"¿Extrañar a alguien que te hizo daño esta mal?"
—Señores Adams, los tres estudiantes han sido suspendidos por una semana mientras el joven Cowell sigue bajo investigación para realizar su expulsión definitiva del instituto y a Garry se le expulso del equipo de lacrosse. —termina de explicar el directo Bryan mientras mis padres escuchan atentamente sus palabras—. Es cuestión de tiempo para que sus problemas con el joven Cowell acaben con usted y el joven Jefferson. —asegura mirándome en esta ocasión.
Asiento bajando mi mirada a mis muñecas todavía enrojecidas. Los padres de Blue se mostraron muy apenados con toda la situación cuando me vieron llegar a la oficina, los padres de Cole lucían molestos y los de Simon también, en comparación a los señores Jefferson que querían encontrar una respuesta a este problema que viene desde inicio de año. El director habla un par de cosas más con mis padres y nos deja salir de la oficina permitiendome ir a casa para regresar mañana con mayor tranquilidad. La necesitaba, en este momento lo único que deseo es acurrucarme con Rj para aclarar mis pensamientos desordenados.
Salgo de la oficina en completo silencio y me encuentro con Mateo deteniendo sus pasos de golpe, me acerco a él sintiendo mis ojos arder y lo abrazo con fuerza. Tengo la sensación de que mi cuerpo se rompe en mil pedazos, la sola imagen de Sophie golpeandome me destruye, le abrí las puertas de mi hogar, mi familia, mi vida y mi corazón, y ¿este es su modo de pagarme todo lo que hemos vivido juntas? ¿Cambiandome por un chico? Los brazos de Mateo se aferran a mi cuerpo con fuerza cuando un sollozo se escapa de mis labios, pero me alejo limpiando las lágrimas de mis mejillas sin obtener un resultado definido, ellas siguen su recorrido sin ánimos de detenerse.
—¿Podemos ir a casa? —le pregunto a mis padres que se mantienen unos pasos lejos hablando con los señores Jefferson.
—Claro amor. —responde papá al instante despidiéndose de los padres de Mateo y ambos se acercan—. Vamos a casa Vero. —dice con una pequeña sonrisa.
—Nos vemos luego. —me despido de los señores Jefferson y salgo acompañada de mis padres fuera de la oficina.
...
Me cubro con la frazada que mi padre vino a dejarme antes de salir de casa con mamá rumbo a la cafetería. Ninguno de ellos deseaba dejarme en completa soledad en la casa, pero papá tenía asuntos que arreglar con respecto a la actualización del menú y sus cocineros, y mamá tenía que revisar el cuaderno de las cuentas para realizar los pagos correspondientes este viernes.
Ignoro las multiples notificaciones que llegan a mi móvil abrazando a Rj con fuerza ignorando el ataque de emociones que recibo al ver una foto de Blue y yo abrazadas sobre la mesa de noche. Fue un regalo de aniversario de nuestra amistad, un 25 de diciembre celebramos un año más de amistad. Supongo que cabe la posibilidad de que este año no sea de ese modo si continua con esa actitud, no soy ninguna tonta, no voy a estar en un lugar donde no me tratan como merezco. Me tomó años amarme a mí misma con ayuda de BTS y no permitiría que sus palabras me dañaran de ese modo.
Escucho el móvil vibrar de nuevo. ¿Puede existir la posibilidad de que sea un mensaje de su parte? ¿Una disculpa de ella? Estiro mi mano tomando el teléfono, doy dos toques sobre la pantalla para revelar mi tierno fondo de pantalla de los chicos y esbozo una sonrisa contagiandome de la felicidad que emanan en esa foto, deslizo mi dedo para ver las notificaciones con mayor detalle, pero una llamada entrante no me lo permite.
Mateo c:
Dejo la llamada seguir hasta que finaliza, pronto una nueva aparece y la respondo sin ánimos poniéndola en altavoz.
—¿Puedes ir a mirar la puerta de tu casa? Te dejé una sorpresa.
—Mateo...
—Tan solo ve Mini.
Suspiro cansada cuando cuelga la llamada sin permitirme negarme a su propuesta, me siento sobre la cama metiendo el teléfono en el bolsillo de mi pantalón de pijama decorado con pequeñas Minnie Mouse y subo el tirante de la blusa delgada blanca cuando se baja, me calzo las pantuflas de un panda y avanzo lentamente a la puerta principal encendiendo luces en el proceso, la noche cayó mientras estaba hundiendome en la depresión en mi cama. Abro la puerta encontrándome una pequeña caja negra en la entrada, me pongo de cuclillas para mirarla más de cerca y leo lo que dice en la tapa en color blanco.
Abreme =)
Si te encuentras una caja en la entrada de tu casa que dice "abreme" claramente tienes que hacerlo. Así que obedeciendo a esa lógica, tomo la tapa entre mis manos y abro la caja observando su contenido maravillada. Dentro de ella hay un paquete con chocolates con relleno de caramelo, un pastelito con cobertura morada, dos latas de coca cola, dos paquetes de papas tostadas y dos palomitas de mantequilla. Elevo mi ceja confundida cuando en la tapa de la caja hay una flecha que marca a la izquierda por simple curiosidad giro mi cabeza en esa dirección sacandome una pantufla y la sostengo como arma en dirección de los arbustos que se agitan.
—¿Eres tu Pancho? —indago mirando el arbusto— Pancho —musito dudosa nombrando al gato del vecino.
De pronto unas estruendosas carcajadas resuenan en el área de los arbustos y cuando menos lo espero, observo el cuerpo de Mateo caer a un costado donde se ve su rostro riendo con intensidad. Dejo la caja a un lado caminando en su dirección con la pantufla todavía en la mano y sus carcajadas aumentan cuando me ve detenerme a su lado, sostiene su estómago y su parte de su rostro está cubierto por sus rulos.
—¿Pancho? —pregunta deteniendo un poco sus carcajadas— ¿quién es? —poco a poco su risa va disminuyendo a tal punto que puede sentarse en el césped.
—El gato del vecino. —respondo señalando la casa de al lado con mi pantufla.
—¿Y eso? —eleva su ceja en mi dirección— ¿planeabas golpearme con eso? —cuestiona levantándose.
Asiento haciéndome a un lado para darle espacio y que pueda levantarse sin ningún problema.
—De ser necesario lo haría. —respondo dejando caer el zapato en el suelo y me lo calzo—. ¿Qué haces aquí?
—¿No es lógico? —niego al instante y me quedo en mi lugar cuando inclina su rostro a mi altura— Vine a verte. —responde dejando un rápido beso en mi mejilla.
Mi corazón se agita al instante al sentir sus labios posarse unos segundos sobre mi piel al dejar ese beso.
—¿Vamos adentro? Estoy muriendo de hambre. —su mano toma la mía llevándome al frente de la pequeña caja que preparó.
Suelto una carcajada cuando entiendo porque hay tantas cosas —que sin problema comería sola— dentro de la caja. Mateo se inclina tomándola, se hace a un lado dejándome pasar primero y luego él ingresa a la casa cerrando la puerta.
—Mis padres... —comento sacando el móvil del bolsillo de mi pijama cuando vibra.
—Lo sé, ellos hablaron hace un rato con mamá. —responde caminando a la cocina—. Haré las palomitas, ¿quieres buscar alguna película para ver?
Toco las notificaciones que pertenecen a WhatsApp y comienzo a mirar de quien son los mensajes que he recibido durante toda la tarde. Poco a poco la esperanza disminuye cuando veo que muchos de ellos se tratan de las chicas, el grupo de la generación hablando sobre el baile de graduación y otros de mis padres. Suspiro sintiendo que la energía que Mateo me otorgó al aparecer desaparece por completo y me siento desanimada.
—Dame eso. —el teléfono es retirado de mis manos de golpe y miro la mueca disgustada en el rostro de Mateo—. ¿Puedes concentrarte en este momento y olvidar a los otros?—cuestiona guardando el móvil en el interior de su jean.
—Es complicado, ella es mi mejor amiga.
—Y por eso quiero que la olvides solo un tiempo. Seremos solo tu y yo, nadie más. —se acerca tomando un mechón de mi cabello y dejándolo detrás de mi oreja—. Lo arreglaremos, te lo prometo.
Vuelvo a suspirar. ¿Será este el aire que me falta por alguien más? Mateo me mira atento y asiento para dejarlo ir a preparar las palomitas, pero su mano da una suave caricia a mi mejilla antes de inclinarse a rozar nuestras narices.
—Tenemos una hora antes de que llegue Logan a verificar que no estamos haciendo cosas de adultos. —bromea alejándose a la cocina.
—¿Cosas de adultos? —indago girandome a encender el televisor.
—Relaciones sexuales. —mi rostro se enciende al instante y enfoco por completo mis ojos en la pantalla seleccionando Netflix.
—¿P-por qué Logan cree eso? —pregunto caminando hacia mi habitación.
—Es un tonto. —escucho la respuesta de Mateo desde la cocina junto a la explosión de los granos de maíz en el microondas.
Tomo un par de almohadas junto a mi frazada y regreso a la sala de estar observando a Mateo dejar un gran tazón repleto de palomitas, dos vasos y otro tazón con las papas tostadas. Me dejo caer en el sofá frente a la mesa ratonera, tomo el mando y Mateo se sienta a mi lado tomando el boll de palomitas.
—¿Qué quieres ver?
—The Promised Neverland. —responde señalando el anime que agregué hace poco en mi lista—. Justin dice que es bueno. —comenta llevando un par de palomitas a su boca.
—Confiare en los gustos de tu amigo. —respondo pulsando el anime para que comience a reproducirse.
En algún punto de la noche las palomitas se acaban, al igual que las papas tostadas junto a las bebidas. Acomodo mejor mi cabeza sobre el pecho de Mateo sintiendo sus brazos rodearme con ternura desde la cintura abrazandome. Siendo sincera no estoy muy enterada de como terminamos en esta posición, pero tampoco me voy a quejar al sentir el agradable calor que desprende su cuerpo, la frazada cubriendo nuestras piernas y escuchando el suave latir de su corazón.
El capítulo cuatro está por iniciar cuando la puerta principal es golpeada. Elevo un poco mi rostro para observar a Mateo y él frunce sus labios en un puchero negándose a levantarse, termino riendo un poco y me levanto caminando hacia la puerta, la abro y los brazos de Logan me rodean enseguida sin importarle las bolsas que sostiene.
—Veronica. —canturrea y me suelta mirando mi atuendo detenidamente—. ¿Mateo no te tocó? —niego ignorando el ligero rubor que cubre mis mejillas—. Perfecto, traje comida china.
—Te lo agradezco Logan. —respondo siguiéndolo a la cocina mientras el capítulo sigue reproduciéndose.
—¿Puedes sacarlos de la bolsa? Necesito ir al baño. —dice dejando las bolsas apresurado.
—Claro, ve.
Niego divertida cuando él corre rápidamente al baño, definitivamente era urgente. Saco las tres cajitas de cartón con fideos junto a los palillos y me giro hacia Mateo para mostrarle un post-it con el número de teléfono de la chica que debió de atenderlo. El pelinegro pausa el capítulo y se levanta a mirar el papel.
—¿Quién es Andrea? —pregunta divertido cuando los pasos de Logan se escuchan en el pasillo.
—La chica de la caja. —responde saliendo del pasillo—. Nadie puede resistirse a este hermoso rostro. Es el precio de la belleza.
Suelto una fuerte carcajada cuando lo escucho decir esas palabras con tanto egocentrismo que no me caben dudas de que él esta hablando muy en serio. Tampoco es como que pueda negar la información mirando su rostro hermoso todos los días.
—¿Qué veían? —pregunta curioso caminando a tomar su caja y palillos.
—The Promised Neverland. —respondo tomando la mía y caminando al sofá para sentarme junto a Logan.
—¿Era esa de la que Justin no dejaba de hablar? —le indaga a Mateo, el chico asiente— Entonces debe de ser buena.
—Esta genial. —respondo abriendo la caja para comenzar a comer mis fideos.
Mateo se deja caer a mi lado presionando el botón para el anime siga su curso. Miro a ambos chicos en mis costados que comen los fideos sin apartar los ojos de la pantalla y una sonrisa se forma en mis labios. Ambos vinieron a casa solo para animarme, ellos sabían que iba a tirarme en la cama todo lo que restaba del día lloriqueando por la pelea con Blue. Estoy agradecida con ellos, muchísimo, no todos sacan de su tiempo para animarte.
...
El resto de la semana fue distinta, no ver a mi mejor amiga andar por los pasillos junto a su novio es algo extraño y Simon, su ausencia me tiene sin cuidado, aunque siendo sincera me pude sentir más cómoda a mi alrededor sin sentir la presión de sus ojos mirándome fijamente o topandomelo varias veces en un mismo receso. La ausencia de alguien que quieres es irreal, sientes que algo está mal y añoras que cambie, porque en lo más profundo de mi corazón me siento incompleta sin ella. ¿Esto es ser una persona tonta? ¿Querer de regreso a mi mejor amiga después de como me trato esta mal? ¿Sentir este vacío en mi pecho tiene sentido?
Suspiro mirando fijamente la entrada principal del instituto. Hoy es viernes, último día de la semana que marca la ausencia de esas tres personas y el domingo tan cerca recordandome la presencia de la despedida de solteros de la pareja comprometida.
Mi humor no está tan alto como para entrar a recibir clases hasta las 4:30 p.m, puedo pedir la materia vista a alguna compañera que sin duda me la enviará en la tarde. Giro sobre mis talones dispuesta a irme a caminar por ahí cuando mi rostro golpea contra un cuerpo, alzo mis ojos topandome con la mirada oscura de Mateo.
—¿A dónde vas? —pregunta elevando su ceño curioso.
—Por ahí. —respondo tomando distancia.
Últimamente su cercanía me afecta más de lo normal. Mis pensamientos se esfuman al estar con él.
—Excelente, porque hoy también quiero ir por ahí. —responde tomando mi mano y tirando de mí lejos del instituto.
Avanzamos bajo las miradas curiosas de algunos estudiantes y aún más captando la atención de los alumnos de generación. Miro el cielo nublado, amenaza con llover en cualquier momento aunque algunos rayos de sol se escapan entre las nubes haciéndome dudar de eso.
—Quiero tomar un café. —le aviso cuando visualizo la cafetería en la esquina de la cuadra perteneciente al instituto.
—Claro Mini.
Hoy es viernes con V de 뷔!
¡Mateo es la cosita más bella de este mundo! Y nadie me lo puede negar 7u7
¿Qué dicen del capítulo?
¿Qué opinan de la historia hasta el momento?
Gracias por leer♡ Nos vemos la otra semana.
Pd: ¿Alguna Army por acá que vaya a ver el BANG BANG CON21?
Mi horario es en la madrugada... hoy no se duerme 7u7
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top