Capítulo Treinta y Uno

"En cuestión de tipos, no tengo tipo."

En cuestión de tipos, tú eres el mío.

-¡Es un chico! ¿Puedes creerlo? -chillo indignada de como pude creer semejante tontería.

-Lo veo y no lo creo. -musita embobada Blue, sus ojos observando al mencionado alejarse a su auto-. Es tan atractivo que me hace pensar... ¿es real?

Asiento totalmente de acuerdo con sus palabras. Logan termina de hablar con Mateo mientras se gira para elevar su mano en mi dirección, respondo con un movimiento tímido y puedo escuchar el suspiro de una gran cantidad de personas a nuestro alrededor. Un carraspeo nos hace girar el rostro de Logan, el capitán del equipo tiene sus brazos cruzados a la altura de su pecho mirando cuidadosamente el auto donde se sube el chico que tiene a media población femenina reunida frente al instituto y suspirando.

Logan no se ve intimidado por tantos ojos sobre él, al contrario puedo asegurar que le agrada el efecto que ha causado en este lugar.

-¿Quién es él? -cuestiona sin apartar sus ojos del auto, siguiendo su recorrido hasta que se pierde de nuestra vista.

-Logan, un amigo de Mateo. -responde Blue con sus mejillas un poco coloradas-. ¿Me lo presentaras, cierto? -se gira en mi dirección ignorando que su novio estaba por hablar.

-Claro, te agradará.

-¿Quién? -salto en mi lugar cuando escucho la grave voz de Mateo en mi espalda.

-Veronica me comentó sobre Logan, parece un buen chico y es muy atractivo. -responde Blue con una amplia sonrisa.

-¿Así?

Quiero encogerme hasta desaparecer cuando mi mejor amiga continua exponiendo las palabras que le he escrito ayer por la noche, cercanas a un agradecimiento a Dios por crear un ser tan hermoso como Logan. Ella en primera instancia pensó que es imposible la existencia de alguien con esa apariencia, pero hoy, gracias a que Logan insistió en venir a dejarnos al instituto, pudo comprobar que mi exageración no es más que la realidad.

Mateo la escucha con atención, sin emitir un ruido más que sus ojos sobre las expresiones de mi amiga y en ocasiones me da miradas indescifrables. Cole escucha en silencio girando sus ojos cuando su novia describe la belleza de Logan y yo me mantengo varios pasos lejos mientras ingresamos al instituto rumbo a la primera clase del lunes.

...

-Buenas tardes profesor, ¿me permite un momento a los estudiantes Veronica Adams y Mateo Jefferson?

-Claro, pueden ir chicos. -tomo mi móvil y salgo a paso lento de la clase seguida de Mateo.

Mi corazón pudo sufrir un fuerte ataque si algún otro profesor me hubiese buscado en el horario de la tarde mientras recibo una importante clase de estudios sociales, pero como solo se trata de Ofelia, la agradable profesora, solo me hizo sentirme aliviada de verla el primer día de la semana y no únicamente un viernes en la tarde.

-Profesora Ofelia, ¿cómo se encuentra? -la saludo animada una vez nos alejamos varios pasos de la clase para no interrumpir al profesor.

-Muy bien Veronica. -sus manos extiende dos papeles. Recibo mi hoja notando que se trata de un formulario-. Es el formulario de asistencia a la siguiente competencia, será un evento grande en esta ocasión, debido a que el equipo de lacrosse también asistirá a un partido el mismo día. Traiganlo firmado el viernes, no lo olviden por favor. -explica rápidamente y en ese instante noto que carga con una carpeta que debe de contener más de esos formularios.

-Muchas gracias. -responde Mateo.

-No les interrumpo más la clase, nos vemos el viernes. -la señora se despide con su mano mientras sus pasos apresurados la dirigen al siguiente piso.

-Ella es... -comienza Mateo, pero sus labios forman una línea sin encontrar una palabra para definir a Ofelia.

-¿Singular?

Medita mis palabras y asiente después de un rato. Ambos giramos para ingresar al salón y escuchar la animada presentación del profesor sobre alguna guerra.

...

¡Último receso! A pocas horas de ser completamente libre, pocos minutos para refrescar la cabeza del exceso de materia recibido para los siguientes exámenes -que estaban a una semana de iniciar- y el momento perfecto para beber café, aunque siempre es el momento ideal para tomar café. Me apresuro a caminar a la cafetería dejando a los chicos lejos, mi prioridad es conseguir esa droga que es legal en Londres.

Me posiciono en la cola, moviendo mis manos ansiosa mientras espero por mi turno. Observo a Blue ingresar tomada de la mano de Cole y ¿Mateo? Repaso mis ojos en todo el lugar buscando sus rulos oscuros o alguna señal de su camisa blanca con un chaleco color café sobre ella. Mi corazón falla al no saber donde se encuentra, ¿Simon habrá detenido para hablar con él?

-Señorita, ¿va a ordenar algo? -me giro de golpe a la señora en la cocina.

Asiento.

-Un café con leche, por favor. -respondo extendiendole el dinero y aceptando la taza de café, sin dejar se buscar con mis ojos a Mateo.

Me encargaría de limpiar cada pasillo de este instituto con el cuerpo de Simon si lo encuentro molestando a Mateo.

Me acerco a la mesa donde se encuentran los sobres de azúcar y las cucharas, me apresuro a endulzar mi café algo torpe, extiendo mi mano para tomar una cuchara y mis dedos chocan contra otra mano, distinto un anillo, alzo mis ojos y quiero golpearlo por desaparecer de ese modo.

-¿A quién buscamos con tanto apuro? -indaga divertido, toma la cuchara y comienza a mezclar su café.

-Idiota. -gruño por lo bajo.

-Cuidado con lo que dices. -sentencia sin dejar de mezclar.

-¿Por qué?

-No me atraen las chicas que dicen groserías. -sentencia alzando sus ojos para captar la mueca que se posa en mis labios-. ¿Vamos?

Asiento siguiéndolo fuera de la cafetería a las zonas verdes sin olvidar tomar un par de paquetes de azúcar. Él toma asiento en una banca libre y yo me dejo caer a su lado, dejo mi taza sobre la banca agregando la azúcar para mezclar con... no traje cuchara. Me giro para mirar a Mateo que bebé tranquilo de su café y miro la cuchara en su mano libre.

-¿Me la das? -pregunto mirándolo esperanzada.

-¿Te doy? -pregunta extrañado.

-Sí, la cuchara para mezclar mi café... -el tono de mi voz disminuye conforme capto su pregunta- ¡no! ¡no! Y-yo a e-so n-no me ref-refiero. -artículo con mis mejillas sonrojadas.

Su mano me extiende la cuchara divertido.

-Si eso es lo que deseas, no tengo problema en hacerlo. -me atraganto con mi propia salida al escucharlo hablar-. En darte la cuchara Veronica, tienes una mente realmente sucia.

-¿Hacerlo? ¿Y qué te hace creer que me gustaría hacerlo contigo? -si el sonrojo en mis mejillas no puede ser más rojo, en esta ocasión si lo es-. En que me alcances una cuchara, claro.

No tengo la menor idea de donde ha salido este lado atrevido, pero estoy agradecida con el de arriba porque aparezca en este instante.

-Es cuestión de tiempo. -responde mirando detenidamente mi rostro.

-Lo que digas Mateo. -me alzo de hombros restandole importancia-. Después de todo solo hablamos de una cuchara prestada.

-Sí, una cuchara prestada. -asiente fingidamente.

¡Que alguien me salve! De esta no salgo vida, ¿en qué estoy pensando? ¡En vida, obviamente! Estoy tan impresionada como cuando vi por primera vez la presentación en vivo de Silver Spoon, digo no me desagrada, pero ¡no estaba preparada! De conocerlos por primera vez con Spring Day las cosas hubiesen resultado distintas. Me desvíe de tema.

-¿Te agradó Logan? -cuestiona de pronto captando mi atención.

Bebo de mi café asintiendo.

-Es un buen chico y cocina, eso es genial. -comento maravillada por sus habilidades-. Mi madre realmente lo amará cuando conozca esa faceta de él.

-¿Eso crees?

-Sí, ella se casó con papá porque le pareció atractivo que un chico supiera cocinar tan bien. -respondo divertida, recordando la emoción de mamá cuando me relató esa historia-. Ella realmente se enamoró primero de sus habilidades culinarias, luego todo fue cuestión de tiempo para que papá cayera ante los encantos de mamá.

-Tu madre es una mujer decidida. -asiento a su comentario y bebo de mi café suspirando con pesadez al ver que esta a nada de acabarse. Tomo ese último sorbo de café disfrutando lentamente de él-. Entonces, ¿Logan te parece atractivo por qué cocina?

Adiós a esa pequeña cantidad de café que quedaba dentro de mi taza.

Limpio mi boca que tiene pequeñas gotas del café con leche mirando el otro poco descansar sobre el suelo. Me giro sorprendida por la pregunta de Mateo.

-¿Qué? No, no. -respondo en un hilo de voz y limpio mis manos-. No soy como mi madre en ese aspecto.

-¿Qué buscas en un chico? -su pregunta me toma desprevenida, pero el suave brillo en sus ojos me obliga a meditar una rápida respuesta.

Simplemente te busco a ti.

-No sabría decirte -respondo llevando una mano a mi nuca, rascando de ella nerviosa.

-¿No? -luce algo deprimido cuando asiento.

-Y tú, ¿qué buscas en una chica? -cuestiono tratando de aligerar el calor en mis mejillas.

Sus ojos brillan al encontrarse con los míos y relame sus labios meditando la respuesta.

-Si te soy sincero... -sus palabras mueren cuando la campana anuncia el ingreso a clases-. Será en otra ocasión.

-Sí, en otra. -respondo resignada.











Holaaaaa, feliz viernes.

Gracias por leer y nos vemos la siguiente semana.

Te i luv u♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top