Epílogo
...
Para romper las reglas se encuentran los Harrison, un contraste singular con McKay que las siguen al pie de la letra.
Hay un rumor que advierte de la maldición de los Danthony y el miedo que invade Italia cuando pronuncian el apellido Romano.
Donovan es un apellido importante para las fuerzas armadas militares y los Rossi tienen que ser recordados por sus varones masculinos.
Y para Rohan solo queda un portador del apellido y su vida pende de un hilo.
Entonces, cuando los descendientes de esas familias se conocen, ¿juegan limpio o sucio?
...
Releo la descripción al inicio del documento antes de cerrar las fotocopias de la historia para dejarlas sobre mi escritorio y comenzar a redactar en mi computadora mirando rápidamente la hora que marca el reloj. Tengo que apresurarme para presentarle el resumen a la jefa con el visto bueno para que la historia pase al siguiente proceso dentro de la editorial y próximamente sea lanzado al público. Un público que va a enloquecer con esta historia fascinante, atrapante, con escenarios dentro de grupos criminales, mafias, asesinatos y dramas políticos. Una obra que tiene muchísimo potencial para el público actual que gusten de leer grandes historias. Mi obsesión por la historia roza niveles estelares cuando se trata de expresar que percibí de ella o los mismos personajes, tanto que no puedo decidir cual de los siete protagonistas es mi favorito.
Por un lado se encuentra Jin con sus modales de la alta clase, pero con un carácter dominante, aunque también se encuentra Jon que solo me genera ganas de protegerlo de todo mal y que pase todos los días de su vida en el jardín, pero luego aparece August demostrando que puede destruir mi vida y le estaré eternamente agradecida por ello, no obstante también le entregaría mi vida a Donovan y sabré que él va a cuidar sin problema mi corazón, todo eso tiembla cuando recuerdo todo lo que ha pasado Crowe y cuanto ha crecido el personaje para llenar mi pecho de orgullo, aunque Vante con su acento italiano y carácter dominante me hace dudar de mi estabilidad emocional, pero Morte llena mi corazón de ternura con solo pensar en él. En fin, no puedo elegir un personaje favorito.
Anoto el punto final en el documento cuando me concentro de nuevo en el movimiento de mis dedos sobre el teclado para enviar la señal a la impresora dentro de mi oficina y escucharla comenzar a imprimir, la puerta es golpeada dos veces y una cabellera roja se asoma.
—Pasaba a decirte que ya me voy. —anuncia la pelirroja pasando a la habitación y dejando la puerta abierta.
—¿Te irás con Blue? —indago tomando las hojas impresas de la máquina y miro a Matilda a la espera de su respuesta.
—No, su sexy novio vino a buscarla. —se queja y siento su mirada de molestia caer sobre mi cuerpo—. ¿Por qué no ne consigues un novio así de guapo Vero?
—No creo que los chicos estén interesados en conseguir novia. —reconozco mirando el fondo de mi laptop, una sonrisa se forma en mis labios. Mis chicos favoritos de la famosa banda mundial siguen siendo mi material preferido para usar de fondo de pantalla—. Logan esta ocupado, Justin también y Jake tiene un crush con Andrew. —enumero recordando sus estados civiles actuales.
Matilda forma un puchero con sus labios mirando como guardo dentro de una carpeta la historia títulada como Perversión de Mele C seguida de los papeles tibios recién utilizados por la impresora.
—¿Es la nueva historia? —asiento mirando la gran sonrisa en su rostro— Ya quiero hacer su portada, Kate sabe siempre que historias publicar.
Matilda a diferencia mía dentro del enorme edificio de la editorial de Kate trabaja en el área de diseño en un piso más abajo del mío, Blue también trabaja aquí, pero ella es la asistente de la secretaria personal de la presidenta Kate y yo me encuentro trabajando en el área de edición, un piso abajo de Blue. Ambas logramos ingresar a Ediciones Oro cuando abrieron espacios para pasantes en distintas área a inicios del año pasado y puedo decir con total orgullo que llevo un total de un año con cuatro meses trabajando para una de mis escritoras favoritas acompañada de mi mejor amiga dentro de este proceso.
—¿Sabes si Kate ya se fue? —le pregunto a Matilda sosteniendo la carpeta contra mi pecho.
—No la he visto salir de su oficina. —responde mirando su móvil y se inclina besando mi mejilla—. Tengo que irme, ¿te paso a buscar mañana? —cuestiona mirándome unos segundos con sus bonitos ojos verdes.
—Sí.
La pelirroja y yo hemos caminado todas las mañana a trabajar debido a que hace cuatro semanas que me estoy quedando en el departamento de Mateo, ya que la chica vive en el edificio de al lado.
Matilda asiente y sus ojos miran con una mueca divertida una de las pocas fotografías que decoran la repisa junto a mi escritorio.
—Estoy comenzando a creer que tu novio es falso, ¿cómo un chico tan bello existe y no lo he visto pisar este edificio en todo tu tiempo trabajando aquí? Sin olvidar que somos prácticamente vecinos. —pregunta con diversión y yo suelto un gruñido girando los ojos.
—Mateo ha estado fuera del país todo este tiempo. —aseguro con un sabor amargo en mi boca—. Que no lo vieras antes salir del edificio, no es mi problema. —añado guiñandole un ojo notando como infla sus mejillas molesta.
—¿Segura que es verdad? —asiento rápidamente— ¿No estás creando una coartada porque te da vergüenza decirme que Blue es tu novia? Sabes que no juzgo, soy bisexual querida.
—Te digo la verdad —digo entre risas siguiéndola fuera de mi oficina— y Blue es novia de Jay, no lo olvides.
—Su sexy bailarín —musita con pesar y un puchero en sus labios rosas—, ¿dónde era que trabajaba tu novio falso?
—Es escritor y trabaja con esta editorial Matilda. —le digo con tono obvio—. Además de que lleva las finanzas de la línea de restaurantes Rumex, actualmente llevando la presidencia en Alemania y por eso esta fuera del país.
La pelirroja asiente presionando el botón del ascensor y ambas entramos presionando el botón del piso de arriba. Matilda fue un gran apoyo dentro de esta instalación cuando comenzamos nuestros días laborales oficialmente, ya que en el tiempo de pasantes tuvimos supervisión como el constante monitoreo de Kate, pero una vez nos contrató la chica estuvo ocupada los siguientes días con múltiples reuniones y Matilda nos extendió su mano. Las puertas se abren y yo salgo despidiéndome de la chica.
Camino rápidamente pasando de la gran sala de espera encontrándome con los dos escritorios vacíos en frente de la puerta de la oficina de Kate, una pequeña sonrisa se forma en mis labios cuando veo el nombre de Blue sobre uno de ellos y golpeo la puerta de madera oscura escuchando el pase de la pelinegra al otro lado de la puerta. Abro la puerta mirando a su prometido sentado en las sillas frente a su escritorio de vidrio y me apresuro a dejar la carpeta sobre él.
—Veronica, pensé que ya te habías ido a casa. —dice ella sorprendida—. Sabes que no me gusta que se esfuercen de más. —me recuerda con tono preocupado.
—Es la última obra del día. —aseguro rápidamente tratando de borrar esa mirada preocupada en sus ojos azules—. El trabajo de la escritora es excepcional, tenía que presentarte la historia cuanto antes porque tiene mucho potencial, estoy segura que con la promoción correcta va a elevar las ventas de la editorial.
—Muchas gracias Vero.
—¿Solo es esa? —indaga curioso Keydan a mi lado.
—No, será una saga de por lo menos cuatro o cinco libros.
—¿Cómo se llamará? —vuelve a preguntar el chico.
—Golden House.
Asiente en mi dirección luciendo bastante complacido con mi información brindada para mirar a su bonita.
—Tiene potencial. —frunzo mi ceño sin comprender el contexto de sus palabras.
—Te dije que ama lo que hace. —le responde Kate con una gran sonrisa de satisfacción y luego me mira a mí sin borrar esa sonrisa—. Muchas gracias por tu trabajo Vero, ¿ya te vas a casa?
—Sí, pasaré a mi oficina por mi bolso y me voy. —le contesto rápidamente—. Nos vemos mañana, lleguen seguros a casa y pasen bonita noche. —me despido de ambos.
—Descansa Valeria.
Suelto una carcajada cuando escucho las palabras de Keydan seguidas del regaño de su pareja para salir finalmente de la oficina caminando hacia el ascensor y marcar el piso inferior para ir por mis cosas. Avanzo por la recepción de este piso hacia el pasillo de puertas de vidrio, puedo notar algunas luces encendidas como también otras apagadas, ingreso a la que me pertenece cerrando la puerta cuando paso tomando el móvil sobre mi escritorio y dejándolo sobre él con algo de molestia cuando noto que Mateo no ha contestado mis mensajes, pero sí los ha leído.
Qué descaro.
Comienzo a guardar el cargador, audífonos, libreta y otras cosas dentro de mi pequeño bolso cuando escucho el característico sonido de Skype anunciando una llamada entrante, me dejo caer sobre la silla con ruedas aceptando la llamada de Logan y agito mi mano a ambos cuando la pantalla me muestra sus rostros sonrientes. Logan y Roel me devuelven el saludo con la misma emoción.
—¿Estás con Mateo? —pregunta el pelinegro de inmediato y niego con una mueca de disgusto— ¿no?
—Leyó mis mensajes, pero no ha contestado a ninguno. ¿Seguro que venía hoy?
—Él mismo me avisó esta mañana que llegó al aeropuerto y pasaría a buscarte. —asegura Logan confundido.
—Pues no ha venido. —gruño acomodando mi cabello con algo de molestia—. No quiero sonar como una novia controladora, pero me molesta que no responda a mis mensajes y aún más sabiendo que esta con esa.
—¿Lorena? —indaga confundido Roel.
—La innombrable. —le corrige Logan dándole un golpe en el brazo—. Seguro esta ocupado, ya te dará señales de vida.
—Espero que sí. —musito y lo miro con una amplia sonrisa al recordar la noticia que leí esta mañana—. ¿Cómo van los negocios? Siento que estoy hablando con una celebridad ahora que tienes dos estrellas en tu cadena.
—¿¡Viste!? —grita entusiasmado agitando su computadora y yo asiento con la misma energía cuando comienzo a aplaudir— Era cuestión de tiempo para obtener la segunda, soy imparable por mi indudable talento e infinita belleza.
Niego riendo en el proceso. Logan y sus comentarios egocéntricos me dan años de vida.
—¿Cómo haces para soportar tanto ego en una sola persona? —le pregunto a Roel notando como mira al chico a su lado.
—Sigo teniendo pesadillas.
—Sigue haciendo esos comentarios y dormirás en el sofá.
La conversación continua con un par de datos sobre las carreras de los otros chicos en Corea del Sur y la próxima expansión de Logan en algún país de Latinoamerica, le expreso mi orgullo en todo lo que esta logrando en compañía de su Roel y damos por finalizada la llamada veinte minutos después. Recojo la laptop tomando el cargador para guardarlo dentro de mi bolso, lo cuelgo en mi hombro saliendo de la oficina hacia el elevador y presionando el botón del primer piso.
Mis pensamientos se desvían recordando la primera vez que conocí a Lorena apodada por los chicos y por mí como la innombrable cuando comencé a sentir los característicos celos con ella. La chica tiene una personalidad increíble, buen sentido de la moda e inteligente en su trabajo, me dio una buena impresión la primera vez, pero cuando la vi comerse con la mirada a Mateo o mirarme con triunfo cuando estaba sola con él, simplemente mis pensamientos respecto a la chica cambiaron. Él lo sabe, sabe que Lorena me da celos a pesar de que Mateo marca la prudente distancia entre compañeros de trabajo, pero simplemente no puedo evitarlo cuando sé que viajaron hasta Alemania solos para administrar el restaurante de Logan.
Suspiro cansada y salgo del elevador despidiéndome del guardia de seguridad que custodia la entrada principal, salgo sintiendo el aire fresco de la noche golpear mi rostro y miro el reloj en mi muñeca notando que marca cerca de las ocho de la noche. Y quiero comenzar a caminar hacia el departamento de Mateo que no queda muy lejos de Ediciones Oro —mismo que he cuidado por razones perrunas durante su ausencia—, pero lo veo ahí, de pie vistiendo un traje negro a medida que lo hace ver hermoso y con esa sonrisa tan encantadora que posee, pero me dan ganas de golpear para borrarla de su rostro por mi enojo, así que lo ignoro retomando mi camino.
—¡Veronica! —grita cuando paso de él.
No es tan tarde, así que varias personas nos miran cuando llama mi nombre.
—¡Espera! —su mano pronto toma mi codo para voltearme confundido— ¿te pasó algo en el trabajo?
—No, y ¿a ti en el teléfono? Porque no respondes mis mensajes querido. —replico fastidiada, que sea víctima de mi molestia femenina y celos.
—Mi... —guarda silencio palmeando los bolsillos de su pantalón y saco abriendo los ojos— Mierda. —susurra y me mira luciendo arrepentido—. Lo debí de dejar en el escritorio de Lorena.
Eso es suficiente para mí y pensar lo peor. Giro sobre mis talones dejándolo atrás escuchando el fuerte golpe de mis tacones contra el cemento de la acera. Mateo pronto llega nuevamente a mi lado y toma mi mano con cuidado.
—No pienses mal. —se apresura a decir mirándome con cuidado.
Sus ojos oscuros realmente lucen muy sinceros, pero la ira en mi interior se niega a dar su brazo a torcer.
—Bien entonces, ¿por qué le avisaste a Logan y no a mí, eh? ¿Por qué no viniste a buscarme desde que llegaste? Son las ocho de la noche, ¿dónde estuviste todo este tiempo? —un pequeño nudo se forma en mi garganta causando que mis ojos piquen, pero no voy a lucir débil y tragando grueso logro que desaparezca.
—Le pedí a Lorena que le avisará a ambos, pero veo que a ti fue a la única que no le dijo nada. —comienza a explicar con molestia en su voz. Date cuenta Mateo—. No pude venir a buscarte porque tuve que reunirme con unos socios de Logan para hablar del terreno que va a comprar en Australia para expandirse y me quedé todo la tarde redactando el informe final para la junta directiva de mañana. —suspiro cansada y miro sus bonitos ojos cuando alza mi rostro con sus dedos—. Te lo prometo cariño, las demás chicas no me importan, solo pienso y muero por ti.
—Lorena no tiene buenas intenciones, te lo he dicho, no sabes como me mira cuando esta contigo o cuando no la miras, no me agrada que pases tanto tiempo solo con ella. —le digo sinceramente.
Siempre se lo he dicho, pero la respuesta también va a ser la misma siempre. Como dije, la chica es muy eficaz en su labor.
—Sabes que no puedo despedirla.
Asiento entregándole mi laptop y bolso para retomar la poca caminata que nos separa de su departamento, enredo mi brazo con el suyo tirando de él.
—No vuelvas a permitir que toque tu teléfono personal, ¿esa quién se cree que es para andar tocando las cosas de mi novio? ¿No conoce el respeto? —me quejo escuchando la leve risa que suelta, pero la corta cuando le lanzo una mirada asesina.
—No volverá a pasar Mini. —asegura besando mi cabello—. Dime, ¿cómo van las cosas en el trabajo?
Y el enojo desaparece de mi cuerpo tan rápido como apareció para poner al día a mi chico con todo lo que pasó mientras él estuvo fuera de Londres estas cuatro semanas, recalcando que Matilda sigue sin creer que es real y que asegura que mi novia realmente es Blue. Entre risas, charlas y comentarios divertidos subimos por el ascensor al tercer piso, ingresando al departamento 35C siendo recibidos por los ladridos de felicidad de Tete y su cola agitandose de emoción cuando ve a Mateo llegar. Los dejo llenarse de cariño mutuo notando que ya alguien de la oficina vino a dejar las maletas de Moni al departamento y me dirijo a su habitación para cambiarme por un pijama cómodo.
—¿Ya no estás enojada? —puedo escuchar su voz desde la sala de estar.
—No tanto. —respondo saliendo una vez estoy cambiada y lo veo acercarse para sostenerme desde la cintura para atraerme a su cuerpo.
—¿No tanto como para darme un beso o no tanto como para no dármelo? —indaga acercando su rostro al mío con un pequeño puchero.
—Lo voy a pensar. —una mueca pensativa se forma en mis labios notando como me mira a la expectativa—. No lo mereces.
Lo veo girar los ojos alejándose, pero lo retengo de la corbata presionando mi boca contra la suya. Ambos nos besamos con lentitud e incluso pereza, pero estás sensaciones son reemplazadas cuando deslizo mis manos por su pecho acelerando el ritmo en nuestros labios, como si esta fuera la última vez donde pudiéramos volver a sentir la suavidad de nuestras bocas. Mis manos rodean el cuello de Mateo evitando que se aleje cuando siento su lengua delinear mi labio inferior antes de introducirla dentro de mi boca acariciándome, roces que me roban el aliento, pero me niego a abandonar su boca, no después de todo el tiempo que estuvimos separados. Sus manos me retienen de la cintura, con un pequeño impulso de su parte termino enrollando las piernas alrededor de su cadera y mi espalda colisiona contra la pared cercana, abro mi boca en medio del beso soltando un jadeo ahogado, Mateo aprovecha la oportunidad para tomar entre sus dientes mi labio inferior mirándome con una sonrisa ladeada que acelera aún más mi corazón. Sus dientes lo liberan lentamente, desliza su lengua sobre este y yo los humedezco tratando de recuperar el aliento sintiendo el impacto de su respiración acelerada contra mi rostro.
—Quédate esta noche. —pide sin bajarme y dejando pequeñas caricias con su pulgar en mis piernas cubiertas por el pijama.
—No puedo, sabes que a papá no le gusta. —le recuerdo notando como vuelve a girar sus ojos—. Tiene miedo de que le robes el tesoro a su pequeña hija.
—Ese lo robé hace cinco meses atrás y lo hago siempre que puedo —susurra acercando sus labios a los míos—, podría hacerlo ahora mismo. —replica deslizando su lengua húmeda sobre mis labios.
Lo aparto y me bajo de su regazo sin salir del pequeño espacio entre su cuerpo y la pared. Tomo su corbata obligandolo a inclinarse cerca de mi rostro, notando que se ha sacado el saco y ahora lleva únicamente la camisa de manga larga blanca con tres botones sueltos dejando al descubierto su pecho.
—Ve a ducharte para cenar y luego irme. —le ordeno y sin soltarlo tomo su mano haciendo que se pose sobre mi cintura disfrutando del tacto de su palma abierta—. Porque de esta área hacia abajo no vas a obtener nada.
—¿Y arriba? —susurra contra mi oído de pronto y volviendo a cargarme entre sus brazos me transporta a su habitación—. Me parece que eres muy receptiva en esa zona, ¿lograré hacer que gimas como aquella noche belleza?
Pienso responder, pero no lo logro cuando me deja caer con cuidado entre las sábanas de su cama y se sitúa sobre mi cuerpo con una sonrisa ladeada. Muerdo mi labio inferior recordando esa noche, específicamente un día antes de que se fuera a Alemania.
—En serio quiero cenar. —le digo con un puchero al sentir mi estómago gruñir.
—¿Y luego llamas a tu casa para quedarte? —propone inclinándose para esconder su rostro en mi cuello.
—Se un buen chico y me quedaré a dormir.
Sus labios se presionan sobre mi cuello dejando repetidos besos en la zona y yo lo rodeo con mis brazos gustosa de la delicada manera que usa al besarme.
—Te extrañé. —susurra contra la piel de mi cuello y yo acaricio su largo cabello negro con rulos.
—También te extrañe bebé —aseguro sintiendo como sus labios tiran con una sonrisa—, pero a ducharte. —le ordeno tomando su rostro y elevarlo a la altura del mío.
—Te amo. —musita inclinándose para acariciar nuestras narices.
—Dímelo en alemán. —pido cerrando los ojos disfrutando del roce.
—Ich liebe dich. —susurra con su voz grave haciendo que sonría a gusto.
—También te amo.
Ambos nos quedamos un par de minutos en la misma posición disfrutando del calor que emanan nuestros cuerpos, de las caricias que añorabamos sentir de nuevo y la suavidad de nuestros labios al encontrarse para expresar de una forma más íntima nuestros sentimientos del corazón. Mateo se levanta sacándose la corbata y saliendo de la habitación rumbo al baño seguido por Tete que lo esperaba en el pasillo, yo también me levanto caminando hacia la cocina.
Preparo la cantidad suficiente para ambos de spaguettis con tómate y queso, cuando termino de preparar la comida inhalo profundo llenando mis pulmones del delicioso aroma de la cena escuchando los pasos del pelinegro hacia la sala de estar. Me giro para mirarlo con la cabeza apoyada al respaldar del sofá con una expresión soñolienta en el rostro y Tete en su regazo demostrando cuanto ha extrañado a su amo.
—Llamaré a mamá, ¿te sirves primero? —indago notando como asiente en medio de su bostezo.
Camino de regreso a su habitación tomando el móvil y marcando el número de mi madre, llamada que responde al segundo timbre.
—¿Necesitas que tu padre vaya a buscarte? ¿Pasó algo? ¿Mateo no llegó? —pregunta tan pronto responde la llamada.
Camino por el pasillo mirando el sofá donde Mateo esta profundamente dormido haciendo que sonrisa. Su expresión pacífica calma mi corazón, sus labios formando una línea recta, la camisa ancha de color café y el cabello cayendo hacia un costado. ¿No puede ser más lindo?
—¡Veronica! —llama mi atención mamá haciendo que aparte el móvil de mi oreja debido al grito.
—No mamá, todo esta bien y Mateo llegó a su departamento sano. —le explico caminando hacia el sofá para acariciar las suaves hebras de su cabello—. Te llamaba para avisarte que no llegaré esta noche, él se acaba de quedar dormido en el sofá.
—Por supuesto hija, no podría permitir que Mateo venga a dejarte con sueño, podrían sufrir un accidente de camino. —responde con preocupación—. Descansa amor y saluda a Mateo de mi parte.
—Igualmente para los dos y le diré. Buenas noches.
Cuando escucho su respuesta cuelgo y me agacho frente al rostro de Mateo acariciando su mejilla con cariño, sus ojos lentamente se abren mostrando una mirada realmente agotada.
—Mamá dijo que estaba bien Moni, ve a la cama, en un rato iré. —le pido tirando de su mano para que se levante y lo hace con lentitud.
—Perdón por no cenar. —se disculpa soñoliento y arrastrando las palabras.
—Ve a dormir bebé.
Él arrastra sus pies dejando al cachorro dormido en el sofá y se pierde por el pasillo rumbo a su habitación, yo voy a la cocina para servirme un poco de la comida y sentarme en la silla frente a la mesa para comenzar a comer en silencio. Llevo una cucharada de la comida mirando un punto fijo de la pared blanca pensando en cuanto he crecido durante todo este tiempo acompañada de Mateo.
Mi chico, ese adolescente al que una vez le rompí el corazón, pero luego pude recuperar para no dejarlo ir nunca más de mi vida. Con Mateo actualmente en mis días he llegado a preguntarme, ¿cómo he logrado sobrevivir a los días difíciles sin él a mi lado? Es increíble el giro que ha dado mi vida, al igual que la suya para que me sea imposible imaginar el pasado donde no lo tuve a mi lado y un futuro donde no despierte junto a él. Y le estoy eternamente agradecida porque de Mateo he aprendido grandes cosas, he mejorado muchos aspectos de mi personalidad y lo más importante he aprendido a perdonar y no odiar.
Porque a la Veronica del pasado no le importaba odiar a las personas que le hacían daño, pero a la Veronica de este presente no pierde su tiempo en pensar maliciosamente en esas personas y vive su vida libre de esas preocupaciones o pensamientos negativos. Vive libre y feliz, vive plena.
Cuando las personas que comparten lazos especiales contigo te ayudan a mejorar, crecer y te motivan a seguir tus sueños se nota a kilómetros que te aprecian por como eres y quieren verte triunfar. Esas personas valen oro, son estrellas a las cuales puedo mirar siempre en busca de apoyo sin importar el momento o circunstancia se que puedo confiar en ellas. Mis preciosas estrellas.
—Mini —parpadeo saliendo de mis pensamientos cuando lo veo de pie en el pasillo con una almohada en brazos—, ¿vienes?
Miro el plato completamente vacío y asiento confundida. ¿En qué momento terminé de cenar? Dejando el plato sucio en el fregadero me acerco a su lado para caminar tomados de la mano a la habitación oscurecida. Me acuesto sobre las cálidas sábanas siendo rodeada por los brazos de Mateo cuando se acuesta a mi lado, apoyando la mejilla en mi cuello y por su respirar tranquilo se que esta cayendo en el mundo de los sueños.
—Gracias —susurra contra mi piel depositando un pequeño beso—, gracias por todo.
—Gracias a ti también Moni. —aseguro sosteniendo sus manos que se entrelazan en mi estómago sintiendo mis párpados también pesados.
Gracias Mateo Jefferson por los hermosos momentos que he vivido a tu lado y todos aquellos que nos faltan por vivir.
Fin.
Feliz sábado con S de "se larga a llorar porque esta sensible"
¿Les gustó el final?
No es por nada, pero yo AMÉ, les prometo que tengo ganas de llorar en este momento *abraza su almohada*
Una pequeña escenita de celos no mata a nadie, Mateo el amor de mi vida, Veronica la Diosa a la que le rezo todos los días y un anuncio no tan oficial de mi próxima historia. Así es como se deben de cerrar una gran historia♡
Nos vemos en los siguientes apartados 7u7
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