Capítulo 57: Ahora
Y después de esos aburridos días en el hospital, me dieron el alta.
El primer día que salí, Justin me obligó a descansar en casa, literalmente. Yo quería ir a la calle a pasear, pero él no me dejó. Y Daya también estaba de su parte.
Pero hoy, miércoles, tengo otros planes en mente.
No pienso quedarme en casa todo el día, así que por la tarde voy a llamar a un Uber para que me lleve a la escuela de baile.
El médico me dijo que no habría problema en volver a bailar, siempre y cuando tenga cuidado. Así que no pienso saltarme la clase de ballet de las niñas pequeñas. Suficiente tengo con haberme saltado las dos primeras de las mayores.
Es posible que Zendaya me dejara ir, pero estoy segura que mi hermano sería capaz de encerrarme en mi cuarto. Después del susto que se llevó, está aún más protector de lo normal.
Así que debo encontrar una idea para que Justin no esté esta tarde en casa.
Y creo que tengo el plan perfecto...
— ¡Justin! —grito desde mi cuarto. Oigo como unos pasos rápidos vienen.
— ¿Te pasa algo? —pregunta Justin acelerado en el marco de mi habitación.
— "Nada urgente. Anda ven aquí" —le contesto en español mientras doy palmaditas en mi cama para que se siente.
— "Verás..." —Justin se sienta a mí lado.
— "Sé que han sido unos días complicados..."
— "¿En serio?" —dice divertido. Ruedo los ojos.
— "Como iba diciendo... Sé que han sido unos días complicados, estresantes y difíciles. Sobre todo para Daya y para ti."
— "Sí, bueno. Estábamos muy preocupados cuando estabas Inconsciente."
— "Pues, pienso que deberíais intentar relajaros un poco los dos y dejar de pensar en el tema de mi salud durante un tiempo..."
— "¿Estás diciendo...?"
— "Pídele de una vez por todas una cita a Zendaya, por favor" —le corto. Él suspira y rueda los ojos.
— "En qué momento acepté..." —se lleva una mano a la cara y se frota los ojos.
— "Sabes que lo estás deseando..."
— "No pienso afirmar nada sin mi abogado presente."
— "Haces bien porque si no yo ya os hubiera declarado marido y mujer" —Justin se ríe por lo bajo.
— "Está bien, lo haré..."
— "Okey, vamos" —me levanto de mi cama y voy hacia la puerta.
— "¿Ahora?"
— "Sí, Daya está en el salón"
— "Ya sé que está en el salón, pero no pensaba hacerlo ahora, ahora."
— "Si no lo haces ahora, es posible que más tarde te arrepientas. Por ejemplo, cuando decidiste hacerlo justo me desmayé... Así que hazlo, de una vez por todas, e iros esta tarde al cine o algo." —me acerco para cogerlo del brazo y tiro de él para que se levante.
— "Espera, espera..." —se para y me doy la vuelta para verle. — "¿Crees que vas a estar delante?"
— "Mmm... Alguien tiene que grabar" —Just suelta una carcajada irónica.
— "Ni de coña. Si quieres que lo haga bien, tú te quedas aquí" —emito un gruñido.
— "Está bien"
— "Buena, chica" —mi hermano me revuelve el pelo y se va de mi habitación.
Mis ganas de espiar los son inmensas. Pero pienso que deben tener cierta intimidad, aunque me gustaría haberlo grabado para ponerlo el día de su boda y enseñárselo a mis sobrinos.
Cojo mi móvil y me tumbo en mi cama. Reviso mis notificaciones.
Harrison no ha intentado volver a llamarme desde la última vez que le colgué. Aún continuo teniendo la notificación de las siete llamadas perdidas. He pensado en llamarle pero sigo sin saber bien cómo empezar la conversación, o sencillamente de que va a ser la conversación.
Tal vez solo me llamaba para cortar conmigo... Y en verdad esa sería la situación menos complicada de todas.
¿Me rompería aún más de lo que estoy?
Desde luego.
Pero si no es así, ni yo sé si quiero continuar con nuestra relación o dejarla. Tal vez sueno muy dramática. Pero realmente siento que Harrison va a estar mejor con Olivia.
Miro el resto de mensajes. Veo que Kyle y Haley me han dicho, los dos por mensaje privado, que se alegran de que me haya recuperado. Espero verles esta tarde en la escuela...
También tengo nuevos mensajes de Chloe. Ella casi se iba a venir con mis padres y los padres de Daya para venir a visitarme. Pero tenía trabajo y una entrevista muy importante para participar en una actuación dentro de unos meses. Me ha dicho que le han dado el puesto y que también es posible que cuenten con ella para próximos espectáculos.
No me sorprende ver, también, un mensaje de Lucas. El día que vino al hospital solo estuvo media hora porque era un poco tarde. Pero al día siguiente, estuvimos juntos toda la mañana. Me habló de todas las nuevas alumnas de los viernes. Me dijo que tenían bastante potencial y parecían muy entusiasmadas con las lecciones.
Aunque no haya estado en clase, estoy segura que ese entusiasmo se debe más al profesor que a la lección, teniendo en cuenta que hablamos de chicas llenas de hormonas por la adolescencia...
Después de la hora de la comida, Lucas tuvo que irse para dar las clases de los lunes. Y por la noche me comentó como había ido.
Me meto en Instagram y veo las historias de Tom. En ellas aparecen los gemelos, Paddy, Tessa y, creo, que su amigo Tuwaine. También aparece Harrison y... a lo mejor es mi impresión, pero se le ve decaído.
Mierda...
Tal vez si deba llamarle.
Pero no me gusta hablar por teléfono de temas complicados. Tal vez le puedo decir que, cuando vuelva, podemos hablar en persona.
Unos pasos me devuelven al ahora y miro como Daya entra en mi habitación, con una cara seria y cierra la puerta tras de sí. Apoya su espalda en la puerta y me mira con cara de pocos amigos.
— ¿Qué has hecho? -abro los ojos y me llevo una mano al pecho.
— ¿Yo?
— Oh, venga. No juegues conmigo —se aleja de la puerta y se sienta a mí lado en la cama.
— Si eres más específica, es posible que te pueda ayudar —me encanta hacerla de rabiar un poco.
— Justin, ¿Qué amenaza le has hecho para que siga tus órdenes? —me recoloco encima de la cama para verla de frente.
— Uno —levanto un dedo. — No ha sido una amenaza —levanto otro dedo. — Dos. Ha sido por su propia voluntad. Y tres, no es de tu incumbencia —digo levantando el tercer dedo.
— ¡¿Cómo que no es de mi incumbencia?!
— Ya te he contestado todo lo que te tenía que contestar. Ahora te toca a ti —sonrío de oreja a oreja. — Y bien... ¿Qué le has dicho?
— ¡¿Pues qué le voy a decir?!
Me quedo mirándola fijamente mientras levanto las cejas aún más.
— Obviamente, le he dicho que sí -dice levantando las manos exasperada.
— ¡Sí! —digo levantándome y empezando a dar saltitos de emoción.
— Dios mío... Estoy tremendamente nerviosa —dice sentada con cara de circunstancias.
— Tranquila, estoy segura que él también —digo guiñándole un ojo. Las dos comenzamos a reír.
— Necesito que me ayudes a elegir el conjunto.
— ¿Zendaya Coleman me está pidiendo consejo para una cita? —pregunto con cara de asombro.
— Yo te ayudo a ti siempre, así que no me puedes decir ahora que no —contesta con el ceño un poco fruncido.
— Claro que te voy a ayudar, tonta. Y dime, ¿cuándo vais a iros?
— Mmm... Creo que sobre las cinco.
— Perfecto —sonrío. La hora perfecta para irme a la escuela sin ser descubierta...
____________
¡Hola!
Siento haber publicado un poco tarde hoy, pero es que he tenido comida familiar y no me he separado de ellos en todo el día.
Espero que estéis emocionadas por la cita de Daya y Justin. 🤭
Os quiero 3000 💙
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