Narra Kat

Harrison y yo subimos a mi habitación porque voy a dejar la guitarra y me voy a cambiar de ropa. Harrison se tira en mi cama, como suele hacer cuando viene aquí, y yo empiezo a buscar unos vaqueros cortos y una camiseta en mi armario.

- ¿Por qué me siento como si en realidad estuviéramos en casa de tus padres y fuéramos unos adolescentes?- dice incorporándose para sentarse. Yo no puedo evitar reír.

- Si te soy sincera, siento que estoy reviviendo cuando traía a un chico a casa y Justin lo asesinaba con la mirada.

- Vaya... Entonces supongo que no es algo personal.

- Tranquilo. Solo eres el único al que va dar una "charla"- digo moviendo los dedos.

- Espera, ¿soy el primero en "hablar" con él?

- Oficialmente sí.

- No sé si eso es bueno o malo...

- No te preocupes. Justin no soportaba a los demás. Contigo se lleva bien.

- Antes de saber que estamos juntos- yo frunzo el ceño- Hace mucho que no hablamos como amigos.

- Bueno. Supongo que podrías hablar con él para resolver eso.

- Tienes razón- me dice sonriendo.

Intento quitarme la camiseta pero mi cremallera esta enganchada. Hago pequeños tirones pero no se mueve.

- Deja que te ayude- Harrison se levanta y se coloca justo a mis espaldas.

Aparto mi pelo a un lado para facilitarle el trabajo. Coloca una mano en mi hombro y, con la otra, coge el enganche de la cremallera. Él tira un par de veces hasta que la cremallera cede y se desliza hacia abajo.

La mano de Harrison continúa el movimiento hasta desabrochar del todo la cremallera. Su otra mano acaricia mi hombro y mi clavícula. Ladeo un poco la cabeza por la sensación vibrante que deja en mi piel. Entonces su mano juega con mi tirante hasta que lo desliza, bajándolo por completo.

Me giro y, rápidamente, mis manos buscan su nuca para poder besarle. Sus manos me sujetan la cintura mientras yo cuelgo mis brazos en su cuello. Nuestros besos son rápidos y fogosos. Andamos hasta que caemos en mi cama y yo quedo arriba.

Sus besos son intensos y veloces. Yo sonrió y le miro a los ojos.

- Parece que alguien está empezando a perder sus facetas del control- digo burlona.

- Son cosas que pasan- sonríe y me coge de la cintura para tirarme y así quedar yo debajo. Entonces Hazza empieza a hacerme cosquillas por todas partes y yo no puedo evitar estallar de la risa.

- ¡Hazza! ¡P-para!- digo riendo como una loca.

- Nunca.

*****

Después de unos cinco minutos de lucha de cosquillas con Harrison, decidimos que ya es hora de que me cambié, preferiblemente en el baño, y que bajemos a ayudar a Z y a Just con la comida.

Los dos bajamos y vamos a la cocina, donde Daya se encuentra mirando el horno y Justin cortando verduras.

- Vaya. ¿Qué os ha demorado para tardar tanto?- dice Daya con una sonrisa burlona. Yo la miro de lado negando con la cabeza. Parece mi madre...

- ¡No, por favor! No quiero saberlo- Y Justin mi padre...

- Estaba recogiendo mi habitación- digo mirando al cielo de brazos cruzados. Harrison mientras esta callado presionando sus labios para evitar reírse.

- Si con habitación te refieres a Harrison. Entonces te creo- dice Daya.

Justin pasa su mirada de Haz a mí. Toma un gran suspiro y deja el cuchillo que tiene en la mano, en la encimera.

- Harrison. Creo que es hora de que tú y yo hablemos... a solas- dice mirándonos a Daya y a mí. Harrison deja de reírse de todas las contestaciones que yo estaba recibiendo y su cara expresa una mezcla de miedo e incertidumbre. Justin mira a Daya y le hace un gesto para que nos vayamos las dos de la cocina.

- Oh, no. Yo no me pienso mover. Tengo que seguir haciendo la comida. Si quieres hablar a solas con Harrison vais a tener que iros fuera.

- Está bien- dice mi hermano suspirando, mientras sale de la cocina. Le hace un gesto a Harrison para que le siga y este obedece.

- A-y-u-d-a- dice sin emitir ningún sonido mientras camina para atrás.

- Lo siento- le digo susurrando y negando con la cabeza. Tras su salida de la cocina miro a Daya.

- No te preocupes. Sabes que van a salir de esa conversación más unidos- yo la miro de lado con cara de circunstancias- O eso creo- dice Z dándose la vuelta.

Solo rezo porque no le mate...