Hoy es miércoles y Harrison y yo hemos quedado para comer. Supongo que contaría como cita. Las cosas con Tom se me complican pues no sé cómo decirle que hay alguien más en mi vida sin perder nuestra amistad. Además sería un cambio muy brusco que estuviera bien con él y de repente al día siguiente le diga que estoy interesada en otro persona. Pero si dejo pasar el tiempo siento que estoy jugando con los sentimientos de Tom y Harrison, Y eso es lo último que quiero.

- Me aburro, ¿te apetece ir a comer al centro comercial?- Daya irrumpe en mis pensamientos, las dos estamos tumbadas en el sofá viendo las noticias.

- Mmm... no puedo...

- ¿Por qué?

- He... quedado con Tom- digo decidida, no sabía cómo contarle todo lo que me estaba pasando a mi mejor amiga... Daya me miro con una mirada recriminadora- ¿Q-que?

- Estas mintiendo.

- ¿Q-que como lo...? N-no es verdad.

- Kat, soy como tu hermana te conozco a la perfección.

- ... es verdad, no he quedado con Tom. Pero es qué... no creo que pueda decirte aun lo que pasa...

- Lo entiendo.

- ¿Así...?

- Si. No estas preparada y estoy segura que cuando lo estés me lo contaras- me abalance a abrazar a Daya. Es la mejor amiga del mundo.

- Gracias...

- Kat no te preocupes. Ya buscare algo que hacer.

- Puedes decirle a Just que te acompañe- le dije a Daya con una mirada picara. Mi amiga se sonrojo rápidamente.

- Eres incorregible, Black. Pero puede que lo haga...

- Siiiiii- me incorpore del sofá y empecé a saltar por todo el salón mientras Daya se reía de mi reacción.

Después de hablar una media hora más con Z subí a prepararme para mi cita con Harrison. Elijo un vestido ya que hace mucho calor y me recojo el pelo en una coleta. Agarro las llaves de casa junto a mi bolso y mi móvil y salgo de la casa. Supuestamente Harrison va recogerme aquí. Minutos más tarde el coche de Harrison se para delante de mí. Di la vuelta al coche y me subí en el asiento del copiloto.

- Hola.

- Hola- me acerque a Harrison y le di un beso en los labios.

- Que buen recibimiento- yo reí.

- ¿A dónde vamos?

- Es una sorpresa- dice Haz sonriendo.

Durante el trayecto escuchamos música y yo miro la ciudad por la ventana. Poco tiempo después nos detenemos cerca del centro de la ciudad.

- ¿No crees que pueden reconocerte en el centro?

- Si, por eso son las gafas y la gorra- dijo Haz mientras se ponía su "camuflaje".

- Es increíble que creáis que solo con llevar eso ya no se os reconoce- digo riendo.

- Si no fuera así aparecerían fotos nuestras en las redes a diario en todas partes.

- Touché.

Harrison me llevo de la mano hasta un restaurante bastante moderno. Lo mejor de todo es que la carta era toda de hamburguesas. El mesero nos llevó hasta una mesa de dos situada en el piso de arriba. Antes de irse nos preguntó por la bebida y los dos pedimos una cerveza (la de Harrison sin alcohol).

- ¿Te gusta el sitio?

- ¿Qué si me gusta? Obviamente. Solo con ver las hamburguesas de las otras mesas mi tripa está rugiendo- los dos reímos y nos pusimos a ver la carta. Todas las hamburguesas tenían muy buena pinta. Cuando vino el camarero ordenamos un plato de patatas fritas con bacon y queso chédar para compartir y dos hamburguesas, la mía era una hamburguesa con bacon, chédar y cebolla mientras que la de Harrison tenía doble de carne, tomate, lechuga y mostaza.

- ¿Cómo vas con la prueba para profesora de baile?

- Ya tengo la coreografía terminada pero sigo sin estar segura si será suficiente para conseguir el puesto.

- Yo creo que lo conseguirás. Por lo que me has contado, has estado trabajando mucho estas últimas semanas.

- Tienes razón...

Continuamos hablando sobre temas banales hasta que nos trajeron nuestra comida. Tenía una pinta buenísima y además era una gran cantidad. Menos mal que los dos amamos la comida.

- Estoy deseando que llegue el lunes para irnos a España- dice Haz dándole un bocado a su enorme hamburguesa.

- Yo también- digo sonriente- ¿Ya están hechas todas las reservas?

- Sí, Tom las reviso ayer para asegurarse.

- Hablando de Tom... sé que no es lo ideal de hablar de esto ahora pero... ¿qué vamos a hacer?- Haz dio un suspiro.

- Tienes razón debemos hablar de ello.

- No sé cómo decirle que lo nuestro debe terminar sin herir sus sentimientos y no arruinar nuestra amistad...- Haz cogió mi mano encima de la mesa. El empezó a jugar con el agarre de nuestras manos, amo esa sensación.

- Es imposible no herir sus sentimientos, Kat. Creo que es algo que obviamente sucederá te tiene mucho aprecio.

- No sé cómo decírselo pero creo que debe ser antes del viaje... Lo más seguro es que le diga de quedar mañana.

- Como tu veas, yo te estaré apoyando- entonces me dedico una tierna sonrisa que hizo a mi corazón derretirse.

Después de terminar la comida estábamos llenos, así que decidimos saltarnos el postre. Hazza se negó rotundamente a que yo pagara, con la excusa de que la última vez que comimos fui yo quien pago. Nos subimos al coche y Hazza se deshizo de su estúpido disfraz.

- ¿Puedo poner la radio?

- Claro- cuando encendí el cacharro empezó a sonar "I took a pill in Ibiza".

https://youtu.be/fuvUXkwYHoE

Inconscientemente empecé a tararear la canción y antes del estribillo cantaba en voz baja. Estaba concentrada en el exterior cuando Harrison se unió a cantar conmigo el estribillo.

- "All I know are sad songs, sad songs
Darling, all I know are sad songs, sad songs"- los dos cantábamos al unísono y moviendo la cabeza. Durante toda la canción estuvimos cantando, bailando y haciendo el tonto en general. Básicamente estábamos haciendo un carpool karaoke. Al final de la canción no pudimos evitar reírnos.

- Cantas muy bien- me dice Haz riendo.

- Oh, venga. No te rías- digo dándole un golpe.

- No, te lo digo en serio. ¿Has ido alguna vez a clases de canto?

- Mmmm... no-digo riendo.

- Pues entonces lo tuyo es talento natural.

- Basta. Eres un exagerado- digo riendo y roja como un tomate- Tú tampoco cantas mal.

- ¡Ja! Eso me lo dices para no dañar mi ego.

- Puede ser...- digo burlona. Harrison me mira con un semblante terriblemente ofendido

*****

He quedado con Tom en su casa, en verdad no sé qué voy a decirle y estoy aterrada. Llamo al telefonillo y él rápidamente me contesta y abre el portón. Cuando subo, la puerta de su apartamento ya está abierta y un sonriente Tom me recibe.

- Hola.

- Hola- digo tímidamente. Estoy temblando como gelatina. Él me da un dulce beso en los labios y los dos pasamos al piso.

- ¿Quieres tomar algo?

- No, no. Gracias- los dos nos sentamos en su sofá. Mientras en mi cabeza intentaba pensar qué coj**** le iba a decir, ¡estoy en blanco!

- Bueno, ¿De que querías hablar? ¿Va todo bien?

- Mmmm... esto- iba a empezar a hablar cuando se oyó como tocaban a la puerta. Siento que el mundo está en mi contra.

- Lo siento... supongo que debería abrir.

- S-sí, claro- Tom se levantó del sofá y llega a la puerta. Yo mire al frente, en sentido contrario, y respire profundo, mientras él abría.

- ¡¿Mama?! ¡¿Papa?!- en ese instante mis ojos se pusieron como platos y gire mi cabeza tan rápido que me hice daño. En la puerta se encontraban Harry, Sam, un niño pequeño y los que supongo que eran los padres de Tom. No podía creer lo que veía.

Definitivamente el mundo está en mi contra.

¿Kat dejara a Tom mientras que sus padres están de visita?