Capítulo 37
POV MEGAN
Había escuchado la historia de nuevo de mi marido, y seguía sin entender, o al menos me estaba costando que entrase en mi cabeza, porque el concepto lo entendía. No era fácil enterarse que mi marido había sido uno de los violadores de mi hermana en cierto sentido, aunque también sé que fue una víctima en todo como lo fue Ale. "¿Crees que si os dejo solos un rato para asegurarme de que Ale está bien, no lo matarás Meg?" preguntó Jennyfer con una ceja elevada y negué, porque ahora no tenía motivo para hacerlo.
Cuando ella se fue, nos quedamos solos, mi marido mirando para mi desde el otro lado de la mesilla del café "Entiendo que es complicado de entenderlo, en serio, incluso me cuesta a mi gran parte de las veces..." empezó, pero negué, porque en alguna parte de mi mente todo encajaba, porque Ale parecía que no lo podía ver delante, en parte por el odio que él le tenía, creo que más bien era dirigido a sí mismo en vez de a mi hermana y lo que sea que le metieron en la cabeza esos degenerados "No tienes que repetirlo, lo entiendo. Lo que no entiendo es como Ale no me dijo nada desde un principio"
"Tu hermana no tenía ni la menor idea, Meg... Jennyfer dijo que había algo que no le encajaba en todo eso y pidió que ella viniese ya que tú no estarías por la labor... fue como descubrió todo eso... Éramos unos críos cuando me obligaron... pasaron años hasta que nos volvimos a ver. Nuestro cerebro tenía eso enterrado" respondió y asentí, porque tenía sentido. Probablemente yo misma tenía miles de cosas de las que no me acordaba y la verdad que prefería no acordarme. "Lo entiendo..."
Es en ese momento que me fijo que los cristales se oscurecen y a mi hermana corriendo hacia la casa con el teléfono en mano, y por una vez en la vida, diría que parece asustada, lo cual no era bueno "¿Qué está pasando?" preguntó mi marido, pobremente frunciendo el ceño, pero yo sabía que esto solo podía significar una cosa... que los rusos estaban al caer... "Ve a por los niños... tráelos aquí y haz que todo el mundo venga..." pedí a David el cual frunce más el ceño si es posible "¿Qué está pasando, Meg?"
"Los rusos ya vienen" musité, y cuando el concepto debió de llegar a su cerebro y este lo procesó, rapidamente se fue escaleras arriba para buscar a todo el mundo, mientras yo fui a abrir la puerta a mi hermana "Ya vienen" musitó Alexandra sacando su arma y cargándola, yo misma haciendo lo mismo.
"¿Qué es lo que está pasando?" preguntó Diego al entrar en el salón y mirando para nosotras "Alerta máxima, Diego... ya vienen" dije y este rapidamente se pone a trabajar, dando órdenes a toda nuestra gente. "Papá, necesito que te pongas en contacto con la gente de la mafia rusa que tienes infiltrada para saber los planes exactos... Dicen que ya están en camino, pero quiero saber exactamente cuándo llegaran, el cómo y cuánta gente es... Esperaré tu llamada, cualquier información de los rusos por este teléfono, haz tu llamada como siempre para saber cómo estamos y esas mierdas, no quiero arriesgarme a que sepan que estamos en alerta en caso de que estén escuchando"
Justo en el momento que colgó, nuestros padres, Hugo, Dani y su familia entraron en la casa, con Diego cerrando la puerta tras ellos. Nuestros hijos no tardan mucho en aparecer también, preguntándose que es lo que está pasando, se podía ver claramente en su cara. "Os quiero a vosotros cuatro con chaleco... Diego, quiero que llames a la gente que está de vacaciones, a toda nuestra gente para que vengan a la finca, llama a tus colegas, todos los que puedas, quiero a todo el mundo en casa..."
"Mamá, ¿qué es lo que está pasando?" preguntó Alison, acercándose a su novio. Alexandra se quedó mirando para ella unos segundos, probablemente armando un plan para que Alison estuviese lo más protegida y menos estresada posible, lo cual no iba a ser nada fácil con todo lo que se nos venía encima "Los rusos vienen a por nosotros... no tengo claro todos los detalles todavía, pero os quiero a todos en esta casa sin moveros de aquí... Dani, dime todo lo que sabes" pidió mi hermana, no dando tiempo a nuestros hijos de protestar "A mi primo lo llamó un colega que está infiltrado y lo avisó de que venían a Italia, que vienen a por vosotras. El chico no sabe mucho, solo que vienen altamente armados que viene practicamente toda la gente de la mafia, dejan a poca gente en Rusia, no sabe más, pero dijo que investigaría"
Pude ver como mi hermana intercambió una mirada con mi marido, lo que me haría fruncir el ceño de ser en otro momento, ahora teníamos que centrarnos en esto y no en lo que parece una confianza entre ellos dos. Ale asintió, más que probable con la mente trabajándole a mil por hora para encontrar una solución a nuestro problema justo cuando le suena el teléfono por satélite que utilizábamos para cosas así "Dime que tienes algo" pidió mi hermana y se quedó escuchando atentamente hasta que le agradeció y colgó. El suspiro que soltó luego me dio una leve idea de que no pintaba bien la cosa "¿Qué es lo que te dijo tu padre, Ale?" preguntó nuestra madre con curiosidad y con sus dedos entrelazados con los de nuestro padre.
"Tal vez esos días sean un pelín más, vienen por mar... Hay tormenta en alta mar, y a pesar que no es océano, sigue sin dejarles avanzar lo que querían. Una vez lleguen aquí, se dividirán en dos grupos, el más grande se quedará en el puerto sabiendo que nosotros estaremos allí esperándolos, la otra parte no sabe bien cual es el objetivo, solo lo saben las personas en ese grupo y el que sea que mande en este momento en la mafia" empezó mi hermana, y algo me decía que en su mente ya había un plan formado.
"¿Qué tienes planeado hacer?" pregunté, sentándome al lado de mi marido, el cual parecía sorprendido de que lo hiciese "Chicos, vosotros os quedareis en casa junto con Amalia, Carmen y Jennyfer. Estaréis armados, con chalecos y Hugo, Megan, Francesco y Fabio se quedarán con vosotros" en cuanto escucho mi nombre, me levanto sin poder evitarlo, porque eso quería decir que ella sería la que iría al puerto, y eso no me gustaba nada.
"Ni de coña me quedaré en casa. Yo estaré donde vayas tu" respondí un poco bruscamente y mis sobrinas e hijos se levantaron, Alison asintiendo conmigo a pesar de que ella menos que nadie se metería en esta mierda "Chicos, iros a vuestras habitaciones" pidió Alexandra a lo que los cuatro negaron, pero en el momento que se lo repitió, no tardaron en irse, eso si, no muy contentos de que los estén apartando de todo esto. Esta vez, Amalia se quedó junto su hijo, probablemente queriendo saber en que estábamos metidos.
"Hugo, Francesco y tu os quedareis en casa, Meg. No voy a cambiar de idea" dijo una vez escuchamos como la puerta de la habitación de uno de los chicos se cerró "Tu deberías de ser la que se quede en casa, tienes la rodilla mal que te impedirá hacer muchas cosas. No pienso dejar que corras el riesgo de perder la vida porque así tú lo decides"
"No me va a pasar nada. Además, estoy casi segura que vendrán a casa. No quiero dejar a los chicos solos en casa, por muy bien que se lo sepan arreglar" comentó y fruncí el ceño "¿Por qué lo dices?" pregunté "¿Recuerdas hace años cuando secuestraron a Hugo? ¿Las conversaciones que detectó Luke?" preguntó y asentí, porque de aquella habían decidido que nos encontrásemos en el puerto, hablaban de que vendrían a casa, cosa a lo que no le dimos tiempo "Crees que están haciendo lo mismo de hace años" dije una vez caí en a lo que se refería.
"Toda la pinta me tiene, y no quiero arriesgarme a dejar a los chicos solos, por eso necesito que os quedéis en casa" insistió y a pesar de que tenía sentido lo que decía, no entendía por qué teníamos que ser nosotros "¿Por qué nosotros? ¿Por qué no te quedas tú en casa también?"
"Esperarán que las dos estemos en el puerto... Es demasiado probable que piensen que se quedarán solo los chicos en casa..." empezó a contarme mirándome a los ojos, intentando que la entendiese, y veía su punto "¿Por qué no eres tu la que se queda en casa?" pregunté, cruzándome de brazos "Porque sabes que yo me muevo mejor en espacios abiertos... llevo mejor y soy más rápida matando a gente. En el puerto habrá más personas de lo que habrá en casa y además, os quedareis en tu casa... Es la más lejana de todas a la entrada y más fácil de proteger"
Me quedé pensando por un momento, porque todo tenía sentido, lo que seguía sin chistarme demasiado es que quisiese a Hugo en casa sin ir con ella "¿Qué pasará con mi hijo?" preguntó Amalia en tono preocupado y mirando para Alexandra "No te preocupes por él, Amalia, se quedará en casa con el resto"
"¿Por qué?" preguntó el chico con curiosidad "No te quiero separar de mi hija, sé que te distraería" comentó como si no fuese por otra cosa, cuando yo misma me temía que nos estaba dejando en casa porque era más seguro que yendo al puerto "¿A quién llevarás contigo, Ale?" pregunté, para saber hasta donde llegaba su plan y a quién tenían para que se preocupase por ella en caso de que decidiese hacer una locura. "Necesito un francotirador en la que confiase mi vida, esperaba que esa fueses tú mamá"
"Sabes que lo haré encantada" dijo nuestra madre con una pequeña sonrisa en el rostro "Por supuesto, Diego vendrá conmigo, sabes que no dejará que me pase nada" comentó, intuyendo que por ahí irían mis preocupaciones "Siempre lo haré, y los mercenarios de la última vez vendrán a echarnos un cable. Esto será como la última vez"
"David, ¿te verías yendo a Rusia para acabar con la gente que queda de la mafia allá?" preguntó Alexandra, pasando a centrar su mirada en mi marido el cual asiente "Tengo gente que me puede ayudar a terminar con todos ellos. Estaría bien también poder llevar gente de aquí por sea caso alguien nos la estuvo jugando o haya más gente de la que pensamos"
"¿Crees que con doscientas personas te llegarán?" preguntó Ale a lo que David elevó una ceja "Cien son suficientes" rebatió a lo que Ale negó "Mejor que tengas de más que de menos, créeme" respondió y mi marido asintió "Entonces, perfecto. Empezaré a llamar a la gente de allá para que me ayuden" dijo, cogiendo el teléfono por satélite y saliendo del salón donde seguíamos todos "Yo voy contigo Ale" dijo Jennyfer, haciendo que ambas nos giráramos en su dirección.
"Jenny, no te gustan estas cosas, puedes tener por seguro que no te meteré en medio de todo esto" respondió Ale, a lo que asentí, porque sabía que ella tenía razón "Sabes que aprecio lo que quieres hacer, hermana, pero me parezco lo suficiente a Megan como para que me confundan. ¿Imagínate la sorpresa que se llevaría el posible grupo que viniese a casa al ver a Megan aquí en vez de donde le dijeron que estaba?"
En eso al menos tenía razón, sería toda una sorpresa que ellos se llevarían al verme en casa y no les daría tiempo a avisar a nadie. Además, Jennyfer era casi tan buena como nosotras dos lo somos, pero sabía que defendería a Ale como nuestra madre o Diego, eso me tranquilizaba un poco más. "Está bien, pero no estarás lejos de mí, o al menos cuando no esté explotando granadas de los otros" comentó y me reí, recordando la última vez que hizo eso.
"¿Te cuidarás ahí fuera?" pregunté y una sonrisa apareció en el rostro de mi hermana "Tengo una familia con la que volver, te aseguro que me cuidaré ahí fuera. Te lo prometo" respondió Ale a lo que asentí, porque eso me convencía más que a nada, sobre todo la promesa, porque ella no hacía promesas que no fuese a cumplir "Vale, empecemos a preparar la casa para que les sea más complicado entrar" dije, levantándome y dirigiéndome a la puerta del jardín para ir a mi casa y preparar todo "¡Chicos! Bajad que tenemos que preparar la casa" grité para que mis sobrinas, hijos y Cass y Carmen viniesen con nosotros "Yo voy dentro de un rato" dijo mi cuñado sin apartar la mirada de Alexandra a lo que asentí, porque era muy probable que quisiese asegurarse del plan de Ale, y él sabría casi mejor que nadie si nos mintiera en su seguridad. "Perfecto, te contaré luego hasta donde sea que hayamos avanzado" respondí y este asintió, siguiendo a mi hermana, la cual era demasiado probable que se fuese al despacho para sacar las armas pesadas que guardábamos allí.
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