Capítulo Cuarenta y Seis
Inclino mi cabeza acurracandome contra el pecho de Mateo y su brazo derecho se envuelve en mi cintura con delicadeza, no es un agarre fuerte ni ligero, es uno para asegurarse que me encuentro a su lado. La habitación se encuentra en un profundo silencio que agradezco junto a la oscuridad en el lugar y a pesar de la distancia se percibe el ruido de la música, el ambiente es agradable.
Un destello de pronto da contra nuestros rostros, abro mis ojos asustada por la posibilidad de una fuerte tormenta en el lugar y todos los adultos en una fiesta divirtiéndose. Mateo suelta un gruñido ocultando su rostro con una de sus manos cuando la luz se enciende de golpe en la habitación y junto al interruptor Logan nos lanza una mirada molesta.
—¿Solo durmieron, verdad? —pregunta sin alejarse de la pared o su mano que está apoyada en el interruptor.
—Sí. —respondo al instante.
Él asiente apagando de nuevo la luz y Mateo afirma su agarre en mi cintura cuando escuchamos los pasos de Logan en la habitación. Veo su silueta acostarse sobre la cama libre, el pelinegro tan siquiera se preocupó de cambiarse la ropa a una más cómoda.
—¿Cómo estuvo la fiesta? —indago está vez yo acomodandome al lado de Moni.
—Bien, muchos de ellos siguen en el salón. —responde Logan adormilado.
—Descansa.
El chico responde de la misma manera y en pocos minutos escucho su respiración acompasada al caer en un profundo sueño. Me acerco al rostro de Mateo un poco antes de hablar.
—¿Por qué no nos dijo nada? —cuestiono por lo bajo.
—Cuando toma solo piensa en irse a dormir. —susurra Mateo.
Asiento agradecida internamente por la noticia. Desde que Moni y yo dejamos abandonada nuestra amistad las pijamadas también se esfumaron y con ellas la oportunidad de dormir juntos. Hoy después de tanto tiempo el destino parece sonreír para ambos y ese pensamiento hace que una pequeña sonrisa se forme en mis labios acurrucandome contra Mateo. Disfrutando de esto, de este momento de ambos durmiendo en los brazos del otro, percibiendo el atrayente aroma del otro caigo en un cálido y dulce sueño.
...
Miro vacilante la fachada del instituto, la tentación de no ingresar y llevar a cabo mi plan son suficientes para convencerme en girar para alejarme del lugar.
—El instituto está al otro lado cariño. —me recuerda Mateo inclinándose para quedar a la altura de mi rostro—. ¿A dónde vas?
—A buscar la verdad. —respondo tratando de pasar por su costado, pero se interpone impidiendo mi escape.
Miro al expresión inocente en su rostro cuando elevo mi ceja en su dirección, vistiendo una camisa negra de botones manga larga, cabello que sigue creciendo aumentando el volumen de sus rulos, pantalón y tenis del mismo color conforman su atuendo esta mañana. De un modo inconsciente ambos nos vestimos de negro completamente, a excepción del cautivante estampado de mi blusa inspirada en Black Swan.
—Es interesante, siempre quise encontrar la verdad en un vaso de café, ¿vamos? —pregunta divertido extiendo su mano en mi dirección.
Suelto una risa negando divertida, pero termino por aceptar su mano y guiarlo a la cafetería. Esta al final de la cuadra del instituto y siempre abre temprano para que todos los estudiantes pasen a comprar su desayuno a primera hora.
—Eres imposible Jefferson.
—Así te gusto, ¿no?
No respondo y mantengo mi mirada al frente evitando que observe el fuerte sonrojo en mis mejillas. ¿De todas las cosas que pudo decir es esa la que tiene que decir específicamente? ¿Conmigo a su lado? Por el rabillo del ojo detecto una sonrisa divertida en su rostro disfrutando de su efecto en mis mejillas.
Esquivando estudiantes logramos llegar a la pequeña cafetería abarrotada de más estudiantes que esperan en la larga cola por sus pedidos. Mateo y yo ingresamos al ubicar una mesa libre entre el gentío, me apresuro a ingresar tirando de su mano pasando entre las personas con algo de dificultad que termina siendo provechosa cuando me dejo caer sobre la silla, Mateo se deja caer en la silla a mi lado mirando irritado a las personas que no dejan de hablar.
—¿Quieres que vaya a buscar tu café también? —le pregunto tratando de levantarme de la silla, pero su mano tira de mí para que vuelva a sentarme.
—No, espera a que la clientela disminuya. —responde detallando una vez más a las personas para dejar caer sus ojos oscuros sobre mi rostro.
Mateo apoya su codo sobre la mesa, luego su mejilla contra la palma de su mano prestandome su atención con su expresión relajada, el cabello le cae sobre los ojos acariciando su piel. Me remuevo nerviosa al estar bajo su mirada que se desliza en cada una de mis expresiones lentamente.
—¿Qué planeas hacer? —me pregunta con tono divertido.
—¿Recuerdas cuando me peleé con Blue? —una mueca se forma en sus labios antes de asentir— En esa ocasión, ella mencionó que Simon acababa de terminar una relación tóxica con una chica llamada Masha Clare de Top Academy. Estuve revisando su perfil en Instagram, así que pienso ir a hablar con ella del tema y comprobar que tan verídica fue su información. —resumo mi elaborado y poco planeado plan.
En el regreso de la despedida de solteros aproveche la oportunidad al regresar a casa e investigar un poco sobre Masha Clare, en Facebook el resultado fue nulo, pero en Instagram la historia es otra. Con su perfil público pude darme el lujo de mirar sus fotos en busca de alguna junto a Simon, llevándome la sorpresa de que no tienen ninguna a pesar de los constantes comentarios del chico admirando la belleza de ella y sus respuestas, él no la sigue, pero ella si lo sigue de vuelta. Esta es solo la señal que necesito para indagar del asunto al ver que de un modo u otro, ambos saben de su existencia.
—¿Por qué no le envias un mensaje? —propone Mateo sin despegar su mirada de mi rostro.
—Con tantos seguidores no creo que me responda el mensaje.
Mateo asiente pensativo, acerco mi mano a su rostro deslizando fuera los mechones que caen sobre sus ojos y parecen incomodarlo, una vez termino doy un toque divertido en su mejilla sobre su lunar y me alejo mirando de nuevo el interior de la cafetería. El tiempo pasó tan rápido que no hay más estudiantes, miro por la ventana curiosa al ver un grupo charlando en la acera y me percato que entre ellos se encuentra Simon junto a Cole, una mueca se forma en mis labios. ¿Qué tan largo tiene que llegar una broma para dañar a una persona?
Salto en mi asiento cuando Mateo posa sus labios sobre mi mejilla llamando mi atención, mis mejillas se encienden de inmediato mirando su sonrisa ladeada y como se acomoda sobre la silla tan despreocupado.
—¿Si vamos a tomar café? —pregunta girando su rostro.
—Eso no tienes que preguntarlo. —respondo levantandome de inmediato.
Escucho una risa divertida de su parte mientras me acerco a la caja registradora para hacer el pedido, en poco tiempo ambos estamos charlando tranquilamente en la solitaria cafetería antes de tomar el autobús que nos deja en el centro de Londres. Mateo juguetea en cada ocasión que tiene la oportunidad haciéndome reír y no centrarme en la situación por completo, agradezco lo que esta haciendo porque el estar en total silencio mis pensamientos no perderán la oportunidad en hacerme divagar demasiado en el tema.
Su mano sobre mi cintura me guía al instituto, saco el móvil del interior del bolsillo de mi jean verificando la hora. El medio día se hace presente con su caluroso sol obligandome a recoger mi cabello con una coleta desordenada cuando nos detenemos bajo la sombra de una tienda de ropa. Mateo mira la carretera transitada, saco mi botella para beber un poco de agua y luego se la acerco, él la acepta de inmediato.
Vuelvo a mirar mi móvil releyendo la ubicación del instituto Top Academy. Nací en Londres, crecí en él, mi obligación como habitante por tantos años de la ciudad es conocer cada rincón de ella, pero soy mala con las direcciones y ubicaciones, por lo tanto me pierdo con facilidad en el lugar donde crecí. Mateo es un caso contrario al mío, él sabe donde está a la perfección y a donde va sin necesidad de un mapa.
—Llegaremos cuando estén saliendo para ir a almorzar. —comenta Mateo entregandome la botella.
Al escucharlo mencionar el almuerzo mi estómago gruñe mientras me encargo de guardar la botella dentro de su mochila de cuero negro.
—¿Aceptara ir a comer con nosotros? —le pregunto cuando reanudamos la caminata.
—Eres tan dulce Mini. —responde deslizando su mano sobre mi cintura cuando nos estamos acercando a un semáforo.
—¿Por qué lo dices?
—Piensas en salir a comer con una extraña de un instituto adinerado.
—Te recuerdo que ese era el lugar al que asistias antes de que rogaras por un cambio de instituto para estar conmigo. —le digo tocando su costado izquierdo divertida.
Mateo se remueve riendo al sentir los toques de mi dedo en su cuerpo a pesar de tratar de mostrarse indignado con mis palabras le es imposible. Detengo mi acción cuando a lo lejos vemos la instalación, la fachada del instituto Top Academy es antigua tanto que parece ser un antiguo castillo en los alrededores de la cuidad de Londres, el lugar está rodeado por unas vallas de color negro y unos cuantos árboles bien podados en el jardín delantero.
—Agradezco el cambio. —comenta Mateo a mi lado cuando los primeros estudiantes comienzan a salir.
El uniforme de las chicas consiste en una camisa blanca con un blazer negro sobre ella, una corbata roja de rayas rojas, enagua negra, medias translúcidas y zapatos de muñeca negros. Le atuendo va muy bien con la temática respetable que da el instituto a simple vista. El uniforme de los chicos es un traje negro, una camisa blanca y una corbata igual a la de las chicas. Miro a Mateo y luego a los chicos repetidas veces, mi imaginación es excelente al imaginar al pelinegro usando ese uniforme.
¿Existe la posibilidad de obtener un uniforme de la talla de Mateo?
—Deja de soñar conmigo usando ese traje Veronica. —se queja acercándonos al instituto.
—¿Qué? No yo, no... bueno sí, tal vez lo hice un poco. —respondo avergonzada sintiendo mis mejillas sonrojarse levemente.
Mateo se posiciona en mi espalda cuando nos detenemos frente al instituto, sus dos manos están rodeando mi cintura y su mentón apoyado en mi hombro en lo que me dedico a mirar los rostros de todos los estudiantes que no reparan en nuestra presencia al estar más concentrados en charlar entre ellos mismos. Mi objetivo es una chica morena, cabello risado y ojos verdes claro. Descarto la presencia de las otras chicas al notar la tonalidad de su piel y una sonrisa victoriza se posa en mis labios cuando ubico entre la multitud a Masha Clare. Va caminando con un gran grupo de chicas rubias y castañas, todas parecen charlar animadamente sobre algún tema de interés común.
—La encontré. —le digo a Mateo acortando la distancia entre su grupo y nosotros.
Me siento ansiosa, sin saber con exactitud cómo entablar una conversación con la desconocida, pero abandono de inmediato esos pensamientos cuando termino de acercarme y me muestro segura cuando el grupo de unas diez chicas se detienen para darme una mirada desagradable. Poso de inmediato mis ojos en Masha percibiendo que Mateo se ha detenido a mi lado al escuchar los suspiros de algunas de las chicas.
—¿Eres Masha Clare? —la chica asiente al instante desconfiada— Soy Veronica Adams, me gustaría hablar con usted sobre Simon Cowell.
—Sí, soy yo, pero estoy por ir a almorzar con mis amigas, ¿no puede ser en otra ocasión?
¿Cómo le explico a esta chica que nos escapamos del instituto solo para venir a hablar con ella sobre Simon como para que me haga esa pregunta? Suspiro reuniendo toda la paz interior que posea en este momento, abro mi boca dispuesta a responderle, pero Mateo toma mi mano provocando que gire a mirarlo confundida.
—No lo creo. —responde Mateo mirando a la chica—. ¿Podemos charlar en algún restaurante?
La chica medita la propuesta del pelinegro por unos segundos antes de alejarse de sus amigas, acercarse a Mateo y con total confianza deja un rápido beso en su mejilla. Miro la escena sin poder creerlo mordiendo mi labio inferior poco convencida de esta situación cuando la morena se gira a mirarme con desdén.
—¿Vienes?
Mateo se separa de Masha para acercarse y rodear con su brazo mi cintura.
—Iremos a mi restaurante favorito, su comida es exquisita. —elevo mi ceño en su dirección confundida, pero termino asintiendo.
—¡Excelente! Vamos. —responde Masha posandose al otro lado de Mateo.
Moni gira sus ojos fastidiado por la presencia tan cercana de la chica, pero con su brazo alrededor de mi cintura guía el camino hacia su restaurante favorito.
Holaaaaaaa, ¿cómo están?
No les pasa que ✨ Side step, right, left to my beat ✨
Sigan la letra o la otra semana no tienen actualización, okay? Es mentira♡
Espero que disfrutarán el capítulo y les gustará lo que traje hoy para todos =)
Y ¡hice memes! Que olvidé mostrarles haceeeeeeee tiempoooooo pidoperd0n. Pero miren
Gracias por leer y llegar hasta aquí. Nos leemos la siguiente semana♡
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