opinión, sois libres de compartirlo.

Os quiero 3000 💙


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