Capítulo Dieciocho
Las segundas oportunidades solo son dadas a quiénes realmente lo merecen.
—¡Debes de contarme todo lo sucedido en el viaje! —grita Blue saltando sobre mi espalda, puedo escuchar la risa de Cole.
—Sí, sí, solo déjame respirar. —murmullo sacando su fuerte agarre de mi cuello.
Cierro el casillero al terminar de sacar los libros que necesito y me giro para encontrarme con la mirada azul de mi mejor amiga y la castaña del chico a su lado. Abrazo a Blue sintiendo como si una numerosa cantidad de años pasaron donde ninguna se vio y luego choco mi puño contra el de Cole.
—¿Cómo estuvo el partido? —le pregunto observando como le quita la mochila a mi amiga para colgarla en su hombro.
—Genial, hemos ganado. —responde depositando un suave beso en la cabeza de Blue.
—Debes de verlo jugar, es el mejor en su equipo. —añade Blue orgullosa de su futuro novio.
—Blue, es el capitán. —respondo girando los ojos frente al dramatismo de ella.
Cole a su lado suelta una fuerte carcajada burlándose de como mi amiga se vuelve algo tontita a su lado. Me dedico a escucharlos una vez acaban de tontear sobre su tarde de películas —interrumpida por mi llamada— y como Cole estuvo increíblemente nervioso al conocer al padre de Blue, quién al final termino admitiendo que él era agradable.
Ese es un gran paso en la familia Blue, la aceptación del señor Blue es muy importante.
—Debiste verlo escabullirse dentro de la habitación para charlar un rato más. —se carcajea Blue reviviendo la escena en su cabeza—. ¡Oh! Y su mirada de pánico cuando escucho a mi padre despierto entrar al baño, te juro que él iba a morir en mi habitación.
—En mi defensa, el señor Blue da miedo. —se queja Cole cruzando sus brazos.
—No, él es el todo menos eso. —respondo sosteniendo mi estómago de las fuertes carcajadas al escuchar la historia.
—No lo saben porque no han estado sobre mis zapatos, los padres son intimidantes cuando se trata de cuidar a sus hijas. —comenta Cole sin descruzar sus brazos, tratando de mantener en alto su orgullo frente a las burlas de ambas.
—Las madres son iguales al proteger a sus pequeños niños. —respondo mirando divertida a Blue.
—Tengo miedo de conocer a su madre. —responde la mencionada—. ¿Cuándo conoceré a tus padres?
—¿Lo olvidaste? ¡Es el domingo! Ellos han organizado una cena para ti. —el rostro de Blue palidece al escuchar la respuesta de Cole.
—¿el domingo? ¿cómo así? ¿no puede ser otro día? ¡no estoy preparada mentalmente! —comienza a decir nerviosa.
Me hago a un lado para que Cole se acerque a abrazar a mi mejor amiga y me tomo el atrevimiento de tomar una bella foto de ambos. Se veían adorables y probablemente Blue la usaría de fondo de pantalla hasta la muerte. Suspiro enamorada por la vista de ambos charlando y siento una extraña presencia en mi espalda, salgo de la cámara quedando en el menú principal para girarme y encontrarme con la mirada curiosa de Mateo.
—Te iba a acusar con tu mejor amiga por la fotografía sin permiso, pero supongo que debo de denunciarte por tener una foto mía sin mi consentimiento.
Llevo el móvil contra mi pecho al comprender que he sido atrapada al usarlo como fondo de pantalla. ¿Cómo no se me ocurrio cambiarlo antes? Supongo que no lo hice por flojera, pero ahora me arrepentia muchísimo de no hacerlo.
Era la hora de fingir demencia.
—¿Tuya? ¿el fondo de pantalla? —niego repetidas veces girando para enfrentarlo.
Él se mantiene relajado con su espalda recostada contra los casilleros, con sus brazos cruzados y su cabello ruloso cayendo sobre su frente.
—No te tendría nunca de fondo de pantalla, no estás viendo bien. —respondo bajo su mirada oscura, tratando de mantener la calma.
Ambos nos mirados con desafío, recordandome a su acusación en mi habitación sobre mis nervios al tenerlo cerca.
La cual es absoluta y completamente...
—¡Hola Mateo! —la competencia acaba una vez Blue aparece asomando su cabeza por mi hombro.
—Hola a los dos. —saluda Mateo sacudiendo un poco su mano en el proceso.
El timbre indicando el inicio de las clases provoca que el grupo se encamine a la clase correspondiente. Puedo sentir la mirada divertida de Mateo sobre mi nuca. Estaba consciente de que el chico sabia con claridad que una foto suya era mi fondo de pantalla, pero me negada a admitirlo y por seguridad, al ingresar al salón me apresure a cambiar la foto por una del grupo completo de BTS.
Tan bellos como siempre.
La clase transcurre con normalidad, era biología, tampoco podía esperar morir de un ataque en el cerebro porque era una materia fácil. Blue mantiene centrada se mirada en la pizarra, pero me tiende un pequeño trozo de papel, lo tomo y abro en cuanto termino de copiar.
"Cole nos ha invitado a una fiesta este sábado en su casa, es en honor a que ganaron el partido. ¿Vamos?"
La miro no muy convencida. Ir a fiestas nunca fue una de mis pasiones, pero una fiesta después de tanto tiempo no me dañaria, podría ser interesante y era mi último año, podría cambiar un poco la rutina del sábado. Asiento cuando nuestras miradas se cruzan y ella articula un gracias mudo para seguir escribiendo.
(...)
Blue chilla a mi lado cuando ingresamos a la cafetería de mis padres y el pequeño Sebas salta a correr en nuestra dirección con pasos torpes. Mi amiga lo toma en brazos apretujando su cuerpo y besando sonoramente su mejilla provocando que el pequeño bebito suelte fuertes carcajadas en el armonioso ambiente de la cafetería.
Beso su mejilla acercandome a la barra donde mis padres charlan con la pareja recientemente comprometida, por sus expresiones puedo deducir que su tema de conversación trata del matrimonio que van a organizar.
—¡Hola! —me dejo caer al lado de Tina, ella se inclina y besa mi mejilla sonriendo ampliamente.
Mi hermano sacude su mano y mis padres me dan una diminuta sonrisa para dejar caer su mirada una vez más sobre unas fotografías de postres que trae consigo Tyler. Miro curiosa los postres que presenta, luego cuando cambia su hoja a la decoración en diversos salones o espacios al aire libre.
—¿Ya pensaste en cuál lugar te gusta más? —le pregunto señalando con mi dedo la revista que mis padres miran junto a Tyler.
—Me gusta la idea de celebrarlo en esta cafetería, es hermosa y cálida, pero tu hermano insiste en que merezco algo mejor. —suelta una risilla que la acompaño girando los ojos al pensar en lo testarudo que es mi hermano.
—Es una gran idea, esta cafetería es maravillosa. —acota Blue desde el suelo, jugando con Sebas.
—Hablaré luego con él sobre el tema, ese dinero puede ser invertido en otras cosas. —asiento al escuchar las palabras de Tina.
La tarde se pasa rápidamente entre los posibles eventos que desean realizar para la boda y la despedida de solteros, en ocasiones me tomo el tiempo para atender varios clientes nuevos o los que se encuentran dentro del local. Blue se despide desde lejos mientras cuido del pequeño Sebas que quedó agotado jugando con mi mejor amiga en la sección de descanso.
Su pequeño cuerpo moreno se encoje contra su peluche de un panda, los rulos en su cabello castaño oscuro y las largas pestañas decorando sus párpados cerrados, la expresión relajada y su respiración lenta. El niño era la copia masculina de Tina, ¿sucedería lo mismo si tuviesen otro bebé? ¿sería idéntico a Tina o a Tyler? Sin duda alguna el niño era una copia de su madre, pero el carácter testarudo era el de su padre.
Mi móvil vibra anunciando una notificación y mi cuerpo se llena de alegría al ver que se trata de una actualización de Winter.
...
Hoy de nuevo pude detallar las estrellas brillar en tus ojos acompañados de una gran sonrisa, me recordaron a los viejos tiempos.
Tan solo que yo no era la causante de esa euforia...
...
Comento mi amor eterno al arte que Winter brinda en cada una de sus actualizaciones y me siento realmente orgullosa del talento que posee esa persona. Tina aparece cuando decido bloquear mi celular al terminar de salir de V-app y cubre a su pequeño niño con una manta.
—Lo extrañaré demasiado... —musita acariciando las mejillas del bebé, formando una sonrisa en sus labios.
—Eres una exagerada Tina, solo lo cuidaremos un fin de semana para que tengan tiempo de pareja. —me burlo al ver su expresión triste.
—Me hará falta. —insiste formando un puchero con sus labios.
—Lo cuidaremos dos días, nada malo sucederá. —sus ojos se elevan para conectarse con los míos—. Piensa que se tratan de unas pequeñas vacaciones de ser madre, tal vez y deseen hacer otro nuevo, quién sabe.
—¡Veronica! Pero ¿qué cosas dices? —chilla por lo bajo cubriendo sus mejillas avergonzada mientras yo estallo en fuertes carcajadas.
¡Disculpen que no hubo actualización la semana pasada! Lo intente, pero mi cuerpo no pudo con tanto =(
Espero acabar con estos trabajos pronto o me volveré locaaaaaa o_O
¡Nos vemos la próxima semana! O eso espero... Gracias por leer♡
Pd: El fondo shido de la Vero en multimedia.
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