Narracion omnisciente

Una joven de apariencia masculina bajaba de una limosina de color azul marino con su equipaje, despidió al chofer y se adentró a la institución frente de ella.

Solo, que había un detalle, aquella academia era masculina, no es un error ni equivocación, su padre por una apuesta que hizo con su abuelo decidió enviar a su hija a esa escuela para que terminara su tiempo de transición  ahí, les explico:

La familia Kanzaki siempre se representó por hacer un ritual tradicional donde solo los hijos de los descendientes directos deben desde pequeños ser sometidos a un cambio, ósea que deberán de vestirse y actuar como su género opuesto hasta sus 17 años, después de esa edad retomarán su vida normal como lo que en verdad son; las escuelas de todo el país saben perfectamente acerca la tradición exótica de los Kanzaki, por lo que hacer el cambio en ciertos puntos de la documentación de los jóvenes les resulta familiar y hasta normal.

Regresando con la joven Kanzaki Ryōtani, ella ya se encontraba frente a su guía que le mostraría su dormitorio y sus clases, además del inmenso plantel donde estará durante todo un año, pues después de ese período saldría del recinto.

Narra Ryō

Cuando el guía me dejó de nuevo frente a mi habitación, decidí dirigirme a la biblioteca, pues de solo un vistazo ya memoricé todo el campus. No desconozco el por que estoy aquí y eso es fastidiante, dejé a mis amigos para seguir con esta tontería pero no me queda de otra, órdenes son órdenes.

Caminé por los pasillos, hasta llegar a mi destino, pude ver en el trayecto que había un club de arte y fotografía, precisamente mi especialidad, tal vez entre o tal vez no, ya que siempre hay un módulo donde tengan que aprender a dibujar el cuerpo en limpio y no pienso arriesgarme.

Tome unos libros prestados acerca de la fauna silvestre, la residencia es bastante grande por lo que cuidarla se necesita de conocimiento, y estos libros me brindaban ideas para mas plantaciones. El tiempo libre que se me otorgó hasta la hora de la ceremonia de ingreso la tome para leer los ejemplares en mis manos, me sorprendía la tranquilidad que hay en las escuelas privadas, es reconfortante.

La hora de la ceremonia de ingreso se acercaba cada vez más por lo que opté el devolver los libros. Me dirigía a mi habitación tranquilamente observando cada detalle del recorrido que anteriormente transcurrí.

- parece que me adaptaré rápido a ésto ...

La verdad no me desagradaba la idea de ser el nuevo ratón de biblioteca, pues siempre que soy molestada al respecto, luego se disculpan al saber quién es mi familia.

Decidí salir para tomar el camino  al aire libre para dirigirme a las alcobas, pero fue un grave error. Hablé demasiado pronto, un chico de cabellos verdosos algo bajito salió de la nada y calló arriba mío, fue como si me sometiera por haber hurtado algún objeto.

- que te ocurre, esas chiflado o algo parecido, deja de correr como salvaje por los andadores - le reclamé por lo antes ocurrido

- lo siento de verdad no miré si había alguien más por los andadores - de un solo salto se incorporó y me tendió la mano

- gracias - aparté su mano - puedo levantarme solo - sacudí mis pantalones y seguí mi camino

[...]

La ceremonia ocurrió de lo mas normal posible, no había nada raro, excepto un grupo de senpais que fueron presentados por si teníamos de alguna necesidad podíamos acudir a ellos no importaba cual fuera dicha petición, decidí tomarlo normal y hospitalario de su parte, pues ellos no representaban precisamente a típico alumno ejemplar, pues uno de ellos parecía estar ansioso de una manera sexual, otros dos parecían mayordomos sado, por que no se si fuí solo yo pero portaban látigos en sus espaldas bajas ＼(゜ロ＼) que persona normal trae un látigo consigo!!! (／ロ゜)／

Bueno el punto es que fue todo de lo más normal. Para mañana iniciarían las clases por lo cuál es hora de ir durmiendo. Claro,  no en el pasillo, me estoy dirigiendo a mi habitación

Todo bien, todo correcto y yo que me alegro...

______________________________

nueva historia... espero les guste