Capítulo Cuatro
Con palabras expresamos mentiras, pero con el cuerpo verdades.
El domingo se anuncio a primera hora de la mañana con los chillidos de mi pequeño sobrino y los regaños de Tyler al cuidar de cerca a su bebito. Blue aparecio temprano, anunciando su llegada con fuertes gritos al ver al pequeño niño, que por lo que habia escuchado, estaba aprendiendo a caminar. Todo eso sucedió mientras trataba de dormir un par de horas más.
Blue apareció en escena, abriendo y cerrando la puerta lentamente, dejando sus cosas por ahí y acostandose a mi lado con total tranquilidad. Una de sus piernas se sube por mi costado, toma una de las almohadas abrazandolas con fuerza y su rostro queda enterrado contra mi espalda.
-Bien, ya me quitaste el sueño. -me quejo escuchando su risilla desde atrás.
-Buenos días bella durmiente. -se burla, acostandose boca arriba en la cama.
-¿A qué se debe tu visita en esta casa? -le pregunto un poco adormilada.
-Hoy es día del almuerzo familiar y como tal, debe de estar el alma de la fiesta en primera fila. -responde orgullosa, me siento en el borde la cama frotando con mi mano mis ojos.
Le doy una mirada a su atuendo. Era un vestido largo, holgado como siempre preferia para poder moverse con mayor libertad, su color era de un azul marino con puntos blancos, la manga llegaba hasta sus codos, un par de botas de cuero, su rubio cabello iba recogido en una alta coleta de caballo y un par de aretes que resaltaban por su tamaño.
-Que guapa. -le guiño un ojo saliendo de la cama.
Comienzo a estirar mi cuerpo sitiendo total libertad de mis movimientos al llevar un camisón enorme y unos pantalones de dormir gigantes. Me doy un vistazo en el espejo de mi habitación observando que al usar este tipo de ropa me veo mucho mas pequeña.
-¿Dónde sera el almuerzo en esta ocasión? -me alzo de hombros, ni siquiera le habia preguntado a mis padres-. ¿Llevaras brownies? -puedo notar la emoción en su voz.
-¿Me ayudarás? -se levanta de un salto de la cama.
-¡Obvio! Tus brownies son los mejores. -aplaude animada.
-Bueno, no creo que esten tan bien, pero son deliciosos.
Blue sin esperar demasiado me obliga a salir de mi habitación, pasamos por el amplio pasillo en donde esta ubicado el baño de invitados, la habitación de mis padres y la antigua de Tyler -la cual ahora llamábamos habitación de invitados-, al salir nos encontramos con la sala de estar, donde Tina y Tyler miran detenidamente a Sebastián tratar de ponerse en pie.
-¡Ya casi puede caminar! -chillo emocionada al verlo levantarse con dificultad.
Los tres dan un brinco en su lugar al escuchar mi fuerte grito, el pequeño bebito cae sobre su trasero antes de romper en llanto.
-Ahora lo traumaste de por vida. -se queja Tyler, acercándose a tomar a su bendición.
-No seas idiota, déjalo en el suelo unos minutos y ya volverá a lo mismo. -ruedo los ojos acercandome a Tina.
Su piel morena luce hermosa, sus rulos estan mejor que nunca, ni hablar del brillo en su mirada al ver a mi hermano alejarse con su bebé. Me encantaba verlos tan perdidamente enamorados uno del otro, mi sueño era encontrar esa conexión especial.
-Realmente lo amas. -le susurro antes de besar su mejilla.
-Ha traído otra felicidad a mi vida. -responde besando mi mejilla de regreso.
Suelto una risilla antes de acercarme a Sebastián y depositar su beso en sus regordetas mejillas morenas, escuchandolo suspirar tranquilamente en los brazos de su padre y a mi hermano le doy una fuerte nalgada por fastidioso. Puedo escuchar su queja cuando me alejo hacia la cocina.
-Buenos días padres. -beso la mejilla de ambos llendo directamente a servirme un poco de café.
Ambos se encuentran sentados en la isla mirando las cuentas de la cafetería, Blue toma asiento al lado de ambos mirando curiosa como realizan la contabilidad con mucho cuidado. Bebo de mi café con leche, buscando en el proceso la mezcla de brownie que siempre compran mis papás debido a mi severa obsesión con ellos.
-Haré brownies. -informo en el silencio de la cocina, todo lo contrario a los gritos en la sola de estar.
Logro encontrar la caja y con una señal hago que Blue se acerque
-¿Dónde será el almuerzo? -cuestiono señalando con un dedo los ingredientes a mi mejor amiga.
-En casa de los Jefferson. -responde mamá señalando a mi papá algo entre los papeles.
-¿Algo que deba de saber antes de ir? -vuelvo a preguntar, en ocasiones podían ir mas familiares o solo era ir a comer y regresar a casa.
-Después del almuerzo iremos al museo a la nueva exposición de la pintura de Irina, tu hermano debe de ir al supermercado a hacer las compras con Tina, por ello debes de cuidar por un rato a Sebastián, pero no puedes irte de la casa de los Jefferson debido a que regresaremos justo a tiempo para ir a la ceremonia de apertura. -me informa mamá sin siquiera mirarme.
¿Qué cosa? ¿ellos pensaban que me quedaría por un tiempo bajo el mismo techo que Mateo? ¿me querían ver la cara de estúpida? Blue termina de buscar todo lo que necesitamos para los brownies y me da una mirada.
-¿No puedo simplemente regresar a casa con Sebastián y luego a la casa de los Jefferson cuando vengan de camino? -trato de sonar natural, pero mi tono se notaba irritado.
-No Veronica. -por primera vez la mañana, mi madre quita la mirada de los papeles para enviarme una mirada de advertencia-. Irina nos dio la oportunidad de vender algunos de nuestros postres después de la ceremonia, irá gente importante y le vendría bien a nuestra cafetería un poco de publicidad. Estaremos demasiado ocupados como para estar avisandote, es mucho mas fácil que te vayas preparada al almuerzo, esperes y estes en el lugar cuando sea necesario.
-Pero... -su móvil sonando mi interrumpe.
-No es una opción Veronica, es una orden. -ella se levanta con su móvil en mano, alejándose al pequeño patio trasero.
Blue me da una mirada divertida al ver el puchero en mis labios. En ocasiones volvía a aparecer esa acción involuntariamente, recordandome que siempre lo hacia cuando discutía con Mateo. Mi padre nos ignora centrado al sacar las cuentas y Blue me ayuda a preparar la mezcla.
(...)
Tal y como mi madre habia sentenciado, después del almuerzo quede abandonada en casa de los Jefferson en compañía del bebé de un año dormido en el cómodo sofá y Blue jugando con el tierno pomerian de Mateo. Ella trataba de encontrar el modo de que se quedase quieta la bola de pelos negra, con algunos mechones cafés y por su gran cantidad de cabello le daba la impresión de ser un león con la pequeña melena, Mateo por otra parte se encontraba leyendo un poco alejado de nosotros, con su rostro neutro y sin nada importante que aportar al extraño silencio.
Blue suspiró con fuerza dejando libre al perro, el cual se lanzo a correr hasta donde se encontraba su padre, tratando de encontrar el modo de subir a su regazo, Mateo lo toma con increíble delicadeza y lo deja acostarse sobre sus piernas.
-¡Qué lindo! -chilla Blue sin miedo a despertar al niño, Mateo por su parte ni se inmuta.
Le doy una rápida mirada al bebé, pero el duerme tranquilamente a pesar del chillido de mi amiga.
-No grites o despertaras al niño. -le sentencio, señalandola con un dedo.
Ella bufa desde el suelo, cruzando sus brazos y piernas en el proceso.
-Estoy aburrida, ¿cuánto falta para irnos?
Me alzo de brazos y ambas miramos a Mateo como la única persona que podría conocer la respuesta.
-No pierdan su tiempo mirándome, ni siquiera recordaba que hoy era el almuerzo familiar. -responde sin quitar su mirada oscura del libro.
No sabia si reclamarle por su falta de respeto al ni siquiera darnos una mirada o quedarme callada para que sus inquietantes ojos negros no me mirasen. Blue sin filtro y sin nada productivo que hacer suelta una horrible pregunta.
-¿Por qué no tratan de recuperar su amistad? -cuestiona desde el suelo, con una mirada de niña chiquita cuando se topa con mi mirada escandalizada.
Mateo cierra su libro con fuerza, dejándolo en la estantería y hasta ese momento nos dio una mirada lenta a ambas.
-No estoy interesando en tener personas molestas a mi alrededor. -sentencia con su grave voz.
Me ofendí al instante con su comentario.
-Tampoco te sientas especial, no tengo planeado recuperar tu amistad. -respondo con molestia.
Ambos nos miramos intensamente, con la molestia reflejandose en nuestros ojos.
-Pienso que deben de comenzar a expresar todo aquello que les molestó en el pasado. -opina Blue interrumpiendo nuestra batalla de miradas.
-Bien, me parece una excelente idea. -cruzo mi pierna y mis brazos, mirando a Mateo en el proceso-. Puedes comenzar.
El chico gira sus ojos y nos mira irritado con toda la situación, se notaba que esta discusión lo tenía sin cuidado, pero le molestaba hasta cierto punto.
-No tengo nada que decir.
-Listo Blue, no hay nada que hablar. -doy por finalizada la conversación mirando a mi amiga.
-¿Sabes algo? Acaba de recordar un pequeño detalle... -musita Mateo lentamente, puedo ver como una ligera mueca se posa en sus labios y su rostro se torna pensativo-. Me parece que viene siendo tiempo que conozcas la parte de mi historia, ¿no crees Veronica?
La circulación se corto de mi sistema sanguíneo, había deseado conocer la parte de su historia para sentirme mas miserable de lo que era, pero en este preciso momento, mirando la expresión peligrosa e indescifrable de su rostro, prefería no conocer esa respuesta. El miedo se instaló en mí. Mateo sin esperar mi respuesta comienzó a hablar.
-¿Recuerdas las múltiples ocasiones donde te repetía que eras lo único en mi vida? -asiento con los nervios a flor de piel- ¿dónde eras lo único que tenía? Debes de recordarlo, porque también esos recuerdos vienen acompañados de las burlas que sufría en el jardín de niños, ¿cierto?
Los recuerdos vienen como golpes a mi mente. Era cierto, él sufría burlas de los otros niños, debido a que siempre estaba pegado a mi espalda como una garrapata. Algunos lo fastidiaban con sus comentarios tontos, ya que si yo hacia algo, Mateo también lo haria sin excepción. En ese entonces, mi misión de mejor amiga era proteger a mi mejor amigo en toda situación que presenciara, pero cuando no estaba tenía entendido que ese día era el infierno mismo para mi pequeño Mateo.
Mi corazón se estrujo al revivir esos recuerdos y mis ojos picaron, pero no me permití mostrarme débil.
-Después de que tu familia y la mía comenzaran con sus burlas, te alejaste sin siquiera darme una jodida explicación, creo que esa fue la primera vez en toda mi maldita vida que me cuestione absolutamente todo, mi forma de ser, mi forma de vestir, pensar y actuar, tenia pensado cambiar todo eso y más con tal de no perderte. -pude imaginar mi corazón romperse en miles de trozos y baje mi mirada sin ser capaz de sostenerla-. Fui un idiota, todas las veces que trate de arreglarlo, me ignoraste y me preguntaba, ¿por qué te alejaste? ¿era solo por esos malditos comentarios de ambos como una pareja?
-Yo no lo sé. -musito por lo bajo.
Siempre me había cuestionado esa parte de la historia, ¿realmente lo hice por las burlas o por miedo a que eso se volviese real? Sin duda alguna mi desesperación por acabar eso fueron mas grandes como para pensar lo que sufriría Mateo.
-¿No lo sabes? -cuestiona con ironía, puedo escuchar su risa sarcástica, ni siquiera me atrevía a mirarlo- ¿tampoco sabias el daño que me provocabas? Por tu maldito miedo me hundí en la depresión, tan siquiera es necesario que sientas lástima por un pasado tan ridículo como el nuestro. -mis ojos se humedecieron al escuchar esas últimas palabras-. Me parecio buena idea que conocieras lo que sufrí por tu miedo, después de todo ya no vale nada para mí.
Un nudo se formo en mi garganta. Me quede en total silencio, no sabia que decir, después de todo, mi decisión le habia costado caro. Su vida no volvió a ser la misma por mi egoísmo.
-¿No dirás nada? -me pregunta después de unos minutos de completo silencio.
-Lo siento. -fue lo primero que se me ocurrio decir.
-Deberías de sentirlo por el chico que dañaste, en la actualidad no significa nada para mí.
Puedo detallar el brillo del anillo que lleva en su mano cuando levanto lentamente la cabeza. Siento una gota de esperanza al recordar que carga todavía con el objeto.
-¿No significa nada para ti? Entonces, ¿por qué cargas siempre con ese anillo?
-Me recuerda que clase de personas debo de evitar.
Al decir esto, toma a Tete que se mantuvo a su lado durante toda la discusión y sube las escaleras rumbo a su habitación.
Puedo sentir mis ojos picar por la intensidad del momento. Pensar que todo el cambio fue provocado negativamente por mi culpa me parte el alma y aún mas al saber con claridad que ese anillo significaba para él una advertencia para no volver a caer en tratar de recuperar la amiga que en un pasado lo daño tanto.
-Soy un ser miserable... -musito con el nudo en mi garganta.
-No Veronica, eso no es cierto. -Blue desde el suelo acaricia mis manos temblorosas sobre mi regazo.
Pequeñas lágrimas caen hasta humedecer el agarre de nuestras manos. El dolor era fuerte, tanto como cuando tome la decisión de dejar de hablarle a Mateo. Su sufrimiento ahora era el mío, ¿cómo lograría reparar su dolor? ¿qué podía hacer para disminuir el paso sobre mis hombros?
-Buscaré un modo para reparar todo ese dolor por el que pasó.
-Cuenta con mi ayuda amiga.
Ambas nos miramos por unos segundos, puedo ver que Blue me mira con dolor y a la vez tratando de transmitirme tranquilidad. Esa tranquilidad la obtendría una vez el peso en mis hombros desapareciera.
¡Feliz viernes!
Espero que se encuentren bien y disfrutarán de esta actualización =)
¿Les ha gustado? ¿Qué opinan de esta repentina discusión?
En lo personal... pobre Mateo =(
Chauuuuu!!
Pd: Foto de Tete en multimedia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top