Narra Harrison

Kat no me ha contestado en toda la mañana. Ahora mismo Tom y yo vamos en dirección al trabajo.

Espero poder ver a Z allí y poder hablar con ella.

- Harrison. En serio, tío. ¿Qué te pasa? Últimamente estas súper raro- dejo de mover mi pierna mientras vamos en el coche.

- No es nada- Tom me mira de lado.

- A mí no me engañas- no puedo evitar soltar una risa al pensar en que, en realidad, lo he hecho demasiadas veces. Soy un pésimo amigo...

- ¿Quieres que empecemos a hablar de quién está más raro?- Tom se tensa.

- No sé de lo que me hablas.

- ¿A no? ¿Me vas a contar lo que paso en la Comic-Con?- digo levantando una ceja.

- Vamos a dejarlo en tablas- dice sonriendo de lado.

Tom y yo nos bajamos del coche y vamos hasta vestuario, para que Tom se ponga la ropa de hoy. Mientras, yo vigilo por todas partes por si Zendaya se encuentra cerca.

Después de vestirse, acompaño a Tom hasta los decorados donde Jacob ya se encuentra listo.

- ¿Alguien ha visto a Daya?- dice Jacob.

- Ya estoy aquí- dice viniendo por detrás. En cuanto llega, me mira seria durante unos segundos y desvía la mirada rápidamente.

- Bien. Podemos ir con los demás- empezamos a caminar.

- Oye, Daya- dice Tom- ¿Kat ha acabado consiguiendo el puesto?

- Mmmm... Sí, sí. De hecho ayer dio su primera clase- dice Daya cambiando su mirada de un lugar a otro.

- ¿En serio?- digo sorprendido por no haberlo sabido antes.

Ella se limita a mirarme a los ojos y su mirada vuelve al suelo. Aprovechando que Tom y Jacob se adelantan un poco decido preguntar a Zendaya.

- Daya. ¿Podemos hablar?- digo susurrando.

- Ya estamos hablando, ¿no? Además hoy tengo que estar todo el rato en escena.

- Por favor, Daya... Cinco minutos nada más- le suplico. Ella se atreve a mirarme de nuevo a los ojos.

- Está bien...- dice suspirando. Nos quedamos parados para aumentar aún más la distancia entre Tom y Jacob.

- ¿Qué está pasando?

- ¿Con qué?- yo la miro de lado.

- ¿Qué ha pasado con Kat? ¿Por qué lleva más de dos días sin contestar a mis mensajes?- Daya se muerde el labio.

- Me han dicho que no me entrometa pero...- miro a Daya con el ceño fruncido- Cuando Kat se enteró de que había conseguido el trabajo quiso esperar a decírtelo en persona. Y...

- ¿Qué pasó, Daya?- digo ya desesperado y preocupado.

- Ayer fue a tu apartamento para decírtelo. Pero no te encontró a solas...- al principio no comprendo lo que me dice. Pero entonces como si hubieran pulsado un botón en mi cerebro comprendo todo.

- Oh no...- digo llevándome las manos a la cara.

- Harrison. Sé que tú no eres mala persona. Dime que no me equivoco...- dice mirándome con expresión seria.

- Daya. No es lo que parece...

- ¡Zendaya!

Levanto la vista y veo como Justin se acerca furioso a espaldas de Daya.

- ¿Qué haces con este?- dice mirándome con una expresión rabiosa.

- Chicos, dejadme que os explique...

- Ya estas tardando, antes de que se me vaya la mano...- dice Justin.

Suspiro y empiezo a contarles cómo es que Olivia acabo en mi casa y luego me besó.

- ¿Es verdad?- dice Daya de brazos cruzados.

- ¡Sí! Debéis creerme. Ya os he dicho que nunca haría algo a propósito para dañar a Kat- Justin suspira.

- Está bien...

- Ahora necesito que me digáis donde esta Kat. Tengo que aclarar esta situación de inmediato. Antes de que Tom y yo nos vayamos mañana a Inglaterra.

- Como es una cabezota, ha ido a su clase de baile de las tardes- Daya mira la hora- Va a terminar en dos minutos. Así que si te das mucha prisa tal vez se encuentre aun allí.

- De acuerdo. Y... gracias- digo con toda sinceridad.

Entonces me voy corriendo para salir de los estudios e ir a buscar a Kat.

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Narra Kat

- Ky- digo para llamarle la atención, este se me acerca.

- ¿Sí?

- ¿Podría quedarme para ensayar algunos pasos que Lucas y yo vamos enseñar para la clase de mañana?

- Mmm, claro. Yo me voy. Así que te toca cerrar a ti.

- De acuerdo- iba a ir al vestuario cuando Ky me llama.

- Oye, Kat- me giro y asiento- ¿Estás bien? Te noto un poco apagada hoy- dice entrecerrando los ojos. Trago saliva.

- Esto... Ayer no dormí muy bien. Así que el sueño me ha hecho factura el resto del día.

- Ah. Está bien. Bueno, nos vemos mañana. Descansa.

- Adiós- digo esbozando la mejor sonrisa que me sale.

Voy al vestuario de profes y me refresco un poco la cara. Al fin y al cabo siempre acabo sudando un montón después de las clases de Ky.

Cuando salgo veo que ya no queda nadie.

En realidad, no voy mirar pasos para la clase de mañana. Necesito desahogarme con la danza.

Cada vez que me siento frustrada o perdida siempre recurro a una coreografía que aprendí en Oakland. Siempre la repito una y otra vez, hasta que ya me encuentro mejor.

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https://youtu.be/Sni9pdQ7uK0

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Pongo la canción en bucle y comienzo a bailar. Las primeras veces que suena me concentro solo en mis movimientos y en respiración.

Pero cada vez que la oigo me fijo más y más en la letra. Poco a poco, pienso más en Harrison.

A pesar de todo, aún tengo la esperanza de estar soñando y que todo sea una pesadilla.

La experiencia que tuve ayer, me recordó demasiado a cómo descubrí que Claudio me estaba engañando. Como si mi mente hubiera recreado la escena en mi cabeza. Pero era real...

¿Cómo soy tan tonta para caer siempre en el mismo truco?

¿Cómo soy tan ingenua?

¿Y por qué a mí?

¿Acaso no soy lo suficientemente divertida, amable, lista, guapa o cariñosa? ¿O tal vez soy aburrida?

Sin darme cuenta estoy llorando cada vez más y más. Mis lágrimas van cayendo por mi cuello.

Mi respiración está acelerada. Muy acelerada. Pero soy incapaz de parar. No quiero parar.

Necesito expulsarlo todo. La ira, la rabia, la tristeza, la impotencia, mis pensamientos...

Y lo único que me puede ayudar ahora es continuar bailando hasta que se me pase. Siempre me funciona, así que ahora también lo hará...

Pero mi cuerpo vibra más y más. Mi respiración está totalmente descontrolada. Las piernas y los brazos me tiemblan. Y la cabeza me da vueltas.

Mi cuerpo no puede más...

Difícilmente me mantengo en pie y mis lágrimas no paran... Intento calmar mi respiración. No puedo. Noto pinchazos en mi corazón. Me tocó el pecho y noto mis veloces latidos.

De pronto, oigo como la puerta de la calle se abre. Después de oír pasos acelerados, veo como Harrison entra en la habitación.

Cuando le veo, todas mis dolencias se intensifican. Sus ojos me miran intensamente con una mezcla de preocupación y confusión. Esos ojos verdiazules que me han hecho sentir lo que nunca antes había sentido...

- Harrison...- digo casi en un susurro. Noto como mis piernas no dan más de sí. Harrison va corriendo hacia mí, pero caigo al suelo antes de que pueda llegar. Mis ojos se cierran y me doy un fuerte golpe en la cabeza.

- ¡Katherine! ¡Katherine!- noto como sus brazos me rodean, huelo su aroma y oigo su voz llamándome desde una extraña lejanía. 

Mi cabeza da vueltas... Y de un momento a otro, dejo de oír, dejo de oler y dejo de sentir...

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Vale. Ya está. Ya lo hice... ¿Qué os ha parecido?

Ahora toca esperar hasta ni yo sé cuándo... 

Puede que tomé más de una semana en venir el próximo capítulo.

Yo mientras os iré leyendo...

Os quiero 3000 ❤