Capítulo 11: Comida española

— Está bien. A ver tu métete en la ducha y yo busco en tu armario un outfit —dijo Zendaya señalando la puerta de mi habitación.

— Okey. Confío en ti —en realidad no mucho pero no tenía otra opción.

Cuando le conté ayer a Zendaya sobre mi cita con Tom se emocionó un montón. Y como hoy no tenía que trabajar se ofreció voluntaria para prepararme. Al salir de la ducha me sentí más relajada ya que estaba hecha un manojo de nervios. En el pasillo me encontré con Justin.

— Así que tienes una cita, ¿Eh? —me dijo en forma de interrogatorio.

— Sip. ¿Algún problema?

— Mientras que el chico no te toque y pida mi bendición, todavía puede vivir.

— Espera, ¿No sabes quién es? —dije divertida.

— No, ¿Le conozco? —dijo sorprendido.

— Ya lo sabrás... Cuando venga a buscarme —dije dándole una palmada en el pecho mientras iba a mi habitación.

— Y bien, ¿Ya tienes el conjunto? —le pregunté a Daya.

— Sip —me enseñó la ropa de la cama.

Era un poco arreglado y muy bonito. Me puse la falda y la camiseta de flores, me senté en mi cama y Daya empezó a maquillarme. Más tarde me plancho el cabello. Ya estaba lista cuando oímos el timbre.

*****

Narra Tom

Me encontraba en la puerta de la casa de Kat. Estaba muy nervioso pues ella me gustaba mucho. Toque el timbre y segundos después Justin abrió la puerta.

— Hola, soy... ¿Tom? —dijo Justin sorprendido.

— Yo creía que te llamabas Justin —dije bromeando, este rió.

— ¿Qué haces aquí, tío? —dijo sonriendo.

— Mmm... —tragué saliva. Me temo que él no sabía nada.

— Anda pasa antes de que venga el chaval que va a salir con mi hermana —esto lo dijo mientras que me metía dentro.

Definitivamente no lo sabía. Al entrar vi como Z y Kat se acercaban. Kat se veía realmente guapa. En cuanto Kat me vio sonrió de esa forma que me vuelve loco.

— Vaya hermanita. Sí que te has puesto guapa para tu cita.

— Sí. Estás muy guapa —ella se sonrojo.

— Gracias —dijo mirándome solo a mí. — Justin.

— ¿Sí? —Kat se acercó hasta ponerse a mi lado.

— No sé si le conoces —dijo rodando los ojos. — Este es Tom Holland —hizo una pausa. — Mi cita —Just tardó unos segundos en reaccionar, hasta que abrió los ojos como platos.

— ¿Holland es tu cita? —yo asentí con miedo. Justin iba a abrir la boca para decir algo pero Daya le abrazó por detrás.

— Muy bien, Justin. Vamos a irnos al salón para dejarles solos, ¿Está bien?

— Pero...

— Era una pregunta retórica. Adiós que os lo paséis bien —dijo Daya mientras se llevaba a Justin en un estado de shock.

— Bueno... Y, ¿Dónde vamos a comer? —dijo Kat.

— Siempre pensando en comer... —ella me sonríe inocente. — Es una sorpresa.

— Está bien —dijo riendo.

*****

Fuimos en mi coche hasta el restaurante que había elegido. Era un restaurante español, no había probado mucha comida de allí así que iba a ser relativamente nuevo para mí.

— ¿Un restaurante español? —dijo sorprendida y emocionada.

— Sí, ¿La has probado alguna vez? —ella se rió.

— Sí, se podría decir que sí.

Entramos y yo di mi nombre para la reserva. El mesero nos llevó hasta una mesa bastante alejada en la que las otras personas no pudieran vernos. Cuando nos sentamos me quite mis gafas de sol de "incógnito" y mi gorra. Nos dio la carta y tomo nota de nuestras bebidas. Kat pidió una "sangría" y yo una Coca-Cola.

— Y bien, ¿En qué habías pensado? —me preguntó Kat mirando la carta.

— Pues si te soy sincero. No he probado mucha comida de España —ella rió.

— Okey. ¿Confías en mí?

— Mmm... ¿sí? —dije con miedo. Ella me sonrió.

— No te vas arrepentir —entonces llamó al camarero con la mano.

— "Hola" —nos saludó en español, era la única palabra que conocía. — ¿Saben ya lo que vais a pedir?

— "Si" —contestó Kat en español, lo cual me sorprendió. — "Vamos a compartir todo. Pon nos una tortilla de patata con cebolla, unas patatas bravas, unas croquetas con jamón serrano y pulpo a la gallega" —el camarero apuntó todo en su libreta. Obviamente yo no entendí nada.

— "Muy bien, ¿Algo más?"

— "No, gracias" —Kat le entregó la carta.

— "A usted" —el camarero se retiró, yo miraba a Kat con los ojos como platos.

— ¿Sabes español?

— Mmmm... "sí".

— ¿Desde cuándo?

— Desde que mi madre nos enseñó a Justin y a mí para poder hablar con mi abuela.

— Espera, ¿Eres española?

— Medio española medio británica —dijo sonriéndome. Yo solté una carcajada.

Continuamos hablando y ella me hablo más sobre su familia española. Entonces llego nuestra comida. Había un plato con patatas, croquetas, una tortilla muy gruesa y lo que creo que era pulpo.

— Madre mía. Todo tiene una pinta buenísima —dije alucinando, ella río.

— Sabe mucho mejor.

Todo estaba buenísimo. Las patatas tenían una salsa un poco picante, la tortilla era de patata y las croquetas tenían jamón. El pulpo nunca lo había probado me recordaba al sabor del pollo pero tenía una especia llamada "pimentón" que le daba un sabor más fuerte. Cuando terminamos Kat pidió una "torrija" y una "leche frita". Los dos postres estaban buenísimos. Toda la comida me supo a gloria. Cuando terminamos pagamos la cuenta a medias, después de las quejas de Kat. Me puse las gafas y salimos a la calle. Estuvimos dando un paseo mientras conversábamos entonces vimos un banco en un parque y decidimos sentarnos. No había nadie en el parque.

— Entonces, ¿Te acostumbras a la vida en Los Ángeles?

— Si te soy sincera. Aun me sigue resultando raro estar en los estudios, ver las grabaciones, observar las cámaras, saludar a Kevin Feige todos los días... Y no te digo ya ir a una cita con Spider-Man —dijo levantando los hombros, yo solté una carcajada.

— Sí... Supongo que puede que sea un poco chocante... —dije mirándola mientras tenía la mirada perdida.

Ella se dio cuenta y me miro también. Yo miré sus labios sonrientes y me acerqué poco a poco. Ella hizo lo mismo y se acercó lentamente...

Nuestros labios se encontraban a escasos centímetros. Pero un ruido nos sorprendió a los dos. Era mi teléfono. Molesto conteste mientras que Kat miraba al suelo sonrojada. Era Kevin.

— ¿Diga? —dije un poco molesto.

— Tom solo llamaba para decirte que vengas una hora antes a las grabaciones, debemos filmar más escenas de las que esperábamos. Si quieres mañana puedes tomarte el día libre para estar con Harrison.

— Está bien. Voy para allá —colgué. — Al parecer debo ir al set a grabar las escenas ya.

— Oh. Vale. Yo creo que mejor me voy a mi casa. Puedo coger el bus si tienes mucha prisa.

— No, no, no... Puedo llevarte.

Kat y yo fuimos a donde deje el coche aparcado. Continuamos hablando como si no hubiera pasado nada. Como si el hecho, de que hace unos momentos nuestras caras estuvieran a escasos centímetros, no importara. ¡Dios! Casi nos besamos. Cuando llegamos a su casa nos bajamos del coche y la acompañe hasta la puerta.

— Bueno... ¿Nos vemos mañana? Quiero presentarte a alguien.

— De acuerdo —ella me sonrió de forma encantadora.

— Supongo que me voy ya. Adiós.

— Espera —me dijo. Se acercó y me dió un beso en la mejilla.

— Adiós —dijo con una amplia sonrisa. Yo me dirigí a mi coche con una sonrisa tonta en los labios y conduje hasta los estudios.

*****

Narra Kat

Llegue a mi habitación y me tire en la cama. No podía creer lo que me había pasado. Entonces Zendaya me sorprendió entrando en mi habitación.

— ¿Y bien?

— Casi nos besamos... —dije en susurro que Daya no escuchó.

— ¿Qué has dicho?

— Estuvimos a esto —mostré un centímetro con mis dedos. — De besarnos —dije con un tono de voz elevado.

— ¡¿Qué?! —dijo Daya emocionada saltando por mi habitación. Yo la miraba riendo. De pronto dejó de saltar y se puso seria. — ¿Por qué no se han besado?

— Kevin le llamo ese momento al móvil para decirle que debía adelantar escenas.

— Ohhh... Vaya. ¿Pero mañana le vas a ver cierto?

— S-sí, me tiene que presentar a alguien.

— Es verdad que Hazza viene mañana —yo me quede extrañada. — Ya verás te va a caer bien.

— Okey.

*****

Narra Tom

Cuando llegue a mi apartamento estaba muerto. Hoy había sido un día bastante intenso. Entonces note como mi móvil vibraba. Era Hazza.

— Hola, tio. ¿Cómo vas, listo para soportarme? —río sarcásticamente.

— Dime cuando no te tengo que soportar.

— Es cierto.

— ¿Ya tienes todo listo para el viaje?

— Sí. Dime, ¿Qué has hecho hoy?

— ¿Recuerdas la chica de la que te hable, la amiga de Daya?

— Obvio, Tom. No paras de hablar de ella.

— Bueno pues hoy la invite a una cita. Y ha ido increíble. Incluso casi nos besamos pero Kevin me llamo en ese preciso instante.

— Woah, ¿En serio? Espero que mañana me la presentes. Me alegro por ti.

— Claro, que te la presentare. Por cierto, ¿Alguna noticia de la chica misteriosa?

— No, se ha esfumado totalmente. Sigo pensando en ella pero me temo que voy a rendirme.

— Lo siento, Haz...

— Bueno... Hay muchos peces en el mar, ¿No? —sé que en verdad no pensaba eso.

— Sí. Bueno estoy muerto. He tenido mucho trabajo. Te dejo.

— Adiós, Holland.

— Adiós, Osterfield.

*****

Narra Harrison

Me encontraba en los estudios. Tom me había dicho que el me esperaría allí con los demás. El viaje había sido bastante pesado pero tenía muchas ganas de ver a mis amigos. A lo lejos vi al grupo entonces me acerque a ellos. Tom no estaba.

— Hola familia —al verme todos fueron a darme un abrazo.

— ¡Harrison! —la primera fue Z. Luego Jacob, Laura y Tony. Entonces al lado de Z vi a un chico. — Harrison te presento a Justin, mi mejor amigo.

— Es un placer —dije estrechándole la mano.

— Igualmente. Harrison, ¿Verdad?

— Sí. Pero puedes llamarme Haz o Hazza también.

— A mi Justin, Just o J.

— Está bien —dije sonriendo. Me caía bien. — ¿Dónde está Holland?

— Viene por ahí con Kat —dijo señalando a Tom.

Cuando vi con quien se encontraba Tom, no me lo podía creer. Mi cerebro no procesaba la información. Me encontraba, ahí, parado con la boca entreabierta. Era Katherine... E iba de la mano con Tom.

Los dos se acercaron. Tom se separó de ella y vino a darme un abrazo.

— Hey, tío. Te he echado de menos —yo correspondí a su abrazo, aunque seguía en shock.

— Yo también te he echado de menos —dije mientras le daba palmadas en la espalda.

Cuando me separe de él pude ver la cara descompuesta de Kat. Se encontraba en las mismas circunstancias que yo.

— Kat. Te presento a Harrison Osterfield, mi mejor amigo.

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